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Terry tenía los brazos cruzados y los labios apretados 
Miraba a su Bruja con ganas de que sus maravillosos zafiros fueran rayos láser y perforarla
cosa que a ella la traía sin el menor cuidado.
- Je suis desolée mon amour (lo siento mi amor), pero mi absoluta prioridad es tu seguridad. – le explicó nuevamente, con total calma.
- No puedes mantenerme aquí en quién sabe dónde, encerrado Bruja, ¡estamos en medio de la Guerra Florida! –
Manoteó él, exasperado. Ella siguió en lo suyo, es decir, terminando de preparar su ataque sorpresa.
- Ya te dije ma vie que justamente por eso estás aquí resguardado ¿no me digas que prefieres quedar a merced de la güera esa que anda desatada en medio del campo de batalla? – la francesa lo miró por encima de la pantalla
- Pero están ustedes para protegerme ¿no? – se le acercó - Mis poderosas amazonas – trató Terry de ablandarla con una seductora sonrisa y halagando a su equipo de guardianas.
No funcionó.
- Évidemment – la Letellier le sonrió – pero muchas de las amazonas honorarias han estado en la inopia
únicamente Maia y Marcela están atentas al 100% como de costumbre. Y no podemos dejarles todo a ellas solas -
- Las tres pelaron contra Chronos, ¿y no pueden con una simple chica? – la ironía fue evidente.
Andreia arqueó la ceja izquierda.
- ¿Lo dice el que no fue capaz de decirle que no a esa misma “simple chica”? –
- ¡Hey ese no fui yo! Fue el guion – se defendió el divino marqués.
- N’importe pas (no importa) – la castaña cerró de un enérgico movimiento su lap – esa mujer y su escuadrón son peligrosos, de aquí no sales hasta que el batallón completo de amazonas honorarias no se disciplinen y hagan su trabajo. –
- ¿Al menos saben dónde estoy? – cuestionó, con un tinte de resignación en su preciosa voz.
La ojiverde se levantó de su silla y fue a colgarse del brazo de su Liath, revolviéndole el cabello con la mano libre.
- Por supuesto… que no trésor…
- soltó una risita traviesa – seulement la Capitana Moretti y la Teniente Segunda Luna; pero ellas están muy ocupadas en la batalla. – 
- Camus se molestará si no te encuentra, ¿lo hicimos venir para nada? – lanzó su última carta.
- Ma vie! Camus está aquí no te preocupes – la chica volvió a reír.
Y entonces lo arrastró a la cocina para ofrecerle algo de comer.
Terry suspiró, sabía que no había modo de hacer cambiar de opinión a la Amazona del Hielo.
.
…
.
Bonjour belles combattans! Traigo ataque sorpresa.
Aprovechando que ma chére Maia y Terry recordaron ayer un genial momento que tuvieron
traje la narración del mismo. 
Fue un obsequio de cumpleaños que escribí para mi adorada Gissa, pero del año pasado; allá por enero
Ella me ha dado permiso de compartirlo, ¡esperamos que lo disfruten! 
By Andreia Letellier (Ayame DV)
Los amplísimos ventanales del salón se cimbraban con los acordes y agudos de las cuerdas de aquélla hermosa y brillante guitarra eléctrica Rickenbacker. Una sucesión de rápidos y ágiles movimientos de los dedos de la mano derecha de Terry hacían vibrar las cuerdas de su instrumento, así como los amplificadores conectados a la misma… cualquiera que lo viera, pensaría que era el guitarrista estrella de cualquier banda de rock o metal; porque en ese preciso instante, él se concentraba en interpretar el solo de entrada de “Phantom of the Opera”, de Iron Maiden.
La mansión entera se estremecía con la música interpretada con gran pasión por el castaño, quién era una visión impresionante en esos momentos… con sus ajustados jeans negros rotos en el muslo derecho y rodilla izquierda, botas tipo industrial negras también y una camiseta color vino pegada a su apetecible torso, sin fajar… recién se había cortado el cabello y lucía espectacularmente apuesto; sin perder jamás su estilo rebelde, lo llevaba ahora debajo de la base del cuello, alborotado y con un largo mechón cayendo en su frente (cabe aclarar que sus amazonas se volvieron locas de amor cuando lo vieron, en especial Andreia y Maia X-D es que el estilista solía ir a la mansión a atenderlo personalmente =P)… sus rítmicos movimientos al son de las notas que tocaba lo hacían sacudir su cabeza, con la mirada baja concentrado en lo que hacía era una visión de sensualidad extrema; el instrumento quedaba apoyado en su bajo vientre, y sus manos pisaban y rasgaban las cuerdas con maestría y velocidad impresionantes… la posición del cuerpo de la guitarra y la manera en que él la tocaba hacían de la imagen algo salvajemente excitante; parecía darse placer a sí mismo… sin lugar a dudas él así lo sentía también, a juzgar por su expresión con los labios entreabiertos, y la gotita de sudor que resbalaba por su alabastrina frente…
Terrence era definitiva y simplemente magnífico en todo lo que hacía; y tocar guitarra no era la excepción… desafortunadamente para sus fans no lo hacía en público; afortunadamente para sus amazonas, sí lo hacía en casa.
Aunque en ese instante las únicas suertudas que estaban con él eran la dulce Maia Moretti y la irreverente Letellier. Ellas sí que tenían a Athena de su parte pues les tocaba presenciar semejante derroche de talento mezclado con erotismo, pero… bueno, era la francesa quien tenía la suerte de poder babear admirándolo en todo su esplendor; en cambio Moretti estaba inmersa en su minicomputadora y no estaba precisamente en el salón de música, si no en la sala de vigilancia del palacete; además tenía puestos sus audífonos…
Sí, por supuesto que sentía las vibraciones de la melodía y la potente y positiva energía que su cuore emanaba; pero vamos, ella pensaba que su divino marqués estaba escuchando y no tocando personalmente, (tan maravillosamente lo hacía, que parecía que era una grabación original); y considerando que la amazona del hielo estaba a su lado, y que aparte no había cosmos agresivos o peligrosos rondándolos, había decidido darle un poco de espacio a Terry ese día, por raro que eso pudiese parecer; la verdad es que le estaba dando un respiro nada más X-D
¿Dónde estaban la alemana y su nueva compañera italiana? Perdiéndose del concierto más impresionante de su vida por supuesto… Luana se había llevado a Nemea a una peligrosa misión de rescate al desierto de Namib, Angola, y ello les tomaría al menos un par de días; de los que ya llevaban tres X-D
Después de unos minutos, la cazadora de serpientes decidió que ya era momento de ir a ayudar a su amiga a mimar a su hermoso protegido, claro que ella ya la había invitado a que fuera a acompañarla, así que hacia allá se encaminó; llegó a su destino en un instante en que el muy atractivo actor sonreía de lado mientras se dejaba llevar por los intensos acordes, Maia se quedó absolutamente boquiabierta y patidifusa, (por supuesto la Bruja estaba perdida en la imagen también)… pero segundos después logró controlarse y se le ocurrió acercarse a él con toda la intención de sorprenderlo, sólo que la sorprendida fue ella pues en ese segundo (y de pura suerte que tuvo el marqués), él levantó la vista y la pescó caminando sigilosamente.
