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PARTE XV AQUÍ
-¿Se puede saber qué demonios te pasa por la cabeza? ¿Cómo puedes dejarla ir Aethelred?
-Si no te has dado cuenta ha sido ella misma quien decidió hacerlo… ¿Cómo pretendes que la retenga?
-¿Es que tú no utilizas tu cabeza o qué?
Espeta furioso el príncipe, se lleva una mano al pecho sintiendo como si le faltase el aire y su corazón es pinchado con miles de aguas, acto seguido cae de rodillas por el repentino dolor. Los soldados se acercan rápidamente y Fairfax ordena que llamen al médico inmediatamente.
-Debes tranquilizarte… respira… respire su majestad, tenemos muchas cosas que hacer.
-Yo…
Intentó decir el joven, pero de presto sus ojos se cerraron y cae desvanecido en los brazos del mago. Con presteza los guardias lo llevan hasta la recamara mientras que los siervos se encargan de recoger todo; después de que el médico revisó a Greum éste no encontró nada fuera de lo normal y aludió que el desvanecimiento había sido un simple ataque de ansiedad, más Aethelred sabía que no era eso.
Cuando finalmente despierta, se sorprende de ver al que era el consejero de su padre en la alcoba entregándole unos papeles a su subordinado, por la suavidad con la que se colaban los rayos del sol en la estancia le daba la impresión que está empezando por el día y que sólo ha tenido un mal sueño.
-Ya habéis despertado… ¿Cómo se encuentra mi lord?
-¿Mi lord? ¿Eh escuchado bien o estoy en un universo alterno o pesadilla?
Balbuceó con amargura el castaño, Fairfax soltó un suspiro desganado más no respondió a la provocación, sino que continuó
-Mi señor, ya todo está dispuesto, vuestro lacayo ha preparado las ropas de duelo.
-¿De duelo? Entonces… ¿Entonces es verdad que mi padre ha fallecido?
-Lastimosamente… es así… mi rey, estoy a vuestro servicio.
Decía a la vez que ponía una rodilla en el suelo como señal de sumisión. En primera instancia Greum se sorprende y disgusta, las emociones aún no sabe cómo manejarlas; lleva su diestra para masajear su sien para intentar asimilar la situación, luego con la otra le hace señal que se ponga en pie, aún recuerda que no le tiene mucha confianza a ese hombre y que tal vez está haciendo eso por temor a que le quite su puesto.
-Suficiente… no hace falta que hagas eso.
-Su majestad, es necesario que firme ciertos documentos… hay que convocar a los guardias que se les ordenó marcharse
-¿Ahora si te interesa que recuperemos a nuestros soldados?
-Me temo que hay muchas cosas que desconoce mi lord
-¿“Mi lord”? Ya está bien de tanta zalamería hipócrita, tú no me caes bien ni yo a ti, dejemos las apariencias.
-No precisamente señor… es verdad que anteriormente hemos tenido nuestros puntos de vista diferentes, muchos de ellos a causa de vuestra inmadurez e insensatez.
-Sé bueno… como sea
Hace un ademán para quitarle relevancia al asunto, entonces Aethelred le comenta los preparativos que deben hacerse para la cremación del cadáver de su padre, la coronación y organizar a los hombres para la batalla, no sería de extrañar que de un momento a otro puedan ser atacados por Eileen.
Con gran pena en el corazón Greum atiende los asuntos que le presenta el hombre que había sido el consejero real estos años atrás.
Todo el pueblo estaba conmocionado ante la pérdida de su monarca, por lo que se unieron a la procesión llevando farolillos para iluminar el sendero. Cuando llegaron al altar donde dejaría descansar por última vez los restos de Archard, su hijo sostiene la antorcha con la que se encenderá los leños de la hoguera, entonces Astyrian Brownbear y Arshbalt Cullimore, sus amigos que han estado con él desde pequeño, se quedaron a su lado para mostrarle su apoyo y fidelidad.
Sabía que podía confiar plenamente en ellos, sus más oscuros y locos tormentos, como también lo había sido con Kandíroz Berrycloth, pero ella había decidido dejarlo, sin dar una explicación lógica ella se fue con esa mujer que había matado a su padre, eso le dolió tanto, como si de una traición se tratase, tan devastadora había sido que siente como si su corazón se hubiese roto al ser despreciado aún tras haberle confesado su amor; porque sí, Greum Grandchester se había enamorado y lo habían despreciado.
Al día siguiente, viendo la premura por lo delicado de la situación, Fairfax organiza la ceremonia de coronación y con los últimos rayos del sol Greum era ungido con aceite y una corona ceñía su cabeza. Seguido subió de rango Astyr y Arshbalt, y los convocó al primer consejo que precedía.
