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Capítulo 6 METAMORFOSIS
- ¿Pero...? – ese pero me preocupo y me molesto.
-Me ha amenazado. En si no conozco a Lara sólo sabemos que llegó de Moscú, y se quedó a trabajar en la compañía teatral de Robert. No se que maquina su cabeza. Creo que debo de cuidarme cariño – dijo Karen, con la angustia en la voz mientras acariciaba mi espalda.
-Peores cosas tendremos que pasar juntas Karen, así que hagámonos a la idea de cuidarnos juntas – levante su rostro de la barbilla, como me gustaba mirar esa cara parecía una mujer esculpida a mano –. saldremos de esta juntas ¡estamos!
-¡Hecho! – chocamos la manos como dos grandes triunfantes de la vida.
Los días pasaban como los mejores de mi vida. Karen se pasa las mañanas a mi lado en la biblioteca, desayunamos hablamos de libros de sus aventuras como actriz, y yo no falte a ninguna función. Necesitábamos pasar por el proceso de conocernos y de acoplarnos.
Era una nueva Paty enamorada y decidida, por defender una nueva oportunidad, para ser feliz; En cierta parte me asustaba. Cuando me encontraba en compañía de Karen, mi felicidad era inmensa.
Pero al llegar a mi apartamento y encontrarme frente a mi soledad, siempre resonaba en mi cabeza, esa vocecita; sembrando la duda sobre mis actos ¿estás haciendo lo correcto? Sí..., yo sabía que era lo correcto.
Al amanecer lo que más deseaba, era ver a Karen y contestarle a mi yo interno ¡que sí! Karen, era lo correcto. Ella era mi luz. Amaba sus locura, su estruendosa risa contagiosa, su libertad, me transmitía valentía.
Orgullosa me sentía de ser la mujer, que se había ganado el corazón, de esa hermosa mujer.
-Buenos días señorita Paty.
-Buenos días Thony –no sé qué expresión tenía mi rostro pues Thony llevaba días mirándome de una particular manera -hummm… ¿y?
Tonhy se había quedado de piedra.
-Ah sí, le llamó la señorita karen y le dejó dos recado.
-Aja… -en verdad que Thony estaba más extraño de lo normal.
-Que bella es.
- ¿¡Como!? [¡ay…no Thony! Que no se enamore de mi por favor]
-No… nada yo… ¡ah! sí, dijo la señorita Karen, que le espera cerca de las tres, en el teatro y que esta mañana, no le daría un saludo ¡pero que lo guardaba! para cuando usted llegara.
Muy bien Thony – dije aun sonrojada –. Estaré en mi oficina, arreglando algunas notas antes de retirarme, decidí hacer lo correcto y me volví hacia el chico –Thony.
- ¡Dígame! señorita Paty!
-Humm…, mira yo no soy mucho de hablar sobre mi vida personal pero al ver como me mirás desde que he entrado. Creo que te mereces saber que… - [esto es más difícil de lo que creía] pensé, al ver los tiernos ojos azules del chico y no pude; asi que volvi a decidir callar y solo dejarle una pista tal vez algún día entienda-. Me gustaría mucho que leyeras un poco sobre la vida de “Anne Lister”
Mi cuerpo se convirtió en pulga al mirar los enormes ojos con el que el chico me miraba.
-¡Usted también señora!
-¡Yo también! ¿que? Thony –ahora no sabía cómo trágame el momento y borrar lo que había dicho.
-El amor sufre metamorfosis – dijo el chico mirando las puntas de sus zapatos-. Me alegra no ser un solitario espécimen.
-Thony … en verdad que no te lo…
Thony miró a través del cristal, sus aperlados dientes brillaron cuando le regalo una hermosa sonrisa al joven mesero que trabaja en la cafetería del frente. Él posó una tímida sonrisa en su rostro y elevo su mano en señal de saludo.
-Se llama Marcuss, disfrutamos mucho la hora de la comida y… - apenado me miro elevó sus hombros y solo dijo: -Y veremos.