Terry no dejó lo que hacía y le guiñó un ojo con picardía, y divertido pues le encantó pillarla en medio de su travesura. Este gesto de él logró su objetivo de distraerla… y dado que la bella italiana estaba totalmente segura de que su Liath estaba fuera de peligro, se permitió embobarse por completo y disfrutar de la preciosa vista; lo malo es que no dejó de caminar y un cable de los amplificadores se atravesó en su camino…
Todo sucedió en menos de dos segundos, su pie se enredó cuando ella admiraba embelesada la deliciosamente arrogante sonrisa y mirada de triunfo de Terrence, e insólitamente perdió el equilibrio y su tobillo pagó las consecuencias de su deslumbramiento… se dislocó y encima obtuvo una fisura en el astrágalo, yendo a dar al suelo; con bastante gracia eso sí… X.x
En un segundo la francesa estaba a su lado, mientras Terry dejaba su instrumento de lado y corría también a ver qué le había pasado a su Nerd, pues únicamente alcanzó a ver que la joven desaparecía de repente de su campo visual, y quien ahora tenía el semblante un tanto pálido. Vamos, es una amazona y es capaz de soportar cruentas y brutales batallas, pero no es de hule ¿cierto? Ella tenía un ojo cerrado y los labios apretados mientras se sentaba con ayuda de Andreia, que no tardó en aplicar un poco de su cosmo helado para aliviarla un poco.
- Cielos Nerd, eso debe doler – fue la preocupada y dolorida observación del castaño al ver que de inmediato el tobillo se le había puesto medio morado, y una protuberancia extraña sobresalía hacia el costado del pequeño pie de la joven. – Pero te curarás ahora ¿verdad? – agregó.
- Mon amour… ¿recuerdas la razón por la cual preferimos que ma chère Maia haga su magia en las computadoras? – preguntó con calma su Bruja, logrando que los azulísimos ojos de su Liath se abrieran en comprensión – Exactement… ella no se puede curar a sí misma - le confirmó, arqueando levemente la ceja.
Terrence entonces se volvió a su querida Nerd, y al ver la expresión tensa de la chica no lo pensó nada y la levantó en brazos; y Maia, adolorida y todo pero nada perdida, ni tarda ni perezosa rodeó el cuello del actor y recargó la cabeza en su hombro, ante la sonrisa entretenida de la Letellier. Pero cuando esta última vio que su precioso tomaba el camino a las cocheras se apresuró a detenerlo.
- ¿A dónde crees que vas guapo? – le preguntó al sostenerlo del hombro.
- Al cine… - fue la obviamente sarcástica respuesta que obtuvo la chica, quien rodó los ojos antes de suspirar.
- Ne me dites pas?! (¡¿No me digas?!) Y yo que pensé que la querías llevar al hospital - le devolvieron la ironía por supuesto, cruzándose de brazos parada frente a él.
- No me entretengas Bruja, ¿no ves que la pobre está muy lastimada? – se exasperó Liath, intentando caminar nuevamente.
- Eso lo puedo ver y sentir trésor ¿con quién crees que estás tratando? – alzó ella las cejas y poniendo ambas manos en los anchos hombros, mientras lo obligaba a girar para que regresara sobre sus pasos.
- Déjame Andreia, ¿qué clase de amiga eres que me impides llevarla a atenderla? – Terry se enojó y la miró con ojos fríos…
Si a la aludida le dolió aquello, no lo demostró, simplemente no le permitió moverse; y cuando lord Grandchester se intentó zafar del agarre se dejó escuchar una voz masculina y firme a sus espaldas.
- Deja de sacudirla de ese modo, le estás lastimando más el tobillo -
Terrence se volvió con su delicada carga para ver quién osaba interrumpir de esa manera, encontrándose de frente con un alto y fornido hombre, de corto y ondulado cabello castaño claro y ojos azul oscuro. Vestía jeans azules, camiseta verde y chamarra de cuero café, y lo miraba fijamente.
- ¿Tú quién eres, qué haces en mi casa y cómo entraste? – preguntó el actor atrayendo más a su pecho a su Nerd, de forma inconsciente; y ella feliz claro…
- Aioria mon ami! – se apresuró la francesa a acercarse y saludarlo tan efusiva como siempre - Gracias por venir tan rápido – entonces se volvió a su adorado Liath. – Ma vie, él es Aioria, Caballero Dorado de Leo; y le pedí que viniera a ayudarnos con Maia. – Esa explicación era más que suficiente para ella…
Terry casi preguntaba a qué hora había sido eso, y en qué momento el sujeto este había llegado; pero decidió omitir sus cuestionamientos, pues sospechó que se vería un tanto ingenuo si los externaba… eso de la comunicación vía cosmo que usaban sus amazonas y amigos del Santuario, y la velocidad de la luz de los dorados lo desbalanceaba de repente todavía.
Arqueó la ceja suspicaz, pues de todos modos había algo que sí quería saber; Moretti, que seguía cómodamente recargada en su amplio pecho, leyó su mirada y se adelantó; así con todo y el dolor atroz que le punzaba en su extremidad lastimada.
- Terry bellissimo, Aioria es fisioterapeuta. – Y dirigió sus ojos violetas a los zafiros de su protegido, quién seguía sosteniendo un intenso y mordaz duelo de miradas con el león.
- C’est vrai, él puede reacomodar el hueso y aplicará un poco de su cosmo para que se cure más rápido – se apresuró a explicar la Letellier.
- Creí que la única que podía usar Rigenerazione era mi Nerd –
Reviró Grandchester, no muy convencido todavía de permitir que otro de esos tipos se le acercara a sus chicas. Ternurita, todos los dorados las conocían desde que todos eran unos niños X-D
- No es lo mismo mio cuore, mi técnica regenera por completo los tejidos y huesos; lo que Aioria hace es acomodarlos como cualquier médico lo haría, y luego ayuda a acelerar la curación por medio de su cosmo – explicó pacientemente la italiana.
- Basta de charla, tengo cosas qué hacer; vamos a donde la señorita esté cómoda – alegó el griego, impaciente y mandón como todo buen Leo.
Graham bajó los ojos para preguntar con una cálida mirada la opinión de su amazona, pues para él era ella quién debía decidir, nadie más.
- Vamos amore, estaré bien – aprobó la chica y entonces él asintió, y empezó a caminar rumbo a la habitación de ella; sin haber permitido que el gato ese le quitara a Maia de los brazos.
…
¡Crack!
Los huesos del tobillo de Maia crujieron al tiempo que ella apretaba los ojos y Terry palidecía con la boca seca nada más de escuchar semejante cosa; Andreia miraba la escena casi mostrando dolor, pero no por su amiga, pues sabía perfectamente que ella soportaba eso y mil veces más; sino por la cara de susto que puso su Liath… casi le quería echar airecito para que recuperara el color el pobre; y no, no aguantó la risa de ver la carita que el guapísimo castaño puso… jalándose las mejillas hacia abajo, cual Macaulay Culkin en “Mi pobre angelito” X-D
El león había acomodado lo necesario de un solo y eficaz movimiento, y ahora se veía surgir de sus manos un destello dorado que recorrió el pie y pierna de la amazona del veneno, calmando de inmediato el dolor.
- Ya está… quedó perfecto, - anunció orgulloso el guardián del quinto templo del Santuario - ya sabes guapa, reposo absoluto por al menos tres días y después harás reposo moderado una semana; luego de eso, estarás como nueva –
Moretti le agradeció y se acomodó entre las almohadas de su cama, yendo a los dominios de Morfeo prácticamente de inmediato. Entonces Aioria se volvió hacia la otra amazona y al marqués.
- ¿Y a este qué le pasa? – cuestionó el griego divertido, al ver la cara todavía medio pálida, pero con expresión ceñuda de Terry.
