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Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3

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Anielorena
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Gissa Alvarez
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Gissa Alvarez

Gissa Alvarez
Niño/a del Hogar de Pony
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—¿Otra vez Tu?  scratch —Terry cuestiona una vez ve llegar a su combatiente.

—¿Algún problema mio cuore?  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  895558 —responde Maia a la defensiva.

—En absoluto, sólo que creía descasarías más —el Cataño se levanta de su asiento y camina cerca de ella  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  660239

—Ninguna de nosotras necesitamos descanso amore  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  70685 —la joven aprovecha la cercanía para recargar su cabeza en su Liath  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  334740 —. Mio caro amore, no me digas que te incomodan mis acercamientos  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  867592

—Ya no...  tanto, por eso mejor me acerco yo así controlo más la situación  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  947584 —dice conuna sonrisa picara.

—¿Hoy no hay postre?  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  867592 —la amazona del veneno inquiere sin moverse.

—No, no, no,  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  158523231 para ustedes ya no va haber postres. Mejor has tu presentación.

—Di accordo  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  355103


Bellissime avversaria, otro día de combate  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  8168 y hoy nuevamente atacaremos con escritura  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  4149639568

También les platico que estén pendientes de la siguiente firma que se regalara en algunos días, será la especial de Terry  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  233976 , la que tanto me ha exigido  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  836918 , perdón, pedido. Créanme les gustar  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  162544

Mientras el capítulo  3 de “Angel Of Mine”, este es tranquilo, luego regresaremos al lado oscuro  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  504400

Ci vediamo  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  463717  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  463717



—Entonces ya esta lista mi firma especial  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  500265

—Bel amore, ¿te digo un secreto?  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  460690 —Terry asiente, Maia voltea a ver que nadie los vea y se valúan caminando—. No es una firma, porque no se puede personalizar, pero tiene movimiento es...



Capítulo 2




Angel of mine


By Andreia Letellier (Ayame du Verseau) & Maia Moretti (Gissa Graham)

Capítulo 3: People are strange

*People are strange, canción interpretada por The Doors, escrita por Robert Krieger y Jim Morrison.



By Gissa A. G.


Las melodiosas risas de dos chicas se dejaron escuchar por la estancia de aquel sencillo departamento que Terry alquilaba en Los Ángeles, poco después las risas fueron seguidas de la sonora carcajada del apuesto actor británico, quien recostado en su sillón no podía quitar esa cara de pícaro mientras mantenía la vista fija sobre el monitor de su portátil, atento a lo que al parecer era una plática sumamente divertida.

Ese y el día siguiente eran de descanso para el joven debido a que no era requerido en el set de filmación, así que despertándose tarde y después de hacer una acostumbrada rutina de ejércitos que lo mantenía en forma (¡y qué forma!), cerca del medio día había aprovechado para sacar su laptop, abrir su cuenta de Skype y así poder comunicarse con sus endiabladas, entrometidas y muy queridas hermanas, quienes vivían en Londres de donde eran originarios, y donde tenían su empleo. Debía hacerlo en ese horario porque mientras que para él eran las once y cuarenta de la mañana, para ellas eran las siete con cuarenta, así podrían platicar un buen rato justo para acompañarlas en su cena.

Alessa y Gillian, de veintinueve y veintiséis años respectivamente, vivían juntas en aquella bulliciosa y cosmopolita ciudad europea debido a que habían conseguido un buen trabajo en la famosa editorial Bloomsbury Publishing, conocida por publicar toda la serie de Harry Potter, entre muchos otros libros infantiles; lo cual les venía como anillo al dedo ya que ambas eran ilustradoras de libros infantiles. Las dos habían amado dibujar y llenar todo de color en su entorno desde muy pequeñas, y encontrar ese trabajo las apasionaba por completo. Alessa lo encontró al poco tiempo de graduarse de la facultad de arte y en cuanto hubo una vacante llamó a Gillian para estar juntas, aún cuando la más pequeña de los Grandchester se encontraba aún en su último año de estudios. Ellas junto con Terry eran inseparables, los tres castaños de ojos azules, más menos betas verdes, sello distintivo de la familia de Eleanor, su madre, no perdía oportunidad para departir, incluso a la distancia como en esa ocasión.

Así que ahí estaba ese trío platicando de lo más desenfadado.

—Así que ligando en antros de mala muerte, ¿eh “Terroncito”?

