Índice
Portal
Últimas imágenes
Buscar
Conectarse
ALBERT LOVERS SECRET SERVICE
AQUI TRAYENDO UNA NUEVA HISTORIA COMPLETA
DESEANDO SEA DE SU AGRADO
AQUI TRAYENDO UNA NUEVA HISTORIA COMPLETA
DESEANDO SEA DE SU AGRADO
Historias de Albert y Candy
Inspiración en Películas
Mientras Dormías
Por Mayra Exitosa
Inspiración en Películas
Mientras Dormías
Por Mayra Exitosa
https://youtu.be/XA6WSrazyRs
Llevaba una vida tranquila, vivía en un departamento a renta, no había nada que me interrumpiera a menos que fueran esos momentos de aburrimiento y mi perrita Cloe, que siempre ladraba cuando venían a cobrarme la renta. No tenía porque hacerlo, si era cada mes, pero creo que fue mi culpa, yo soy la que se preocupaba cuando me quedaba sin dinero por haber gastado en algún extra que no tenía contemplado, mi rostro de frustración lo veía Cloe.
Cada que iba a mi trabajo en el hospital Santa Clara, era a visitar a paciente favorito, el estaba solito, no habían dado con su familia, dormía tranquilo, como si nada en el mundo le fuera a faltar, llevaba ahí tres semanas y continuaban buscando a sus familiares, mientras tanto yo era su enfermera de planta en el turno de noche, con él soñaba que todo podía pasar. Pues lo convertí en mi príncipe y yo en su princesa, luego cuando me tocaba bañarlo, lo convertí en salvavidas y yo en la que se ahogaba adrede para que me rescatara. Fueron días de mucho misterio, pues todas sospechaban que no despertaba por una enfermedad terminal y que pronto ya no despertaría. Así fue que lo bautice con el nombre de Pince. Era bastante guapo, lo rasuraba y le quedaba un rostro precioso. Hablaba con él y le leía historias, novelas, de todo lo que se me ocurriera para pasar el turno. El doctor quería que me mantuviera cerca, pues sospechaba que podía hacer un movimiento leve y ese sería el inicio de tratarlo para despertarlo de su letargo en coma.
--- Sabes Prince, eres el paciente mas guapo y atractivo que hay en el hospital. Nadie te gana y eso que tenemos algunos famosos eventualmente vienen a hacerse chequeos de rutina. --- No, no me preguntes que chequeos, imagina lo peor y eso es. --- Si, vienen a hacerse pruebas de VIH, o hasta antidopaje. --- Si creías que eran sanitos como tú. Pues te equivocaste, tu eres perfecto, Aunque digan que no despertarás, el Dr. Porter y yo, confiamos en que lo harás muy pronto. Créeme, estaremos sonriendo de esta etapa. --- Si, estas preocupado por tu familia, nosotros también la estamos buscando, ya hemos visto algunas posibilidades, llevas aquí conmigo tres semanas y cada día te pones más hermosos mi cielo. Así que no te preocupes, si deseas despertar, con gusto, te daré un beso cuando lo hagas. --- Dirás que soy una enfermera muy lanzada, pero esto solo es contigo, no tengo novio, no hay chico a la vista y el único que me gusta duerme plácidamente todo el día. Soy la mejor novia que tendrás, corazón.
--- ¿Qué por qué?, simple, ellas tienen miedo que tengas alguna bacteria que nos contagiemos, pero sabes, si te mueres y me contagias, por favor, sonríe que nos veremos en el cielo, mi príncipe bello. Aunque me hayan asignado tu caso de manera exclusiva, no es un pesar, para mi es un placer. Te imagino con una sonrisa, saliendo de este hospital curado por completo y… te daré el beso más grande que hayas recibido en toda tu vida, pero por favor, no olvides despertar. Recuerda que, aunque estés pesado, para mi es divino bañarte, abrazarte y saberte sano.