- Lord Terrence Graham para ti, Simba – se cruzó de brazos el actor, mirándolo con su clásico desafío y sin reprimir el apodo que se le ocurrió en cuanto supo quién era el visitante. – Y me pasa que ya manoseaste lo suficiente a mi Nerd – advirtió al ver que Aioria tenía todavía su mano derecha sobre el pie de Maia. – Si ya terminaste, ya puedes soltarla – y ahí iba con sus celos; perdón, su “preocupación” por sus amazonas X-D
- ¿Tú quién te crees que eres para llamarme así y darme órdenes? – bramó Aioria, y saltó de su sitio para plantarse frente al aristócrata; casi lo tomaba de la camiseta cuando Andreia se interpuso colocando las palmas de sus manos en el pecho de cada uno, ejerciendo más fuerza en el dorado por supuesto.
- Tranquilles les deux! - ordenó, y luego se dirigió ella a Terry primero – Allez trèsor! El gatito es primo de Luana, es como si lo fuera de Maia y mío también; además le acaba de ayudar. – Luego miró con una chispa divertida al hermano de Sagitario – Et toi mon ami, no olvides que Terrence está bajo la protección de Athena y por si fuera poco, ella es su fan ¿no querrás que se ponga “dramática” si le dejas uno de sus maravillosos ojitos morado n’est ce pas? – y Aioria tuvo escalofríos de imaginar eso, lo cual fue suficiente para que le bajara tres rayitas a su intensidad.
El par de machos todavía se dirigieron miradas ariscas uno y otro y se volvieron a gruñir; pero finalmente bajaron la guardia y el actor relajó su posición, alargando la mano para ofrecérsela al dorado, en una demostración de madurez, autocontrol… y de arrogancia, ¡JA! ¡Que viera que él es más centrado! Hombres ¬¬
- Gracias caballero – Aunque el británico sí fue honesto en su agradecimiento.
Y Aioria asintió estrechando la extremidad que le ofrecían. Luego de eso se despidió y desapareció tan rápidamente como había aparecido, alegando que estaba súper ocupado y que ya se había entretenido mucho y demás cosas que los de su signo siempre argumentan… dejando solos al marqués y sus dos amazonas; sin embargo…
- Bien mon amour, te toca cuidar a ma chère Maia – indicó alegremente la francesa.
- ¿Yo? ¿Por qué? – refutó un tanto inquieto Terrence, y no es que le molestara; pero le parecía que era mejor si lo hacía una de sus amigas.
- Porque tú la distrajiste y por eso se lesionó, ¿necesitas otra razón guapo? – espetó la castaña ladeando la cabeza y mirándolo como si le hubiese preguntado algo ilógico.
Terry arqueó la ceja y miró a su Nerd, que como ya se dijo, luego del procedimiento se había quedado profundamente dormida.
- Pero tú eres chica, y su amiga, ¿no escuchaste que le dijeron que debía hacer reposo absoluto? Habrá… - buscó la palabra más apropiada para expresar su idea - situaciones en las que te necesite… - explicó, llevándose una mano a la nuca y mirando hacia un lado, mientras metía la otra al bolsillo de sus jeans, algo abochornado.
- ¡Ja, ja, ja! Tu est très douce precieux!! (Eres muy dulce precioso). – Letellier se le acercó y le acarició sensualmente el rostro, y luego llegó más cerca asegurándose de que sus labios rozaran el cuello del caballero mientras los llevaba a su oído – Sé que ni ella ni tú tendrán problemas con eso ma vie – se despegó de él, no sin antes dejar un delicado roce en el lóbulo de su oreja, ocasionando un escalofrío al joven. – Además debo irme mon chèr ¡cuídala bien! – le ordenó, divertida.
- ¿A dónde vas Bruja? No me dejes solo con ella ¡te lo advierto! – intentó amenazarla, pero ella ya ni siquiera estaba ahí.
Andreia acababa de recibir el mensaje de Shion de que había sido enviada a una misión donde apoyaría a los spetsnaz R6 en los bosques rusos, ahí donde algunos guerreros oscuros relacionados con una deidad nórdica estaban dando problemas; no volvería en al menos tres días y encima Luana y Nemea volvían hasta el día siguiente…
Terry se quedó pensando, ¿no se suponía que sus amazonas lo cuidaban a él? ¡Lo acababan de dejar solamente con la italiana y ella estaba fuera de servicio! ¿Y si lo atacaban? O algo peor… ¿Y si Maia se aprovechaba de su inocencia? (Inserte aquí acordes de piano estridentes, cual efecto de sonido de Psicosis. ) tragó en seco…
"Vamos Grandchester, ni que fueras un niñito indefenso" se regañó a sí mismo sacudiendo la cabeza y recuperando el dominio de sí mismo, sacando pecho.
Suspiró resignado y sacando su carísimo y sofisticado celular del bolsillo trasero de su pantalón, procedió a indicarle a su agente que cancelara todos los compromisos de trabajo que tenía esa tarde y día siguiente; obvio el fulanito chilló y pataleó, pero ni modo, tuvo que obedecer; y luego de eso, Terry fue a la biblioteca por un libro que se dispuso a leer acomodándose junto a la ventana de la habitación de la cazadora de serpientes; mientras ella despertaba… y que Dios y Athena lo ayudaran…
…
Un par de horas después, Moretti abrió los ojos, y de inmediato su vista se dirigió a la hermosa imagen que estaba cerca del ventanal; empezaba a oscurecer, así que el precioso atardecer que se dibujaba en el paisaje londinense, sólo acentuaba la belleza de aquéllos ojos zafiro que repasaban las líneas del libro que Terrence tenía en las manos.
Maia sonrió, era fascinante verlo tan concentrado; a todas ellas les encantaba admirarlo en todas sus facetas, y verlo leyendo era una de las favoritas de la cazadora de serpientes. Suspiró luego de grabarse tan magnífica postal y entonces se enderezó, dispuesta a levantarse.
- ¿A dónde crees que vas Nerd? –
La bellísima voz de Liath la estremeció, porque no importaba cuánto supiera que él le hablaría en cuanto percibió el cambio en el cosmo del hermoso marqués, escucharlo siempre le provocaba un delicioso cosquilleo en la piel.
- Sono assetata mio cuore (Tengo sed corazón mío), voy a la cocina. – Contestó de lo más tranquila ella y sentándose al borde de la cama.
- Un momento… Simba dijo que debías hacer reposo absoluto, así que ni se te ocurra apoyar un solo pie en el piso signorina – ordenó el castaño, con firmeza y diversión a la vez; dejando el libro en el reposa-brazos del sillón y levantándose de su lugar.
Ella parpadeó perpleja al escuchar el apodo, y sin poder evitarlo soltó una adorable risa.
- ¡Ja, ja, ja! ¿Simba? –
Desde que Aioria apareció, ella estuvo segura que su precioso amore le pondría un apodo al león, pero no podía adivinar cuál era y luego se había quedado dormida, así que escucharlo fue todo un divertido deleite.
- Pues claro, es un león ¿no? Y Mufasa no creo que sea – contestó Liath con una sonrisilla traviesa paseando en sus deliciosos labios de pecado y encogiéndose de hombros.
- Nulla ti sfugge bellissimo (nada se te escapa hermoso) – y lo miró encantada, esa sonrisa del castaño era toda celestial.
Intentó levantarse de nuevo pensando que el actor ya había olvidado aquello del reposo, pero no…
Terry ya estaba frente a ella; cuando la chica trató de incorporarse, él, por las prisas (sabía que su velocidad no se comparaba con la de ellas, y por eso se apresuró), colocó sus manos donde primero alcanzó para evitar que se levantara; quedando en la cintura de ella y él casi encima.
