Índice
Portal
Últimas imágenes
Buscar
Conectarse
EL AROMA DEL CIELO.
By: ODDA GRANDCHESTER Y MAXIMEWINTERS19
Link al Capitulo 6
Capítulo 7.
Entre la bruma de mis sueños, siento el aroma a rosas más agudo que nunca… todo lo que viví ayer con ella fue tan real, porque claro que es real, ya no son sueños… Aún sin abrir mis ojos, sé que ella está aquí a mi lado, en mi cama y en mi vida, deslizo la mano sobre las sabanas tibias buscándola para acercarla a mí, porque este cuerpo ambicioso la extraña.
¡Demonios! Abro los ojos y me incorporo de un respingo ¿Dónde está? Llega mi mente la duda más cruel.
—¿Candy? —Pronuncio en voz alta pero temerosa, aguardo esperanzado, pero con el corazón en la boca
Salto de la cama, y aunque no escucho nada proveniente de esa habitación la busco en el baño… tomo mis pantalones de la noche anterior del suelo y salgo corriendo hacia el pasillo, pensando o tal vez rezando para que no se haya marchado.
—¡Pecas, no me asustes! ¡CANDY!... —Bajo las escaleras descalzo y a toda velocidad, me resbalo y estoy a punto de caer, logro sostenerme de la baranda, y continuo mi desesperada carrera; visualizo el salón, sobre todo el mueble, solo está mi bufanda, no veo su suéter, y mis miedos afloran en ese momento.
Recorro la estancia para abrir la gran puerta de la villa y salgo dispuesto a recorrer el mundo entero para ubicarla; pero los ángeles se apiadan de mí, alcanzo a verla alejarse por el sendero del jardín.
—¡CANDY! –Grito su nombre al tiempo que reduzco la distancia entre nosotros, ella gira, el viento soplando en contra, alborotando sus cabellos no me permite ver su rostro a distancia. Ella se queda allí, como esperando estoica mis reclamos. Reclamos que no logro articular; me detengo y mirándola directamente con los brazos abiertos y hombros alzados, ella adivina lo que quiero preguntar.
—Ya debo irme Terry… disculpa, pero no vale la pena enturbiar este maravilloso y mágico encuentro con tontas despedidas, ha sido un encuentro fortuito, entre dos desconocidos nada más. —Al decir esto se gira para darme la espalda y seguir su camino, pero sé que me esconde algo.
—¡Mírame! —Le pido y mis palabras parecen más una orden que un ruego. La brisa fría me alborota el pelo y seca las inminentes lágrimas que quieren brotar de los ojos —¿Por qué lloras? Te dejaré marchar solo si me explicas ¿Por qué te duele tanto dejar a este desconocido?
Ella no se atreve a verme a la cara, y este escenario estoy más que seguro lo he vivido antes, es doloroso y brutal.
—No me conoces y por favor no quieras conocerme, no lo intentes, soy una lista larga de manías, defectos e inseguridades; no te acerque mucho, estoy segura que te decepcionaré y tú me lastimarás.
—¡No! Estoy seguro que no será así —Trato de ir con ella hasta que un grito me detiene.
—¡No te me acerques! —La manera como me rechaza duele —No hagas esto más difícil.
—¿Por qué? ¿Es que hice algo malo?
—¡Al contrario! Eres un hombre perfecto en todos los sentidos... Soy yo la que no cuadra en todo este cuento —responde ahogando las lágrimas, se da la vuelta y puedo ver sus esmeraldas hechas un mar de lágrimas con una sonrisa triste —Cuando hables un poco más conmigo te darás cuenta que soy normal, no quiero perder esa magia con la cual me ven tus ojos; venimos de mundos distintos y no pretendo que hagas ningún gesto por obligación de caballero. Tengo una vida a la que debo regresar, por favor respeta mi decisión.
—Candy… yo, quiero que… —Mi mente trataba de la manera más absurda e incoherente de explicar porque debía quedarse a mi lado.
—Vamos engreído, será una anécdota linda para contar —Pasa su mano por el rostro antes de girarse con una sonrisa fingida y hacer un giño travieso, que me deja desconcertado; sé que ella sintió lo mismo que yo, ¿Por qué ahora me hace esto?.
—Oh no pecas, esto fue algo más ¡Y tú lo sabes!
—¡No sabes nada de mí! No soy libre, tengo una vida y debo volver a ella. —Aquellas palabras me dejaron petrificado, sentí el ultimo crujido de mi corazón resquebrajándose. —Adiós Terry, ha sido muy lindo, pero sabes que no es real... nuestros sueños no pueden simplemente salir a la realidad a hacer nuestra vida perfecta —Ella se giró y corrió colina abajo.
Mi mente comenzó a repasar cada momento una y otra vez, tratando de descifrar, si acaso fui yo quien se hizo ilusiones de un “encuentro furtivo” ¡Maldición! Me giro pasando mis manos por el cabello, la desesperanza me invade y ella se ha ido… caigo de rodillas en el césped y ya no la veo, hace mucho que se fue, entonces grito como un loco su nombre.
—¡CANDYYYYYY! —Mis ojos y mi corazón duelen ante la perdida de su mágica presencia de este lugar, no puedo dejar de llorar, por su ausencia.