—Primero, no era un antro de mala muerte, era el Lure –se defendía el apuesto hermano – segundo no iba en plan de conquista, y tercero ¿cuántas veces tengo que decirte que no me digas “Terroncito”?

Sin proponérselo en absoluto, Terry había hablado de más, contando a sus hermanas sobre una chica rubia que había conocido en un nightclub dos semanas atrás y ahora no paraban de burlarse de él. Otra herencia de familia: todos se reían de todos, pero claro siempre y cuando no pasaran de unas bromas inocentes y sólo por diversión, en cuanto el embromado comenzaba a enfadarse en serio el tema era cambiado de inmediato.

—“Terroncito” suena adorable –Gillian se reía mientras devoraba un trozo de pizza.

—Cállate, “Refresco de ocho onzas” – espetó el castaño entrecerrando los azules ojos.

—Cierto, no eres un “Terroncito”, más bien eres un limon-cito – la joven era la pequeña de la familia, en todos sentidos, en edad y por sólo contar con 155 cm. estatura, cualidad por la que Terry le decía “Refresco de ocho onzas”, pues era el tamaño de las bebidas con las que se acompañaba a los paquetes de comida infantil, por lo que él con su 1.85 de altura siempre le decía que ella era para llevar.

—Pésimo tu apodo “Principito”, demasiado largo – Alessa como buena cómplice de Gilly siempre la defendía –. Pero ese no es el punto, sino que te atreviste a llevar a una desconocida a tu departamento – dijo la hermana mayor y casi veinte centímetros más alta que la menor. Ella usualmente era la que se dedicaba a “regañar” a los menores cuando así lo creía necesario, claro que la mayoría de las veces la ignoraban olímpicamente…


El chico no tuvo absolutamente nada que decir en su defensa para ninguna de las dos críticas; por lo que sólo le dio un sorbo a su bebida energética; ni siquiera reclamó por lo de “Principito”, ni devolvió el apodo de su hermana mayor o ambas volverían a burlarse de su falta de creatividad con ellas, por eso de las simplezas, pues, mientras a una hermana le decía “Refresco de ocho onzas”, a la otra sencillamente le puso “Flaca”; su excusa es que era muy joven cuando se lo puso a la mayor y fue lo primero que vino a su mente; en fin, mejor ignorar los apodos por unos minuto, lo dicho cuando las bromas comenzaban a molestar de más cambiaba de tema.

—¿Qué tal si era una psicópata que quería matarte? –la menor se llevó una mano a la frente con gesto dramático.

—Créanme, hubiese muerto feliz –Terry mencionó aquello con una hermosa sonrisa de triunfo mientras tomaba nuevamente directo de su botella de Gatorade.

—Eres un cínico – esa fue Gilly, que seguía comiendo alegremente.

—Lo único bueno de esto es que ‘Lucrecia’ en definitiva ya es un manchón en tus recuerdos – Alessa volvía a intervenir.

—Lucille, no Lucrecia –dijo Terry riendo.

—Si nunca le dije su nombre mientras fue tu novia, menos ahora que no lo es. – habló la mayor rodando los ojos y con una sonricita sarcástica.

—Lo sé, costumbre –respondió encogiéndose de hombros.

—Tú no eres así, esa chica en verdad te debió haber impactado – Gilly volvía a hablar.

—Ya quiero conocerla – Alessa dijo, aunque meditando un poco completó–. Aunque sí se fue tan fácil contigo tal vez no nos convenga de cuñada.

—No sé cómo lo logran, ustedes dos son un par de brujas o algo parecido, de algún modo siempre me sacan todos los detalles escabrosos de mi vida –Terry incrédulo les dijo.

—Como cuando te caíste del escenario por estar concentrado en tus diálogos y olvidar el tamaño del lugar – empezó Gillian un recuento.

—O cuando tuviste que besar a tu anciana maestra de drama para demostrar, según ella, cómo se tenía que dar un beso – Esa fue Alessa, mirándolo un tanto burlesca.

—O cuando esa chica te dejó por hacer una carrera en Hollywood, creyendo que te había conseguido el mejor papel de tu carrera – de nuevo Gilly, y sendas carcajadas femeninas se dejaron escuchar –. Cierto, eso fue Lucille.

