La misión era un Top Secret, ni mis superiores sabían de lo que se me había encomendado, estaba preocupada porque solo dije que iba a hacer una ronda de inspección, porque pensé que regresaría pronto, sin embargo….
Flash Back
Era de noche, desde mi trinchera esperaba el momento para acercarme al cuartel de las Marlow para entrar sin ser observada, aunque no era un gran ejército, no significaba que fueran menos peligrosas, ya que como bien sabíamos si la cabeza, es decir Gusana, no está bien de sus facultades mentales, lo más seguro es que su escuadrón, tampoco lo estuviera, por lo que la misión era de sumo cuidado.
Estuve pendiente calculando los puntos vulnerables para el acceso, sin embargo esas Marlow no daban paso sin huarache, hasta que encontré un vestido que la gusana desechó porque ya no le gustaba el color, así que aprovechando que mi cabello fue rapado al ingresar al ejército, solo tuve que sacar una peluca rubia desteñida (que traía oculta como parte de la cobertura), colocarla más atrás para dejar mi frente descubierta, poner cara de borrego a medio morir y fingir bondad para saltar al interior de su cuartel.
Justo iba observando todo a mi alrededor, cuando una voz mandona, aguda y desagradable me llamó, ¡Oh cielos, era nada más y nada menos que la odiosa madre de la Gusana!… Lo primero que se me vino a la mente fue arrancarle la cabeza, pero me tenía que contener para no poner en riesgo la misión. La señora Marlow era despectiva y arrogante, me miraba con desprecio.
Me paré en seco esperando que no se diera cuenta de mi disfraz, por un momento pensé que era el fin, sin embargo, se dirigió a mí diciendo: “…Qué haces ahí parada como estúpida, ve a ver a mi hija que necesita que le cambien los zapatos, ya que los que trae no combinan con el color de sus ojos…” Yo me di la media vuelta con la mano en la boca para que no se me salieran las carcajadas que estaban por brotar.
Seguí de frente esperando no equivocarme de cuarto, ya que era toda una hilera de habitaciones, finalmente escuché la voz fría y autoritaria de la Gusana, entré, ella estaba histérica porque al verse en el espejo no le gustaba como se veía, la soldado que la atendía sólo se quedaba callada acatando las instrucciones. Cuando me vio, me dijo, “… tú ven acá y péiname, ¿no ves que mi cabello esta desarreglado? …”
Lentamente me acerqué, tome el cepillo y comencé a cepillarla, al momento que muy despacio sacaba de entre mis ropas unas tijeras para… bueno para darle forma a su melena, unos cortes por aquí, unos cortes por acá, toda una obra de arte jajajaja…. Estaba tan absorta en mi tarea que no me di cuenta en qué momento entró la madre de la Gusana, quien sin decir palabra se lanzó sobre mí haciéndome caer, con la caída me traje a la Gusana conmigo, quien cayó encima de mí, al aventarla para levantarme se me zafó la peluca, rompió el vestido lo que hizo ver mis hermosas curvas que denotaban claramente que pertenecía al Ejército de las Terry´s Girls.
No supe cómo, salí disparada sacándome como pude el mugroso vestido que de bonito no tenía nada, saqué mi arma, pero…… ¡Oh mi Dios! enfrente tenía a un destacamento de unas veinte locas vestidas como la Gusana, con los mismos peinados, tinte de color, caras desencajadas, que parecían zombis, en una milésima de segundo hacia el sótano y ahí me escondí, pero al entrar no vi las escaleras y santa madrina que me acomodé, parecía “el fabiruchis”, como pude me escondí e intenté ocultarme.
En unos minutos todo mundo en esa guarida me estaba buscando, yo pensaba cómo salir de ahí, en ese momento escuché unos gritos, no me había percatado que la Gusana y su madre, se habían sumado a mi búsqueda, ambas platicaban del fallo de su seguridad y que tal vez yo había descubierto su plan malévolo para atrapar de nuevo a nuestro adorado Jefe Grand.
“…Mira madre, si esto falla toda la culpa será tuya y estoy cansada de que no salgan las cosas como yo quiero…”, decía la Gusana furibunda, la madre, quién no cabía en su asombro, sólo se concretó a decirle, “… mira Susana si todo ha salido mal es porque tu no supiste llevar a la perfección el plan principal, que era seducir a Terrence cuando lo tuviste tan cerca, ahora la huérfana enfermera será la que se lo quede y aunque sabemos que por el momento ésta fuera de combate no estaría tan segura de que sea rescatada, entonces tanto tú, como yo estaremos perdidas y en la calle, así que más te vale que todo se componga porque si no, tú ya no tendrás pollito…”, si leyeron bien, pollito y es que la Gusana era adicta a los pollos como mi hermoso Terry.
En ese momento entendí que su plan era hacer que Candy despareciera para que la Gusana volviera a acercarse al Jefe Grand y seducirlo, quise levantarme ya arrancarles los ojos, bueno todo, pero no pude mis madr…. Digo trancazos no me dejaron ni moverme.
Cuando pensé que todo estaba perdido, percibí un olor muy penetrante, que si bien era espantoso y nauseabundo se me hizo reconocido, fue entonces que vi a Analilit con Pupé y al ver a Laura, Rosy junto con el Teniente Ardley fingí desmayarme para ser tomadas por los brazos de ése increíble hombre. De ahí no tuve noción del tiempo hasta que me vi en el cuartel rodeada de todas las Terry´s Girls, el Jefe Grand, Odette, Setear, Archy, Albert y claro Pupé, nunca me había sentido tan querida y rodeada de amor entrañable que nunca podré olvidar, porque además de divertirme encontré motivos para seguir al pie del cañón en defensa de mi adorado Terry.
