─Tome un baño. No se nota. ─su tono de voz es calmado.
─Sal, tenemos que hablar.
─ok. -Albert estiro su brazo señalando la salida - te sigo hermano.
Terry no comprende qué le pasa a Albert. Tiene la sensación que solo quiere fastidiar por que sigue en desacuerdo con la llegada de Candy. Los dos jóvenes se dirigen al estudio, cuando ambos entran en la habitación el castaño cierra la puerta.
─ ¿Por qué la llevaste a tu habitación? ─interrogo a Albert con voz fría.
─Porque sus piernas seguían entumecidas y la habitación más cercana es la mía Terry.
─Esa es una excusa estúpida. ¡Debiste llevarla al cuarto de huéspedes! así se quitaría esa ropa mojada y tomaría un baño con agua caliente y podría comer algo.
─La verdad no se me ocurrió nada de eso, temblaba tanto que en lo único que pensé fue arroparla bien para que entrara en calor. - hace una pausa y observa que el castaño realmente esta molesto - Terry ¿porque te importa tanto la chica? la acabas de conocer. No has pensado que puede ser peligrosa.
El castaño se siente molesto, pero sabe que debe controlar su carácter porque su amigo tiene razón. No contesta su pregunta porque realmente no sabe qué le pasa. Respira profundo jalando aire por su nariz y sacándolo de inmediato por la boca. Con voz más calmada le contesta.─ Albert agradezco que me hayas ayudado, pero de hoy en adelante, yo me encargo de ella,-El rubio lo mira y sabe que perdió esta vez, asiente con su cabeza en aceptación pero la mueca en su rostro dice otra cosa y Terry lo entiende.
De pronto Albert siente la mirada del castaño en la parte baja del cuerpo, Terry pasa su mano por su cuello y se lo toca con cansancio y frunce el ceño de su rostro. ─y por favor ponte algo de ropa, no puedes andar así por la casa tenemos una invitada ─Terry lo señala con su mano de arriba abajo.
Albert solo se ríe por lo bajo, —Amigo no me diste tiempo ni de vestirme.
— Lo sé amigo, lo sé y me disculpo por eso. —El castaño sale del despacho y de unas cuantas zancadas llega a la habitación de Albert, le quita las mantas de encima a Candy y la toma entre sus brazos y se encamina hasta la habitación del fondo que se encuentra a un lado de la de él.
Ella siente el movimiento al que es sujeta por lo que abre sus ojos que se encuentran con los de Terry.
─Hola hermosa. ─Le dice con una gran sonrisa en sus labios.
─Hola Terrence. —contesta con voz perezosa y una pequeña sonrisa. Llegan hasta la habitación donde Candy se va a quedar, La puerta sigue abierta, entran y la deposita en la cama.
─ ¿Quieres quitarte esa ropa húmeda y tomar un baño con agua caliente?
Lo observa evaluando la situación y la rubia sabe que tiene que hacerlo ─Sí, me caería muy bien.
Camina hacia el baño y abre la llave de la bañera para que se llene con agua caliente, toma un frasco con sales y esencias naturales y deposita un poco en el agua. Regresa y se queda parado en el quicio de la puerta del baño y observa como Candy tiene su mirada perdida en la nada, sus mejillas están húmedas nuevamente, Terry quiere acercarse a ella y consolarla, encerrarla en un abrazo y no soltarla jamás, pero sabe que en ese momento no es lo más adecuado.
─Candy, el baño está listo. ─la chica limpia todo rastro de agua en sus ojos, lo mira inquisidora.
─ ¿Por qué me estas ayudando? Nnno lo entiendo ¿por qué?
─Porque es una de mis filosofías. Ayudar al que más lo necesita y en estos momentos tú me necesitas.
De los labios de Candy sale una sonrisa forzada. ─¡Pero no sabes quién soy, ni de donde vengo o que me paso!
─Eres Candy… mira lo importante es que estés bien, que te sientas bien, ya luego me contaras.
Candy con la palma su mano limpia el agua de su rostro, medita lo dicho por el joven y piensa que no tiene a donde ir, ni a quien pedirle ayuda, entonces mueve su cabeza en afirmación una sola vez, se pone de pie y se encamina lentamente hacia el baño.
─Tomate tu tiempo y relájate un poco, ─musita el joven —Te dejo sobre la cama una pijama y unos bóxer nuevos para que te ponga cuando salgas de bañarte. ─Hace una pausa y le sonríe ─Cuando termines y estés lista te espero en la cocina. ─Terry cierra la puerta lentamente porque sus ojos no quieren dejar de verla ni por un instante.
Candy entra en el baño y comienza a desvestirse, su cuerpo esta adolorido y lleno de moretones y rasguños, irremediablemente comienza a llorar; su llanto es silencioso y doloroso. Da gracias porque pudo escapar del lugar donde la tenían contra su voluntad.
Cuando Terry llega a la cocina comienza a abrir los estantes buscando los utensilios necesarios para cocinar luego procedió a abrir el frigorífico y saco lo que encontró en unos recipientes y comienzo a calentar los alimentos en el horno, ademas coloco en la tetera agua y té de lavanda, la puso a calentar. Terry sabe que esta infusión es especial ya que es muy relajante y ayudará a Candy a sentirse mejor.
