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*** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1]

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GEZABEL
Clint Andrew
ambar graham
Angie Jaba
cliz25
9 participantes

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cliz25

cliz25
Rosa Morada
Rosa Morada

Buenas tardes!!! Primeramente gracias por su cariño al prologo e introduccion de mi fic,
y en segundo lugar, les comparto el capitulo uno, el cual espero que les guste. ^^
¡Feliz sábado!


*** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 110
…El amor es una fe que despierta…
Parte I
*** (Seis años después) ***


Era las dos de la tarde.
En Lakewood el sol brillaba con todo su esplendor.
Albert se paró frente al espejo, dobló  hasta el codo las mangas de la camina negra que se acababa de poner minutos antes, se alisó el cabello usando sus manos, y  luego giró sobre sus talones y salió de la habitación. Se dirigió  a la sala, donde lo esperaban su tía paterna Elroy Andrew, y su amigo y asesor laboral George Jhonson.
Si hubiera podido decidir qué hacer después de bañarse, habría almorzado y luego se acostaba a dormir. Estaba cansado, aquel viernes estaba demasiado caluroso, y no tenía que ir a trabajar  hasta el lunes. Había estado en Inglaterra y en cuanto llegó a Estados Unidos, se fue a su villa de Lakewood con la intención de descansar hasta el domingo, antes de volver a su ajetreada vida de empresario, en Chicago. ¡Quería dormir todo el fin de semana! Pero al llegar, media hora antes, para su sorpresa se encontró allí a su tía, que había llegado el día anterior, para esperarlo, porque quería hablar con él de algo que dijo que era “urgente, e importante”. Al ver que ella viajó con George, supuso que sería algo de negocios, y aunque hablar de trabajo era lo último que quería hacer en ese momento,  no era como si pudiera decirle: “Agende una cita para el lunes con mi secretaria”.  Era su tía, casi su madre. Estuvo tentado a decirle que hablaran más tarde, luego de que él despertara de una siesta, pero ella dijo antes que después de su conversación regresaría a Chicago, entonces quiso escucharla inmediatamente, pero ella le dijo que se duchara primero y él no quiso llevarle la contraria. Necesitaba esa ducha fría.
Al llegar a la sala curvó sus labios en una educada sonrisa.
Su tía lo esperaba sentada en el sofá grande del juego de sala, y George estaba sentado en uno de los asientos individuales.
- Perdón por la demora. – dijo mientras se sentaba al lado de su tía, y peinándose hacia atrás con la mano, agregó: - ¡hace calor!
La señora agitó su abanico de mano frente a su rostro, y dijo:
- ¡Bastante! Sé que vienes aquí tras cada viaje de negocios para descansar unos días, y lamento haber tenido que venir a interrumpir tu tiempo de relajación, pero tuve que hacerlo, porque no podía esperar hasta el lunes para hablar contigo.  
Albert agarró la mano con que ella le abanicaba el rostro, y le dijo:
- Descuide tía. Sé que no hubiera hecho un viaje tan largo de no ser por algo realmente importante, así que dígame. ¿Qué paso?
George carraspeó.
La señora zafó su mano de Albert, cerró su abanico, y lo acomodó en sus piernas. Entonces dijo:
- Tu cumpleaños se aproxima, y necesitamos coordinar algunos detalles para la gran fiesta que organizaremos.
“¿Es en serio?” pensó Albert frunciendo el ceño, y preguntó incrédulo:
- ¿Ese es el tema urgente que la hizo venir hasta Lakewood?
- Exacto. Como sabes, ya estamos a tres de junio y necesitamos preparar muchas cosas. El domingo la diseñadora de interiores que contraté irá a la mansión, y necesita saber que colores de cortinas te gustarían. – dijo. De un bolso que estaba a su lado sacó una carpeta color vino. La abrió, habían varios retazos de tela, y acariciándolos añadió: – ella sugirió combinar crema con el azul, ¿qué te parece?
Albert suspiró, y empezó a decir:
- Lo siento tía, pero…
