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Capítulo 5 METAMORFOSIS
-Paty, ¡por favor! –suplicaba tras de mi Candy, y yo que maratonicamente la ignoraba.
–¡Patricia O'Brien! –gritó Terry cansado de mirar como su pecosa rogaba sin conseguir un “sí” de mi parte-. Ya no te rogara más, ahora es una orden vendrás a la cena, aunque tenga que robar –Terry tomó el ejemplar que estaba restaurando –ummm…, este libro, si.
-¡No te atrevas Terry! – grité sin importar que mis clientes se sintieran perturbados en su lectura [“eso es Terry ya la tienes” ] pensé mientras sentía como la furia de mi mirada quería traspasar a Terry.
–¡Por favor Terry, suelta ese libro! con todo cuidado sobre la mesilla.
- ¿Qué “¡está dinamitado¡?- con ironía dijo Terry, agitando las hojas al aire.
-No es solo que... [si le digo, es un gañan y me tendrá más en sus manos] me dije internamente, –es de Martha –dije entre dientes-. Se lo quite de las mano [perdón abuela, pero este es un asno]
-Mentira Martha no leía eso – dijo Candy, mordiendo un manzana y tomando asiento en una linda sala de lectura.
- ¡Candy! – grite con un tono de voz cargado de reproche, como era ya mi costumbre tire dos palmadas al aire. Con eso sentía que liberaba todo mi frustración.
Veloz mente Terry lo tomó y leyó el título del libro, con todo dramatismo se llevó una mano a la boca y con la otra se tapó los ojos con la muñeca, pues tenía sujetando en su mano doscientas páginas del libro.
- ¡Ay! Pecas no me digas que tu veias esto cuando llegue.
-No tiene numero de paginas y Paty lo tuvo que leer para poderlo restaurar y …
-¡Ya! ya, si voy a la cena, ahora que salgan – dije con el rostro colorado tanto como la manzana que Candy mordía.
- ¡Ah! no, si ya lo leíste, queremos una reseña de este gran y bien detallado ejemplar –me canturreo Terry, relamiéndose lo labios con cada página que pasaba.
-No seas cerdo Grandchester – lo rete con seriedad – se te mira grotesco y soez haciendo esa muecas. Ya dije que sí iré, ahora fuera los dos. Debo terminar de restaurar el empaste de esta novela.
- ¿¡Novela!? – al mismo tiempo dijeron el par de tortolos.
- Paty yo digo que es… y su nombre llamó mucho mi atención Kam……
-¡Fuera! – ordene furica a ambos –los veré a las ochos en el restaurante.
-No, será desde el teatro –Terry me miró con el ceño arrugado – no confio en ti timida gordita.
-Ya…, ya…, como sea, vete Terry, y no te olvides de tu tragona, hace un instante pensaba hacer ensalada con las novelas de Shakespeare.
-¡Ay!- dijo Terry y corrió a un lado de su pecosa entregando la manzana que se había guardado para más tarde –pecas recuerda comete todo menos, lo que da de comer.
- ¡Fuera...! – volví a decir con una aguja entre mi labios.
-En eso estamos Patricia, vamos pecas; que me harás un exhaustivo resumen de esa “novela” de Martha.
Mire cómo la pareja salió del lugar entre besos, abrazos y risitas picarescas musitaba Terry sobre los labios de su pecosa: -“te grabaste toda las imagenes”
Después de un suspiro me recoloque los lentes [que barbaros, estos si no los controlan contribuirán con la sobre población de koalas ] pensé al escuchar los improperios guarros de Terry.
*******
La última escena de la obra terminaba, la gente aplaudía tanto o aún más a los grandes actores. Como ya era costumbre Terry se adelantó para recibir los aplausos de su público, la mujeres comenzaron a lanzar flores y algunos regalos entre ellos llegó a sus manos un pequeño oso de peluche azul el cual llegó a las manos del actor.
Con un puchero en su rostro, elevo su mano hacia el palco donde todas la noches fugazmente apuntaba el reflector, pero en esta ocasión la luz enfoco la bella figura de mi amiga que se había puesto en pie, ella ajustó su hermoso vestido a su creciente vientre.
Las chicas al enterarse del venidero bebé del actor comenzaron a aplaudir más fuerte, sabían de su hermosa historia de amor.
–Llévaselo – gritó una mujer mayor, él con agilidad y ayudado por el público subió hasta el palco tomando entre sus brazos al amor de sus vida.
De mis ojos corrieron dos enternecidas lágrimas. Nunca creí que mi estupida casi tragedia uniera a dos almas perdidas.
-Serán los mejores padres – dije con timidez, roce con mi mano el vientre de mi amiga –la vida se los debía.
-Tú también serás feliz amiga y tal vez hasta mama.
- ¡Hummm…!- [mama no lo creo pero…, feliz] mi pensamiento era nostálgico.
El reflector bajo a nuevamente al telón y la gente continuó alabando la actuación de los otros actores. Cuando Karen paso al frente, Lara su compañera de escena y buena amiga de trabajo camino junto a ella.
-Se me concedió pecas esto lo veré de cerca –dijo Terry y un -“auh”- salió de sus labios.
Candy le había apretado uno de su glúteos –Pecas que paso espera a la noche.
No entendí el tonto comentario de Terry, ni lo deseaba pues el nudo que se había formado en mi estómago me impedía dejarme hablar.