Maia abrió los ojos a todo lo que le daban al sentir el tacto firme de las fuertes y delgadas manos de él, y se quedó estupefacta; ¿lo apartaba de un manotazo? ¿Se hacía para atrás? Es que no se decidía entre reír o sacárselo de encima… ¡Inaudito! ¡Una amazona tan mortalmente peligrosa como ella se había quedado sin saber qué hacer! Es que para ser honesta, la sensación era por demás agradable X-D
La italiana despertó… le iba a dar un soberano empujón, pero decidió aprovechar la situación y con aparente calma y sus propias manos, quitó las de él.
- Mio cuore, ¿No crees que al menos deberías invitarme primero a salir? – lo cuestionó, ligeramente sonrojada, pero maliciosa y sensual.
Total ya sabía que sus compañeras no se encontraban ni en la ciudad siquiera. Y es que sí, apenas despertó, Letellier le avisó de todo vía cosmo.
Entonces Terry se retiró de un solo movimiento y miró hacia un costado sin bajar las manos.
- Lo siento… yo solo... no quería… -
Hablaba entrecortado y la cazadora de serpientes lo admiraba, absolutamente feliz de poder presenciar semejante rareza, ¡¡Lord Terrence Graham sonrojado y ofreciendo disculpas!!
- Lo sé… no quieres que me levante; pero vaya manera de impedirlo – lo miró con expresión indescifrable para él; la verdad es que sí estaba apenada, pero no lo suficiente como para amedrentarse.
- Yo… te traeré algo de beber –
Y se fue rumbo a la cocina con toda la majestuosa gallardía que poseía, y toda la dignidad que pudo… es que podría haber llamado al servicio para eso; pero prefirió mejor huir, digo, poner espacio de por medio; para calmar sus ímpetus y controlar sus expresiones.
Unos minutos después, volvió con una charola con una hermosa jarra de cristal de Baccarat con jugo de arándanos naturales helado, un par de copas del mismo exclusivo material, y las respectivas y finas servilletas. La encontró bien sentada en su cama, recargada en la cabecera y muy atenta a su inseparable celular; la hermosa morena tenía una sonrisa dulce e inquieta en los labios, y la vista un tanto fija; así Terry supuso que estaba intentando dejar atrás el momento… mejor servía el jugo rápido.
- ¿Cómo te sientes? – fue la genuina preocupación por ella lo que le hizo preguntar con gentileza una vez que Maia tomó su copa; claro, evitaba mirarla a los… decidió que era más seguro verla a los ojos X-D
- Molto bene, grazie bellissimo (Muy bien, gracias guapo). Aioria exagera, las hemos pasado peores y teníamos que volver al trabajo de inmediato. –
Le restó ella importancia; hasta que se percató de la atenta mirada zafiro con verde que el británico le dirigía, cayó en cuenta de algo sumamente importante… sonrió levemente…
Terry… el famosísimo, atractivísimo y talentosísimo Marqués de Grandchester, la estaba cuidando PERSONALMENTE. ¿Alguien puede culparla si decidió aprovechar la oportunidad? X-D
- Aunque a decir verdad… - empezó a hablar otra vez, con suavidad y seriedad – me parece que esta vez el león se apresuró y no aplicó suficiente energía y creo que me empieza a doler un poco. – Mostró un gesto de dolor que logró que Graham se la quedara viendo…
“Vaya, si no fuera una amazona; yo diría que le iría muy bien como actriz”, pensó divertido.
- Entiendo, entonces sí que no debes moverte para nada Nerd; permíteme ayudarte a acomodar tus almohadas –
Se ofreció él, y con diligencia se acercó y se aseguró de quedar muy cerca del rostro ese tan bonito que Maia tenía; tanto que ella pudo aspirar su aliento de menta y arándanos. Su intención era, obviamente, inquietarla; así como hacía ella con él… pero bueno, estaba tratando con una súper espía entrenada ¿no? Una potencial arma de destrucción masiva empaquetada en un pequeño, travieso y precioso envase.
Terry la miró de reojo, los ojos violetas de ella estaban fijos en su perfil, y él sonrió divertido para sus adentros pues la sentía muy quieta y un tanto nerviosa; no debía bajar la guardia claro, con esta mujer nunca sabía qué planeaba…
- Listo – anunció al terminar su labor - ¿Estás cómoda? – quiso asegurarse el castaño.
- No realmente – fue lo que escuchó y entonces se volvió para mirarla con genuina sorpresa dibujada en sus hermosas y varoniles facciones.
- ¿No? – ella negó con la cabeza y mirándolo con diablura. Terrence arqueó una ceja - ¿Qué te falta; otra almohada, que quite una, algún medicamento para el dolor, tienes hambre, te ayudo a acomodarte de otra manera? – hizo un recuento de las posibilidades.
Por toda respuesta, Maia en menos de un segundo ya lo había tomado de la mano y lo había atraído hacia ella con fuerza, consiguiendo que Terrence quedara encima de ella y antes de que él siquiera se diera cuenta, Moretti ya tenía su rostro entre las manos y lo miraba con intensidad. Su pecho subía y bajaba marcando el ritmo algo agitado de su respiración, y cuando inhalaba su pecho rozaba el torso firme de su amore. La amazona se mordió ligeramente el labio inferior y dejó la boca entreabierta mientras pasaba su mirada de la zafírea del actor, a sus labios tentadores. Sentía un cosquilleo viajar por todo su cuerpo; el aroma del castaño era seductor y fresco a la vez, sus sentidos se estaban nublando y ella acortó la distancia entre su rostro y el de él, eso era lo que le faltaba para estar totalmente bien.
El británico por su parte no se movía, el veloz movimiento de la chica lo había tomado por sorpresa y cuando se percató de lo que sucedió, notó que estaba sobre su Nerd y ella lo tenía sujeto firmemente. Su Nerd era hermosa, agradable y cálida; valerosa, inteligente, dulce, y maliciosa a veces, sin mencionar mortalmente peligrosa claro; tenía su carácter obviamente, y por Athena que no quería pensar en toda esa sensualidad que ella emanaba; él era un caballero por supuesto, pero estas mujeres se divertían llevándolo a sus lindes una y otra vez, jugaban con su cordura y con sus instintos… y Terrence Graham era un caballero con temple de acero, pero no estaba hecho de roca. Tenía su límite, y resistir a varias bellas y tentadoras mujeres era lucha de titanes…
- Señorita Maia, Lord Terrence ¿puedo pasar? Traigo la merienda –
El mayordomo llamaba a la puerta con firmeza; Grandchester reaccionó de sopetón dándose cuenta de lo que estaba sucediendo… la respiración que era entrecortada, ahora sí se le fue de paseo ¿qué había estado a punto de duceder? ¡¡Oh por todos los cielos!! Abrió los ojos a todo lo que le daban…
- Un momento por favor – se las arregló para encontrar y controlar su voz y responder tan calmado como le fue posible.
Entonces la observó; Maia sonreía extasiada, y pícara, y dulce… le guiñó un ojo con algo de travesura y él lo supo… esta vez casi había caído presa del hechizo de la cazadora de serpientes, y si no fuera por el bendito Stevens, su fiel mayordomo, para ese momento estaría perdido en la miel que la boca rosa y tentadora que Moretti prometía.
- Ahora sí estoy bien mio amore, pero te prometo que la próxima vez, nadie interrumpirá – le informó ella, con toda la seriedad del mundo y mirándolo con cierto reto.