Muchas gracias, chicas sobre todo por el increíble rescate... Espero que les guste!
Flash Back
Era de noche, desde mi trinchera esperaba el momento para acercarme al cuartel de las Marlow para entrar sin ser observada, aunque no era un gran ejército, no significaba que fueran menos peligrosas, ya que como bien sabíamos si la cabeza, es decir Gusana, no está bien de sus facultades mentales, lo más seguro es que su escuadrón, tampoco lo estuviera, por lo que la misión era de sumo cuidado.
Estuve pendiente calculando los puntos vulnerables para el acceso, sin embargo esas Marlow no daban paso sin huarache, hasta que encontré un vestido que la gusana desechó porque ya no le gustaba el color, así que aprovechando que mi cabello fue rapado al ingresar al ejército, solo tuve que sacar una peluca rubia desteñida (que traía oculta como parte de la cobertura), colocarla más atrás para dejar mi frente descubierta, poner cara de borrego a medio morir y fingir bondad para saltar al interior de su cuartel.
Justo iba observando todo a mi alrededor, cuando una voz mandona, aguda y desagradable me llamó, ¡Oh cielos, era nada más y nada menos que la odiosa madre de la Gusana!… Lo primero que se me vino a la mente fue arrancarle la cabeza, pero me tenía que contener para no poner en riesgo la misión. La señora Marlow era despectiva y arrogante, me miraba con desprecio.
Me paré en seco esperando que no se diera cuenta de mi disfraz, por un momento pensé que era el fin, sin embargo, se dirigió a mí diciendo: “…Qué haces ahí parada como estúpida, ve a ver a mi hija que necesita que le cambien los zapatos, ya que los que trae no combinan con el color de sus ojos…” Yo me di la media vuelta con la mano en la boca para que no se me salieran las carcajadas que estaban por brotar.
Seguí de frente esperando no equivocarme de cuarto, ya que era toda una hilera de habitaciones, finalmente escuché la voz fría y autoritaria de la Gusana, entré, ella estaba histérica porque al verse en el espejo no le gustaba como se veía, la soldado que la atendía sólo se quedaba callada acatando las instrucciones. Cuando me vio, me dijo, “… tú ven acá y péiname, ¿no ves que mi cabello esta desarreglado? …”
Lentamente me acerqué, tome el cepillo y comencé a cepillarla, al momento que muy despacio sacaba de entre mis ropas unas tijeras para… bueno para darle forma a su melena, unos cortes por aquí, unos cortes por acá, toda una obra de arte jajajaja…. Estaba tan absorta en mi tarea que no me di cuenta en qué momento entró la madre de la Gusana, quien sin decir palabra se lanzó sobre mí haciéndome caer, con la caída me traje a la Gusana conmigo, quien cayó encima de mí, al aventarla para levantarme se me zafó la peluca, rompió el vestido lo que hizo ver mis hermosas curvas que denotaban claramente que pertenecía al Ejército de las Terry´s Girls.
No supe cómo, salí disparada sacándome como pude el mugroso vestido que de bonito no tenía nada, saqué mi arma, pero…… ¡Oh mi Dios! enfrente tenía a un destacamento de unas veinte locas vestidas como la Gusana, con los mismos peinados, tinte de color, caras desencajadas, que parecían zombis, en una milésima de segundo hacia el sótano y ahí me escondí, pero al entrar no vi las escaleras y santa madrina que me acomodé, parecía “el fabiruchis”, como pude me escondí e intenté ocultarme.
En unos minutos todo mundo en esa guarida me estaba buscando, yo pensaba cómo salir de ahí, en ese momento escuché unos gritos, no me había percatado que la Gusana y su madre, se habían sumado a mi búsqueda, ambas platicaban del fallo de su seguridad y que tal vez yo había descubierto su plan malévolo para atrapar de nuevo a nuestro adorado Jefe Grand.
“…Mira madre, si esto falla toda la culpa será tuya y estoy cansada de que no salgan las cosas como yo quiero…”, decía la Gusana furibunda, la madre, quién no cabía en su asombro, sólo se concretó a decirle, “… mira Susana si todo ha salido mal es porque tu no supiste llevar a la perfección el plan principal, que era seducir a Terrence cuando lo tuviste tan cerca, ahora la huérfana enfermera será la que se lo quede y aunque sabemos que por el momento ésta fuera de combate no estaría tan segura de que sea rescatada, entonces tanto tú, como yo estaremos perdidas y en la calle, así que más te vale que todo se componga porque si no, tú ya no tendrás pollito…”, si leyeron bien, pollito y es que la Gusana era adicta a los pollos como mi hermoso Terry.
En ese momento entendí que su plan era hacer que Candy despareciera para que la Gusana volviera a acercarse al Jefe Grand y seducirlo, quise levantarme ya arrancarles los ojos, bueno todo, pero no pude mis madr…. Digo trancazos no me dejaron ni moverme.
Cuando pensé que todo estaba perdido, percibí un olor muy penetrante, que si bien era espantoso y nauseabundo se me hizo reconocido, fue entonces que vi a Analilit con Pupé y al ver a Laura, Rosy junto con el Teniente Ardley fingí desmayarme para ser tomadas por los brazos de ése increíble hombre. De ahí no tuve noción del tiempo hasta que me vi en el cuartel rodeada de todas las Terry´s Girls, el Jefe Grand, Odette, Setear, Archy, Albert y claro Pupé, nunca me había sentido tan querida y rodeada de amor entrañable que nunca podré olvidar, porque además de divertirme encontré motivos para seguir al pie del cañón en defensa de mi adorado Terry.
Muchas gracias, chicas sobre todo por el increíble rescate... Espero que les guste!