Candy solo arrugo su nariz. Su insistente y expectante mirada creó más confusión en mi, inexplicablemente temblaban mis manos.
[No a quien engaño] pensé mientras subía un calor espantoso por mi cuerpo [¿estás celosa Patricia?] me pregunté y solita me di la respuesta [¡sí! Y quiero arrancarle la cabeza a esa.]
-Hace calor ¿verdad? – pregunte a el par de amorosos.
Los futuros padres negaron con la cabeza. con toda brusquedad y dejando atrás todos mis modales de dama arranque los guantes de mis manos. Creo que Candy y Terry se sintieron intimidados por mi falta de modales ya que comenzaron a rectificar su respuesta asintiendo con la cabeza.
******
- ¿Qué haces Lara? – entre dientes y sin quitar la bella sonrisa preguntó Karen.
-Estar a tu lado – respondió la chica con un tono de voz sereno y cálido.
Karen se volvió a mirarla con los ojos bien abiertos ya sin sonrisa en los labios y expresión confusa en su rostro dijo con voz entrecortada: - ¿¡Como!?
*Flash back*
-Vamos Robert, siempre has dicho que es como tu hija.
-Si Terry, pero con esto no, alguien puede salir lastimado.
-Mira velo como un favor y como una inversión.
- ¿Cómo dices? – refunfuño Robert.
-Si mira el favor es para mi, tu buen amigo y ya casi compadre.
- ¿En verdad seré el padrino yo Terry? -Robert sorprendido, casi se colgaba de las lámparas de su camerino.
-Si bueno ya dejemos el tema para después. Ahora la inversión.
[Huy – pensó Hathaway -. Oh, no, por favor]
- Mira, si el público ve feliz a tu primera actriz, esa felicidad se les contagiara y ¡bum! – el sonido del “bum” de Terry hizo querer correr a Robert, lejos muy lejos del castaño.
-No Terry, nosotros sabemos que ellas…
- Robert, ya no lo hagas por mí hazlo por tu ahijada, – Terry puso cara de “una limonita”
-No me chantajees…, Terry…, sabes que eres como un hijo y que te apoyo en todo.
-Ahí está soy tu hijo y un padre no decepciona a sus hijo. Gracias Robert – chocó las manos como si cerraran un gran contrato-. Fue un placer hacer bisnes contigo –dijo el castaño encaminandose a la puerta de salida del camerino –eh tú llama a Lara, Robert, la necesitas.
-No... Terry aun… yo… Terrus. Hijo del mal dormir. Él salió sin escuchar a Hathaway el trato estaba hecho.
*Fin del flash back*
Lara indicó a karen con la barbilla que mirara al público, tomo con firmeza la manos de karen y la hizo realizar una reverencia a su amado público.
******
Yo en su palco di un puntapié a la alfombra.
-¡Que Paty! ¿hay ratones? o te ayudó a espantar a las moscas.
-¡Cállate Terrus! –dije cortante y feroz.
-Ya no es tímida ¿verdad? – escuche como Candy, dijo aunque procuro pegarse lo más que pudo al oído de Terry. El solo se sacudió, creo que le había dado frío pues el cabello se le veía erizado.
Candy tenía cara de molestia y Terry se encontraba sonrojado. Sin evitarlo pose la mirada en lo que Candy, le apuntaba con su dedo a Terry [Caray sería un buen modelo para Pablo Gallardo]
Terry solo apoyo su frente sobre la baranda.
- Será delito lanzar a la gordita a los brazos de su amada y yo ¡nombre! aqui con mi pecas le hago gemelos.
-Patricia aplaude –me dijo Terry, pero conociéndolo sabía que su gamberro pensamiento no eran precisamente alabar el trabajo de sus compañeros.
*****
Bajamos del auto que nos llevó a la recepción, yo no iba nada cómoda, había puesto mil excusas antes de abordar el auto, excusas que fueron rechazadas y cambiadas por firmes amenazas por parte de Terry. Amenazas que sabía las cumpliría.
En cuanto ingresamos al bello salón aproveche que los reporteros abordaron a la pareja y me mezcle entre la gente. Deseaba buscar un rincón donde pasar la velada. Las fotos de los actores adornaban las paredes como hermosos marcos de escenografía.
Mi corazón se sobresaltó al mirar el esplendoroso rostro de Karen, pero al observar la pose en la que se encontraba, sentí como se estrujo algo dentro de mi. La culpa de ver el vacío que en su alma reflejaba, eso era. Retrocedí unos paso, quería impregnar todos mis recuerdos de esa chica que hacía girar mi mundo.
(- Te seré franca amiga no es inusual este tipo de amor pero tampoco es un crimen inaceptable.
-Candy tu eres mi amiga y por eso no ves esto como una violación a las normas de Dios. Pero cualquiera que sepa de esta metamorfosis en mis sentimientos dirán que soy una loca de atar, aún más que mi cuerpo está endemoniado.
- No exageres amiga, no eres la única y es mezquino de tu parte mutilar tus deseos y privar a tus sentimientos. Si sigues mirando la vida, de tan dura manera; dejarás ir la felicidad ¿y lo vale?
-No… ella vale más que mis principios de crianza.
- ¿y entonces? )
Me había perdió en el recuerdo de la plática que había tenido con mi amiga por la mañana. Con mi vista trazaba las curvas del cuerpo de karen. En mi rostro se dibujó una sonrisa, tratando de ocultarla, lleve la copa con champagne a mis labios.