Esa semana ya cumpliría un mes, cuando aparecía su familia. Las sospechas de una bacteria se fueron más claras, pues no podían entrar en la habitación con esa sospecha, cuando se dieron cuenta que yo entraba contigo a diario y que me tenían de manera exclusiva a tu cuidado, lo tomaron a bien. Pues muchas de mis compañeras te rechazaron y no podían moverte ni trasladarte.
--- Salía al pasillo después de una sanitización y lavado de siempre que entraba y salía de estar a tu lado, me tope a un hombre, quizás es tu hermano, es muy parecido a ti, tiene ojos azules y dice llamarse Anthony Brown, me asegura que tu familia viene en camino y que me recompensaran por haberte cuidado. --- Me negué corazón, sabes porque, es un placer cuidarte mi príncipe. No tengo porque cobrar extra, no siento que tengas eso de una bacteria, ni nada contagioso de donde te trajeron por un viaje. Te lo demostrare cuando despiertes, cuando te de tu beso enorme y cuando salgas caminando por la puerta principal del hospital con una sonrisa de haber vencido a la muerte. --- Te veré mañana mi cielo, descansa, yo no te fallare corazón. Estaré contigo en las buenas y en las malas, solo no olvides despertar, y si puedes, despierta cuando estés conmigo, para abrazarte y cuidarte.
Al día siguiente, llegaba ella, ahora había tres hombres afuera del vitral de mi príncipe. Todos me saludaron, uno de ellos em abrazo y el otro besaba mis manos, al parecer te aprecian mucho, deben ser tus hermanos, porque los tres son muy guapos. Uno dice llamarse Alistar, usa lentes y es precioso, --- Ya sé, no tanto como tú. --- El otro tiene su cabello un poco largo, con su estatura se le ve bien, su rostro es perfilado, parece modelo, y dice que se llama Archivald.
--- También vino tu hermanito, el que se parece a ti, ellos lo llamaron Tony. Dicen que te han estado buscando por mucho tiempo, que pagaran todo lo necesario para traer los especialistas que necesiten, y que de mi no se olvidaran. --- Pero sabes, no quiero que tu me olvides, ellos dirán lo que sea por recuperarte y que te sanes, pero yo, ya me encariñe contigo mi vida. Hoy te leeré el libro de poemas, suspiraras de amor, mi cielo. Veras que cada que te los leas imaginaras que son de mi para ti.
Tomaba su mano y le daba masajes, luego sus pies, lo movía para masajear su cuerpo, la cortina estaba cerrada, para que no lo vieran desnudo, ya lo había bañado, ahora solo le daba masaje relajante para que su cuerpo no estuviera tenso. Lo rasuraba y lo abrazaba suspirando
--- Quedaste guapísimo mi cielo. Veras que hoy será el día que sientas todo mejor. Revisaba e suero, checaba la tabla y le daba un golpe al monitor que estaba medio apagado, de pronto comenzó a pitar un ritmo agitado, de inmediato tocaba la alarma y acomodaba revisando sus signos vitales, el doctor aparecía todo cubierto, ella le acariciaba al frente, después le daba espacio al médico, abriendo la cortina del vitral, ahí vio a los tres hombres y ahora dos mujeres, una muy hermosa rubia mayor y la otra anciana, con el rostro muy preocupado. Les sonreía tranquilizándolas, me hice a un lado para que te vieran.
El doctor sonreía, al parecer eran buenas noticias, te acomode los almohadones y gire tu rostro suavemente al vitral, dormido y plácidamente relajado, Salía con cuidados el médico, mientras te acomodaba las sabanas sentí un apretón en mi mano, te vi y no me soltabas.
--- Mi cielo, ya vas a despertar, corazón. De inmediato alargue mi otro brazo al vitral, lo soné fuerte, para que girara el medico que estaba afuera hablando con tu familia, levante mi brazo y tu mano me tenía tomada fuertemente de ella. Todos sonrieron y brincaron yo no pude evitar darte un beso en la frente y estar tan feliz como ellos, eres un campeón, lo lograste, ya estas despertando mi cielo.