Escucho a Albert acercarse y lo ve tomar asiento.
─Terry, ¿Qué te dijo Wolton sobre el dinero?
─Es un hueso duro de roer el maldito viejo. Quería pagarme solo la mitad de lo convenido, según él porque el material no era tan bueno.
─Lo que pasa es que es un cabrón, siempre quiere joder al prójimo.
─Sí, lo sé —suspiro exasperado —pero al final lo convencí para que me diera el dinero completo. Debemos andarnos con cuidado ya estamos muy cerca de nuestro objetivo. Debemos tener paciencia, ¡lo sabes bien! verdad.
Un suspiro sale de su boca, se le nota el cansancio mental — ¿Cuánto tiempo más Terry? los días pasan y pasan y yo... ya estoy perdiendo la esperanza y la fe.—Su voz se quiebra.
─Ten paciencia amigo, ¡no hay plazo que no se cumpla!.—le da un apretón en su hombro confortándolo.
Sirvió tres platos y los coloco en la isla, enseguida saco los cubiertos y una taza en la que vierto la infusión, la coloco junto a uno de los platos que humean por contenido. Albert saco del frigorífico un par de cervezas bien frías y le ofrece una al castaño luego procede a tomar asiento en el lugar frente a Terry, brindan con sus bebidas y le dan un buen trago, el liquido corre por sus gargantas y la bebida les refresca el cuerpo y los hace sentir un poco mas livianos y olvidar por un momento las penas.
Unos minutos después llega Candy, ambos chicos admiran su belleza y los deja con la boca abierta y sin palabras . Debajo de toda esa mugre y lodo estaba oculta una hermosa mujer, La pijama le queda grande, pero a Terry le párese que se ve encantadora enfundada en una prenda de su pertenencia. Candy se cohíbe por las miradas de los jóvenes y se muestra tímida, Terry le sonríe y le hace señas con una mano para que se acerque y se siente junto a él.
─Ven, ya está lista la comida.
─Gracias Terry. ─Escuchar su nombre en sus labios le causa una agradable sensación al joven castaño.
─Este es té de lavanda, te ayudara a relajar tus nervios y a dormir bien. ─Le aproximo la tasa con el líquido humeante y la animo a tomarlo.
Albert los observa con detenimiento, su escrutamiento es muy evidente. El castaño de reojo lo ve y se pregunta mentalmente [¿qué será lo que está pensando?] Albert de momentos se concentra en comer sus alimentos, pero en otros, sus ojos vagan de un lugar a otro, Terry percibe su incomodidad. Cuando Albert mira a Candy y ella lo observa, él rompe contacto visual de inmediato, el castaño sigue preguntándose ¿por qué será?
En el rostro de Terry se dibujo una pequeña sonrisa y considera que es absurdo el comportamiento de Albert, es un adulto y su actuar debería ser mas maduro o tal vez…lo ha impactado tanto y siente cierta atracción hacia ella.
Automáticamente el joven castaño mueve su cabeza en negación porque de ninguna manera seria una posibilidad ya que Albert no sería capaz de romper su pacto que establecieron desde que se conocieron. Terry entonces piensa [[ La vi primero, ella es mía y espero que Albert entienda que ahora me pertenece]].Terry le pregunto a su amigo.
─ ¿Pasa algo Albert? -Candy también lo observa.
─No, nada. ─baja la mirada hacia su plato y sigue comiendo. Su actitud le sigue pareciendo rara a Terry porque normalmente no hay quien le pare la boca, siempre tiene un tema de que conversar, habla hasta cuando está durmiendo y ahora, solo contesta con monosílabos. De alguna manera la atmosfera que los rodea no es la mejor para ninguno de los tres jóvenes, la platica es escasa y solo se concretan en comer.
Cuando terminan Albert se ofrece a limpiar y lavar los trastes y Terry se lo agradece en el alma porque esta rendido.
─ Vamos Candy te acompaño a tu habitación ─ Le dice a la rubia. La toma de la mano y la guía por el corredor, pero vuelve sus pasos hacia su amigo —antes de que lo olvide Albert, te parece bien si por la tarde vamos a comprar algunos suministros y los paquetes que hacen falta para poder correr los programas y terminar por fin con el trabajo que tenemos pendiente.
─Por supuesto, si despiertas antes me hablas.
—Entonces nos vemos en un rato.
Llegan hasta la habitación y Terry procede a abrirle la puerta a Candy para que entre en ella.
─Duerme todo lo que quieras, nadie te molestara. ─Sus ojos verdes de la rubia miran los zafiros del chico, vacila un poco y su mirada cae hacia sus manos que están hechas un nudo.
─Terry, sé que es algo desequilibrado lo que te voy a pedir, pero, puedo dormir contigo, es que…tengo miedo. -Su voz es temblorosa.
La sorpresa se dibuja en el rostro de Terry y no sabe que hacer porque él no es un hombre de dormir junto a una mujer, siempre que lo ha hecho es un verdadero huracán que nunca se reprime y no sabe si podrá hacerlo con Candy.
Continuara…..
Espero que la lectura haya sido de tu agrado
y gracias por acompañarme en esta aventura