—Ja-ja-ja – intentó parecer molesto por las burlas, pero la realidad es que él tampoco aguanto más y soltó una gran carcajada – ¡Jajajajajaja! Ya no importa, no le pregunté su nombre y no creo volverla a ver – después de unos segundos de risas comentó, regresando a la platica de la joven del nigthclub.

—Búscala en el Lure otra vez– Gillian habló de lo más casual mientras se terminaba su segunda rebanada, pero al no obtener respuesta volvió a dirigir su mirada al monitor – No es posible, ya la has buscado.

—Yo nunca he dicho eso.

—Terrence, ¿cuántas veces lo has intentado? — esta vez fue Alessa quien cuestionó saliendo con todo y cepillo de dientes del baño al comprender lo que sucedía.

—Yo… no – ¿A quién quería engañar?, ese par siempre le sacaba la sopa – … dos veces en el Lure, otra en el The Roma y una más en el King King.

—¡Lo sabía, lo sabía! – Gillian se levantó para dar pequeños saltos junto a su hermana – Sí, lo sabíamos esa chica te impactó, por eso no perdiste oportunidad de llevarla contigo.

—Tú no eres así – completó Alessa muy divertida y señalándolo con su cepillo – Pero sigue el detalle de que se fue con alguien que ni siquiera sabía tu nombre – luego de inmediato dijo emocionada –. Aunque claro, tal vez ya te conocía de Broadway. Eso le da otra oportunidad. – Y se llevó el dedo índice izquierdo a la barbilla, en actitud pensativa.

—¿Saben? Creo que ya tienen que irse a dormir o a hacer bocetos, o mejor vayan a buscar a sus novios.

—Por supuesto, para que en la noche busques tú a tu rubia. – le lanzó la menor, mostrando todos su dientes en una risilla traviesa.

—Cállense. Adiós, las veré en sus vacaciones que espero no les den.

Diciendo aquello dio un click sobre el icono de terminar llamada sin esperar la contestación de sus dos locas e inteligentes hermanas, jurándose algún día descubrir cuál era el secreto de ellas dos para leer en él como si de un libro de tratara.

Pero es que sus hermanas no estaban nada perdidas, esa rubia lo tenía pensando en ella día y noche; más en la noche cuando soñaba más de lo debido, recordando la blanca piel que había probado, así como el dulce sabor de esos labios y el inigualable tacto de sus manos y ni que decir de su mágica lengua. Cómo quería reencontrase con ella, quería que fuera algo casual, que ella no supiese lo que le había provocado aunque fuese una extraña para él, pero si tenía que ser directo tampoco se incomodaría mucho. Aunque también tenía que admitir, que en un rinconcito oculto de sus pensamientos, esperaba que ella no fuese de las chicas que se iban con cualquiera y que ella lo hubiese hecho porque al igual que él, quedó impactada.

.

.

La blanca puerta de la sala de descanso del Hospital Mercy de Los Ángeles fue abierta de improviso dejando entrar a una pasante de cardiología, que con el rostro demacrado por el cansancio y cual zombie en busca de alimento, se acercó a la litera que servía para que cuando hubiese oportunidad los médicos y estudiantes pudieran tomar una pequeña siesta. Llegando junto a las camas y recargando su peso sobre la misma la chica habló.

—Candy, ya pasó media hora, despierta, yo también tengo que descansar – Patty la amiga más centrada de la rubia se agachó para removerla hasta lograr que abriera los ojos.

—Patty lo siento, estoy bastante cansada – la joven comprendiendo donde se encontraba se enderezó rápido, no como en casa de su hermano, estirando su delgado cuerpo.

—Como no si saliste dos noches seguidas, y todo por encontrar a tu galán desconocido.

—No fue con esa intención – se excusó –. Claro que si lo volvía a encontrar no me molestaría – completó sonriendo con una divertida mueca, recordando que sabía dónde vivía pero que por mucho que le hubiese gustado no lo iría a buscar hasta su casa, tenía mucha dignidad para hacer aquello, así que sólo había asistido a un par de nightclubs esperando tener suerte.

—Al menos te cuidaste después de aquella noche – la joven de lentes se sentó junto a su amiga y tomó una de las manos de ella – Sé que no te vas con cualquier chico, que esto fue un impulso pero, Candy, debes de cuidarte más, estás llevando un ritmo de vida muy… – la chica hizo gestos con su mano suelta y pucheros tiernos en su cara – veloz.

