UN PASEO POR EL BOSQUE
Terry sabia cuanto amaba Yaro la naturaleza, se lo había mencionado tantas y tantas veces cada vez que hablaba de Albert que la verdad era que ya lo tenía un tanto cansado... lo cierto era que Yaro lo buscaba seguido porque sabía que ellos dos eran amigos y de alguna forma, al no encontrar a su eterno vagabundo, intentaba sacarle información a Terry para que le dijera donde encontrarlo, tal vez por ello esa vez decidió que la ayudaría… por eso y porque sabía que si la ayudaba ella dejaría de estar molestándolo tanto…
- Que me das si te llevo?
- No pensaras cobrarme Terrence? Se supone que somos amigos, debes de hacerlo como un favor.
- Vamos Yaro, pero piénsalo, voy a perder mi valioso tiempo solo para que veas a mi amigo, a mi gran amigo Albert… vale la pena una recompensa no crees?
- Pero no tengo dinero, no he cobrado, todavía no es quincena.
- Está bien, está bien, pero conste que te llevo en contra de mi voluntad… eso sí, me vas a prometer que esta será la última vez.
- Claro, ya ves, sabía que no eras tan malo…
- Aja… si claro… vamos, anda que el camino es largo… ah, una última cosa.
- Que?
- Para llegar te tendré que poner un antifaz, no quiero que después sepas a donde vamos y quieras ir a molestar diario a Albert
- Pero…
- Es mi única condición.
- Pero si ya me diste dos…
- Está bien, está bien, pero es algo en lo que no puedo ceder.
Yaro lo miro y aunque no estaba muy segura de aceptar lo hizo con tal de ver a su Güero… Terry le puso un antifaz que muy convenientemente traía en el bolsillo de su saco y comenzó a manejar cantando a todo pulmón…
- Ya vamos a llegar?
- Ya casi…espera un poquito.
- Pero ya llevas más de 3 horas manejando.
- Pues sí, pero está lejos, sabes que a Albert le encanta alejarse de la ciudad así que no te quejes.
- Pero ya me canse.
- Duérmete, ahorita que lleguemos te aviso.
Yaro hizo caso y se recargo en el asiento mientras que Terry la miraba de reojo con una gran sonrisa en los labios.
Pasaron otro par de horas cuando él se detuvo, Yaro iba completamente dormida y no se dio cuenta cuando el motor dejo de hacer ruido, con sumo cuidado Terry se bajó y abrió la puerta de Yaro para sacarla cargando cuidadosamente, para luego colocarla suavemente sobre el pasta…bueno, sobre el piso, luego subió al auto y lo hecho a andar para salir a toda velocidad.
Un fuerte graznido hizo que Yaro despertara abruptamente pero recordando lo que Terry le había de no quitarse el antifaz comenzó a llamarlo.
- Ya llegamos Terry…terry? Donde estas Terry?
Sintió el helado piso y palpo con sus manos, estaba sobre tierra, se quitó el antifaz y ahí estaba, en medio de un macabro bosque con los cuervos mirándola fijamente, todos parados en árboles secos, tal vez creyendo que ella era un cadáver.
Lentamente se levantó mientras no dejaba de mirarlos, toco una vara y la tomo para defenderse de los negros animales, empezó a agitar la vara mientras comenzaba a caminar de reversa para no quitarles la vista de encima, miro a su alrededor, se dio cuenta que Terry se había ido y comenzó a llamar a Albert pero era obvio que él no estaba por ahí…
- Maldito Terry, mira que dejarme aquí… ah, tenía que ser amigo de Gezabel… -vociferaba Yaro mientras se había dado a correr huyendo de los cuervos…
Siguió corriendo un par de kilómetros más cuando vio un camino, el cual siguió y le llevo directo a una carretera… donde se encontraba Terry tranquilamente estacionado fumando un cigarrillo… al verla, le sonrió y le abrió la portezuela.
- Que tal tu paseo por el bosque eh??
- Eres un maldito…
- Veo que no lo disfrutaste, ya ni porque no te deje sola… no encontraste a Albert… - pregunto reteniendo una carcajada.
- Lo hiciste a propósito verdad?
- Jajajajaja… como lo supiste? Eso te quitara la manía de preguntarme por Albert.
Yaro le hecho una mirada asesina y se subió al carro cerrando la portezuela fuertemente, pero ya no dijo nada más, Terry siguió riendo mientras empezaba el regreso a casa… estaba seguro que Yaro lo pensaría dos veces antes de volverle a pedir su ayuda…