La tierna expresión y gran suspiro me robo el corazón antes de que mis lágrimas se escaparan volví a observar a ambos chicos y encontré la esperanza que mi corazón necesitaba.
Dicen que la vida nos pone espejos, en ellos queramos o no, vemos reflejados nuestros caminos a tomar, y yo Patricia O'Brian, decido este.
Sin mas tome mi bolso y dije: -Thony ¿podrás solo?
-Será un placer señorita Paty.
-Saldre un rato – dije a Thony extendiendo mi mano. La del chico tomó la mía y asintió con su cabeza.
Salí de la biblioteca con un firme pensamiento [se acabaron los juegos, lo miedos y cierros caminos. Si el destino nos ha unido, como negarme a él, mis sueños te pertenecen al igual que mi corazón. Intente alejarme, pero solo provoque desmoronar los muros que yo misma había levantado. Mi máscara ha caído y mis sentimientos son tan obvios ante la vista de todos. Me he rendido y ante esta brisa que me acompaña enmarco mi confesión: necesito tu amor, tus besos y caricias acompañadas de tantos te amos que mis oídos se han negado escuchado pero mi alma no las ignora]
Como una loca estoy corriendo por los pasillos del teatro, [por Dios] es que es tan grande las ansias que tengo de verte.
-¡Karen! –digo desde el umbral de la puerta. mi agitada respiración exalta a Karen.
-¡Paty! – me espeta con el ceño fruncido y busca a mi espaldas activando sus alarmas. Siento su protección cuando ella toma mis manos.
Y yo… como una chiquilla me tiro a sus brazos enroscando mis manos en su diminuta cintura. Mis lágrimas ruedan por mis mejillas, en su cara se refleja tu pensamiento [no… otra vez no. Por favor]
-Karen… yo… - el escalofrío de mi piel crea un temblor repentino en mi cuerpo. Pero aun asi logro controlar mis miedos para decir: -Karen, yo te amo y si quiero compartir una eternidad a tu lado.
-Mi tierna Paty.
Tan tú, respondiste, que más podía esperar de ti. Solo esto, una enorme sonrisa en tu rostro y el destellante chispeo en tu mirada.
-Me has asustado, tanto verte así.
Después de permitirnos prolongar uno instantes más el abrazo. Con timidez y avergonzada por mis locos impulsos comienzo a separar mi cuerpo del suyo. Ella renuente a la separación lo hace colocando un bello puchero en sus labios. Mi subconsciente me traiciona y solo agito mi cabeza entrecerrando mis ojos.
-¿A qué viene eso?
-¿Cuál?
-Esa negativa de tu cabeza – dijo Karen con su tono de voz tan posesivo y directo.
-No fue en negativa – digo mientras comienzo a juguetear con sus maquillajes, tratando de ocultar mi sonrojo-. Solo que me sentí una tonta.
- ¿Tonta? ¿ porque?
-Por… mi llegada como si me persiguieran, por mi actitud al encontrarte y por mis lagrimas [en efecto perdi el jucio] es solo que no pensé solo actué por impulso.
-Paty… Paty… quiero que todos y cada uno de los días llegues asi en mi busca.
Dijo karen, su mirada solo recorría mi cuerpo de norte a sur y de este a oeste.
-Por qué me miras asi – pregunte encaminandome a su guardarropas dándole la espalda-. No me gusta que me miren tanto Karen, creo que mi cuerpo no…
-Es hermoso –me dijo ella soltando un suspiro, colocada tras de mi rodeo mi cintura con sus brazos-. Ese vestido corte marion house que se ciñe tan bien a tu caderas –una de sus manos acariciaba mi cintura y comenzó a subir por un costado de mis costillas, sus labios cálidos suaves y húmedos se posaron sobre mi cuello entre exquisitos besos y añadió-: Y tu cabello corto me enloquece, dejas ver la plenitud de tu largo cuello.