--- Así se hace mi vida, ya debes despertar, tu familia llegó y debes estar con ellos, te quieren, no se han despegado de aquí. Anda mi cielo, abre tus ojos y dinos que estas bien.
El médico volvía a entrar cubierto hasta la coronilla y con el dos médicos más igualmente cubiertos. Todos daban mejores resultados, la bacteria que tenías ya no daba más problemas, tu cuerpo la había fulminado. Me hicieron las pruebas de rigor, al haber estado contigo y salí bien, no fue tan contagioso como aseguraron.
Los días siguientes fuiste trasladado a otra área, me pidieron que ya no me necesitarías, que me mandarían a otro paciente. Esa tarde salí del hospital muy triste, no me alcance a despedir de ti, pero me daba gusto que te hubieras curado, no podía pedir más. Ya pronto saldrías del hospital, pro la puerta principal.
Llegue a mi departamento, Cloe me hizo las fiestas de siempre, y saque sus croquetas, como te había contado, ella es caprichosa, pero mientras mantengas su rutina, ella es feliz y verla así, me hace feliz a mi también. El sonido de la puerta la hizo gruñir. Y eso era señal de que venían por el pago de la renta. Un suspiro y fui por mi cartera, abrí y esperaba el recibo de siempre.
--- Que pase buena tarde, Srita. White.
--- Igualmente Sr. Katterman.
--- Cloe sigue enojada conmigo eh. Dígale que conseguí un partido para ella, es un chihuahua macho precioso, estoy seguro de que le encantará pasar unos días en mi casa.
--- Espero que no, ella esta acostumbrada a mi departamento, no creo que sea de su agrado salir. Como quiera le haré saber sobre su propuesta.
Cerré la puerta y me fui a bañar, no tenía ánimos de nada, el fin de semana estaría sin motivación, ahora con el cambio de tu habitación, el no verte, me haría falta.
Ya había pasado una semana, el Dr. Porter me mandaba llamar, fui hasta su consultorio, estaba muy molesto y me pedía que fuera a ver al paciente de la habitación doscientos veintisiete. Me sorprendí porque estaba enojado, pero fui tranquila hasta donde se me ordenó, al llegar vi los rostros de tu familia, no pude negar que me entusiasme mucho, me abrazaron y me dieron de besos en las manos, toque la puerta y estabas solo, dormías ahora en un pijama de rallas azul, ya no en la bata en la que siempre te tenía, me acerque a tu cama y revise tu pulso.
---Hola príncipe hermoso, otra vez dormido mi vida, que no dormiste suficiente con un mes y ahora aun sigues recuperando fuerzas. De pronto sentí que te levantabas un poco de tu lugar y me abrazaba. Una voz ronca y jamás escuchada me decía,
--- Desperté y no estabas, me pediste que despertara cuando estuvieras tu y no volviste, te he extrañado mucho toda esta semana, Candy White. Le he dicho a ese medicucho de cuarta que con que atrevimiento me ha quitado a mi enfermera, si es la princesa de mis cuentos, la mujer de la que me he enamorado mientras dormía.
--- ¡Oh Dios! ¿Me escuchaste todo el tiempo?
--- Por supuesto. No podía moverme, fue muy frustrante estar sin poder hacer nada, pero tu voz, tu alegría, tus palabras hicieron mas tranquila mi agonía, gracias a eso, pude vender esta maldita enfermedad que me dejo sin poder moverme.
--- Que pena me da, estoy muy avergonzada, solo quería ayudarte y…
--- ¿Todo lo que dijiste fue mentira?
--- ¡Oh no!, es solo que, tu familia, tu esposa, tal vez tus hijos, no sé nada de ti.
