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Hola a todas, espero que estén muy bien, les saluda Carmín Castle nuevamente, esta vez acompañada por Las guerreras apasionas de Terry. Nuevamente las invito a todas a un paseo por mi cabeza, en el cuál veremos una historia sobre el destino, donde Candy y Susana se verán enfrentadas a sus destinos, el rumbo de su vida y cómo todo se puede entrelazar y enredar, pero siempre la vida pondrá todo en orden, tanto para bien, como para mal.
Espero que lo disfruten, que tengan un lindo día.
Espero que lo disfruten, que tengan un lindo día.
Capítulo 1
7 de mayo de 1898
7 de mayo de 1898
_ Señora Walker, ¿usted viene de parte de…?_ preguntó el médico con semblante serio.
_ De ambos, soy la prima de la señora Candy, y soy su única familia aquí en América. Lo que tenga que decir dígalo por favor._ La mujer miró expectante al médico.
_ ¿Disculpé cual es su nombre señora Walker?_ Inquirió el médico.
_ Amelia Marlowe._ Dijo ella a secas.
_ Señora Amelia, lamento informarle que la señora Candys Marlowe falleció, su embarazo estaba cerca de los ocho meses y tras el fuerte accidente no sobrevivió, hicimos lo que pusimos._ El hombre trató de ser empático y al mismo tiempo profesional.
_¿ Candys Marlowe? Por favor. Es Candys Walker, Y… ¿Su hijo?_ Indaga ella con inquietud.
_ ¿Pero era la esposa del señor Filip Marlowe? Es lo que me indicaron al ingresarla._ Pues prefiero nuestro apellido, de hecho ella lo prefería._ Replica ella.
_ ¿Dígame cómo está el bebé?_ Insistió.
_ Esa es la buena noticia entre las malas, tratamos de sacar a la bebé con vida y ahora está en observación y será llevada a neonatos, y es una niña._ El hombre estaba pasmado ante la mujer que no parecía mostrar la más mínima emoción por la muerte de su prima.
_ ¿Una niña? Que bien, y… su… ¿Esposo?_ Los ojos de Amelia tuvieron un leve brillo. Señora hacemos lo que podemos, el accidente no fue nada leve, y el señor Filip recibió los golpes más graves al tratar de proteger a su esposa cuando él carruaje volcó. Y está aún vivo pero su diagnóstico es reservado de hecho de gravedad, no creo que sobreviva a esta noche. Lo lamento y más por esa pequeña que no tendrá a sus padres._ El médico, volteó al ver la enfermera que ingresaba a la sala.
_Señor disculpe, la bebé de los esposos Marlowe está en neonatos, bajo observación, parece que está reaccionando bien pero su respiración no es estable. Esta noche será crucial para ella._ Fue el informe que dio la enfermera al médico.
_ Mery Jane, te presento a la señora Amelía Walker, es la prima de la señora Candys Marlowe. Y tía de la bebé que tratas de salvar._ La mujer lo miró con molestia por no llamarla como exigía.
La enfermera le extendió la mano a la alta y delgada mujer que solo la miró de arriba a abajo, Mery Jane retiró su mano. _¿Desea verla?_ Preguntó ella.
Primero deseo ver a Filip, dicen que tal vez no sobreviva. Después veré a mí nueva hija. Dijo tomando su abrigo y bolsa.
_ Lléveme con él por favor. Ordenó al médico.
El hombre algo incómodo al igual que Mary Jane dirigieron a la mujer donde estaba el moribundo hombre.
De reojo pasó y vio en una camilla de cirugía una mujer a la cual solo se le asomaban sus blancos piés, tapada totalmente con una manta blanca y teñida de rojo en su estómago, los largos cabellos rizados y dorados caían de la camilla, no cabía duda era su prima Candys. Amelia sonrió de medio lado al tiempo que bajaba su cabeza.
En la habitación del lado estaba el delicado hombre. En cuanto entró ella él abrió un poco sus ya opacos ojos con el brillo de la muerte.
Y lágrimas corriendo por sus rosadas mejillas.