- ¿Por qué, en esta? – preguntaron a mis espaldas.
Sin mirar atrás, puede reconocer a la perfección esa voz y dije: porque ahí es donde veo por lo que vale luchar.
Gire mi cuerpo encontrándome con Karen, al mirar que su ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, la tome entre mis brazos.
- ¡Paty! – desconcertada karen exclamó – la gente nos mira y a ti esto te atemoriza.
-Ya no karen – acerque mas mis labios al oído de Karen – todas y cada una de las cosa que me has dicho, han sido suficientes para abrirme los ojos y aclarar mis dudas. ¿Te han gustado las flores?
-Jamas imagine que tan bello ramo fuera de tu parte tuyo, lo confieso que me sorprendió.
– karen cerró sus ojos y apretó más el abrazo, no me sueltes Paty. No quiero abrir mis ojos y te hayas esfumado.
-Karen mi Karen. Ahora soy yo la que te invito a crear un mundo en el que el sol y la luna sea los únicos testigos…
-Aun te avergüenza ¿verdad? – me pregunto karen soltando el abrazo.
-No te lo negaré que esto es nuevo para mi, – dije mirándola a los ojos como si en ello yo quisiera que viera todo el amor que siento-. Ya no estoy en el plano de la confusión. Pero...
- ¿Pero? – la enérgica expresión de karen en su rostro me intimido un poco.
-No presiones Karen, las cosas con presura desbordan ríos.
-Lo siento… es solo que… he perdido la cabeza y la razón por ti mi tierna Paty …
-Te quiero, demasiado para dejarte ir ¡tranquila! – dije dejando muda por primera vez a karen.
(-Qué hay de malo en besar a una buena amiga, si lo haces conmigo
- Candy tu eres mi hermana
- ¿Y la gente que sabe? Igual y karen es tu “hermana”
- ¡Candy!...)
Volví a recordar las locuras de mi amiga, inhale llenado mis pulmones de tabaco y me abalance sobre Karen, dejando caer un suave húmedo y delicado beso sobre su mejilla.
Las chispas de luz que salían de los bellos ojos de Karen, me incitaron a más pero no era ni el lugar ni el momento.
- ¿Que sucede aquí?- la grave voz que resonó a mis espalda me hizo dar un salto.
- Graham no podrias saludar como la gente educada – dijo Karen.
-No y vengo por ti vamos que la fotografía nos espera – Terry tomó de la mano a Karen y sentí por segunda vez mi nido vacío.
-¡Paty …! – me llamo Candy a lo lejos, ella ya estaba sentada en una mesa –me encaminé a ella, sentía mis mejillas abultadas por la gran sonrisa que no podía desaparecer de mi rostro.
Observe desde mi lugar como la tal Lara corrió a colocarse un lado de Karen. Si que era una lapa.
Inesperadamente la mano de Lara se posó en la cintura de karen ¡grrr! –musite con rabia.
Lara miraba a Karen, como si fuera un cachorrito. Pero a mi eso no me ablando quería tener en mis manos el libro más gordo de la biblioteca y darle uno bueno el hocico, para que aprendiera a no rumiar en plato ajeno.
El baile la cena y la compañía eran estupendos, me parecía un sueño que mi mente imaginaba en esos momentos. Aún y a pesar de los improperios que Terry, no para de decir, bueno a decir verdad era un buen amigo que buscaba acabar con la gran barrera que nos delimitava. Las risas en la mesa no paraban.
-Haber y diganos para saber bien a quién pedir permiso ¿quien mandara en su matrimonio? – Nos preguntó Terry así como de pasada. Karen soltó una tremenda y yo necesitaba pala y pico, cavaría un hoyo y me escondería claro con Karen a mi lado.
-Yo mando – dijo Karen volviendo hacia mi.
-¡Huy… cuidado Karen… si hubieses mirado la manera en que se arranca los guantes!
De inmediato fulmine a Terry con mi mirada.
La plática siguió, ahora el centro de atención era Robert y su ahijada que venía en camino.
Karen entrelazo nuestras manos cubriéndose con el mantel. Yo sentía como la palma de mi mano ardía, mire a Karen, ella ya tenía su cuerpo ligeramente inclinado hacia el mío.
La sonrisa que se dibujó en nuestros rostros no era nueva. Ahí fue que me di cuenta que amaba a Karen desde hacía más tiempo de lo que imaginaba y no la amaba por haberme cuidado cuando perdí mi vuelo a la muerte y decidí dejar la vida por mi propia mano no ¡oooh! ¿Tal vez sí?
Hay ocasiones que la vida nos da segundas oportunidades. Desde que mis ojos se abrieron en el hospital y mire a Karen sentí haberla visto antes no en el teatro jamás había estado en una función de Terry; no por Candy ella nunca me había mencionado de Karen.
Mi locura por este amor ya no encontraba cómo justificarse ante mi misma. Solté el vaso de mi vida y decidí disfrutar de la velada cuando un voz a nuestras espaldas saludo.
-Buenas noches – cortésmente los caballeros se pusieron en pie y las damas saludaron. Yo no y no es que a parte de la moralidad y con ella se haya perdido la educación no… solo que por la voz ronroneante sabía que no venía a saludar.
-Gustas sentarte Lara – dijo Robert, su tono de voz era dubitativo.
- Oh no solo vengo a despedirme y a ponerme de acuerdo con Karen para algunos ensayos.
