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PARTE I
Ya ha oscurecido cuando Dulce regresa a su casa, se siente un poco cansada y le duelen algunas partes de su cuerpo debido a las caídas. Cuando estaba por llegar al portal escucha un gruñido proveniente de las sombras, inevitablemente se pone nerviosa, ese sonido suena aterrador.
-Grrr... grrrr...
-¿Qui... quién anda ahí?... sí claro... como si mi atacante me fuese a avisar antes de hacerme daño... santo cielos Dulce ¿Qué te pasa por la cabeza?
La joven se da un golpe como auto reprimenda a la vez que regresa sobre sus pasos, enfoca un poco la vista, pues le parece ver que algo brilla en la oscuridad de donde proviene el rugido.
-Grrr... grrrrr...
Poco a poco va acercándose un animal, su gruñido suena aterrador a la vez que muestra sus colmillos, sus ojos resplandecen de manera particular en esa penumbra; Dulce se sorprende y una descarga de adrenalina empieza a recorrer todo su ser, por lo que sin entender muy bien la razón, decide extender su mano para tocarlo a la vez que le habla
-Tra... tranquilo... no tengo intenciones de hacerte daño... perrito bueno... vamos, deja de gruñir
-Grrr... grrrr...
Insiste el animal avanzando cada vez, Dulce retrocede temerosa... no está segura de lo que es... su aspecto es como un joven "Tamaskan" de patas blancas, lomo oscuro, y de gran tamaño; le da la impresión que el pobre animal está herido y quiere ayudarlo, por lo que finalmente de un zapatazo y con voz firme le dice
-¡Ya está bien! Te he dicho que te calmes, no voy a hacerte daño
-Grrr... ouuu...
Automáticamente el animalillo lleva su rabo entre las patas, agacha las orejas y emite un gemido lastimero. Dulce da un paso para acercarse a él y ve claramente que su cuerpo tiembla
-Seguro que estás herido... déjame ayudarte... ven... vamos pequeño, no tengas miedo, ven
Con cautela lo coge en sus brazo como puede para llevarlo a su casa, le toma su esfuerzo pues el animal pesa lo suyo aunque a primera vista no le dió esa impresión. Una vez en el interior le lleva al cuarto de baño y busca cómo limpiar sus heridas y vendarlo con ternura. El pobre animalillo se deja atender emitiendo gemidos suaves. La rubia deja una manta en el suelo y lo acomoda para que descanse ahí
-Ves como al final no ha sido para tanto...
-Grrrr...
-Y tú que no te querías dejar... ahora espera aquí mientras busco algo para que puedas comer
La joven va a la cocina por un par de minutos y a su regreso pone frente al animalillo un plato de potaje
-Lo siento... no tengo nada de comida para perros... no tengo mascota, así que espero que con ésto baste
-Grrr...
-Venga, come... para que puedas recuperarte pronto
-Grrr...
Vuelve a gruñir el animal y entornando los ojos como si no estuviese dispuesto a probar ese plato... a Dulce le da la impresión que hace gestos de desprecio, segundos después se pone a lamer su pata vendada
-Come... venga, no seas orgulloso y come
-Grrr...
-Si no piensas comer por tu propia cuenta, te daré yo misma
Lo amenaza, pero sólo recibe como respuesta que el animal levante el hocico de manera orgullosa y mira a otro lado; ofuscada porque esa bestia fuese tan remilgosa a pesar de estar herida, decide tomar la cuchara con comida, y con su mano libre le agarra el morro tapándole la nariz para que de esa manera la abra, y de una ¡Le mete el cucharazo a la fuerza! El can hace sonidos como si se estuviese ahogando y mueve su lengua para poder acomodar un trozo de patata para morderla y que así sea más fácil digerirla.
Dulce ve como hace los gestos de masticar el tubérculo antes de tragar, luego se pasea la lenga por el hocico, pareciera como que le ha gustado el sabor y sin necesidad de que la rubia vuelva a repetir el gesto, el animal empieza a comer por su propia cuenta. La joven sonríe satisfecha.
Entonces decide hacer lo mismo y se calienta un plato de potaje para cenar. Una vez finalizado recoge el suyo y el de su invitado peludo. Pero antes de irse a dormir, vuelve al cuarto de baño para darse una ducha.
Cuando empieza a quitarse la ropa, se percata que el animalillo la está observando, y en una fracción de segundo, en los que le pareció que la bestia se daba cuenta cuales eran las intenciones de la joven, reacciona tal si un rubor subiese por su cabeza y se cae de lado todo pasmarote, como si se hubiese desmayado. Dulce se ríe, tiene la impresión que ese "perro" es demasiado dramático para ser un simple animal de cuatro patas
-Ha, ha, ha... ¿Qué sucede? ¿Soy la primera humana que ves hacer ésto?