En salón real el monarca observa una maqueta donde se encuentra todo el reino de Llyn a escala y banderines indican dónde estarán las posiciones de las tropas. Entonces las puertas se abren al llegar Aethelred Fairfax, acto seguido el monarca le dice sin tanto protocolo.
-Muy bien Fairfax, desconozco la razón por la que mi padre confiaba en ti, pero quiero que me cuentes todo ya.
-Como lo desee su majestad, que quede claro que desde el primer instante que sometí mi voluntad a la corona Grandchester lo dije en serio. Ahora vos sois el nuevo rey y mi lealtad sigue con vuestro linaje.
-Está bien, soy todo oídos Fairfax.
Entonces el caballero les explica cómo años tras conoció a su majestad y desenmascaró a Niamh, quien había sido el consejero del rey hasta entonces; Greum y Astyr lo recuerdan perfectamente, era un hombre desagradable, la primera vez que ellos se conocieron estaban con las cabras, luego Niamh había usado la magia para localizarlo y hacerle volver al reino, tenía un recelo desmedido por mantenerlo tras los muros y controlado.
Y la misma joya que había usado para ubicar a Greum, hizo una igual para el rey, logrando preparar todo para una emboscada y enseñarle al enemigo la posición exacta del monarca y su vástago, eliminando así de una vez a la sangre Grandchester y él se adjudicaría como el nuevo rey. Pero su plan no funcionó y Fairfax los salvó, dejando en evidencia al traidor, Niamh huyó antes de que pudiese ser apresado con ayuda de la magia.
-Así fue como de presto me gané la confianza de vuestro padre y me nombró su consejero real. Luego descubrimos que había sido gracias a Niamh que había estado en guerra con las naciones circundantes y que seguramente les estaría ayudando con hechicería, por lo que era primordial encontrarlo pronto.
-¿Quiere decir que por eso prohibiste el uso de la magia?
-Sí, señor
-¿Y qué tiene que ver Kandy con todo esto?
-Es cierto que a ella la conocí mucho antes, y he de admitir que se conserva muy bien a pesar del paso del tiempo, hemos trabajado durante varios años investigando y buscando antiguos registros mágicos de los elfos. Berrycloth decidió enlistarse en el ejercito de Llyn y es cuando os volvisteis a encontrar.
-¿Qué estás diciendo?
Los jóvenes estaban sorprendidos por las declaraciones ¿Registros mágicos elficos?
-Hace miles de años, cuando todavía existía el mundo mágico al igual que el de los mortales, Eriador era el territorio de los elfos Celestes, la línea que dividía los dos reinos era vigilada constantemente; las fronteras del lado de Eriador estaban protegidos por encantamientos que hacían que los ríos se alzaran y rechazaran a los invasores, aunque su principal poder era la curación y la conservación. Los humanos buscan el poder y entre ellos peleaban para obtener más dominio. Aunque también estaban atentos por si los del Reino Celestes los querían atacar.
Entonces hubo cataclismo monumental que arrasó con el mundo de los elfos cambiando el entorno a lo que se conoce hoy en día y limitando el uso del “Ki” el flujo vital de energía con arduo entrenamiento a unos pocos elegidos, y el uso del maná para aquellos que nacen con habilidad para ello
-¿Quieres decir gracias a esa explosión la magia que antes sólo podían usar los elfos, ahora lo puede hacer cualquier mortal?
-Sí, en resumidas palabras.
Greum pasea frente de la maqueta intentando digerir lo que Aethelred le acababa de explicar, parecía todo tan inverosímil, entonces recuerda.
-¿Y qué tiene que ver todo eso con Kandy, Fairfax?
-Pues… porque…
Balbuceaba el consejero sin saber muy si debía seguir, pues había varias cosas que le competían a la misma Berrycloth en persona aclarar, pero ella no estaba para hacerlo y era menester que Grandchester lo supiese, por lo que finalmente se decide y prosigue.
-Juntos hemos recopilado documentos antiguos a lo largo de los años y con la ayuda de Kandíroz pude descifrarlo… porque… ella es descendiente de Lúthie y Eldar, los últimos reyes del mundo de los celestes.
-¿Cómo dices?
-¿Kandíroz es un elfo?
-Así es
Los jóvenes se sorprenden en gran manera por la revelación, nunca se lo hubiesen imaginado, tantos años juntos y no se habían dado cuenta.
-¡Traidora! Ella sólo aceptó unirse a la guardia para conocer nuestros puntos débiles.
