La Biblioteca
La habitación más formal en una casa victoriana era la biblioteca o estudio. Era aquí que la tarea de dirigir todo lo concerniente al hogar se llevaba a cabo. El gran escritorio a la derecha, guardaba libros y archivos contables que contenían las cuentas de la casa. En esta habitación, la señora de la casa llevaría a cabo su correspondencia y escribiría en su diario, el cual sería posiblemente guardado en una de las gavetas pequeñas del escritorio.
La delicada librera a la izquierda, contendría libros encuadernados en piel que podrían servir de referencia, ser diccionarios y clásicos de la literatura. Podemos observar dos libros sobre la mesa; uno de ellos es la Biblia familiar. En ella, se tenía la costumbre de anotar la historia familiar en páginas en blanco, las cuales podían encontrarse al principio o al final.
La fotografía sobre la chimenea sería sin duda alguna de algún pariente, mientras que el busto en mármol, debería pertenecer a algún famoso erudito.
La chimenea se encendía con madera pero el carbón se agregaba luego que el fuego estaba lo suficientemente caliente para que éste se encendiera. El carbón se mantenía en el elegante cubo de metal como el que se ve a la izquierda de la chimenea. Los cómodos sillones se usaban para leer confortablemente por las tardes y noches.
El candelabro se ilumina mediante gas, mientras que las lámparas sobra la mesa y sobre la repisa de la chimenea, empleaban queroseno. El gas era conducido hasta las casas a través de tuberías y era utilizado para la iluminación, pero era generalmente empleado en combinación con lámparas de queroseno y velas. Los pendientes de cristal en las lámparas de queroseno, cumplían una doble labor: eran funcionales y ornamentales ya que ayudaban a intensificar y reflejar la luz.
Bibliografía:
Lewis, Daniel; Helberg, Kristin
The Victorian House Coloring Book
Dover Publications, New York, 1980
La delicada librera a la izquierda, contendría libros encuadernados en piel que podrían servir de referencia, ser diccionarios y clásicos de la literatura. Podemos observar dos libros sobre la mesa; uno de ellos es la Biblia familiar. En ella, se tenía la costumbre de anotar la historia familiar en páginas en blanco, las cuales podían encontrarse al principio o al final.
La fotografía sobre la chimenea sería sin duda alguna de algún pariente, mientras que el busto en mármol, debería pertenecer a algún famoso erudito.
La chimenea se encendía con madera pero el carbón se agregaba luego que el fuego estaba lo suficientemente caliente para que éste se encendiera. El carbón se mantenía en el elegante cubo de metal como el que se ve a la izquierda de la chimenea. Los cómodos sillones se usaban para leer confortablemente por las tardes y noches.
El candelabro se ilumina mediante gas, mientras que las lámparas sobra la mesa y sobre la repisa de la chimenea, empleaban queroseno. El gas era conducido hasta las casas a través de tuberías y era utilizado para la iluminación, pero era generalmente empleado en combinación con lámparas de queroseno y velas. Los pendientes de cristal en las lámparas de queroseno, cumplían una doble labor: eran funcionales y ornamentales ya que ayudaban a intensificar y reflejar la luz.
Bibliografía:
Lewis, Daniel; Helberg, Kristin
The Victorian House Coloring Book
Dover Publications, New York, 1980