--- Estoy soltero, no tengo novia, ni una chica a la vista y la única que me gusta, esta frente a mi ahora, me dejo abandonado una semana, pero ya no se lo reprochare si se pueda conmigo el resto de mis días. Soy el mejor novio que tendrás, preciosa. Puedo asegurarte de que todos los días te haré muy feliz, tal como mi hiciste a mi feliz todos esos días que sufrí en esa cama postrado. Y aun con el temor de contagiarte de mí, te quedaste todos y cada uno de tus días, cuidándome, viendo que no me faltara nada, leyéndome y haciendo mis días, los mejores que he pasado en esa obscuridad. Mi princesa hermosa. ¿Querrás irte conmigo? Sé que ya no soy tu paciente, por lo que tu ética profesional ya no nos cubre ahora. Le pedí al Dr. Porter que, si no te traía a ami, no me movería de esta habitación, que, si salgo de este hospital, sería contigo a mi lado. --- Por cierto, aun espero mi beso enorme, ahora que desperté.
--- ¡Santo Dios! ¡Qué vergüenza contigo!
Su rubor en todo el rostro, lo hizo reír a carcajadas, fue la alegría de muchos días sin poder responderle, ahora tenerla de frente y hacerla sentir tan feliz, era un objetivo único que traía en mente.
--- ¿Me ayudas a cambiarme, princesa?
El rubor se duplico, pero estuvo desnudo mucho tiempo cada que lo bañaba, no era justo que ahora se avergonzara, cuando fue ella quien se atrevía a cuidarlo.
Esa misma tarde, salía del hospital, ella tuvo que firmar su dimisión porque ahora trabajaría para su novio, pues no se separaría de ella ningún instante. Verla tan bella y tan noble, conocerla con sus palabras, su paciencia, su coraje, su valentía y su amor por el trabajo a un hombre desahuciado y sin tener oportunidad de sobrevivir. Fue que lo hizo luchar sin temor ante esa incapacidad de reaccionar, pero ella a su lado, lo hizo logarlo. Ahora ella estaría a su lado el tiempo que deseara, y esperaba que fuera por mucho tiempo, pues en cuanto abrió los ojos y la vio, fue mucho mas bella de lo que se imaginaba.
--- Candy White, ¿Aceptas a William Albert Andrew, como tu novio?
--- Si. Creo que Cloe se pondrá feliz cuando te conozca.
--- Y le agradará su nuevo hogar, ahí tendrá al perrito de mi Tía Elroy como su amigo, es simpático, se lo regalo Alistar.
--- Creo que esto no me lo esperaba, William.
--- Llevas mas de treinta y cinco días cortejándome, deberías esperarlo, corazón.
--- Si debiera, pero aún no me lo creo. Verte caminado, ya no abrazándote para sentarte.
--- Ven acá. Subimos a su auto, aunque no lo crean, tenía chófer, fuimos a mi departamento, le pareció pequeño, ver a Cloe fue lo mejor, ella lo aceptaba de inmediato y le agradaba. Tal vez porque supo como conquistarla, con todo lo que le hable sobre ella. O porque me vio tan feliz, que ambas nos quedamos contentas a su lado.
Ese día salimos a su villa en Chicago, viajamos en avión privado. Quería que viera a su hermana y a su Tía, a las que ya conocía de vista. Sus familiares resultaron ser sobrinos de él. Y le preguntaron que como me había conquistado, si era ella la que lo cuidaba. Vanidosamente ambos respondimos, mientras dormía, el me conquisto y yo lo enamore.
[
FIN.
Última edición por Mayra Y Exitosa el Jue Abr 09, 2020 11:30 pm, editado 3 veces (Razón : error de imagenes)
[/url]
conoce a sus familiares y es la que se encarga de cuidar de él que se la pasa dormido, lo baña, rasura y lo deja muy guapo así como lo es. 
Te mando un fuerte abrazo. 