-¡Kandy nos va a entregar a nuestro enemigo!
-Claro, por eso aceptó irse con esa mujer ¡Ha sido todo una trampa!
Se quejaban Arsbalth y Astyr porque se sentían utilizados. Entonces Greum los hizo callar para aclarar junto a Fairfax.
-Tranquilos chicos, no creo que ella sea una traidora. Cuando regresó de Hailey se enfrentó valientemente contra las bestias que los atacaban y fue quien descubrió que el dragón que está en la montaña Susurrante es usado por nuestros enemigos
-¿Cómo dices? ¿Es verdad eso?
-Como lo dice su majestad, así es. Gracias a ella descubrimos que el hombre que estaba realizando esas quimeras terroríficas era gracias a Niamh, por lo que si ella decidió ir con esa Eileen de seguro es para buscar la manera de derrotarlos de una vez
-¿Quiere decir que Eileen y Naiamh trabajan juntos?
-Sin duda… su majestad el difunto rey cambió cuando la conoció un día que estaba cazando en las praderas, y desde entonces decía que debían despedir todos los guardias, pero logré persuadirlo de no hacerlo por completo.
-Entiendo.
Respondió Greum, pues recordaba las extrañas indicaciones que había estado recibiendo las semanas anteriores.
-Pero su majestad, también debéis saber otra cosa…
-¿Y eso es?
-Estoy seguro habéis notado cierto malestar recientemente
-¿A qué te refieres? Sé más claro y déjate de tonterías Fairfax
-Como si oprimen vuestro corazón o que late de manera diferente.
-Sí… digamos que sí.
-Eso es porque tenéis una maldición.
Nuevamente los jóvenes se sorprenden y los todos los ojos se posan sobre el monarca queriendo verificar si es verdad; Greum da un paso atrás por temor, no se puede creer que eso sea verdad… entonces recuerda las veces que se ha sentido extraño y como desde que Kandy volvió de Hailey los síntomas empeoraron y una debilidad empieza a ser más evidente.
Todos se preguntan qué es lo que está pasando exactamente. De presto un soldado agitado irrumpe la reunión
-¡Su majestad! El vigía a divisado a un ejecito acercándose a Llyn
-¡Que todo mundo se prepare! ¡Nos vamos a la guerra!
PARTE XVI
-¿Se puede saber qué demonios te pasa por la cabeza? ¿Cómo puedes dejarla ir Aethelred?
-Si no te has dado cuenta ha sido ella misma quien decidió hacerlo… ¿Cómo pretendes que la retenga?
-¿Es que tú no utilizas tu cabeza o qué?
Espeta furioso el príncipe, se lleva una mano al pecho sintiendo como si le faltase el aire y su corazón es pinchado con miles de aguas, acto seguido cae de rodillas por el repentino dolor. Los soldados se acercan rápidamente y Fairfax ordena que llamen al médico inmediatamente.
-Debes tranquilizarte… respira… respire su majestad, tenemos muchas cosas que hacer.
-Yo…
Intentó decir el joven, pero de presto sus ojos se cerraron y cae desvanecido en los brazos del mago. Con presteza los guardias lo llevan hasta la recamara mientras que los siervos se encargan de recoger todo; después de que el médico revisó a Greum éste no encontró nada fuera de lo normal y aludió que el desvanecimiento había sido un simple ataque de ansiedad, más Aethelred sabía que no era eso.
Cuando finalmente despierta, se sorprende de ver al que era el consejero de su padre en la alcoba entregándole unos papeles a su subordinado, por la suavidad con la que se colaban los rayos del sol en la estancia le daba la impresión que está empezando por el día y que sólo ha tenido un mal sueño.
-Ya habéis despertado… ¿Cómo se encuentra mi lord?
-¿Mi lord? ¿Eh escuchado bien o estoy en un universo alterno o pesadilla?
Balbuceó con amargura el castaño, Fairfax soltó un suspiro desganado más no respondió a la provocación, sino que continuó
-Mi señor, ya todo está dispuesto, vuestro lacayo ha preparado las ropas de duelo.
-¿De duelo? Entonces… ¿Entonces es verdad que mi padre ha fallecido?
-Lastimosamente… es así… mi rey, estoy a vuestro servicio.
Decía a la vez que ponía una rodilla en el suelo como señal de sumisión. En primera instancia Greum se sorprende y disgusta, las emociones aún no sabe cómo manejarlas; lleva su diestra para masajear su sien para intentar asimilar la situación, luego con la otra le hace señal que se ponga en pie, aún recuerda que no le tiene mucha confianza a ese hombre y que tal vez está haciendo eso por temor a que le quite su puesto.