—La vida es una y hay que disfrutarla, es lo que hago; intentar aprovechar cada segundo – su sonrisa no se borraba – Tú también deberías de hacerlo de vez en cuando y dejar de ser tan sería.

Patricia también sonrío negando divertida con su cabeza; su amiga se había estado descarriando durante esos últimos meses pero no por eso dejaba de ser uno de los mejores seres humanos que conocía y por eso mismo quería cuidarla.

—Aún sigues así por el caso de Samantha, ¿cierto? – Patty mencionó con voz suave.

—Tenía mi edad, no tenía por qué morir — comentó Candice casi en un susurro y frunciendo el ceño.

—Candy no porque ella muriera repentinamente cuando todo parecía estar bien, significa que te pueda pasar algo parecido a ti.

La rubia se soltó de su amiga, de un saltó se levantó de la cama y manoteó en el aire como indicando que no tenía importancia aquello.

—Paty mejor descansa y olvidemos aquello, hay que vivir – cambiando de tema de inmediato antes de que le dijeran algo más – ¿Qué me toca?

—Urgencias – Patty entendió que Candy no hablaría del tema.

—Eso no es de cardiología.

—Somos pasantes, nos toca todo – se quejó la joven quitándose los lentes, dejando reposar su cuerpo en la suave cama que le supo a gloria luego de ocho horas continuas de trabajo y al menos cuatro más por esperar.


.

.

Terrence ya llevaba cerca de dos horas ahí sentado en la incómoda sala de espera de aquel hospital, sin poder evitar mostrar una cara de fastidio imposible de igualar, sólo veía a la gente pasar de un lado a otro y uno que otro doctor dando informes « ¿Por qué me ofrecí a acompañarlo? Ah sí, porque yo casi lo apuñalo con un cuchillo de verdad y no con uno de utilería.» Terry se preguntó y contesto a sí mismo por enésima ocasión (y haciendo una nota mental de ir a ahorcar con sus propias manos al encargado de utilería); harto de esperar en ese lugar lleno de pacientes con acompañantes, e incluso algunas enfermeras que no dejaban de coquetearle, se llevó ambas manos al rostro cansinamente, con el objetivo de dejar de estar en el campo visual de esas mujeres. Lo que en un principio era excitante se había convertido en un hastío con el paso de los años, eso de atraer tanto las miradas era una bendición cuando tenía diecisiete años, pero con veintiocho eso ahora lo sentía absurdo, ere ilógico imaginar  que de verdad pudiera salir con cada chica que le guiñara el ojo o como si con cada una pudiese tener una relación seria o no seria.

—* “People are strange when you're a stranger. Faces look ugly when you're alone. Women seem wicked when you're unwanted, Streets are uneven, when you're down” – Terry cantó por lo bajo el inicio de una de sus canciones favoritas, maldiciendo el haber olvidado sus audífonos para al menos entretenerse con música, luego llevo su cuerpo al frente cansado de ver tanta gente extraña–. Bien lo decía Jimmy Morrison ‘Las caras parecen feas cuando se está solo.’

Otra hora se sucedió ya con un Terry caminando por todos lados cual tigre enjaulado; eso cada vez era más fastidioso, por lo menos ahí aún no era conocido lo cual volvía a agradecer, porque en verdad detestaba ver gente desconocida y extraña a su alrededor, y que siempre actuarán como si lo conocieran; odiaba la fama, adoraba el perfil bajo que había tenido por tantos años sin que se supiera que él era un Grandchester pero no de los comunes; sino un Grandchester Baker, y ahora por un impulso se volvería famoso, maldijo entre dientes por su impulsividad; aunque bueno la última vez que fue impulsivo le fue excelente. Como bien decían sus hermanas, él no andaba de picaflor, pero la chica del Lure había sido una muy feliz excepción, algo que podía agradecer a ese impulso. Ella era una extraña de la cual no recordaba muy bien sus rasgos, ni el color definido de sus ojos, de noche todos los gatos son pardos, pero ese cabello rubio ondulado, esa piel pálida y esa carita dulce eran inolvidables, amén de la deliciosa boquita. Ese último pensamiento logró arrancarle una arrebatadora y pícara sonrisa.

Terry volvió a mirar su reloj, veinte minutos más y nadie le decía nada, ya sólo quedaba él esperando; el empleado que había ido para ver lo del seguro se había marchado después de que pasaron a Kevin, su compañero de reparto, para curar la herida y saturarlo, al ver que no era nada grave se fue una vez firmado todo el papeleo y dejando al actor inglés esperando por el otro actor.