Sentía como la respiración de Karen, era cálida y ahora ella descendía su manos por mis caderas y con un tono de voz enronquecido me decía: eres tan bella Paty, tan perfecta, exquisitamente delicada mi pequeña.
El súbito mareo que sentí volvió a hacer que mi cuerpo temblara. Karen con su nariz encajada en mi nuca exhalo quedamente pero se le escapó una sonrisita al sostener con más vigor mi cuerpo.
-Lo siento – dije al sentir como piernas no me sostenían y termine por decir la primera estupidez que se cruzó por mi aturdido pensamiento-. No se que me pasa hoy.
-Se llama anticipación.
- ¿Cómo? [bueno loca inmoral y ahora sorda, que más me regalaría esta metamorfosis de mi vida] pensé.
Me estremecí en cuanto Karen llevo mi mano a sus labios y comenzó a besar uno a uno de mis dedos. Karen me tomo del mentón e hizo girar un poco mi cabeza. El temblor de su labio inferior demostraba la ansiedad que tenía por fundir en un beso nuestros labios.
Y ¿porque negarme a lo que más deseaba? El escaso espacio que separaba nuestra rostro decidí nuevamente acortarlo yo. Ya éramos una pareja ¿oh no? Bueno…, lo que deseaba lo tenía a mi lado, por que ser mezquina con mis sentimientos [eso había dicho Candy]
-Paty –el leve gemido de Karen, predio en mi un incontrolable fuego entregándome a la pasión-. Te deseo tanto Paty...
-Yo tambien – dije y con esa simple confesión sentí arder mi cara. Pero aun asi no me separe de sus labios y el beso se tornaba más húmedo mis labios los sentía flácidos.
Poco a poco sentí como deslizaba del cierre del vestido, con sus manos bajo del el, enroscándose a en mi cintura. Mis ojos se abrieron en cuanto las manos de Karen se deslizaron entre los músculos internos de mi entre pierna.
Ella al mirar el miedo en mis ojos negó con la cabeza, a lo que yo solo asentí cerrando los ojos.
-¡Te amo! Paty, no me temas.
-Yo también te amo Karen y no te temo, quiero sentirte y conocer lo que es un orgasmo.
-Un orgasmo es una sensación de nuestros cuerpos, tú misma puedes darte ese placer, pero sentir amor y pasión son cosas totalmente diferentes.
-Yo sé lo que siento por ti perfectamente Karen, ya no hay dudas en mi.
-¡Paty…! –exclamó Karen tomando posesión de mis labios invadiendo mi boca con su legua enroscando con la mía y su mano acariciando mi ahora desnudo vientre, jugueteaba con su pulgar el elástico de mis bragas.
Sentía el andar de las manos de Karen por mi pecho como si de una enredadera creciente se tratase, subía y bajaba acariciando cada rincón de mi aún casto cuerpo. Nadie nunca lo había mancillado, pero no sentía miedo ni pudor al contrario cada vez que sus manos se ahuecaban sobre mis pechos y ella los masajeaba con suavidad sentía como la felicidad me embargaba.
-¡Te quiero! – dije con mi voz entrecortada por el deseo pues el hormigueo que invadía mi cuerpo no me permite decir más, los labios de Karen trazaban un camino de besos desde mi nuca pasando por mi desnudo cuello y encontrándose con la humedad de mis labios que ya esperaban con ansias.
Los broches de mi sostén fueron desabrochados y salió expulsado dejado al desnudo mis senos.
-Son hermosos Paty- dijo karen que los miraba como si en ellos hubiese un paraíso. Su labios descendieron hasta ellos con y con su lengua trazaba el camino de mi rosado pezón, como un bebé se amamantaba los succionaba con suavidad y los lamia.
El espasmo de mi bajo vientre comenzaba a aumentar y las ligeras punzadas de mi entrepierna palpitaba al ritmo de mi corazón.
-¡Ahh!! ¡mmm…! –mi jadeo sonó un tanto doloroso.