-Suficiente… no hace falta que hagas eso.
-Su majestad, es necesario que firme ciertos documentos… hay que convocar a los guardias que se les ordenó marcharse
-¿Ahora si te interesa que recuperemos a nuestros soldados?
-Me temo que hay muchas cosas que desconoce mi lord
-¿“Mi lord”? Ya está bien de tanta zalamería hipócrita, tú no me caes bien ni yo a ti, dejemos las apariencias.
-No precisamente señor… es verdad que anteriormente hemos tenido nuestros puntos de vista diferentes, muchos de ellos a causa de vuestra inmadurez e insensatez.
-Sé bueno… como sea
Hace un ademán para quitarle relevancia al asunto, entonces Aethelred le comenta los preparativos que deben hacerse para la cremación del cadáver de su padre, la coronación y organizar a los hombres para la batalla, no sería de extrañar que de un momento a otro puedan ser atacados por Eileen.
Con gran pena en el corazón Greum atiende los asuntos que le presenta el hombre que había sido el consejero real estos años atrás.
Todo el pueblo estaba conmocionado ante la pérdida de su monarca, por lo que se unieron a la procesión llevando farolillos para iluminar el sendero. Cuando llegaron al altar donde dejaría descansar por última vez los restos de Archard, su hijo sostiene la antorcha con la que se encenderá los leños de la hoguera, entonces Astyrian Brownbear y Arshbalt Cullimore, sus amigos que han estado con él desde pequeño, se quedaron a su lado para mostrarle su apoyo y fidelidad.
Sabía que podía confiar plenamente en ellos, sus más oscuros y locos tormentos, como también lo había sido con Kandíroz Berrycloth, pero ella había decidido dejarlo, sin dar una explicación lógica ella se fue con esa mujer que había matado a su padre, eso le dolió tanto, como si de una traición se tratase, tan devastadora había sido que siente como si su corazón se hubiese roto al ser despreciado aún tras haberle confesado su amor; porque sí, Greum Grandchester se había enamorado y lo habían despreciado.
Al día siguiente, viendo la premura por lo delicado de la situación, Fairfax organiza la ceremonia de coronación y con los últimos rayos del sol Greum era ungido con aceite y una corona ceñía su cabeza. Seguido subió de rango Astyr y Arshbalt, y los convocó al primer consejo que precedía.
En salón real el monarca observa una maqueta donde se encuentra todo el reino de Llyn a escala y banderines indican dónde estarán las posiciones de las tropas. Entonces las puertas se abren al llegar Aethelred Fairfax, acto seguido el monarca le dice sin tanto protocolo.
-Muy bien Fairfax, desconozco la razón por la que mi padre confiaba en ti, pero quiero que me cuentes todo ya.
-Como lo desee su majestad, que quede claro que desde el primer instante que sometí mi voluntad a la corona Grandchester lo dije en serio. Ahora vos sois el nuevo rey y mi lealtad sigue con vuestro linaje.
-Está bien, soy todo oídos Fairfax.
Entonces el caballero les explica cómo años tras conoció a su majestad y desenmascaró a Niamh, quien había sido el consejero del rey hasta entonces; Greum y Astyr lo recuerdan perfectamente, era un hombre desagradable, la primera vez que ellos se conocieron estaban con las cabras, luego Niamh había usado la magia para localizarlo y hacerle volver al reino, tenía un recelo desmedido por mantenerlo tras los muros y controlado.
Y la misma joya que había usado para ubicar a Greum, hizo una igual para el rey, logrando preparar todo para una emboscada y enseñarle al enemigo la posición exacta del monarca y su vástago, eliminando así de una vez a la sangre Grandchester y él se adjudicaría como el nuevo rey. Pero su plan no funcionó y Fairfax los salvó, dejando en evidencia al traidor, Niamh huyó antes de que pudiese ser apresado con ayuda de la magia.
-Así fue como de presto me gané la confianza de vuestro padre y me nombró su consejero real. Luego descubrimos que había sido gracias a Niamh que había estado en guerra con las naciones circundantes y que seguramente les estaría ayudando con hechicería, por lo que era primordial encontrarlo pronto.
-¿Quiere decir que por eso prohibiste el uso de la magia?
-Sí, señor
-¿Y qué tiene que ver Kandy con todo esto?
-Es cierto que a ella la conocí mucho antes, y he de admitir que se conserva muy bien a pesar del paso del tiempo, hemos trabajado durante varios años investigando y buscando antiguos registros mágicos de los elfos. Berrycloth decidió enlistarse en el ejercito de Llyn y es cuando os volvisteis a encontrar.