_¿Puede hablar?_ Preguntó al médico al tiempo que lo miraba a los ojos.
_ No debe agitarse o será peor para él._ Aconsejó el médico.
_ ¿Puede dejarnos a solas? Deseó despedirme de él._ Amelia está vez miró al médico con súplica.
_ Señora está muy delicado, no debe tener esfuerzos, y es mejor que esté siendo observado todo el tiempo._ Recomendó el médico.
_ No puede despedirme de mi querida prima, que ahora está muerta, por lo menos déjeme despedirme de Filip._ Finalmente Amelia sollozo.
_El galeno le hizo una señal a Mery Jane de salí. Le pidió quedarse en la puerta de la habitación mientras él iba y veía el estado de la pequeña niña.
_ ¿Sabes que tú amada Candys está muerta por tu culpa?_ Los ojos de Filip se inundaron en lágrimas. Pero Amelia puso su mano en su boca para que no emitiera sonido alguno. Amelia acarició su rubio cabello con ternura, y acercó su boca a su oído.
_Si, está al otro lado, en una camilla, muerta y ya le sacaron su bastarda, ¿que creías? ¿Que sería solo una aventura para tí? y tras dejarme embarazada te casarías con mi prima en cuanto vino de Irlanda?
_No maldito, Susana, ¡nuestra Susana! no será una bastarda eso jamás lo permitiría, mi hija y yo tomaremos todo lo que es tuyo ya que nos pertenece, no a la maldita Candys que le abrí las puertas de mi casa y te apartó de mi lado. Y me quitó todo lo que era mío y de mi hija por derecho._ Amelia endureció su rostro.
_ Y menos la mocosa que ya está dando sus últimos aliento de vida. Pronto también estará muerta, eso te lo aseguro, soy su única familia._ Amelia le sonrió.
El hombre sacando sus últimas fuerzas quitó la mano de su boca.
_¡Dios! llévame pero dale vida a mi dulce niña mi verdadera hij…_ Filip comenzó a cerrar sus ojos de a poco. Ante la mirada de rabia de Amelia.
Recordó su vida con Filip de cómo lo conoció, al audicionar para una obra de Teatro ya que era su sueño, obra de un escritor y director que estaba en ascenso Filip Marlowe.
Amelia llegó sola a América quería la libertad que le brindaba aquél nuevo país donde tus sueños se hacen realidad.
Y buscaba brillar en aquel mundo mágico del teatro, ser reconocida y amada.
Tuvo algunos romances muy discretos, para poder llegar a donde en verdad anhelaba. Pero al conocer a Filip Marlowe sus historias, su disciplina, su cabello rubio cobrizo, su bigote rojizo, y su fino vestir, quedó impactada, era una estrella que estaba naciendo en el mundo del teatro, una promesa que daría mucho de qué hablar.
Amelia a pesar de tener algunos encuentros con hombres casados y de dinero que les interesaba tanto la discreción como a ella, de sus benefactores vivía y se mantenía mientras cazaba a un buen marido, en este caso Filip Marlowe fue el elegido.
Con lo que Amelia no contaba era, que entre los secretos de los hombres de el gremio del teatro en el cual él y ella se movían, se contaban sus aventuras y amantes y ya sabían que ella era una de esas chica con las que te podrías librar de la rutina del matrimonio, Amelia a sus espaldas ya tenía forjada una reputación de una mujer liberal y fácil.
Pero ella estaba enfocada en tener un esposo, ser una dama de respeto y una celeridad digna de administración, y para eso estaba Filip un hombre que aún no se había casado, y tenía todo para ser el elegido por ella.
Amelía no perdió el tiempo en conquistarlo. Ella no era del gusto total del hombre en el escenario, la verdad no tenía alma para los personajes, no era capaz de meterse en su piel, siempre trataba de ser ella por encima del personaje, eso a Filip no le gustaba.
Pero era bella, y para un hombre solitario como lo era él, ella era una buena candidata para pasar noches apasionadas, la verdad no estaba enamorado así que satisfacerse con ella era algo que para él funciona.