El animal suelta un extraño gemido y resopla angustiado, suavemente con su pata buena se tapa los ojos
-Ha, ha, ha... eres todo un cascarrabias... te llamaré "Musone" ya que no llevas placa y no sé cómo te llamas... ¿Te parece bien "Musone"?
-Juuuggrrr...
-Ha, ha, ha... muy bien señor cascarrabias, quédate ahí y no fisgonees mientras me ducho
Le dice a la vez que le acaricia la cabeza, acto seguido el animal escucha caer el agua de la regadera y pareciera que su corazón late de una manera descontrolada, la incomodidad se refleja en sus pupilas. Tras la ducha Dulce parece sentir que su cuerpo se relaja rápidamente por lo que decide meterse a la cama, pocas ganas tiene de pensar en los hechos que le habían pasado en esos días, el haberse encontrado ese perro la ayudó a distraerse y ahora se dejaba caer felizmente en los brazo de Morfeo.
Al día siguiente el tintineo de la porcelana que la rubia había utilizado para desayunar llamó la atención del animal, quien observa la puerta fijamente. Cuando finalmente había decidido ponerse en pie para acercarse a ésta, la hoja se abre dejando ver a una joven sonriente y con un cuenco para el desayuno del can.
-Buenos días "Musone" espero que hayas podido descansar. Te dejo agua y comida para todo el día; por favor, pórtate bien y no vayas a hacer mucho ruido, eso puede molestar a los vecinos.
Deja las cosas en el suelo cerca del animal, quien la observa detenidamente cada movimiento. Luego la joven saca una cámara fotográfica y le hace un par de fotos, la bestia gira un poco su rostro sorprendido por la osadía de esa mujer e inevitablemente suelta un gruñido, tal parece que no le hace mucha gracia el hecho de que le hagan un retrato.
-Tranquilo "Musone" es para poder hacer unos carteles. Estoy seguro que tus dueños te estarán buscando. Mírate nada más. Eres grande y gordito, así que no me creo que seas un perro callejero. Es más, cualquiera diría que eres un perro, si te alimento un poco más llegas a pony.
-Grrr... grrr...
-Ha, ha, ha... no seas tan gruñón, sólo es una broma. En fin, que me voy, pórtate bien "Musone"
Y sin más, cierra la puerta tras de sí, dejando al animalillo con mal sabor de boca. Son las ocho de la mañana y casi es la hora en la que debe entrar a trabajar.
"LEALTAD"
El Secreto de Las Sombras. Parte II
by Aitné Sadaltager
Ya ha oscurecido cuando Dulce regresa a su casa, se siente un poco cansada y le duelen algunas partes de su cuerpo debido a las caídas. Cuando estaba por llegar al portal escucha un gruñido proveniente de las sombras, inevitablemente se pone nerviosa, ese sonido suena aterrador.
-Grrr... grrrr...
-¿Qui... quién anda ahí?... sí claro... como si mi atacante me fuese a avisar antes de hacerme daño... santo cielos Dulce ¿Qué te pasa por la cabeza?
La joven se da un golpe como auto reprimenda a la vez que regresa sobre sus pasos, enfoca un poco la vista, pues le parece ver que algo brilla en la oscuridad de donde proviene el rugido.
-Grrr... grrrrr...
Poco a poco va acercándose un animal, su gruñido suena aterrador a la vez que muestra sus colmillos, sus ojos resplandecen de manera particular en esa penumbra; Dulce se sorprende y una descarga de adrenalina empieza a recorrer todo su ser, por lo que sin entender muy bien la razón, decide extender su mano para tocarlo a la vez que le habla
-Tra... tranquilo... no tengo intenciones de hacerte daño... perrito bueno... vamos, deja de gruñir
-Grrr... grrrr...
Insiste el animal avanzando cada vez, Dulce retrocede temerosa... no está segura de lo que es... su aspecto es como un joven "Tamaskan" de patas blancas, lomo oscuro, y de gran tamaño; le da la impresión que el pobre animal está herido y quiere ayudarlo, por lo que finalmente de un zapatazo y con voz firme le dice
-¡Ya está bien! Te he dicho que te calmes, no voy a hacerte daño
-Grrr... ouuu...
Automáticamente el animalillo lleva su rabo entre las patas, agacha las orejas y emite un gemido lastimero. Dulce da un paso para acercarse a él y ve claramente que su cuerpo tiembla
-Seguro que estás herido... déjame ayudarte... ven... vamos pequeño, no tengas miedo, ven
Con cautela lo coge en sus brazo como puede para llevarlo a su casa, le toma su esfuerzo pues el animal pesa lo suyo aunque a primera vista no le dió esa impresión. Una vez en el interior le lleva al cuarto de baño y busca cómo limpiar sus heridas y vendarlo con ternura. El pobre animalillo se deja atender emitiendo gemidos suaves. La rubia deja una manta en el suelo y lo acomoda para que descanse ahí
-Ves como al final no ha sido para tanto...
