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Un pequeño extra en esta mini historia
Con un agradecimiento especial a mi hermandad Las Leguendarias Guerreras del Zafiro
Que me dan su confianza y cariño
Es un honor combatir junto a ustedes
EPILOGO
POV CANDY
Cinco años después...
Mis ojos recorren con cariño la estancia, el invierno está dando paso poco a poco a la estación de las flores, de celebrar la vida...
La luz aún pálida se filtra por los ventanales, es temprano aún, un nuevo amanecer una nueva oportunidad de sonreír... y tengo motivos para agradecer.
Mi hogar es mi bendición, luego de esa noche de tormenta donde sentí quebrar mi corazón, donde mis impulsos e ingenuidad estuvieron a punto de destruir la vida de quien es mi adoración y la mía propia. Dios envió un ángel que me guio, nos protegió y hoy es un pilar fundamental en mi familia.
Aquella noche fue intensa, pase del dolor a la decepción y a una felicidad indescriptible...
Recordar es volver a vivir dicen, yo solo me quedó con el momento especial, cuando salimos del Hospital San José tomados de la mano, podíamos ver las luces de la aurora asomar tímidamente enl e horizonte, la nevada de la noche había cesado, dejando un manto blanco que nos daba la bienvenida, con nuestros corazones plenos de entusiasmo y libres ya de tormento volvimos a ser los chiquillos del San Pablo, recuerdo como iniciamos una guerra de bolas de nieve para terminar formando ángeles sobre el blanco manto que cubría una plaza cercana al departamento de Terry.
Llegamos con las mejillas sonrosadas por el frio, la ropa mojada y una pasión desbordada... Apenas la puerta se cerró, nuestros labios se unieron en un beso ardiente, sedientos el uno del otro no medimos las caricias, miradas ardientes... Nos desvestimos uno al otro con ansias fundiendo nuestros cuerpos en un encuentro ansiado. Su tacto sobre mi piel levantaba oleadas de calor que me consumían, despertando sensaciones que arrasaban con mi cuerpo. La lengua de Terry hizo maravillas sobre mi tez y ni que decir cuando hambriento devoró mi intimidad llevándome al cielo incontables veces... con timidez quise darle el mismo placer, el guio mis manos y labios inexpertos haciendo que descubra el poder de mi sensualidad sobre él... La experiencia fue fascinante, hoy cinco años después soy maestra en ese arte y el suele llamarme cariñosamente “Mi fiera Pecas”.
Nos casamos tres semanas después, podría parecer precipitado, sin embargo, Richard mi suegro, nuestro ángel debía retornar a sus funciones en el Parlamento Inglés, me negué rotundamente a casarme sin su presencia. Eleonor fue de gran ayuda para organizar la boda en tan poco tiempo, la Tía Abuela estuvo a punto de un infarto y lo mismo yo cuando Albert se presento ante todos como William Albert Ardaly mi tutor y padre adoptivo.
Debo decir que nuestra boda fue una ceremonia única, Albert y el Duque me dieron un regalo maravilloso: la presencia de mis madres. Las personas que más amamos estuvieron presentes.
Richard como me ha pedido mi suegro lo llame, no solo abrió mis ojos ante el engaño de las Marlowe, también lo hizo con Stear mi primo quien estuvo a punto de enlistarse como voluntario para la guerra.
Hoy somos una familia unida, donde el amor reina en cada uno de esos hogares que se fueron formando.
La epidemia de la fiebre española se cobró la vida de la Duquesa dejando desorientados a los hermanos de Terry. Richard decidió un cambio de ambiente y bajo un permiso especial de su primo el Rey, se instaló en Los Hamptons, en una mansión señorial no muy lejos de la de Eleonor... Donde hubo fuego... cenizas quedan y están se avivaron para alegría de los Grandchester que ansiábamos esta unión. Eleonor con su sencillez y cariño conquistó a los chicos, encontrando en ella una amiga y aliada.
La luz del día ha ganado fuerza y con ella mis obligaciones diarias al escuchar pasos en el piso alto
-Mami!! – mami ¿Dónde estás? - La voz de mi mini Terry, mi pequeño Alex me reclama, mientras mi Mocoso Engreído lleva en brazos a nuestra princesa Julieta que feliz juguetea con el sedoso cabello de su padre. Esa imagen de mis grandes amores se grava en mi retina al subir para alzar a mi hijo y recibir el beso de mi apasionado esposo que travieso me susurra
-Mis padres vendrán por los niños Pecas... hay un trabajo por concluir en la alcoba... y estoy ansioso por verte en acción¡!!
Y si, yo también estoy deseosa por cumplir con mis obligaciones...