La mano de Karen se deslizó por mis bragas, mi sexo se encontraba caliente y húmedo tanto que hizo que su mano se encontrará más fácil el camino a mi centro, con facilidad lleva sus dedos hasta aquel punto donde sentía como la punta de una pequeña flecha entraba y salía rozando los escudos de mis paredes, creando más humedad.
- ¡Ah...! – exclamé dejando caer mi cuerpo sobre el de karen.
-Eso es Paty, se mia, deja correr ese placer – me decia Karen al oído, lamiendo mi lóbulo.
Sus dedos hacían magia en mi, entraban y salía con suavidad. Con un rápido desliz los subió llevándolos a aquel punto inflamado que exigia de su atención, tres suaves roces dio sobre el y mi cuerpo se arqueó aún más dando una ligera sacudida e inmediatamente se tornó rígido.
Mis fluidos se deslizaron entre mis piernas. La agitación de mi respiración fue acompañado por mi injustificado llanto. Karen giro mi cuerpo y lo enredó en un fuerte abrazo.
-Tranquila mi bella Paty – decía mientras acariciaba mi espalda y llenaba de besos mi cien.
-Lo siento – dije apenada [que tonta no llores fue hermoso] me rete internamente.
Karen agito su cabeza en señal de desaprobación tomo mi rostro e hizo que nuestras miradas se uniesen. Me miró con ternura y dijo: paty nunca reprimas tus lágrimas ellas no llegan por vergüenza si no por el nuevo deleite que acabas de conocer y experimentar. Mi tierna chica, si esta sencilla prueba de amor te hizo desbordarte hasta las lágrimas que será cuando te muestre los verdaderos paraísos.
- ¿Hay más? – pregunte intrigada por lo dicho.
-Mucho –beso mis labios-. Más –poso dos besos más y añadió-: esto fue traspasar el portal.
Sería yo o mi lujuria o mi locura pero quería ir por aquel paraíso.
Con el pasar de los días, mi vida iba cambiando a pasos agigantados y la que ahora se sentía como una tonta enamorada era yo, la distinta forma de amar no delimita mis terrenos. Karen era ardiente en la cama pero yo siempre deseaba más. Noches y madrugadas no nos bastaban para descubrir una parte de nuestros cuerpos, prendiendo llamarada de pasión.
- ¿Así? o ¿así? - me preguntaba Karen mientras sus lengua bailaba alrededor de mi sexo aún no había traspasado la barrera de mi virginidad y karen deseaba que lo disfrutara pero sin hacerme daño.
- ¡Karen! – gimoteaba yo agitandome como látigo en la cama - ¡ahh...¡ - grité y mi cuerpo se puso rígido al sentir tan hondos los dedos de karen.
-¡Hey!... perdón mi amor – angustiada se apresuró a decir Karen – solo quédate así y respira.
Karen volvió a sumergir su rostro entre mis piernas y llevó su lengua al punto que más exigia su atención, inflamado y cálido ya la esperaba. Ella con delicadeza lo introdujo en su boca dando suaves lamidas sobre el. Sentía como karen quería compensar el haber mancillado mi cuerpo. Sus ágiles dedos que volvían a mover, los sentia mas dentro de mi.
No supe qué fue, si su rígida lengua golpeteando sobre mi pequeño punto inflamado o el rápido entrar y salir de sus dedos, pero de mi boca salió un incontrolable grito, mi cuerpo se arqueaba tanto que ella pudo tomar entre sus labios mi inflamado y ahora acrecentado botón, todo mi cuerpo temblaba y mi vista estaba desenfocada.
-Bien linda, ahora respira como lo hago yo, cuando tu me llevas al paraíso -dijo Karen enredando sus brazos en mi cuerpo tratando de calmar mis espasmo que aún latía de mi bajo vientre, el temblor que se mantenía en mi cuerpo.
Sin ser conscientes del tiempo Karen y yo nos habíamos dedicado a vivir el dia a dia disfrutando de nuestra amistad frente a los ojos de la sociedad y derramándonos en una pasión desbordada al llegar a mi departamento.