-Grrrr...
-Y tú que no te querías dejar... ahora espera aquí mientras busco algo para que puedas comer
La joven va a la cocina por un par de minutos y a su regreso pone frente al animalillo un plato de potaje
-Lo siento... no tengo nada de comida para perros... no tengo mascota, así que espero que con ésto baste
-Grrr...
-Venga, come... para que puedas recuperarte pronto
-Grrr...
Vuelve a gruñir el animal y entornando los ojos como si no estuviese dispuesto a probar ese plato... a Dulce le da la impresión que hace gestos de desprecio, segundos después se pone a lamer su pata vendada
-Come... venga, no seas orgulloso y come
-Grrr...
-Si no piensas comer por tu propia cuenta, te daré yo misma
Lo amenaza, pero sólo recibe como respuesta que el animal levante el hocico de manera orgullosa y mira a otro lado; ofuscada porque esa bestia fuese tan remilgosa a pesar de estar herida, decide tomar la cuchara con comida, y con su mano libre le agarra el morro tapándole la nariz para que de esa manera la abra, y de una ¡Le mete el cucharazo a la fuerza! El can hace sonidos como si se estuviese ahogando y mueve su lengua para poder acomodar un trozo de patata para morderla y que así sea más fácil digerirla.
Dulce ve como hace los gestos de masticar el tubérculo antes de tragar, luego se pasea la lenga por el hocico, pareciera como que le ha gustado el sabor y sin necesidad de que la rubia vuelva a repetir el gesto, el animal empieza a comer por su propia cuenta. La joven sonríe satisfecha.
Entonces decide hacer lo mismo y se calienta un plato de potaje para cenar. Una vez finalizado recoge el suyo y el de su invitado peludo. Pero antes de irse a dormir, vuelve al cuarto de baño para darse una ducha.
Cuando empieza a quitarse la ropa, se percata que el animalillo la está observando, y en una fracción de segundo, en los que le pareció que la bestia se daba cuenta cuales eran las intenciones de la joven, reacciona tal si un rubor subiese por su cabeza y se cae de lado todo pasmarote, como si se hubiese desmayado. Dulce se ríe, tiene la impresión que ese "perro" es demasiado dramático para ser un simple animal de cuatro patas
-Ha, ha, ha... ¿Qué sucede? ¿Soy la primera humana que ves hacer ésto?
El animal suelta un extraño gemido y resopla angustiado, suavemente con su pata buena se tapa los ojos
-Ha, ha, ha... eres todo un cascarrabias... te llamaré "Musone" ya que no llevas placa y no sé cómo te llamas... ¿Te parece bien "Musone"?
-Juuuggrrr...
-Ha, ha, ha... muy bien señor cascarrabias, quédate ahí y no fisgonees mientras me ducho
Le dice a la vez que le acaricia la cabeza, acto seguido el animal escucha caer el agua de la regadera y pareciera que su corazón late de una manera descontrolada, la incomodidad se refleja en sus pupilas. Tras la ducha Dulce parece sentir que su cuerpo se relaja rápidamente por lo que decide meterse a la cama, pocas ganas tiene de pensar en los hechos que le habían pasado en esos días, el haberse encontrado ese perro la ayudó a distraerse y ahora se dejaba caer felizmente en los brazo de Morfeo.
Al día siguiente el tintineo de la porcelana que la rubia había utilizado para desayunar llamó la atención del animal, quien observa la puerta fijamente. Cuando finalmente había decidido ponerse en pie para acercarse a ésta, la hoja se abre dejando ver a una joven sonriente y con un cuenco para el desayuno del can.
-Buenos días "Musone" espero que hayas podido descansar. Te dejo agua y comida para todo el día; por favor, pórtate bien y no vayas a hacer mucho ruido, eso puede molestar a los vecinos.
Deja las cosas en el suelo cerca del animal, quien la observa detenidamente cada movimiento. Luego la joven saca una cámara fotográfica y le hace un par de fotos, la bestia gira un poco su rostro sorprendido por la osadía de esa mujer e inevitablemente suelta un gruñido, tal parece que no le hace mucha gracia el hecho de que le hagan un retrato.
-Tranquilo "Musone" es para poder hacer unos carteles. Estoy seguro que tus dueños te estarán buscando. Mírate nada más. Eres grande y gordito, así que no me creo que seas un perro callejero. Es más, cualquiera diría que eres un perro, si te alimento un poco más llegas a pony.
-Grrr... grrr...
-Ha, ha, ha... no seas tan gruñón, sólo es una broma. En fin, que me voy, pórtate bien "Musone"
Y sin más, cierra la puerta tras de sí, dejando al animalillo con mal sabor de boca. Son las ocho de la mañana y casi es la hora en la que debe entrar a trabajar.
Última edición por Cherry Cheddar el Lun Abr 04, 2022 4:12 pm, editado 1 vez
