Índice
Portal
Últimas imágenes
Buscar
Conectarse
Me convertí en una asesina por un estupido tropiezo del destino.
Han pasado cuatro años de que comenzó este infierno con él, es un completo controlador, así es, no puedo salir a la calle si no es con él, no voy a fiestas porque no le gusta que otros hombres me miren, si llega a pasar eso, llegando a la casa se desquita con golpes y me toma por la fuerza y obviamente siempre todo esto es culpa mía, lo hace para que yo no vea a otros hombres, para que no vaya y me revuelque con ellos.Me he convertido en una mujer rota, sin voluntad.
.
.
He tenido que salir, espero que no se de cuenta, por favor que alcance a llegar antes que él. He venido al supermercado, y me doy cuenta que ya se me hizo muy tarde.
Me echo a correr con las pocas cosas que he comprado, llegaré tarde, llegaré tarde, llegaré tarde me repetía una y otra vez, el supermercado solo quedaba a unas cuadras de la casa donde vivía con él, pero el que no me encontrara me ponía los pelos de punta. Ya que no podía salir a ninguna parte sola, siempre tenía que ir con él, pero para mi mala suerte la despensa se acabó y tuve que salir hacer las compras, si llega a enterarse que salí me va a matar.
Él está enfermo de control, está obsesionado conmigo.
Apenas llegó a la puerta, busco la llave y de los nervios se me cae, la recojo e introduzco para abrir, ingreso y lo primero que veo es a Archie ahí parado
—Donde diablos estabas —pregunta, yo me sobresalto por el tono de su voz.
—Fui a comprar algo para hacer de comer —contestó con la respiración entrecortada de tanto correr.
Se que no me espera nada bueno después de ver como dirige su mirada hacia a mi.
Se para y me agarra del brazo muy fuerte.
Trato de sonar segura de mi misma y le digo que me suelte, se sorprende, pero me dice: No.
Me alza y me coloca sobre su hombro.
—Creo que fuiste a buscar otra cosa, fuiste a buscar placer con otros hombres perra.
Te juro que no, solo fui a comprar los víveres —le respondo sollozando.
—Mientes pero ahorita te voy a enseñar lo que es placer perra, para que no lo andes buscando afuera.
Empiezo a patalear para todas direcciones, buscando que me libere de sus fuertes brazos, pero hace caso omiso a mis súplicas. Camina hasta la habitación y me deja caer sobre la cama sin ningún miramiento, mi cabeza se golpea contra el respaldo de la cama y me provoca una herida en la cabeza que empieza a sangrar.
El empieza a quitarse la ropa de una manera brusca, y también empieza a arrancarme la ropa, yo le suplico que no me haga esto. No le importa lo que yo pida, sin piedad empieza por mis pechos a morderlos y entre dientes dice:
—¿Esto te hizo ese con el que te acostaste?
—No, déjame por favor, te juro que no me he acostado con nadie —grito de dolor pero no le importa y sigue haciéndome daño.
—Por favor Archie para, no me lastimes otra vez.
Empieza a recorrer mi cuerpo con sus manos, poco a poco desciende con su boca y va marcando mi cuerpo con sus mordidas, llega a mi feminidad la cual besa y muerde y yo solo puedo llorar, él introduce su lengua y juguetea todo lo que quiere, le pido por favor que se detenga pero sigue sin oírme. Finalmente introduce su gran miembro en mi, sus gemidos me indican que está disfrutando de todo esto, incluido mi sufrimiento, finalmente llega al orgasmo, dejándose caer a un lado mio.
—Eso es para que aprendas que eres mía y que no puedes salir a ningún lado sin mí.
Se voltea y se queda dormido, yo solo me hago un ovillo y lloro en silencio, me vuelvo a tragar mi dolor, este perro desgraciado me ha violado por cuatro años, quiero despertar de esta pesadilla, sin pensarlo más me paro y me visto a toda prisa y pienso en cómo escapar, ¿a quien puedo acudir? Pero no tengo a nadie. Me encerré en un mundo donde solamente éramos él y yo, no había nadie más, me siento paralizada de miedo. Pero no puedo echarme para atrás, ya tome una decisión: tengo que escapar.
Me dirijo a la planta baja hacia la cocina y sin querer tropiezo con una mesa que tenía un florero que cae al suelo, escuchó cuando se levanta de la cama y empieza a gritar-.
—¿Dónde estás Annie?
No contestó, escucho sus pasos al bajar por la escalera y no sé qué hacer. Me dirijo a la cocina y tomó un cuchillo y le apuntó con el, llega y me mira con una sonrisa burlona.
—Hay Annie,por favor, suelta ese cuchillo te vas hacer daño muñeca.
—Dejame ir. —le digo sacando valor de quien sabe donde.
—Lo siento muñeca pero tu de aqui no sales, si no es muerta,
Yo tiemblo de miedo y empiezo a llorar
—Por favor Archie dejame ir, yo no soy feliz a tu lado, me has retenido contra mi voluntad por cuatro malditos años, tuve un aborto gracias a los golpes que me das, me tuve que alejar de mi familia y mis amigos. Por favor, por favor déjame ir.
—Ya te dije que no, tú me perteneces y de aquí no te vas si no es muerta. Que estupida si creíste que algún día te ibas a escapar de mi.
Se ríe y se abalanza hacia mi y trata de quitarme el cuchillo, forcejeamos, yo tropiezo con mis propios pies y sin querer le encajo el cuchillo en el brazo. El grita de dolor y empieza a sangrar, se le ha quedado enterrado el cuchillo en el brazo izquierdo y del miedo me he privado, pienso, si ya estaba enojado antes, ahora se ha convertido en un demonio al que provoque. De sus ojos sale fuego
—Esta me la vas a pagar perra desgraciada, te dije que de aquí no vas a salir si no es muerta
Entonces por mi mente pasan tantas cosas, y pienso es mi vida o la de el,
Así que tomo valor y saco fuerzas de donde no sabia que tenia y antes que se abalance sobre mi, me abalanzo yo sobre él, agarro el cuchillo y se lo arranco sin piedad, aúlla como si fuera un animal pero a mi ya no me importa, mi miedo se ha convertido en rabia en coraje, y sin pensar se lo encajo en el otro brazo, él vuelve a gritar, pero me he cegado, ya no pienso en el dolor que este sintiendo, ya que no se puede defender arrancó el cuchillo de nuevo y esta vez se lo encajo en el pecho me ve con sus ojos desorbitados, veo como se le va la vida, ya no me importa quiero que pague por los cuatro años de infierno que he vivido con él, que pague por el bebe que perdí, que, aunque no fue concebido con amor, ya lo quería porque era parte de mi, sigo sacando y encajando el cuchillo varias veces, ya ha muerto pero no me importa cuantas veces lo apuñale siento que no es suficiente. Lo hago hasta el cansancio. Su cuerpo ya no tiene vida, veo mis manos bañadas en sangre, suelto el cuchillo y empiezo a reír con locura. Miro el cuerpo
—¿Ves quien fue el que salió muerto? Tu estupido, pudrete en el infierno.
[/url]