Pero un día todo cambió. Ella lo acompañaba a todos lados y trataba de que siempre supieran que ella era la musa del gran escritor y director.
Una mañana le pidió que la llevara al puerto, su prima la chica que veía como la hermana que nunca tuvo llegaría a América, su madre murió y su padre se casó de nuevo, así que para ella lo mejor era comenzar sola de nuevo en otro lugar.
Amelia emocionada junto con Filip veía como Candys su amada prima bajaba del barco.
Amelia y Candys corrieron a abrazarse, era un momento emotivo para ambas que tenían años sin verse.
Filip solo observo a una distancia prudente a las chicas, Amelia tenía un gesto sincero de alegría que pocas veces vio Filip en ella, esa faceta de ella le gustó más al escritor. Pero al estar frente a Candys sus ojos brillaron con intensidad, los ojos verdes de la mujer parecían iluminar su rostro, un largo y espeso cabello en unos hermosos crespos lo dejaron fascinado, nada que ver con el fino y lacio cabello de Amelia.
Una figura delicada pero con curvas, reparó. La joven era hermosa.
Filip solo tomó su mano y la besó, sintiendo como su pulso se acelera ante este ínfimo contacto físico.
Tomó el equipaje de Candys y ellas en medio de risas y pequeños murmullos se dirigieron al carruaje.
Candys se sentó con su prima y Filip frente a ellas, estaba incómodo, sonrojado y nervioso, todo el tiempo miró por la ventana del carruaje no quería mostrar cómo se sentía en realidad.
Al llegar a la casa de su amante, las dejó y disculpándose se marchó de inmediato.
Y así pasaron los días, Filip comenzó a evadir cada vez más a Amelia para no llegar al acto íntimo, aceptó gustoso darle trabajo a Candys en el vestuario del teatro, así podía tenerla cerca más tiempo, por alguna razón para Filip se volvió muy importante que atuendo llevaría cada personaje y debía indicarle a Candys con detalles todo lo referente con ellos.
A la joven que fue su amante ya pasaba más de un mes sin ir y visitarla.
La tenía como encargada de escenografía y de los ensayos si él no estaba presente, que de a poco cada vez eran más frecuentes.
Un día Candy ingreso a un camerino que no estaba siendo usado para guardar algunos vestidos y escuchó unos murmullos y jadeos era su prima, ahí con el actor principal de la obra en una situación muy comprometedora. La mujer que estaba contra la pared con su falda subida dejando ver sus largas piernas y con su chaleco abierto mientras el hombre la cargaba con sus manos en sus caderas, Amelia vio a Candys que solo abrió sus ojos y boca y se petrificó.
La mujer retiró al hombre de inmediato que tenía sus pantalones en las rodillas y los subió de inmediato.
Amelia corrió para alcanzar a su prima pero ésta salió de inmediato y ella estaba a medio vestir no podría ir tras ella.
_ ¿Quién era?_ Indaga el hombre.
_ Mi… prima… Candys._ Dijo ella tratando de arreglar su ropa.
_ Nada de eso, no me dejas así, después le dices que era un ensayo o algo le inventas._ El actor la besó y la llevó de nuevo a donde estaban.
Saliendo Amelia no vio a Candys, Filip estaba en el ensayo.
_¿Dónde estabas?_ Preguntó él director.
_ ¡Ahh! estaba… me dolía la cabeza así que fui a uno de los camarotes que no se usan y descansé un rato. _ Se excusó.
Filip la miró de reojo ya que le habían informado de que la vieron ingresar a ella, y luego con total disimulo a su actor principal. La verdad no le importó mucho pero era el momento perfecto para cortar cualquier vínculo carnal con ella, y solo fuera laboral. Hablarle de su infidelidad con su actor, y él no lo perdonaría. Y así ya no tendría sus constantes reclamos de que no la visitaba.
_Y… ¿mi prima? ¿Dónde está?_ Preguntó buscándola con la mirada.
_ Se sentía mal y me pidió la tarde libre la mandé en mi carruaje para que no corriera peligro._ Dijo sin mirarla.