En medio de su fastidio fue que en un instante, girando el rostro para escapar de nuevo de una mirada insistente de otra desconocida, que sus ojos se toparon con una melena que se le hizo conocida. De una coleta alta se escapan varios rizos rebeldes rubios, pero no únicamente fue el cabello, también esa figura pequeña y estilizada, esas curvas que conocía muy bien y no olvidaba, mirando fijamente a aquella mujer a unos metros de él en su mente comenzó a gritar «Voltea» deseaba que esa ¿doctora?, sí, todo parecía indicar que su rubia extraña, ese hermoso torbellino era una doctora, vaya sorpresa; aún no se giraba pero ya estaba completamente seguro de que era ella, todo su cuerpo se lo gritaba y le hizo recuperar su ánimo.

La mujer frente a él seguía dándole la espalda, parecía hablar con los familiares de un paciente, ella pareció terminar de dar informes y empezó a caminar hacia el lado contrario, Terry tenía que asegurarse, como detestó no saber su nombre, ¿por qué jamás se lo preguntó? Porque creía que todo era cuestión de una noche, él mismo se regañó por tonto; ella se alejaba y él comenzó a ir detrás de ella, más rápido, casi chocando con médicos, enfermeras y pacientes. La rubia estaba a punto de cruzar la puerta que decía el clásico “Sólo personal autorizado”.

—¡Doctora!

Terry gritó fuerte llamando la atención de más de uno pero no de ella, sin embargo, para la fortuna del apuesto actor alguien que venía de frente detuvo a la joven indicándole que le hablaban. Candy de lo más despreocupada se giró aún con la vista en su paleta de notas, caminó segura que quien la solicitaba era el mismo hombre con quien había hablado unos segundos antes, a un metro levantó la vista, y todo se detuvo por un par de segundos en los que no recordó su necesidad por respirar; el ruido, las personas, hasta el olor de medicina y desinfectantes desapareció sólo para darse cuenta de quien estaba frente a ella, ese hermoso joven, ahí estaba él, el chico del Lure, a quien había intentado encontrar al menos en tres ocasiones distintas incluso yendo a Night Clubs en días que no solía utilizar para salir. Volvió a sentir la necesidad de aire y al mismo tiempo la sonrisa boba que comenzaba a formarse desapareció y a elle le dieron ganas darse la vuelta y regresar por donde vino al caer en cuenta que ella iba ataviada con su nada sexy atuendo de hospital, cero maquillaje encima y con su cómodos Crocs que la dejaban en su pequeña estatura de 155 centímetros, cosa que a Terry para nada le incomodaba y prácticamente no noto, pues era la misma que la de su “Refresco de ocho onzas”, claro la rubia ignoraba ese dato.  

—Sabía que eras tú.

El castaño habló con su endiablada sonrisa ladeaba, ella es tuvo a nada de babear al verla y describir ese hermoso color de ojos que nunca antes había visto en su vida, ya imaginaba que eran claros, pero no de ese tono, además él se veía increíble con sus jeans deslavados y una simple playera de manga larga, ese hombre no necesitaba ningún accesorio, perfume, ni nada extra para lucir maravilloso, ella tampoco pero, como muchas mujeres, creía que sí, por lo que optó hacerse la desentendida.  

—¿Perdón?, ¿estoy atendiendo a algún familiar suyo?

—¿No te acuerdas de mí? – incrédulo, casi indignado, cuestionó.

—Discúlpeme, he atendido a tantos pacientes hoy que no recuerdo la cara de todos los familiares.

Sí, se molesto por ese desplante, pues al parecer para la rubia sólo había sido una conquista más mientras que él no había parado de pensar en ella; sus hermanas tenían razón al enfatizar el hecho de lo fácil que se había ido con él. Con el ceño fruncido se acercó y agachó para decirle al oído.

—¿Y de los hombres con los que te acuestas tampoco te acuerdas?

Más que ofendida le soltó una tremenda cachetada que se le quedaría marcada por un largo rato, provocando que varios pares de ojos los observarán. Así, con ese misma dignidad, se acercó alzándose de puntas para hablarle

—Si hubieses tenido la cortesía de decirme tu nombre o preguntarme el mío, serias alguien que valdría la pena recordar.  