Y el actor tuvo que admitir que había perdido esta pequeña batalla… pero no la guerra…
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Miraba a su Bruja con ganas de que sus maravillosos zafiros fueran rayos láser y perforarla
cosa que a ella la traía sin el menor cuidado.- Je suis desolée mon amour (lo siento mi amor), pero mi absoluta prioridad es tu seguridad. – le explicó nuevamente, con total calma.
- No puedes mantenerme aquí en quién sabe dónde, encerrado Bruja, ¡estamos en medio de la Guerra Florida! –
Manoteó él, exasperado. Ella siguió en lo suyo, es decir, terminando de preparar su ataque sorpresa.
- Ya te dije ma vie que justamente por eso estás aquí resguardado ¿no me digas que prefieres quedar a merced de la güera esa que anda desatada en medio del campo de batalla? – la francesa lo miró por encima de la pantalla
- Pero están ustedes para protegerme ¿no? – se le acercó - Mis poderosas amazonas – trató Terry de ablandarla con una seductora sonrisa y halagando a su equipo de guardianas.
No funcionó.
- Évidemment – la Letellier le sonrió – pero muchas de las amazonas honorarias han estado en la inopia
únicamente Maia y Marcela están atentas al 100% como de costumbre. Y no podemos dejarles todo a ellas solas - - Las tres pelaron contra Chronos, ¿y no pueden con una simple chica? – la ironía fue evidente.
Andreia arqueó la ceja izquierda.
- ¿Lo dice el que no fue capaz de decirle que no a esa misma “simple chica”? –
- ¡Hey ese no fui yo! Fue el guion – se defendió el divino marqués.
- N’importe pas (no importa) – la castaña cerró de un enérgico movimiento su lap – esa mujer y su escuadrón son peligrosos, de aquí no sales hasta que el batallón completo de amazonas honorarias no se disciplinen y hagan su trabajo. –
- ¿Al menos saben dónde estoy? – cuestionó, con un tinte de resignación en su preciosa voz.
La ojiverde se levantó de su silla y fue a colgarse del brazo de su Liath, revolviéndole el cabello con la mano libre.
- Por supuesto… que no trésor…
- soltó una risita traviesa – seulement la Capitana Moretti y la Teniente Segunda Luna; pero ellas están muy ocupadas en la batalla. – - Camus se molestará si no te encuentra, ¿lo hicimos venir para nada? – lanzó su última carta.
- Ma vie! Camus está aquí no te preocupes – la chica volvió a reír.
Y entonces lo arrastró a la cocina para ofrecerle algo de comer.
Terry suspiró, sabía que no había modo de hacer cambiar de opinión a la Amazona del Hielo.
.
…
.
Bonjour belles combattans! Traigo ataque sorpresa.
Aprovechando que ma chére Maia y Terry recordaron ayer un genial momento que tuvieron
traje la narración del mismo. Fue un obsequio de cumpleaños que escribí para mi adorada Gissa, pero del año pasado; allá por enero
Ella me ha dado permiso de compartirlo, ¡esperamos que lo disfruten! Vantaggio per Maia (Ventaja para Maia)
By Andreia Letellier (Ayame DV)
Los amplísimos ventanales del salón se cimbraban con los acordes y agudos de las cuerdas de aquélla hermosa y brillante guitarra eléctrica Rickenbacker. Una sucesión de rápidos y ágiles movimientos de los dedos de la mano derecha de Terry hacían vibrar las cuerdas de su instrumento, así como los amplificadores conectados a la misma… cualquiera que lo viera, pensaría que era el guitarrista estrella de cualquier banda de rock o metal; porque en ese preciso instante, él se concentraba en interpretar el solo de entrada de “Phantom of the Opera”, de Iron Maiden.
La mansión entera se estremecía con la música interpretada con gran pasión por el castaño, quién era una visión impresionante en esos momentos… con sus ajustados jeans negros rotos en el muslo derecho y rodilla izquierda, botas tipo industrial negras también y una camiseta color vino pegada a su apetecible torso, sin fajar… recién se había cortado el cabello y lucía espectacularmente apuesto; sin perder jamás su estilo rebelde, lo llevaba ahora debajo de la base del cuello, alborotado y con un largo mechón cayendo en su frente (cabe aclarar que sus amazonas se volvieron locas de amor cuando lo vieron, en especial Andreia y Maia X-D es que el estilista solía ir a la mansión a atenderlo personalmente =P)… sus rítmicos movimientos al son de las notas que tocaba lo hacían sacudir su cabeza, con la mirada baja concentrado en lo que hacía era una visión de sensualidad extrema; el instrumento quedaba apoyado en su bajo vientre, y sus manos pisaban y rasgaban las cuerdas con maestría y velocidad impresionantes… la posición del cuerpo de la guitarra y la manera en que él la tocaba hacían de la imagen algo salvajemente excitante; parecía darse placer a sí mismo… sin lugar a dudas él así lo sentía también, a juzgar por su expresión con los labios entreabiertos, y la gotita de sudor que resbalaba por su alabastrina frente…
Terrence era definitiva y simplemente magnífico en todo lo que hacía; y tocar guitarra no era la excepción… desafortunadamente para sus fans no lo hacía en público; afortunadamente para sus amazonas, sí lo hacía en casa.
Aunque en ese instante las únicas suertudas que estaban con él eran la dulce Maia Moretti y la irreverente Letellier. Ellas sí que tenían a Athena de su parte pues les tocaba presenciar semejante derroche de talento mezclado con erotismo, pero… bueno, era la francesa quien tenía la suerte de poder babear admirándolo en todo su esplendor; en cambio Moretti estaba inmersa en su minicomputadora y no estaba precisamente en el salón de música, si no en la sala de vigilancia del palacete; además tenía puestos sus audífonos…
Sí, por supuesto que sentía las vibraciones de la melodía y la potente y positiva energía que su cuore emanaba; pero vamos, ella pensaba que su divino marqués estaba escuchando y no tocando personalmente, (tan maravillosamente lo hacía, que parecía que era una grabación original); y considerando que la amazona del hielo estaba a su lado, y que aparte no había cosmos agresivos o peligrosos rondándolos, había decidido darle un poco de espacio a Terry ese día, por raro que eso pudiese parecer; la verdad es que le estaba dando un respiro nada más X-D
¿Dónde estaban la alemana y su nueva compañera italiana? Perdiéndose del concierto más impresionante de su vida por supuesto… Luana se había llevado a Nemea a una peligrosa misión de rescate al desierto de Namib, Angola, y ello les tomaría al menos un par de días; de los que ya llevaban tres X-D
Después de unos minutos, la cazadora de serpientes decidió que ya era momento de ir a ayudar a su amiga a mimar a su hermoso protegido, claro que ella ya la había invitado a que fuera a acompañarla, así que hacia allá se encaminó; llegó a su destino en un instante en que el muy atractivo actor sonreía de lado mientras se dejaba llevar por los intensos acordes, Maia se quedó absolutamente boquiabierta y patidifusa, (por supuesto la Bruja estaba perdida en la imagen también)… pero segundos después logró controlarse y se le ocurrió acercarse a él con toda la intención de sorprenderlo, sólo que la sorprendida fue ella pues en ese segundo (y de pura suerte que tuvo el marqués), él levantó la vista y la pescó caminando sigilosamente.