-¿Qué estás diciendo?
Los jóvenes estaban sorprendidos por las declaraciones ¿Registros mágicos elficos?
-Hace miles de años, cuando todavía existía el mundo mágico al igual que el de los mortales, Eriador era el territorio de los elfos Celestes, la línea que dividía los dos reinos era vigilada constantemente; las fronteras del lado de Eriador estaban protegidos por encantamientos que hacían que los ríos se alzaran y rechazaran a los invasores, aunque su principal poder era la curación y la conservación. Los humanos buscan el poder y entre ellos peleaban para obtener más dominio. Aunque también estaban atentos por si los del Reino Celestes los querían atacar.
Entonces hubo cataclismo monumental que arrasó con el mundo de los elfos cambiando el entorno a lo que se conoce hoy en día y limitando el uso del “Ki” el flujo vital de energía con arduo entrenamiento a unos pocos elegidos, y el uso del maná para aquellos que nacen con habilidad para ello
-¿Quieres decir gracias a esa explosión la magia que antes sólo podían usar los elfos, ahora lo puede hacer cualquier mortal?
-Sí, en resumidas palabras.
Greum pasea frente de la maqueta intentando digerir lo que Aethelred le acababa de explicar, parecía todo tan inverosímil, entonces recuerda.
-¿Y qué tiene que ver todo eso con Kandy, Fairfax?
-Pues… porque…
Balbuceaba el consejero sin saber muy si debía seguir, pues había varias cosas que le competían a la misma Berrycloth en persona aclarar, pero ella no estaba para hacerlo y era menester que Grandchester lo supiese, por lo que finalmente se decide y prosigue.
-Juntos hemos recopilado documentos antiguos a lo largo de los años y con la ayuda de Kandíroz pude descifrarlo… porque… ella es descendiente de Lúthie y Eldar, los últimos reyes del mundo de los celestes.
-¿Cómo dices?
-¿Kandíroz es un elfo?
-Así es
Los jóvenes se sorprenden en gran manera por la revelación, nunca se lo hubiesen imaginado, tantos años juntos y no se habían dado cuenta.
-¡Traidora! Ella sólo aceptó unirse a la guardia para conocer nuestros puntos débiles.
-¡Kandy nos va a entregar a nuestro enemigo!
-Claro, por eso aceptó irse con esa mujer ¡Ha sido todo una trampa!
Se quejaban Arsbalth y Astyr porque se sentían utilizados. Entonces Greum los hizo callar para aclarar junto a Fairfax.
-Tranquilos chicos, no creo que ella sea una traidora. Cuando regresó de Hailey se enfrentó valientemente contra las bestias que los atacaban y fue quien descubrió que el dragón que está en la montaña Susurrante es usado por nuestros enemigos
-¿Cómo dices? ¿Es verdad eso?
-Como lo dice su majestad, así es. Gracias a ella descubrimos que el hombre que estaba realizando esas quimeras terroríficas era gracias a Niamh, por lo que si ella decidió ir con esa Eileen de seguro es para buscar la manera de derrotarlos de una vez
-¿Quiere decir que Eileen y Naiamh trabajan juntos?
-Sin duda… su majestad el difunto rey cambió cuando la conoció un día que estaba cazando en las praderas, y desde entonces decía que debían despedir todos los guardias, pero logré persuadirlo de no hacerlo por completo.
-Entiendo.
Respondió Greum, pues recordaba las extrañas indicaciones que había estado recibiendo las semanas anteriores.
-Pero su majestad, también debéis saber otra cosa…
-¿Y eso es?
-Estoy seguro habéis notado cierto malestar recientemente
-¿A qué te refieres? Sé más claro y déjate de tonterías Fairfax
-Como si oprimen vuestro corazón o que late de manera diferente.
-Sí… digamos que sí.
-Eso es porque tenéis una maldición.
Nuevamente los jóvenes se sorprenden y los todos los ojos se posan sobre el monarca queriendo verificar si es verdad; Greum da un paso atrás por temor, no se puede creer que eso sea verdad… entonces recuerda las veces que se ha sentido extraño y como desde que Kandy volvió de Hailey los síntomas empeoraron y una debilidad empieza a ser más evidente.
Todos se preguntan qué es lo que está pasando exactamente. De presto un soldado agitado irrumpe la reunión
-¡Su majestad! El vigía a divisado a un ejecito acercándose a Llyn
-¡Que todo mundo se prepare! ¡Nos vamos a la guerra!