No supe cuánto tiempo permanecí allí, hasta que las imágenes de la noche anterior llegaron a mí, las palabras de Isla y la certeza de que no puedo perderla ahora que volvió. Sé que ya la he perdido antes… Sí, ella fue mía, en algún otro lugar o en algún otro tiempo ¡Y yo la deje marchar!
Pero juro por Dios que esta vez no… ¡Esta vez no!
Debo alcanzarla y decirle a viva voz que la amo, que la amé aun antes de encontrarla. Espero no sea tarde, debo alcanzarla, a esta hora debe de estar saliendo al aeropuerto, así que corro otra vez y entro a la villa. Necesito vestirme o no me dejaran siquiera entrar, en mi veloz búsqueda tomo mi bufanda y la armónica que ha pertenecido a mi familia por generación, algo me ha llevado a tomarla, no se qué es, pero es importante.
Conduzco unos pocos kilómetros en mi automóvil, planeando en mi mente que decir... sé que su vuelo aún no sale, ya me aseguré de preguntarle a Alexa y me dio la información del único vuelo directo a Estados Unido; tengo unos 40 minutos aun y estoy por llegar. He traído mi pasaporte, si debo ir hasta el fin del mundo por ella lo haré.
Para mi mala suerte, su vuelo está lleno, pero necesito entrar al área de abordaje, compro un boleto al azar… ella no puede partir porque moriré si lo hace; corro entre las puertas de abordaje y no la veo, leo la pizarra electrónica adivinando cuál será su avión ¿Y si tomó un vuelo con escala? No, no creo… debo encontrarla y comienzo a recorrer cada gate, hasta que de pronto una cabellera rubia y ondulada llama mi atención, está por bajar las escaleras.
—¡Candice! —Pronuncio su nombre atravesando a varias personas y saltando a través de cualquier obstáculo que me separé de ella. —¡CANDY! —y así, se detiene de inmediato, me mira y se abren por completo sus ojos.
—¡Terry! ¿Qué haces aquí? —Sigue sin poder creerlo, sus ojos verdes están tristes, se nota que ha llorado.
—Escúchame, no puedes dejarme… no puedes irte, no otra vez. —rogué tomándola por el antebrazo.
—¿Otra vez? —Cuestiona ante mis absurdos, qué más da, debo ser honesto con ella si quiero que se quede.
—Si Candy, creo que nuestros sueños, todas esas imágenes, todo lo que Isla nos dijo es cierto... —La voz m tiembla, y no sé si ella me cree, pero debe saberlo —Llámame loco si quieres, pero sé que ya te perdí una vez y no quiero perderte ahora.
Se escucha un llamado para abordar, ella me sonríe triste, mientras dice:
—Lo siento Terry, debo irme, no soy como tú, no pertenezco a la realeza, ni sé hablar con palabras rebuscadas o acento interesante… ya me voy. — Se soltó de mi mano, trato de sostenerla, aunque sea de la punta de sus dedos, pero no, se aleja y corriendo escaleras abajo.
En un último acto de agonía me lancé tras ella a pasos desesperados, la alcancé tomándola por la espalda, y así aferrado a su cintura hundí mi cara en su cabello, respirando el aroma del cielo.
En ese instante, en ese preciso instante, pude ver imágenes desordenadas pasando por mi mente, la bruma marina, una sirena del barco, ella con un vestido antiguo, sus pecas, ella desmayada en mis brazos, un zoológico, un baile tomados de la mano, la música de la armónica, un tren y ella corre tras de mí… otras escaleras y allí está tratando de dejarme, de alejarse…
No sé si ella experimenta algo similar, pero la noto temblar, se suelta y apenas volteando me suplica:
—Terry, por favor prométeme que serás feliz —Y con esa maldita frase que ha sido evocada entre mis sueños y pesadillas una y otra vez, se va.
Sin saber porque, saco ese viejo objeto de mi bolsillo y comienzo a tocar la misma melodía que escuche desde que tengo memoria entre mis sueños y justo ahora con esas imágenes que se han colado por lo mente… tengo la esperanza que también pueda significar algo para ella; y de inmediato se detiene; se gira con lágrimas en los ojos, mientras yo me acerco tocando aquella melodía que me suena a ella.
—Esa melodía... —Murmura con lágrimas en sus ojos —La he escuchado antes... Y tu... estabas ahí Terry... Eres real.
No dejo de tocar para ella, las lágrimas de deslizan por las mejillas, deseo que lleguen a alguna parte de su subconsciente. Porque hoy comprobé que nosotros en algún momento tuvimos una historia, los sueños nunca fueron sueños... era nuestra memoria haciéndonos recordar lo que fuimos.
Detengo la música, solo para declararle:
—Te amo Pecas, por favor no me hagas esperar otra vida.
Las lágrimas de Candy siguen brotando de sus bellos ojos verdes, me sonríe y así, he descubierto que está al tanto de lo que nos ha sucedido.
—Terry... Terry. —Se lleva las manos al rostro y comienza a reír enloquecida de felicidad, la misma que en este instante me embarga —Te amo... fueron las palabras que desde hace mucho nos debíamos mutuamente. No me vuelvas a dejar ir.
Y en un impulso, se arrojó a mis brazos en un beso infinito; en algún momento de nuestra declaración de amor su boleto cayó y fue arrastrado por el viento, supe entonces que nunca más la dejaría marchar y ella tampoco se alejaría, porque mi lugar en el mundo está a su lado y el de ella está en mis brazos desde ahora y para siempre.
FIN