Terry no dejó lo que hacía y le guiñó un ojo con picardía, y divertido pues le encantó pillarla en medio de su travesura. Este gesto de él logró su objetivo de distraerla… y dado que la bella italiana estaba totalmente segura de que su Liath estaba fuera de peligro, se permitió embobarse por completo y disfrutar de la preciosa vista; lo malo es que no dejó de caminar y un cable de los amplificadores se atravesó en su camino…
Todo sucedió en menos de dos segundos, su pie se enredó cuando ella admiraba embelesada la deliciosamente arrogante sonrisa y mirada de triunfo de Terrence, e insólitamente perdió el equilibrio y su tobillo pagó las consecuencias de su deslumbramiento… se dislocó y encima obtuvo una fisura en el astrágalo, yendo a dar al suelo; con bastante gracia eso sí… X.x
En un segundo la francesa estaba a su lado, mientras Terry dejaba su instrumento de lado y corría también a ver qué le había pasado a su Nerd, pues únicamente alcanzó a ver que la joven desaparecía de repente de su campo visual, y quien ahora tenía el semblante un tanto pálido. Vamos, es una amazona y es capaz de soportar cruentas y brutales batallas, pero no es de hule ¿cierto? Ella tenía un ojo cerrado y los labios apretados mientras se sentaba con ayuda de Andreia, que no tardó en aplicar un poco de su cosmo helado para aliviarla un poco.
- Cielos Nerd, eso debe doler – fue la preocupada y dolorida observación del castaño al ver que de inmediato el tobillo se le había puesto medio morado, y una protuberancia extraña sobresalía hacia el costado del pequeño pie de la joven. – Pero te curarás ahora ¿verdad? – agregó.
- Mon amour… ¿recuerdas la razón por la cual preferimos que ma chère Maia haga su magia en las computadoras? – preguntó con calma su Bruja, logrando que los azulísimos ojos de su Liath se abrieran en comprensión – Exactement… ella no se puede curar a sí misma - le confirmó, arqueando levemente la ceja.
Terrence entonces se volvió a su querida Nerd, y al ver la expresión tensa de la chica no lo pensó nada y la levantó en brazos; y Maia, adolorida y todo pero nada perdida, ni tarda ni perezosa rodeó el cuello del actor y recargó la cabeza en su hombro, ante la sonrisa entretenida de la Letellier. Pero cuando esta última vio que su precioso tomaba el camino a las cocheras se apresuró a detenerlo.
- ¿A dónde crees que vas guapo? – le preguntó al sostenerlo del hombro.
- Al cine… - fue la obviamente sarcástica respuesta que obtuvo la chica, quien rodó los ojos antes de suspirar.
- Ne me dites pas?! (¡¿No me digas?!) Y yo que pensé que la querías llevar al hospital - le devolvieron la ironía por supuesto, cruzándose de brazos parada frente a él.
- No me entretengas Bruja, ¿no ves que la pobre está muy lastimada? – se exasperó Liath, intentando caminar nuevamente.
- Eso lo puedo ver y sentir trésor ¿con quién crees que estás tratando? – alzó ella las cejas y poniendo ambas manos en los anchos hombros, mientras lo obligaba a girar para que regresara sobre sus pasos.
- Déjame Andreia, ¿qué clase de amiga eres que me impides llevarla a atenderla? – Terry se enojó y la miró con ojos fríos…
Si a la aludida le dolió aquello, no lo demostró, simplemente no le permitió moverse; y cuando lord Grandchester se intentó zafar del agarre se dejó escuchar una voz masculina y firme a sus espaldas.
- Deja de sacudirla de ese modo, le estás lastimando más el tobillo -
Terrence se volvió con su delicada carga para ver quién osaba interrumpir de esa manera, encontrándose de frente con un alto y fornido hombre, de corto y ondulado cabello castaño claro y ojos azul oscuro. Vestía jeans azules, camiseta verde y chamarra de cuero café, y lo miraba fijamente.
- ¿Tú quién eres, qué haces en mi casa y cómo entraste? – preguntó el actor atrayendo más a su pecho a su Nerd, de forma inconsciente; y ella feliz claro…
- Aioria mon ami! – se apresuró la francesa a acercarse y saludarlo tan efusiva como siempre - Gracias por venir tan rápido – entonces se volvió a su adorado Liath. – Ma vie, él es Aioria, Caballero Dorado de Leo; y le pedí que viniera a ayudarnos con Maia. – Esa explicación era más que suficiente para ella…
Terry casi preguntaba a qué hora había sido eso, y en qué momento el sujeto este había llegado; pero decidió omitir sus cuestionamientos, pues sospechó que se vería un tanto ingenuo si los externaba… eso de la comunicación vía cosmo que usaban sus amazonas y amigos del Santuario, y la velocidad de la luz de los dorados lo desbalanceaba de repente todavía.
Arqueó la ceja suspicaz, pues de todos modos había algo que sí quería saber; Moretti, que seguía cómodamente recargada en su amplio pecho, leyó su mirada y se adelantó; así con todo y el dolor atroz que le punzaba en su extremidad lastimada.
- Terry bellissimo, Aioria es fisioterapeuta. – Y dirigió sus ojos violetas a los zafiros de su protegido, quién seguía sosteniendo un intenso y mordaz duelo de miradas con el león.
- C’est vrai, él puede reacomodar el hueso y aplicará un poco de su cosmo para que se cure más rápido – se apresuró a explicar la Letellier.
- Creí que la única que podía usar Rigenerazione era mi Nerd –
Reviró Grandchester, no muy convencido todavía de permitir que otro de esos tipos se le acercara a sus chicas. Ternurita, todos los dorados las conocían desde que todos eran unos niños X-D
- No es lo mismo mio cuore, mi técnica regenera por completo los tejidos y huesos; lo que Aioria hace es acomodarlos como cualquier médico lo haría, y luego ayuda a acelerar la curación por medio de su cosmo – explicó pacientemente la italiana.
- Basta de charla, tengo cosas qué hacer; vamos a donde la señorita esté cómoda – alegó el griego, impaciente y mandón como todo buen Leo.
Graham bajó los ojos para preguntar con una cálida mirada la opinión de su amazona, pues para él era ella quién debía decidir, nadie más.
- Vamos amore, estaré bien – aprobó la chica y entonces él asintió, y empezó a caminar rumbo a la habitación de ella; sin haber permitido que el gato ese le quitara a Maia de los brazos.
…
¡Crack!
Los huesos del tobillo de Maia crujieron al tiempo que ella apretaba los ojos y Terry palidecía con la boca seca nada más de escuchar semejante cosa; Andreia miraba la escena casi mostrando dolor, pero no por su amiga, pues sabía perfectamente que ella soportaba eso y mil veces más; sino por la cara de susto que puso su Liath… casi le quería echar airecito para que recuperara el color el pobre; y no, no aguantó la risa de ver la carita que el guapísimo castaño puso… jalándose las mejillas hacia abajo, cual Macaulay Culkin en “Mi pobre angelito” X-D
El león había acomodado lo necesario de un solo y eficaz movimiento, y ahora se veía surgir de sus manos un destello dorado que recorrió el pie y pierna de la amazona del veneno, calmando de inmediato el dolor.
- Ya está… quedó perfecto, - anunció orgulloso el guardián del quinto templo del Santuario - ya sabes guapa, reposo absoluto por al menos tres días y después harás reposo moderado una semana; luego de eso, estarás como nueva –
Moretti le agradeció y se acomodó entre las almohadas de su cama, yendo a los dominios de Morfeo prácticamente de inmediato. Entonces Aioria se volvió hacia la otra amazona y al marqués.
- ¿Y a este qué le pasa? – cuestionó el griego divertido, al ver la cara todavía medio pálida, pero con expresión ceñuda de Terry.