[¡Ay… no…! lo sabía; no venia por algo bueno] pensé y tras mi pensamiento Lara dijo: -Me acompañas querida.
Karen con sigilo soltó mi mano y sin poner oposición se retiró de la mesa. Después de un rato Karen regresó con los ojos aún enrojecidos; no le había servido lavarse la cara, la tristeza en sus ojos esa no se la había llevado el agua.
Yo guarde toda compostura, iniciaba una relación no cabía aún el momento de una drama público [aunque tenga una eternidad al lado de Karen, no le cuestionaria, tenemos derechos de tener una vida propia]
La cena terminó todos comenzaron a despedirse, los primeros en retirarse fueron Candy y Terry.
Mi amiga a pesar de que eran pocos los meses de embarazo el ajetreo del día le cansaba más.
Karen y yo fuimos las ultimas en salir.
Ella me pidió que caminaramos y yo que mas regalo podía pedir. Al doblar la esquina Karen empujo mi cuerpo a un callejón. La mire un tanto desconcertada y asustada.
- ¿¡Nos siguen!? – pregunte con el tono de voz apenas audible.
Karen solo negó con la cabeza. Ella me tomó por la barbilla y comenzó a delinear mis labios con su dedo pulgar.
-Es… solo que… yo… Paty…
No lo se, pero una decisión insólita se metió en mi ser y enrosque mis manos a la altura de su nuca atrayendo su rostro al mío.
-En la oscuridad de la noche, todos los gatos son pardos –dije y me puse en puntillas para terminar con la distancia que había entre nuestros labios.
Nos fundimos en un beso tranquilo y pausado, en nuestro respirar podíamos sentir la alegría de la serenidad, me permitió saborear sus labios sin miedo, sin que la barbilla nos temblara sin que ella tan impulsiva quisiese arrancar mis labios, era como aprender a comer, saboreando los manjares del banquete, suave tierno delicado, labio a labio se perseguían en un vaivén.
El largo suspiro que Karen dio hizo que el beso se fuera cortando. Y quedando solo en los brazos una de la otra.
- ¿Así que esto es el amor? – dijo Karen con su nariz encajada en mi en mi cuello-. Ahora entiendo a Graham.
- ¿El qué? – pregunte soltando una risita burlesca.
-El, si Paty, por que al otro dia de haber encontrado a su pecosa siempre anda suspirando por los pasillos.
-No lo creo – dije incrédula ante el comportamiento del ingles.
-En verdad, pero… creo que ahora seremos dos, los que flotaremos por los escenarios.
-Con que no se te pegue lo tontete.
-Oye… cariño, ahí sí dame un plomo -dijo soltando una risilla.
Salimos del pasaje no sin antes mirar que algún guardia estuviera cercano a nosotras.
-Paty… yo…
Karen –detuve mi andar y dije: no me gustan los rodeos.
-Bien… entonces voy al grano –soltó un resoplo–. tengo que hablarte de Lara.
-Que hay con ella? –pregunte sin ser hostiga.
- Ella, fue una buena amiga.
-¿Amiga? – mi voz ahora sí era cuestionante.
-Amante –respondió sin dejar de caminar y con la cabeza gacha.
La tome de la mano y la lleve hasta una banca cercana tanto ella como yo necesitábamos sentarnos. No sería nada bueno lo que saldría de la boca de Karen y mis piernas no se si resistirán lo que escucharán.
-Te escucho –tome sus manos entre las mías para darle a saber que estaría con ella aún y sabiendo su pasado.
- Bueno, no fue un romance, solo fue algo que paso. Una o dos veces, ella se apasiono y se me pegó como una sombra. En verdad no hubo amor y se lo dije. Se que mis ojos delataron que llore y si, no lo niego. Pero a veces mi propia crudez para decir las cosas también me afecta.
-¿Y ella te quiere? –pregunté con un nudo en el estómago [celos nuevamente aquí] pensé.
-Dice que si. Me ha echado en cara una sarta de tonterías que ella sola se inventó. Jamás despertamos juntas, jamas la he buscado como a ti –karen bajó su mirada ante mi se le veía un poco afectada y continuo-: No jugué con ella al gato y al ratón. No la use ella al igual que yo conocía su atracción por él mismo sexo desde temprana edad, ambas somos adultas y quisimos vivir el momento.
-¿Eso cuando fue? –al instante me quise comer mi pregunta. Si me decía que apenas hace unas horas, sabía que me levantaría y no pararía hasta llegar a mi casa.
-Fue antes de verte en París, unos días antes se nos hizo una despedida al elenco que estaríamos en Francia y ella se incluía, la fiesta, las copas ¡caray!, en verdad Paty, no la use no la quise lastimar, ni quise que se hiciera ilusiones.
Cuando regresamos de Francia, varias veces la tuve que sacar desnuda de mi camerino. En una de tantas la misma Candy, tuvo que ayudarme, sin pedírselo se hizo pasar por mi novia y le armo un drama.
- ¿¡Como así!? ¡Candy! –las dos reímos, yo imaginado a Candy peleando a Karen y ella por mi contagiosa carcajada.
-No te burles, demasiado tuve con Grandchester amenazándome que pediría pensión para su hijo y que vendría a todo galope a verte y contarte la mala noticia.
-Bueno pero le has dejado en claro que no hay nada de ti que le puedas ofrecer.
-Sí… pero… titubeante respondió Karen.
Continuará....
-Paty, ¡por favor! –suplicaba tras de mi Candy, y yo que maratonicamente la ignoraba.