Amelia tuvo un mal presentimiento, su prima la había visto y había estado con Filip luego. Esa misma noche Filip la invitó a cenar y le dijo lo que ya sabía, no le quisó decir quién la había visto pero cortó toda clase de relación con ella.
Esa noche Amelia en un ataque histeria corrió a su prima, a pesar de que Candys le juraba que ella no la había delatado. Jamás le creyó, dejándola en la calle en mitad de la noche, Candys en medio de lágrimas, se dirigió al teatro tras una pareja que vieron como fue echada y arrojadas sus cosas a la calle, tuvieron compasión y la llevaron. Al día siguiente que Filip llegó el portero le informó la llegada de la señorita Candys en horas de la noche, ella le dijo que discutió con su prima pero que esperaba solucionar las cosas, que ella perdonará.
Filip de inmediato buscó a Candys y tras su insistencia ella le contó, que ella vio algo no sabía bien qué pasaba estaban a medio vestir pero su prima le dijo que solo ensayaban, esa fue la confirmación para el director. Filip la mandó a un apartamento que tenía antes del que ahora ocupaba con mejor ubicación.
Le dijo que estuviera tranquila que él correría con sus gatos.
Filip esa tarde corrió a Amelia del teatro en una gran discusión, él le aseguró que eran otras personas las que vieron tal cosa, no su prima, pero ella no le creyó. Filip los corrió a ambos, el actor y a ella por el escándalo en el teatro, y como era una advertencia para los que lo hubieran hecho, o planean hacerlo.
Un mes después a Filip le llegó una carta de Amelia y un diagnóstico médico con ella.
Estaba embarazada y le exigía casarse de inmediato con ella.
Filip estaba tratando de cortejar a Candys ya que en verdad estaba muy enamorado, este hecho lo dejó intranquilo pensando en que él podría ser un potencial padre de ese hijo, pero habían otros más que contaban de sus aventuras con la candente Amelia Walker.
Candys y Amelia no se volvieron a ver, la tristeza invadía a Candys y el odio a Amelia, ya que le llegaron rumores de que Filip estaba enamorado de su prima, de hecho lo decía públicamente, Amelia lo esperaba a las afueras del teatro, rogaba que no la dejase, pero lo único que Filip le ofreció fue darle un apoyo económico y que se fuera de viaje, que tuviera a su hijo haciéndose pasar por viuda, y rehiciera su vida lejos.
Amelia aceptó sin más salida, ya estaba en el Sesto mes, intento buscar al actor para que se casará con ella, pero esté le hecho de inmediato, la amenazó que no lo buscará más, que ella no era si no una libertina y su fama la precedía.
Amelia tomó el dinero y se fue para una granja donde una mujer de artes extrañas, y mala reputación, y con amistades de mala muerte que la acogieron.
Ya Candys no supo más de su prima, Filip le contó que lo que pasó ese día con el joven actor tuvo consecuencias para ella, y tenía que irse lejos.
Candys estaba sola solo lo tenía a él.
La muchacha de apoco y con recelo se fue enamorando de él, y aceptó su propuesta de matrimonio, lo amaba y no quería correr la misma suerte de su prima que terminará siendo la amante de Filip, o otro hombre.
Amelia vio con un inmenso odió y con su bebé recién nacida en brazos el diario con la foto en primera plana de la boda de Filip y su prima, luego la noticia de el tempano embarazo de Candys mientras su pequeña Susana tenía un par de meses. Juró vengarse y planeando con sus nuevos amigos del bajo mundo su plan, en donde continuó pagando sus favores con su cuerpo. Le quitaron los torinos a una de las llantas del carruaje y saliendo de una de las obras del director, tuvieron un gravé accidente. Y así ellos y su bebé perecieran.
Amelia ahí viendo a su antiguo amor ya muerto recordó cómo llegó a su antigua casa y esperó que la noticia se hiciera pública para llegar al hospital y ver su venganza cumplida por ella.
_ Bien, uno menos, ahora debo ver a la dulce bebé._
Última edición por Carmín Castle el Vie Abr 12, 2024 1:17 pm, editado 1 vez
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Amelia y Gusana🥹