- Lord Terrence Graham para ti, Simba – se cruzó de brazos el actor, mirándolo con su clásico desafío y sin reprimir el apodo que se le ocurrió en cuanto supo quién era el visitante. – Y me pasa que ya manoseaste lo suficiente a mi Nerd – advirtió al ver que Aioria tenía todavía su mano derecha sobre el pie de Maia. – Si ya terminaste, ya puedes soltarla – y ahí iba con sus celos; perdón, su “preocupación” por sus amazonas X-D
- ¿Tú quién te crees que eres para llamarme así y darme órdenes? – bramó Aioria, y saltó de su sitio para plantarse frente al aristócrata; casi lo tomaba de la camiseta cuando Andreia se interpuso colocando las palmas de sus manos en el pecho de cada uno, ejerciendo más fuerza en el dorado por supuesto.
- Tranquilles les deux! - ordenó, y luego se dirigió ella a Terry primero – Allez trèsor! El gatito es primo de Luana, es como si lo fuera de Maia y mío también; además le acaba de ayudar. – Luego miró con una chispa divertida al hermano de Sagitario – Et toi mon ami, no olvides que Terrence está bajo la protección de Athena y por si fuera poco, ella es su fan ¿no querrás que se ponga “dramática” si le dejas uno de sus maravillosos ojitos morado n’est ce pas? – y Aioria tuvo escalofríos de imaginar eso, lo cual fue suficiente para que le bajara tres rayitas a su intensidad.
El par de machos todavía se dirigieron miradas ariscas uno y otro y se volvieron a gruñir; pero finalmente bajaron la guardia y el actor relajó su posición, alargando la mano para ofrecérsela al dorado, en una demostración de madurez, autocontrol… y de arrogancia, ¡JA! ¡Que viera que él es más centrado! Hombres ¬¬
- Gracias caballero – Aunque el británico sí fue honesto en su agradecimiento.
Y Aioria asintió estrechando la extremidad que le ofrecían. Luego de eso se despidió y desapareció tan rápidamente como había aparecido, alegando que estaba súper ocupado y que ya se había entretenido mucho y demás cosas que los de su signo siempre argumentan… dejando solos al marqués y sus dos amazonas; sin embargo…
- Bien mon amour, te toca cuidar a ma chère Maia – indicó alegremente la francesa.
- ¿Yo? ¿Por qué? – refutó un tanto inquieto Terrence, y no es que le molestara; pero le parecía que era mejor si lo hacía una de sus amigas.
- Porque tú la distrajiste y por eso se lesionó, ¿necesitas otra razón guapo? – espetó la castaña ladeando la cabeza y mirándolo como si le hubiese preguntado algo ilógico.
Terry arqueó la ceja y miró a su Nerd, que como ya se dijo, luego del procedimiento se había quedado profundamente dormida.
- Pero tú eres chica, y su amiga, ¿no escuchaste que le dijeron que debía hacer reposo absoluto? Habrá… - buscó la palabra más apropiada para expresar su idea - situaciones en las que te necesite… - explicó, llevándose una mano a la nuca y mirando hacia un lado, mientras metía la otra al bolsillo de sus jeans, algo abochornado.
- ¡Ja, ja, ja! Tu est très douce precieux!! (Eres muy dulce precioso). – Letellier se le acercó y le acarició sensualmente el rostro, y luego llegó más cerca asegurándose de que sus labios rozaran el cuello del caballero mientras los llevaba a su oído – Sé que ni ella ni tú tendrán problemas con eso ma vie – se despegó de él, no sin antes dejar un delicado roce en el lóbulo de su oreja, ocasionando un escalofrío al joven. – Además debo irme mon chèr ¡cuídala bien! – le ordenó, divertida.
- ¿A dónde vas Bruja? No me dejes solo con ella ¡te lo advierto! – intentó amenazarla, pero ella ya ni siquiera estaba ahí.
Andreia acababa de recibir el mensaje de Shion de que había sido enviada a una misión donde apoyaría a los spetsnaz R6 en los bosques rusos, ahí donde algunos guerreros oscuros relacionados con una deidad nórdica estaban dando problemas; no volvería en al menos tres días y encima Luana y Nemea volvían hasta el día siguiente…
Terry se quedó pensando, ¿no se suponía que sus amazonas lo cuidaban a él? ¡Lo acababan de dejar solamente con la italiana y ella estaba fuera de servicio! ¿Y si lo atacaban? O algo peor… ¿Y si Maia se aprovechaba de su inocencia? (Inserte aquí acordes de piano estridentes, cual efecto de sonido de Psicosis. ) tragó en seco…
"Vamos Grandchester, ni que fueras un niñito indefenso" se regañó a sí mismo sacudiendo la cabeza y recuperando el dominio de sí mismo, sacando pecho.
Suspiró resignado y sacando su carísimo y sofisticado celular del bolsillo trasero de su pantalón, procedió a indicarle a su agente que cancelara todos los compromisos de trabajo que tenía esa tarde y día siguiente; obvio el fulanito chilló y pataleó, pero ni modo, tuvo que obedecer; y luego de eso, Terry fue a la biblioteca por un libro que se dispuso a leer acomodándose junto a la ventana de la habitación de la cazadora de serpientes; mientras ella despertaba… y que Dios y Athena lo ayudaran…
…
Un par de horas después, Moretti abrió los ojos, y de inmediato su vista se dirigió a la hermosa imagen que estaba cerca del ventanal; empezaba a oscurecer, así que el precioso atardecer que se dibujaba en el paisaje londinense, sólo acentuaba la belleza de aquéllos ojos zafiro que repasaban las líneas del libro que Terrence tenía en las manos.
Maia sonrió, era fascinante verlo tan concentrado; a todas ellas les encantaba admirarlo en todas sus facetas, y verlo leyendo era una de las favoritas de la cazadora de serpientes. Suspiró luego de grabarse tan magnífica postal y entonces se enderezó, dispuesta a levantarse.
- ¿A dónde crees que vas Nerd? –
La bellísima voz de Liath la estremeció, porque no importaba cuánto supiera que él le hablaría en cuanto percibió el cambio en el cosmo del hermoso marqués, escucharlo siempre le provocaba un delicioso cosquilleo en la piel.
- Sono assetata mio cuore (Tengo sed corazón mío), voy a la cocina. – Contestó de lo más tranquila ella y sentándose al borde de la cama.
- Un momento… Simba dijo que debías hacer reposo absoluto, así que ni se te ocurra apoyar un solo pie en el piso signorina – ordenó el castaño, con firmeza y diversión a la vez; dejando el libro en el reposa-brazos del sillón y levantándose de su lugar.
Ella parpadeó perpleja al escuchar el apodo, y sin poder evitarlo soltó una adorable risa.
- ¡Ja, ja, ja! ¿Simba? –
Desde que Aioria apareció, ella estuvo segura que su precioso amore le pondría un apodo al león, pero no podía adivinar cuál era y luego se había quedado dormida, así que escucharlo fue todo un divertido deleite.
- Pues claro, es un león ¿no? Y Mufasa no creo que sea – contestó Liath con una sonrisilla traviesa paseando en sus deliciosos labios de pecado y encogiéndose de hombros.
- Nulla ti sfugge bellissimo (nada se te escapa hermoso) – y lo miró encantada, esa sonrisa del castaño era toda celestial.
Intentó levantarse de nuevo pensando que el actor ya había olvidado aquello del reposo, pero no…
Terry ya estaba frente a ella; cuando la chica trató de incorporarse, él, por las prisas (sabía que su velocidad no se comparaba con la de ellas, y por eso se apresuró), colocó sus manos donde primero alcanzó para evitar que se levantara; quedando en la cintura de ella y él casi encima.