–¡Patricia O'Brien! –gritó Terry cansado de mirar como su pecosa rogaba sin conseguir un “sí” de mi parte-. Ya no te rogara más, ahora es una orden vendrás a la cena, aunque tenga que robar –Terry tomó el ejemplar que estaba restaurando –ummm…, este libro, si.
-¡No te atrevas Terry! – grité sin importar que mis clientes se sintieran perturbados en su lectura [“eso es Terry ya la tienes” ] pensé mientras sentía como la furia de mi mirada quería traspasar a Terry.
–¡Por favor Terry, suelta ese libro! con todo cuidado sobre la mesilla.
- ¿Qué “¡está dinamitado¡?- con ironía dijo Terry, agitando las hojas al aire.
-No es solo que... [si le digo, es un gañan y me tendrá más en sus manos] me dije internamente, –es de Martha –dije entre dientes-. Se lo quite de las mano [perdón abuela, pero este es un asno]
-Mentira Martha no leía eso – dijo Candy, mordiendo un manzana y tomando asiento en una linda sala de lectura.
- ¡Candy! – grite con un tono de voz cargado de reproche, como era ya mi costumbre tire dos palmadas al aire. Con eso sentía que liberaba todo mi frustración.
Veloz mente Terry lo tomó y leyó el título del libro, con todo dramatismo se llevó una mano a la boca y con la otra se tapó los ojos con la muñeca, pues tenía sujetando en su mano doscientas páginas del libro.
- ¡Ay! Pecas no me digas que tu veias esto cuando llegue.
-No tiene numero de paginas y Paty lo tuvo que leer para poderlo restaurar y …
-¡Ya! ya, si voy a la cena, ahora que salgan – dije con el rostro colorado tanto como la manzana que Candy mordía.
- ¡Ah! no, si ya lo leíste, queremos una reseña de este gran y bien detallado ejemplar –me canturreo Terry, relamiéndose lo labios con cada página que pasaba.
-No seas cerdo Grandchester – lo rete con seriedad – se te mira grotesco y soez haciendo esa muecas. Ya dije que sí iré, ahora fuera los dos. Debo terminar de restaurar el empaste de esta novela.
- ¿¡Novela!? – al mismo tiempo dijeron el par de tortolos.
- Paty yo digo que es… y su nombre llamó mucho mi atención Kam……
-¡Fuera! – ordene furica a ambos –los veré a las ochos en el restaurante.
-No, será desde el teatro –Terry me miró con el ceño arrugado – no confio en ti timida gordita.
-Ya…, ya…, como sea, vete Terry, y no te olvides de tu tragona, hace un instante pensaba hacer ensalada con las novelas de Shakespeare.
-¡Ay!- dijo Terry y corrió a un lado de su pecosa entregando la manzana que se había guardado para más tarde –pecas recuerda comete todo menos, lo que da de comer.
- ¡Fuera...! – volví a decir con una aguja entre mi labios.
-En eso estamos Patricia, vamos pecas; que me harás un exhaustivo resumen de esa “novela” de Martha.
Mire cómo la pareja salió del lugar entre besos, abrazos y risitas picarescas musitaba Terry sobre los labios de su pecosa: -“te grabaste toda las imagenes”
Después de un suspiro me recoloque los lentes [que barbaros, estos si no los controlan contribuirán con la sobre población de koalas ] pensé al escuchar los improperios guarros de Terry.
*******
La última escena de la obra terminaba, la gente aplaudía tanto o aún más a los grandes actores. Como ya era costumbre Terry se adelantó para recibir los aplausos de su público, la mujeres comenzaron a lanzar flores y algunos regalos entre ellos llegó a sus manos un pequeño oso de peluche azul el cual llegó a las manos del actor.
Con un puchero en su rostro, elevo su mano hacia el palco donde todas la noches fugazmente apuntaba el reflector, pero en esta ocasión la luz enfoco la bella figura de mi amiga que se había puesto en pie, ella ajustó su hermoso vestido a su creciente vientre.
Las chicas al enterarse del venidero bebé del actor comenzaron a aplaudir más fuerte, sabían de su hermosa historia de amor.
–Llévaselo – gritó una mujer mayor, él con agilidad y ayudado por el público subió hasta el palco tomando entre sus brazos al amor de sus vida.
De mis ojos corrieron dos enternecidas lágrimas. Nunca creí que mi estupida casi tragedia uniera a dos almas perdidas.
-Serán los mejores padres – dije con timidez, roce con mi mano el vientre de mi amiga –la vida se los debía.
-Tú también serás feliz amiga y tal vez hasta mama.
- ¡Hummm…!- [mama no lo creo pero…, feliz] mi pensamiento era nostálgico.
El reflector bajo a nuevamente al telón y la gente continuó alabando la actuación de los otros actores. Cuando Karen paso al frente, Lara su compañera de escena y buena amiga de trabajo camino junto a ella.
-Se me concedió pecas esto lo veré de cerca –dijo Terry y un -“auh”- salió de sus labios.
Candy le había apretado uno de su glúteos –Pecas que paso espera a la noche.
No entendí el tonto comentario de Terry, ni lo deseaba pues el nudo que se había formado en mi estómago me impedía dejarme hablar.
Candy solo arrugo su nariz. Su insistente y expectante mirada creó más confusión en mi, inexplicablemente temblaban mis manos.