Candy se dio la vuelta y desapareció tras la puerta de personal, en ese instante llegó un guardia para preguntar por lo sucedido, pero al ver todo calmo ya no hizo más para no provocar escándalo. Por su parte Terry despotricó contra él mismo.

—«Imbécil, ¿cómo se me ocurre decirle eso? ¡Por supuesto que tenía que molestarse! Por supuesto que se fue así del departamento cuando no tuve la mínima cortesía de preguntarle cómo se llamaba o presentarme.» – se maldijo y no precisamente por lo bajo.

Por fortuna en medio de todo aquello había logrado ver el nombre de la pequeña extraña, como también se había percatado de los increíbles ojos verdes que poseía, él tampoco había visto un tono de verde tan intenso, tan verdes como el jade, y también notó que carecía de maquillaje y a plena luz del día pudo ver unas bellas pecas salpicando su cara de porcelana; rasgos que provocaron que aquella mujercita le gustara aún más. Así que sin pensárselo se fue a la tienda de regalos del mismo hospital, compró una gran caja de chocolates finos, pues flores no había, y regresó al lugar donde había visto que ella entró. Luego de unos minutos a una enfermera que vio salir del lugar preguntó.

—Disculpe señorita, ¿la doctora Andley seguirá ahí adentro?

—Sí, y está muy molesta, al parecer un tonto la molestó –respondió riendo la mujer mayor que con la sabiduría de su edad, y por el obsequio que veía traía consigo aquel guapo hombre, dedujo quién había molestado a la normalmente sonriente pasante.

—Sí, yo fui el tonto; le dije una impertinencia, ¿podría entregarle esto, por favor?

La honestidad del joven así como la bella sonrisa que le mostró impidió que la enfermera le negara algo. A los pocos minutos Candy todavía enfadada salió con la nota guardada en un bolsillo.

—Ok estás disculpado. Pero eres un idiota – habló a quema ropa.

—Lo sé, no debí decir eso – él intentó seguir con las disculpas, pero…

—Que tengas un buen día Terence.

Y Candy sin decir más regresaba sobre sus pasos.

—Tú también “Doctora Pecas”.

Ella se giró al oír aquel apelativo.

—Andley, Candice White Andley – espetó molesta.  

¿Te puedo decir Candy? –Terry muy ladino inquirió.

Al descubrir que había caído en la trampa para que le dijera su nombre de pila, ella sonrió.

—Claro, Mocoso engreído – respondió y siguió su camino con una hermosa sonrisa imposible de borrar durante el resto del día.

—Terry, simplemente dime Terry –le alcanzaron a responder.

—Al entrar a la sala Candy sacó de su bolsillo la nota para volverla a leer.

«Hermosa Doctora Andley, espero acepte este modesto obsequio de chocolates como ofrenda de disculpa por la osadía que cometí ante tal insinuación. Pero imposible no molestarme al saberme ten rápidamente olvidado. Un dulce para una chica aún más dulce.»
Atte: Terrence Grandchester.

Si ese chico le había parecido apuesto en medio de la penumbra, ahora se dio cuenta que era un adonis total y poseedor del par de ojos más bellos que haya visto en su vida; azules, muy azules, y cuando se acercó para reclamarle pudo ver pequeños destellos verdes, y era tan alto, con razón la cargó tan fácil cuando la llevó a la cama; sí, a su lado era una pequeñez, pero que importaba, si podía volver a estar con él no lo dudaría ni un segundo, sólo hacía falta que el regresara a buscarla.



Continuara...


Gracias por perderse entre mis letras.





Última edición por Gissa Alvarez el Miér Abr 25, 2018 2:16 pm, editado 1 vez

Mon_Andrew

Mon_Andrew
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Ayyyy algo así me imaginaba su reencuentro.

Me encantó. Mira que nada más vine para checar si ya había nuevo capítulo de esta y de besos del pasado.

Amo sus historias mis bellas amazonas.

Gissa Alvarez

Gissa Alvarez
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Grazie mille, Mon Andrew, un enorme placer que nuestras historias te estén gustando
Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  463717  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  463717

Luana Hoffman

Luana Hoffman
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

¡Se encontraron de nuevo!😃😃 ¡Sííííí! 😆😄
No me lo esperaba tan pronto, ¡¡pero me ENCANTA!! 🙌🙋Aunque fue inesperado, obviamente ambos deseaban encontrarse. 😁

¡Adoro a las hermanas de Terry!😍 Se me hacen súper lindas, se nota qué conocen muy bien a su hermano, que lo entienden perfectamente. 😋
¡Ayyy, Terry hermoso! 😍😍😍Fue tan romántico que la buscara varias veces, no dejando de pensar en ella y cuanto me akegra que la haya encontrado.