Maia abrió los ojos a todo lo que le daban al sentir el tacto firme de las fuertes y delgadas manos de él, y se quedó estupefacta; ¿lo apartaba de un manotazo? ¿Se hacía para atrás? Es que no se decidía entre reír o sacárselo de encima… ¡Inaudito! ¡Una amazona tan mortalmente peligrosa como ella se había quedado sin saber qué hacer! Es que para ser honesta, la sensación era por demás agradable X-D
La italiana despertó… le iba a dar un soberano empujón, pero decidió aprovechar la situación y con aparente calma y sus propias manos, quitó las de él.
- Mio cuore, ¿No crees que al menos deberías invitarme primero a salir? – lo cuestionó, ligeramente sonrojada, pero maliciosa y sensual.
Total ya sabía que sus compañeras no se encontraban ni en la ciudad siquiera. Y es que sí, apenas despertó, Letellier le avisó de todo vía cosmo.
Entonces Terry se retiró de un solo movimiento y miró hacia un costado sin bajar las manos.
- Lo siento… yo solo... no quería… -
Hablaba entrecortado y la cazadora de serpientes lo admiraba, absolutamente feliz de poder presenciar semejante rareza, ¡¡Lord Terrence Graham sonrojado y ofreciendo disculpas!!
- Lo sé… no quieres que me levante; pero vaya manera de impedirlo – lo miró con expresión indescifrable para él; la verdad es que sí estaba apenada, pero no lo suficiente como para amedrentarse.
- Yo… te traeré algo de beber –
Y se fue rumbo a la cocina con toda la majestuosa gallardía que poseía, y toda la dignidad que pudo… es que podría haber llamado al servicio para eso; pero prefirió mejor huir, digo, poner espacio de por medio; para calmar sus ímpetus y controlar sus expresiones.
Unos minutos después, volvió con una charola con una hermosa jarra de cristal de Baccarat con jugo de arándanos naturales helado, un par de copas del mismo exclusivo material, y las respectivas y finas servilletas. La encontró bien sentada en su cama, recargada en la cabecera y muy atenta a su inseparable celular; la hermosa morena tenía una sonrisa dulce e inquieta en los labios, y la vista un tanto fija; así Terry supuso que estaba intentando dejar atrás el momento… mejor servía el jugo rápido.
- ¿Cómo te sientes? – fue la genuina preocupación por ella lo que le hizo preguntar con gentileza una vez que Maia tomó su copa; claro, evitaba mirarla a los… decidió que era más seguro verla a los ojos X-D
- Molto bene, grazie bellissimo (Muy bien, gracias guapo). Aioria exagera, las hemos pasado peores y teníamos que volver al trabajo de inmediato. –
Le restó ella importancia; hasta que se percató de la atenta mirada zafiro con verde que el británico le dirigía, cayó en cuenta de algo sumamente importante… sonrió levemente…
Terry… el famosísimo, atractivísimo y talentosísimo Marqués de Grandchester, la estaba cuidando PERSONALMENTE. ¿Alguien puede culparla si decidió aprovechar la oportunidad? X-D
- Aunque a decir verdad… - empezó a hablar otra vez, con suavidad y seriedad – me parece que esta vez el león se apresuró y no aplicó suficiente energía y creo que me empieza a doler un poco. – Mostró un gesto de dolor que logró que Graham se la quedara viendo…
“Vaya, si no fuera una amazona; yo diría que le iría muy bien como actriz”, pensó divertido.
- Entiendo, entonces sí que no debes moverte para nada Nerd; permíteme ayudarte a acomodar tus almohadas –
Se ofreció él, y con diligencia se acercó y se aseguró de quedar muy cerca del rostro ese tan bonito que Maia tenía; tanto que ella pudo aspirar su aliento de menta y arándanos. Su intención era, obviamente, inquietarla; así como hacía ella con él… pero bueno, estaba tratando con una súper espía entrenada ¿no? Una potencial arma de destrucción masiva empaquetada en un pequeño, travieso y precioso envase.
Terry la miró de reojo, los ojos violetas de ella estaban fijos en su perfil, y él sonrió divertido para sus adentros pues la sentía muy quieta y un tanto nerviosa; no debía bajar la guardia claro, con esta mujer nunca sabía qué planeaba…
- Listo – anunció al terminar su labor - ¿Estás cómoda? – quiso asegurarse el castaño.
- No realmente – fue lo que escuchó y entonces se volvió para mirarla con genuina sorpresa dibujada en sus hermosas y varoniles facciones.
- ¿No? – ella negó con la cabeza y mirándolo con diablura. Terrence arqueó una ceja - ¿Qué te falta; otra almohada, que quite una, algún medicamento para el dolor, tienes hambre, te ayudo a acomodarte de otra manera? – hizo un recuento de las posibilidades.
Por toda respuesta, Maia en menos de un segundo ya lo había tomado de la mano y lo había atraído hacia ella con fuerza, consiguiendo que Terrence quedara encima de ella y antes de que él siquiera se diera cuenta, Moretti ya tenía su rostro entre las manos y lo miraba con intensidad. Su pecho subía y bajaba marcando el ritmo algo agitado de su respiración, y cuando inhalaba su pecho rozaba el torso firme de su amore. La amazona se mordió ligeramente el labio inferior y dejó la boca entreabierta mientras pasaba su mirada de la zafírea del actor, a sus labios tentadores. Sentía un cosquilleo viajar por todo su cuerpo; el aroma del castaño era seductor y fresco a la vez, sus sentidos se estaban nublando y ella acortó la distancia entre su rostro y el de él, eso era lo que le faltaba para estar totalmente bien.
El británico por su parte no se movía, el veloz movimiento de la chica lo había tomado por sorpresa y cuando se percató de lo que sucedió, notó que estaba sobre su Nerd y ella lo tenía sujeto firmemente. Su Nerd era hermosa, agradable y cálida; valerosa, inteligente, dulce, y maliciosa a veces, sin mencionar mortalmente peligrosa claro; tenía su carácter obviamente, y por Athena que no quería pensar en toda esa sensualidad que ella emanaba; él era un caballero por supuesto, pero estas mujeres se divertían llevándolo a sus lindes una y otra vez, jugaban con su cordura y con sus instintos… y Terrence Graham era un caballero con temple de acero, pero no estaba hecho de roca. Tenía su límite, y resistir a varias bellas y tentadoras mujeres era lucha de titanes…
- Señorita Maia, Lord Terrence ¿puedo pasar? Traigo la merienda –
El mayordomo llamaba a la puerta con firmeza; Grandchester reaccionó de sopetón dándose cuenta de lo que estaba sucediendo… la respiración que era entrecortada, ahora sí se le fue de paseo ¿qué había estado a punto de duceder? ¡¡Oh por todos los cielos!! Abrió los ojos a todo lo que le daban…
- Un momento por favor – se las arregló para encontrar y controlar su voz y responder tan calmado como le fue posible.
Entonces la observó; Maia sonreía extasiada, y pícara, y dulce… le guiñó un ojo con algo de travesura y él lo supo… esta vez casi había caído presa del hechizo de la cazadora de serpientes, y si no fuera por el bendito Stevens, su fiel mayordomo, para ese momento estaría perdido en la miel que la boca rosa y tentadora que Moretti prometía.
- Ahora sí estoy bien mio amore, pero te prometo que la próxima vez, nadie interrumpirá – le informó ella, con toda la seriedad del mundo y mirándolo con cierto reto.
Y el actor tuvo que admitir que había perdido esta pequeña batalla… pero no la guerra…
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No había podido venir porque me lastimé mi huesito 
Pero me dijo un pajarito que por aquí está el remedio! 