[No a quien engaño] pensé mientras subía un calor espantoso por mi cuerpo [¿estás celosa Patricia?] me pregunté y solita me di la respuesta [¡sí! Y quiero arrancarle la cabeza a esa.]
-Hace calor ¿verdad? – pregunte a el par de amorosos.
Los futuros padres negaron con la cabeza. con toda brusquedad y dejando atrás todos mis modales de dama arranque los guantes de mis manos. Creo que Candy y Terry se sintieron intimidados por mi falta de modales ya que comenzaron a rectificar su respuesta asintiendo con la cabeza.
******
- ¿Qué haces Lara? – entre dientes y sin quitar la bella sonrisa preguntó Karen.
-Estar a tu lado – respondió la chica con un tono de voz sereno y cálido.
Karen se volvió a mirarla con los ojos bien abiertos ya sin sonrisa en los labios y expresión confusa en su rostro dijo con voz entrecortada: - ¿¡Como!?
*Flash back*
-Vamos Robert, siempre has dicho que es como tu hija.
-Si Terry, pero con esto no, alguien puede salir lastimado.
-Mira velo como un favor y como una inversión.
- ¿Cómo dices? – refunfuño Robert.
-Si mira el favor es para mi, tu buen amigo y ya casi compadre.
- ¿En verdad seré el padrino yo Terry? -Robert sorprendido, casi se colgaba de las lámparas de su camerino.
-Si bueno ya dejemos el tema para después. Ahora la inversión.
[Huy – pensó Hathaway -. Oh, no, por favor]
- Mira, si el público ve feliz a tu primera actriz, esa felicidad se les contagiara y ¡bum! – el sonido del “bum” de Terry hizo querer correr a Robert, lejos muy lejos del castaño.
-No Terry, nosotros sabemos que ellas…
- Robert, ya no lo hagas por mí hazlo por tu ahijada, – Terry puso cara de “una limonita”
-No me chantajees…, Terry…, sabes que eres como un hijo y que te apoyo en todo.
-Ahí está soy tu hijo y un padre no decepciona a sus hijo. Gracias Robert – chocó las manos como si cerraran un gran contrato-. Fue un placer hacer bisnes contigo –dijo el castaño encaminandose a la puerta de salida del camerino –eh tú llama a Lara, Robert, la necesitas.
-No... Terry aun… yo… Terrus. Hijo del mal dormir. Él salió sin escuchar a Hathaway el trato estaba hecho.
*Fin del flash back*
Lara indicó a karen con la barbilla que mirara al público, tomo con firmeza la manos de karen y la hizo realizar una reverencia a su amado público.
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Yo en su palco di un puntapié a la alfombra.
-¡Que Paty! ¿hay ratones? o te ayudó a espantar a las moscas.
-¡Cállate Terrus! –dije cortante y feroz.
-Ya no es tímida ¿verdad? – escuche como Candy, dijo aunque procuro pegarse lo más que pudo al oído de Terry. El solo se sacudió, creo que le había dado frío pues el cabello se le veía erizado.
Candy tenía cara de molestia y Terry se encontraba sonrojado. Sin evitarlo pose la mirada en lo que Candy, le apuntaba con su dedo a Terry [Caray sería un buen modelo para Pablo Gallardo]
Terry solo apoyo su frente sobre la baranda.
- Será delito lanzar a la gordita a los brazos de su amada y yo ¡nombre! aqui con mi pecas le hago gemelos.
-Patricia aplaude –me dijo Terry, pero conociéndolo sabía que su gamberro pensamiento no eran precisamente alabar el trabajo de sus compañeros.
*****
Bajamos del auto que nos llevó a la recepción, yo no iba nada cómoda, había puesto mil excusas antes de abordar el auto, excusas que fueron rechazadas y cambiadas por firmes amenazas por parte de Terry. Amenazas que sabía las cumpliría.
En cuanto ingresamos al bello salón aproveche que los reporteros abordaron a la pareja y me mezcle entre la gente. Deseaba buscar un rincón donde pasar la velada. Las fotos de los actores adornaban las paredes como hermosos marcos de escenografía.
Mi corazón se sobresaltó al mirar el esplendoroso rostro de Karen, pero al observar la pose en la que se encontraba, sentí como se estrujo algo dentro de mi. La culpa de ver el vacío que en su alma reflejaba, eso era. Retrocedí unos paso, quería impregnar todos mis recuerdos de esa chica que hacía girar mi mundo.
(- Te seré franca amiga no es inusual este tipo de amor pero tampoco es un crimen inaceptable.
-Candy tu eres mi amiga y por eso no ves esto como una violación a las normas de Dios. Pero cualquiera que sepa de esta metamorfosis en mis sentimientos dirán que soy una loca de atar, aún más que mi cuerpo está endemoniado.
- No exageres amiga, no eres la única y es mezquino de tu parte mutilar tus deseos y privar a tus sentimientos. Si sigues mirando la vida, de tan dura manera; dejarás ir la felicidad ¿y lo vale?
-No… ella vale más que mis principios de crianza.
- ¿y entonces? )
Me había perdió en el recuerdo de la plática que había tenido con mi amiga por la mañana. Con mi vista trazaba las curvas del cuerpo de karen. En mi rostro se dibujó una sonrisa, tratando de ocultarla, lleve la copa con champagne a mis labios.
- ¿Por qué, en esta? – preguntaron a mis espaldas.