CAPITULO X
Con un agradecimiento especial a mi hermandad Las Leguendarias Guerreras del Zafiro
Que me dan su confianza y cariño
Es un honor combatir junto a ustedes
REDENCIÓN
EPILOGO
POV CANDY
Cinco años después...
Mis ojos recorren con cariño la estancia, el invierno está dando paso poco a poco a la estación de las flores, de celebrar la vida...
La luz aún pálida se filtra por los ventanales, es temprano aún, un nuevo amanecer una nueva oportunidad de sonreír... y tengo motivos para agradecer.
Mi hogar es mi bendición, luego de esa noche de tormenta donde sentí quebrar mi corazón, donde mis impulsos e ingenuidad estuvieron a punto de destruir la vida de quien es mi adoración y la mía propia. Dios envió un ángel que me guio, nos protegió y hoy es un pilar fundamental en mi familia.
Aquella noche fue intensa, pase del dolor a la decepción y a una felicidad indescriptible...
Recordar es volver a vivir dicen, yo solo me quedó con el momento especial, cuando salimos del Hospital San José tomados de la mano, podíamos ver las luces de la aurora asomar tímidamente enl e horizonte, la nevada de la noche había cesado, dejando un manto blanco que nos daba la bienvenida, con nuestros corazones plenos de entusiasmo y libres ya de tormento volvimos a ser los chiquillos del San Pablo, recuerdo como iniciamos una guerra de bolas de nieve para terminar formando ángeles sobre el blanco manto que cubría una plaza cercana al departamento de Terry.
Llegamos con las mejillas sonrosadas por el frio, la ropa mojada y una pasión desbordada... Apenas la puerta se cerró, nuestros labios se unieron en un beso ardiente, sedientos el uno del otro no medimos las caricias, miradas ardientes... Nos desvestimos uno al otro con ansias fundiendo nuestros cuerpos en un encuentro ansiado. Su tacto sobre mi piel levantaba oleadas de calor que me consumían, despertando sensaciones que arrasaban con mi cuerpo. La lengua de Terry hizo maravillas sobre mi tez y ni que decir cuando hambriento devoró mi intimidad llevándome al cielo incontables veces... con timidez quise darle el mismo placer, el guio mis manos y labios inexpertos haciendo que descubra el poder de mi sensualidad sobre él... La experiencia fue fascinante, hoy cinco años después soy maestra en ese arte y el suele llamarme cariñosamente “Mi fiera Pecas”.
Nos casamos tres semanas después, podría parecer precipitado, sin embargo, Richard mi suegro, nuestro ángel debía retornar a sus funciones en el Parlamento Inglés, me negué rotundamente a casarme sin su presencia. Eleonor fue de gran ayuda para organizar la boda en tan poco tiempo, la Tía Abuela estuvo a punto de un infarto y lo mismo yo cuando Albert se presento ante todos como William Albert Ardaly mi tutor y padre adoptivo.
Debo decir que nuestra boda fue una ceremonia única, Albert y el Duque me dieron un regalo maravilloso: la presencia de mis madres. Las personas que más amamos estuvieron presentes.
Richard como me ha pedido mi suegro lo llame, no solo abrió mis ojos ante el engaño de las Marlowe, también lo hizo con Stear mi primo quien estuvo a punto de enlistarse como voluntario para la guerra.
Hoy somos una familia unida, donde el amor reina en cada uno de esos hogares que se fueron formando.
La epidemia de la fiebre española se cobró la vida de la Duquesa dejando desorientados a los hermanos de Terry. Richard decidió un cambio de ambiente y bajo un permiso especial de su primo el Rey, se instaló en Los Hamptons, en una mansión señorial no muy lejos de la de Eleonor... Donde hubo fuego... cenizas quedan y están se avivaron para alegría de los Grandchester que ansiábamos esta unión. Eleonor con su sencillez y cariño conquistó a los chicos, encontrando en ella una amiga y aliada.
La luz del día ha ganado fuerza y con ella mis obligaciones diarias al escuchar pasos en el piso alto
-Mami!! – mami ¿Dónde estás? - La voz de mi mini Terry, mi pequeño Alex me reclama, mientras mi Mocoso Engreído lleva en brazos a nuestra princesa Julieta que feliz juguetea con el sedoso cabello de su padre. Esa imagen de mis grandes amores se grava en mi retina al subir para alzar a mi hijo y recibir el beso de mi apasionado esposo que travieso me susurra
-Mis padres vendrán por los niños Pecas... hay un trabajo por concluir en la alcoba... y estoy ansioso por verte en acción¡!!
Y si, yo también estoy deseosa por cumplir con mis obligaciones...
CAPITULO X