¡Auch!😣 Pobre Terry con esa cachetada, pero qué comentario más inacertado hizo. Debe entender que la forma que se conocieron fue poco convencional, es normal que duden de esto, pero esa atracción entre ellos es innegable, que se den una oportunidad juntos. 😆
Ya creo que ahora que saben el nombre del otro se va irán conociendo más. ¡Qué emoción por leer lo que viene!😋

¿Qué pasará ahora? Me dejan siempre con ganas de leer mas, esta historia me sigue fascinando. 😍😘😊
Amazonas bellas, sigo con la porras porque esta historia es bellísima, me dejan ansiosa por seguir leyendo más y más. 😊Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  162544😃

¡A combatir por nuestro Liath! 😝 Aun nos necesita para defenderlo. 😊☺

Enviado desde Topic'it

Andreia Letellier

Andreia Letellier
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Oh oui! Se han reencontrado este par... aunque fue algo accidentado. Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  275964

Vamos que el comentario de Terry sí fue inapropiado, ¡pero también la Candy para qué finge demencia! scratch Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  523232

Bueno lo importante es que ya se conocen propiamente ¡jeje! Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  142209 Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  142209

Ah ces soeurs adorables (esas hermanas adorables), ¡jaja! Le hacen la vida divertida a su hermanito precioso Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  334740

Merci ma chère Maia! C'est vrai, este capítulo era ligerito y yo olvidé mencionarlo en el anterior, je suis désolée!! Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  95869

Pero bon, el próximo vuelve al lado oscuro, lo que me hace notar que... Je suis celui qui a écrit les scènes de feu Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  875106 Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  875106  (soy yo la que ha escrito las escenas candentes); al menos hasta ahora Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  504400 Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  504400


Mon_Andrew merci beaucoup jolie! Es un gusto que te agraden nuestras historias  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  142209


Luana chèrie! Merci por las porras!! Encantadas de que te guste también, ya verás lo que sigue  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  504400  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  504400

https://www.fanfiction.net/u/7428859/AyameDV

stormaw

stormaw
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Hola Gissa perfecto capítulo.
Saludos

Anielorena


Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Qué buena historia! Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  254899 Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  254899 Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  254899 ! Aunque no comencé por el principio Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  891429
Iré a por ellas!.
Felicitaciones Amazonas Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  189452 Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  189452 Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  189452 Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  189452

Drako

Drako
Niño/a del Hogar de Pony
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Por dios!,ya la encontro... Esto es amor a primera vista Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  87635 Terry ya estás!?hasta las manitas jjjeeee

Elby8a

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Niño/a del Hogar de Pony
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Uff!! Que barbaridad!! Como se me pudo pasar comentar!!
Según yo si lo había hecho pero bueno ahí les va!!
Me encantó la relación de Terry con sus hermanas re- bien checadito que se lo tienen me causa gracia que lo conozcan tan bien es un divertido giro a su siempre apartada y enigmática personalidad!!
Que grosero ese Liath se pasó de lanza con su comentario 😒😫
Aunque en su defensa, ( como siempre jiji) debo decir que la Pecas se vió muuuuy mal al herir su orgullo y fijir demencia hasta ella solita Se proyectó una mala imagen con eso.
Me encantó lo de la nota!! Que bueno que ya hubo reencuentro
Ok ahora estuvo bueno de sweet. Espero lo que sigue en el dark side!!!😈😈😈

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Rhodb

Rhodb
Niño/a del Hogar de Pony
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Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  87337 Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  87337 refresco de ocho onzas,ya no hay respeto por las que somos bajitas Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  252821 Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  315777 jjjjaaaaaaa y ya te diste cuenta que la dra. white es bajita jjeee... Y luego se hace la tonta de que no te conoce wtf... Muy buen capitulo.

Letty0

Letty0
Rosa Negra
Rosa Negra

OMG ESTO está emocionante  Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  498689


Ya se enamoraron.. Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  87635 Desde la fundación K-G AMAZONAS DE TERRY, fanfic ANGEL OF MINE. Capítulo 3  87635

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