Sin mirar atrás, puede reconocer a la perfección esa voz y dije: porque ahí es donde veo por lo que vale luchar.
Gire mi cuerpo encontrándome con Karen, al mirar que su ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, la tome entre mis brazos.
- ¡Paty! – desconcertada karen exclamó – la gente nos mira y a ti esto te atemoriza.
-Ya no karen – acerque mas mis labios al oído de Karen – todas y cada una de las cosa que me has dicho, han sido suficientes para abrirme los ojos y aclarar mis dudas. ¿Te han gustado las flores?
-Jamas imagine que tan bello ramo fuera de tu parte tuyo, lo confieso que me sorprendió.
– karen cerró sus ojos y apretó más el abrazo, no me sueltes Paty. No quiero abrir mis ojos y te hayas esfumado.
-Karen mi Karen. Ahora soy yo la que te invito a crear un mundo en el que el sol y la luna sea los únicos testigos…
-Aun te avergüenza ¿verdad? – me pregunto karen soltando el abrazo.
-No te lo negaré que esto es nuevo para mi, – dije mirándola a los ojos como si en ello yo quisiera que viera todo el amor que siento-. Ya no estoy en el plano de la confusión. Pero...
- ¿Pero? – la enérgica expresión de karen en su rostro me intimido un poco.
-No presiones Karen, las cosas con presura desbordan ríos.
-Lo siento… es solo que… he perdido la cabeza y la razón por ti mi tierna Paty …
-Te quiero, demasiado para dejarte ir ¡tranquila! – dije dejando muda por primera vez a karen.
(-Qué hay de malo en besar a una buena amiga, si lo haces conmigo
- Candy tu eres mi hermana
- ¿Y la gente que sabe? Igual y karen es tu “hermana”
- ¡Candy!...)
Volví a recordar las locuras de mi amiga, inhale llenado mis pulmones de tabaco y me abalance sobre Karen, dejando caer un suave húmedo y delicado beso sobre su mejilla.
Las chispas de luz que salían de los bellos ojos de Karen, me incitaron a más pero no era ni el lugar ni el momento.
- ¿Que sucede aquí?- la grave voz que resonó a mis espalda me hizo dar un salto.
- Graham no podrias saludar como la gente educada – dijo Karen.
-No y vengo por ti vamos que la fotografía nos espera – Terry tomó de la mano a Karen y sentí por segunda vez mi nido vacío.
-¡Paty …! – me llamo Candy a lo lejos, ella ya estaba sentada en una mesa –me encaminé a ella, sentía mis mejillas abultadas por la gran sonrisa que no podía desaparecer de mi rostro.
Observe desde mi lugar como la tal Lara corrió a colocarse un lado de Karen. Si que era una lapa.
Inesperadamente la mano de Lara se posó en la cintura de karen ¡grrr! –musite con rabia.
Lara miraba a Karen, como si fuera un cachorrito. Pero a mi eso no me ablando quería tener en mis manos el libro más gordo de la biblioteca y darle uno bueno el hocico, para que aprendiera a no rumiar en plato ajeno.
El baile la cena y la compañía eran estupendos, me parecía un sueño que mi mente imaginaba en esos momentos. Aún y a pesar de los improperios que Terry, no para de decir, bueno a decir verdad era un buen amigo que buscaba acabar con la gran barrera que nos delimitava. Las risas en la mesa no paraban.
-Haber y diganos para saber bien a quién pedir permiso ¿quien mandara en su matrimonio? – Nos preguntó Terry así como de pasada. Karen soltó una tremenda y yo necesitaba pala y pico, cavaría un hoyo y me escondería claro con Karen a mi lado.
-Yo mando – dijo Karen volviendo hacia mi.
-¡Huy… cuidado Karen… si hubieses mirado la manera en que se arranca los guantes!
De inmediato fulmine a Terry con mi mirada.
La plática siguió, ahora el centro de atención era Robert y su ahijada que venía en camino.
Karen entrelazo nuestras manos cubriéndose con el mantel. Yo sentía como la palma de mi mano ardía, mire a Karen, ella ya tenía su cuerpo ligeramente inclinado hacia el mío.
La sonrisa que se dibujó en nuestros rostros no era nueva. Ahí fue que me di cuenta que amaba a Karen desde hacía más tiempo de lo que imaginaba y no la amaba por haberme cuidado cuando perdí mi vuelo a la muerte y decidí dejar la vida por mi propia mano no ¡oooh! ¿Tal vez sí?
Hay ocasiones que la vida nos da segundas oportunidades. Desde que mis ojos se abrieron en el hospital y mire a Karen sentí haberla visto antes no en el teatro jamás había estado en una función de Terry; no por Candy ella nunca me había mencionado de Karen.
Mi locura por este amor ya no encontraba cómo justificarse ante mi misma. Solté el vaso de mi vida y decidí disfrutar de la velada cuando un voz a nuestras espaldas saludo.
-Buenas noches – cortésmente los caballeros se pusieron en pie y las damas saludaron. Yo no y no es que a parte de la moralidad y con ella se haya perdido la educación no… solo que por la voz ronroneante sabía que no venía a saludar.
-Gustas sentarte Lara – dijo Robert, su tono de voz era dubitativo.
- Oh no solo vengo a despedirme y a ponerme de acuerdo con Karen para algunos ensayos.
[¡Ay… no…! lo sabía; no venia por algo bueno] pensé y tras mi pensamiento Lara dijo: -Me acompañas querida.