- ¿No te gusta? No importa. Es tu fiesta y el color que elijas será el que se utilizará. ¿Cuál prefieres? – dijo mostrándole.
Albert cerró la carpeta, y anunció:
- Lo siento tía. Pero no habrá fiesta este año. Para mi cumpleaños estaré  en República Dominicana.    
La señora arrugó el entrecejo y preguntó seria:
- ¿Crees conveniente  hacer negocios en ese pequeño país?  
- No voy a negociar. Me tomaré un mes de vacaciones.
George tosió una vez.
- ¡¿Estás hablando en serio?! – exclamó la señora Elroy.
Albert esbozó una sonrisa relajada y contestó:
- Sí tía. He trabajado sin descanso durante casi cuatro años consecutivos. ¡Necesito unas vacaciones!  ¡Oh colapsaré!
- Entiendo que necesitas vacaciones, pero ¿por qué en Junio?  
- Porque iré a una isla caribeña a disfrutar de sus playas, y es mejor ir en verano, que allá empieza a mediados de junio.
- ¿Y no te importa pasar tu cumpleaños lejos de tu familia?
- Siempre lo he pasado lejos de mi familia. – le recordó.
- No desde que fuiste presentado a sociedad. Y sobre todo este año que cumples treinta. ¡Te quiero organizar una gran fiesta!  
- Le agradezco la intención tía, pero no será posible.
La señora endureció su expresión y dijo con firmeza:
- ¡Ya no tienes quince años William! Debes ser consciente de que es hora de que sientes cabeza.  
Albert chasqueó la lengua y sonriendo divertido, preguntó:
- ¿Cómo es que nos vamos de: “debo celebrar mi cumpleaños con una gran fiesta” a “tengo que sentar cabeza?”
- Porque ya vas a cumplir treinta y necesitas casarte pronto. A tu fiesta invitaré varias señoritas, entre las cuales espero que  encuentres una conveniente para convertirse en tu esposa. Por ejemplo, estará la señorita Smith. Ella me gusta para ti.
Albert negó con la cabeza, y sonriendo dijo:
- Pero a mí no me gusta de ese modo. Y además no vendrá a mi fiesta, porque como le dije, no se llevara a cabo.
La señora suspiró y preguntó:
- ¿Hasta cuándo vas a estar perdiendo el tiempo, William?
- Tomarme unas vacaciones no es perder el tiempo.
- Respóndeme sinceramente, ¿Neil tiene razón? ¿Pretendes casarte con Candy?
- ¿Qué? – preguntó  sintiendo que su corazón bombardeó sangre tan rápido, que casi lo ahogaba.
Había esperado un gran sermón sobre porque era importante que como cabeza de los Andrew se casara, y buscara un heredero, e incluso que lo regañara como cuando era un adolescente, exigiéndole que madurara. ¿Pero esa pregunta? ¡Jamás!
- ¿Es eso? – insistió la señora.
- El joven Neil no sabe lo que dice. – intervino George.
- Yo creo que William es quien no sabe que decir. – dijo severa.
Albert respiró hondo. Estuvo buscando una forma respetuosa de decir que esa pregunta había sido ridícula. Pero no halló palabras.
- ¿Qué quiere que le diga? No me sorprende que usted le dé crédito a las palabras de Neil Legan, después de todo, las calumnias de esa familia siempre le han parecido información confiable.
- No me hizo falta escucharlo a él para cuestionarme tu relación con esa chica. Me lo he estado preguntando, desde que supe que vivieron juntos en Chicago.
- ¿Qué? ¿Olvidó que en ese tiempo yo estaba amnésico y ella cuidó de mí?  - la miró a los ojos, y exclamó incrédulo: - ¡No me diga que todo este tiempo ha creído lo que dijo Neil Legan el día que me presenté ante nuestros parientes, y me señaló como un sucio vagabundo que estaba conviviendo con Candy!
- No puedes culparlo porque te definiera como vagabundo. Él no sabía, ni se podía imaginar que ese hombre desaliñado al que conoció como amigo de Candy, podía ser la cabeza de la familia Andrew. Pero tú mismo confirmaste que viviste con ella durante un año, y estuvieras amnésico o no, seguían siendo un hombre y una mujer, viviendo juntos.
- ¡Candy era una niña! ¡Por Dios! – exclamó ofuscado.
- ¿Así la veías? ¿puedes jurarme que no pasó nada entre ustedes?
- ¡No puedo creer que me esté preguntando esto! – murmuró poniéndose en pie.  
La señora también se levantó y parándose frente a él,  lo señaló y dijo:
- Por tu bien, espero que no haya pasado nada entre ustedes, y si sucedió espero que tengas claro que no lo apruebo. Y nuestra sociedad tampoco. Nadie verá con buenos ojos que te involucres con  una chica que adoptaste.
- ¡Suficiente tía! –  gritó y agregó furioso ante la cara de asombro de la señora Elroy: - ¡¿Nunca le conté qué pasó entre Candy y yo cuando vivimos en Chicago?! ¡Bien! ¡Le contaré ahora con lujo de detalles! ¡El tren que tomé para ir a Chicago cuando llegué desde África, fue bombardeado! Logré saltar, pero el impacto me afectó y terminé sin recuerdos, ni documentos en el hospital central de chicago donde me confundieron con espía de guerra y me  enviaron a un cuarto asqueroso. ¡No recuerdo haber visto a ningún médico yendo a ver si yo estaba vivo, o muerto! ¡Pero Candy sí estuvo allí! ¡Soportó los regaños de su jefe! ¡Sacrificó su tiempo libre para ir a verme y asegurarse de que yo me recuperara!  Y cuando me enteré de los problemas que ella estaba enfrentando por mí culpa, hui del hospital. ¡Sin recuerdos! ¡Sin dinero! ¡Sin tener una maldita idea de hacia donde debía ir! Hubiera podido terminar en un basurero comiendo con los perros, o muerto. ¿Quién sabe?  ¡Pero ella me buscó! ¡Dijo que me conocía muy bien, cuando realmente no tenía la menor idea de quien era yo! Le pregunté, y ¡ella no sabía mi apellido! ¡No conocía a mi familia! ¡Mi edad! ¡Mi nacionalidad! ¡Pudo haber pensado que yo era un delincuente, que hubiera podido robarle todo! ¡Pero no! ¡Ella insistió en que me conocía, en que yo era una buena persona! ¡Y me llevó a su apartamento para cuidar de mí, porque el hospital me negó la entrada importándole poco o nada lo que sucediera conmigo! ¡Y mientras los Legan movían sus influencias para que la despidieran de su trabajo, argumentando que estaba viviendo con “el delincuente sospechoso de ser espía de guerra que estuvo en el hospital”, Candy estaba salvándome la vida!  ¡Y la despidieron! La hicieron escoger entre su trabajo, o yo, ¡y eligió protegerme a mí!  ¡Eso fue lo que sucedió!  ¡Me quedé con ella todo ese tiempo, porque no tenía otro lugar a donde ir! – bajo el tono y mirándola a los ojos, continuó diciendo: -   Es bueno que  tenga claro, que si ella no hubiera logrado convencerme que permaneciera a su lado hasta que recuperara la memoria, probablemente yo no estaría aquí hoy. Usted se habría resignado a aceptar que uno de los cuerpos calcinados e irreconocibles que habían en el tren donde hallaron mi bolso con mis documentos, era yo. Y mientras tanto yo hubiera estado en algún rincón del planeta ignorando quien soy. Sabiendo esto, espero que la próxima vez que alguien comente frente a usted que viví con Candy en términos conyugales, sepa qué decirle.
La señora suavizó su mirada, pero dijo con firmeza:  
- Puedo agradecer que te haya cuidado en esos momentos, pero no hasta el punto de aprobar que te cases con ella.
Exasperado, dijo:
- No tiene que preocuparse por eso. Usted sabe que ella siempre ha odiado la idea de pertenecer a la familia Andrew, y no pretendo obligarla a encerrarse en esta jaula de oro.
- Perfecto. Eso era todo lo que quería escuchar. – dijo la señora fríamente, y esbozando una sonrisa, agarró su antebrazo añadió: -  realmente estaba preocupada de que te gustara esa chica. ¡Nunca aprendió a comportarse como una dama! Por suerte ya es mayor de edad, y no tiene nada que ver con nosotros.
Albert se sintió sofocado. ¡Necesitaba urgentemente abandonar aquella conversación! Retiró la mano de su tía y le dijo lo más educadamente que pudo:
- Disculpe tía, pero acabo de recordar que tengo que salir.  Tenga un buen viaje de regreso a Chicago. Nos vemos el lunes.
- ¡¿A dónde vas?! – preguntó la señora abriendo su abanico.
- A visitar a mí querida amiga Candy. –  contestó serio. Señaló a George y exclamó: - ¡No me sigas! ¡Es una orden! – y se fue sin mirar atrás.
Escuchó a su tía gritar a sus espaldas: “¡William!” pero la ignoró.
No quería escucharla más.
Se subió a su auto, y se alejó de la mansión.