Esa mañana nos habíamos despido con un fuerte y apasionado beso. Al abrir la puerta y salir a la calle no colocamos la máscara. Antes de entrar a la biblioteca, fui al restaurante del frente.
-Hola –salude con toda cortesía al joven mesero. El chico no pudo ocultar su mirada nerviosa al verme ingresar al establecimiento.
-Se… señorita – con la mirada gacha el chico se acercó a la mesa que había tomado – buenas tardes le dejo la carta.
El dejó rápidamente la lista de viandas sobre la mesa e intentó escabullirse.
-¡Ya se que pediré, no te vayas… por favor – dije y el chico volvió a mí con su libreta en mano–. Necesito que me preparen dos ensaladas ligeras para llevar; me la puedes llevar a mi biblioteca –el solo asintió con la cabeza – ah y otra cosa.
-Dígame señorita – muy profesional respondió el joven.
-No le rompas el corazón es un buen chico. eso no lo anotes aquí –apunte la libreta de pedidos–. Grabalo aquí –señale con mi dedo su pecho-. Sí. por favor, es ahí donde los sentimientos se nos conjugan haciendo una sola oración.
El solo asintió con su cabeza, y me regaló una tímida sonrisa [es tímido como yo] pensé mientras me ponía en pie y me encamine hacia la salida.
****
- ¡Robert! ¡pero el contrato tiene otra fecha! – decía karen caminando de un lado a otro parecía una fiera enjaulada.
-Lo se cariño. Pero ha sido un éxito esta obra y broadway nos espera nuevamente –Robert posó su mano sobre el hombro de la chica-. karen, quiero que me entiendas, los negocios antes que todo.
Ella solo asintió con la cabeza y Robert salió del camerino.
-Que voy ha hacer – dijo Karen dejándose caer en su silloncito y tirando de su cabello.
-Que pasa, vamos cariño – dije entrando al camerino-. karen tranquila no pasa nada solo adelantaremos tu partida y yo…
-No Paty, si pasa – ella se aferró a mi cintura como un crío y yo solo le console acariciando su hermoso cabello-. Paty voy a renunciar no me iré sin ti ya lo decidi.
-¡Ah, sí! cuándo lo decidiste –enarque mi cejas [lo siento cariño alguien debe ser la cabeza en esta familia] ella al ver mi gesto molesto y desafiante se intimido replegado su furia. Al verle con la guardia baja aproveche y dije: no Karen, este es tu mundo y yo quiero estar en él pero debemos hacer las cosas bien, hoy tu renuncias a tus sueños y mañana me odiaras. Te conocí actriz y me enamore sabiendo lo que conlleva esta relación. Largas giras cenas presentaciones ensayos y miradas soez hacia mi mujer. Pero sabes asi te seguire.
-No Paty –me dijo como una chiquilla-. Ya no me quiero alejar de ti.
-Mira solo son dos semanas – me acuclille para ponerme a su altura – tú arreglas nuestro hogar y yo cierro el contrato de la venta de la biblioteca.
-Paty!
-No hay distancia ni palabras que me hagan dudar y me separen de ti –uní nuestros labios [ay no, es tan duro esto] pensé apretando mis ojos para no dejar escapar mis lágrimas.
Esa noche al término de la función Robert Hathaway pidió a su gran elenco de actores aplaudir a su halagador público pues sería la última presentación en esa ciudad.
-Paty amiga deja todo en manos de alguien y vente ya, vamonos a New York – me decía Candy, con un puchero en sus labios – todo fue tan rápido llegó el telegrama hoy. Les dejara buenas ganancias a todos.
-Amiga solo serán dos semanas – dije con una sonrisa en mi rostro pero por dentro mi alma temblaba. [si, solo son mis nervios, nos volveremos a ver]
Continuara...
Excelente capítulos amigas salt y Pomienta las sigo espero el siguiente capítulo 