Karen con sigilo soltó mi mano y sin poner oposición se retiró de la mesa. Después de un rato Karen regresó con los ojos aún enrojecidos; no le había servido lavarse la cara, la tristeza en sus ojos esa no se la había llevado el agua.
Yo guarde toda compostura, iniciaba una relación no cabía aún el momento de una drama público [aunque tenga una eternidad al lado de Karen, no le cuestionaria, tenemos derechos de tener una vida propia]
La cena terminó todos comenzaron a despedirse, los primeros en retirarse fueron Candy y Terry.
Mi amiga a pesar de que eran pocos los meses de embarazo el ajetreo del día le cansaba más.
Karen y yo fuimos las ultimas en salir.
Ella me pidió que caminaramos y yo que mas regalo podía pedir. Al doblar la esquina Karen empujo mi cuerpo a un callejón. La mire un tanto desconcertada y asustada.
- ¿¡Nos siguen!? – pregunte con el tono de voz apenas audible.
Karen solo negó con la cabeza. Ella me tomó por la barbilla y comenzó a delinear mis labios con su dedo pulgar.
-Es… solo que… yo… Paty…
No lo se, pero una decisión insólita se metió en mi ser y enrosque mis manos a la altura de su nuca atrayendo su rostro al mío.
-En la oscuridad de la noche, todos los gatos son pardos –dije y me puse en puntillas para terminar con la distancia que había entre nuestros labios.
Nos fundimos en un beso tranquilo y pausado, en nuestro respirar podíamos sentir la alegría de la serenidad, me permitió saborear sus labios sin miedo, sin que la barbilla nos temblara sin que ella tan impulsiva quisiese arrancar mis labios, era como aprender a comer, saboreando los manjares del banquete, suave tierno delicado, labio a labio se perseguían en un vaivén.
El largo suspiro que Karen dio hizo que el beso se fuera cortando. Y quedando solo en los brazos una de la otra.
- ¿Así que esto es el amor? – dijo Karen con su nariz encajada en mi en mi cuello-. Ahora entiendo a Graham.
- ¿El qué? – pregunte soltando una risita burlesca.
-El, si Paty, por que al otro dia de haber encontrado a su pecosa siempre anda suspirando por los pasillos.
-No lo creo – dije incrédula ante el comportamiento del ingles.
-En verdad, pero… creo que ahora seremos dos, los que flotaremos por los escenarios.
-Con que no se te pegue lo tontete.
-Oye… cariño, ahí sí dame un plomo -dijo soltando una risilla.
Salimos del pasaje no sin antes mirar que algún guardia estuviera cercano a nosotras.
-Paty… yo…
Karen –detuve mi andar y dije: no me gustan los rodeos.
-Bien… entonces voy al grano –soltó un resoplo–. tengo que hablarte de Lara.
-Que hay con ella? –pregunte sin ser hostiga.
- Ella, fue una buena amiga.
-¿Amiga? – mi voz ahora sí era cuestionante.
-Amante –respondió sin dejar de caminar y con la cabeza gacha.
La tome de la mano y la lleve hasta una banca cercana tanto ella como yo necesitábamos sentarnos. No sería nada bueno lo que saldría de la boca de Karen y mis piernas no se si resistirán lo que escucharán.
-Te escucho –tome sus manos entre las mías para darle a saber que estaría con ella aún y sabiendo su pasado.
- Bueno, no fue un romance, solo fue algo que paso. Una o dos veces, ella se apasiono y se me pegó como una sombra. En verdad no hubo amor y se lo dije. Se que mis ojos delataron que llore y si, no lo niego. Pero a veces mi propia crudez para decir las cosas también me afecta.
-¿Y ella te quiere? –pregunté con un nudo en el estómago [celos nuevamente aquí] pensé.
-Dice que si. Me ha echado en cara una sarta de tonterías que ella sola se inventó. Jamás despertamos juntas, jamas la he buscado como a ti –karen bajó su mirada ante mi se le veía un poco afectada y continuo-: No jugué con ella al gato y al ratón. No la use ella al igual que yo conocía su atracción por él mismo sexo desde temprana edad, ambas somos adultas y quisimos vivir el momento.
-¿Eso cuando fue? –al instante me quise comer mi pregunta. Si me decía que apenas hace unas horas, sabía que me levantaría y no pararía hasta llegar a mi casa.
-Fue antes de verte en París, unos días antes se nos hizo una despedida al elenco que estaríamos en Francia y ella se incluía, la fiesta, las copas ¡caray!, en verdad Paty, no la use no la quise lastimar, ni quise que se hiciera ilusiones.
Cuando regresamos de Francia, varias veces la tuve que sacar desnuda de mi camerino. En una de tantas la misma Candy, tuvo que ayudarme, sin pedírselo se hizo pasar por mi novia y le armo un drama.
- ¿¡Como así!? ¡Candy! –las dos reímos, yo imaginado a Candy peleando a Karen y ella por mi contagiosa carcajada.
-No te burles, demasiado tuve con Grandchester amenazándome que pediría pensión para su hijo y que vendría a todo galope a verte y contarte la mala noticia.
-Bueno pero le has dejado en claro que no hay nada de ti que le puedas ofrecer.
-Sí… pero… titubeante respondió Karen.
Continuará....
Última edición por Saadesa el Vie Abr 10, 2020 12:08 am, editado 3 veces
Y candy defiendo a Karen 
h por fin Patty dijo lo que siente 