Cuando estuvo lejos de la casa, y seguro que George no lo había seguido, se detuvo. Apoyó el codo en la ventanilla del auto, y mirando hacia un pequeño cumulo de nubes grises, musitó:

- Tal vez debería olvidarme de ese viaje.
Salió del auto, y guardando sus manos en los bolsillos delantero de sus pantalones, con la mirada fija en el mismo cumulo de nubes grises, pensó: “No estoy seguro de que sea buena idea ir con Candy al Caribe.” Respiró hondo.  

Estuvo seguro el siete de mayo, cuando ya estaba en el barco de regreso a Estados Unidos. Sabía que ese día ella cumplía años, y recordó que en una de las tantas cartas que intercambiaron durante el tiempo que tenía sin verla, él le había sugerido que le gustaría que lo acompañara a un próximo viaje por placer, y  en su respuesta ella le había escrito: “¡Por supuesto, por favor llévame contigo cuando inicies un nuevo viaje! (Incluso si te arrepientes de invitarme, te seguiré.) Mirando a la profundidad del mar, él había sonreído, y decidió que de regalo de cumpleaños, la llevaría al Caribe.  Pero  mientras conducía, lo estuvo atormentando el pensamiento de que su tía, Neil Legan, y todo el mundo, podría malinterpretar sus intenciones si viajaba con ella, y estaba considerando devolverse. Una ráfaga de viento sopló acariciándole el rostro, y al mover la cabeza,  una vocecita interna le recordó: “Dentro de unos años tendrás que casarte, y  posiblemente ella también conozca a alguien, así que este es el mejor momento para hacer juntos el viaje que ambos desean.”

Y meditando en eso, volvió al coche, y siguió su camino.

- Continuará –

A Sussy, Clint Andrew, Azul pequeña y a Susana Ibarra les gusta esta publicaciòn

Angie Jaba

Angie Jaba
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Candy Liz
¡me quedo intrigada con tu historia!
Ha sido un giro dentro de mucho que he leído antes, de esta parte de la historia original
¡estaré al pendiente de lo que sigue!

https://www.fanfiction.net/u/2654699/

ambar graham

ambar graham
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

👍👍👌

Clint Andrew

Clint Andrew
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Elroy como siempre siendo tan prejuiciosa con Candy *** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 523232    

        Ya quiero ver como le va a quedar el ojo, cuándo aparezca el padre de la rubia, porque el
    sujeto debe ser muy acaudalado .  

cliz25

cliz25
Rosa Morada
Rosa Morada

Muchas gracias por sus comentarios chicas!   *** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 10498  *** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 413636
El martes viene el siguiente capitulo! *** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 254899


*** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] Imagen21
Capitulos Anteriores:
Introduccion https://www.elainecandy.com/t27836-albertmania-fanfic-still-as-ever-introduccion-video-opening
Prologo: https://www.elainecandy.com/t27892-albertmania-fanfic-still-as-ever-prologo

GEZABEL

GEZABEL
Guerrera de Lakewood
Guerrera de Lakewood

Muy buen inicio... te sigo :D


_________________


*** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] Ige10
*** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] Undefi10[/url]
[url=https://servimg.com/view/19661020/734]

Sussy

Sussy
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

 *** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 891429 Pensé que lo urgente era que había llegado a Chicago James Sandford  
*** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 416519 estas creándonos necesidad¡

Que gran relato has construido en rededor de un momento de la historia.
Este Albert me ENCANTA¡¡ defiende tan apasionada y desde su corazón a Candy.
Cambiará la tía  --- Viaje... y con Candy *** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 895558
Te sigo study

Susana Ibarra

Susana Ibarra
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Que disyuntiva para Albert!!!! affraid , esa tía siempre tan chismosa, siempre me ha caído mal!! *** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 691843

Continuamos contigo... study study

Azul pequeña

Azul pequeña
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Bien por Alberth que ya no se deja influenciar por su tia

Cherry Cheddar

Cherry Cheddar
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

*** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 460690 *** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 460690  *** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 460690 *** Albertmania *** FanFic - Still As Ever - [Capitulo 1] 460690

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