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chicas guerreras
Yo feliz de estar en éste foro con ustedes
Pues sin mas que decir aqui esta un cachito mas de
CITAS NO PLANEADAS
Por Analilit
Con mucho cariño para ustedes
En la sala de espera el doctor enojon se dedicó a observar el ir y venir de Candy. Le gusto que siempre tenía una sonrisa perenne en el rostro, que se ampliaba más cuando alguien le dirigia la palabra y el empeño que ponía en su trabajo.
Mientras él observaba, Tony, se acercó a él.
-¿Candy es muy linda verdad? Aunque también es muy rejega.
-¿Candy?
-Si, la nueva chica del aseo así se llama Candy, lindo nombre como ella.¿No?
Terry concordó con él pero no respondió la pregunta.
-¿Por qué dices que es rejega?
Tony comenzó a reír.
-Cuando la conocí intenté darle un beso en la mejilla y me rechazó.
-¿En serio?
-Sí, dijo que eran demasiadas confianzitas y que no me conocía.
Tony se encogió de hombros.
- Bueno ella se lo pierde.
Terry reía, no lo podía creer nunca había conocido a una chica que rechazara los galanteos del guapo Tony.
-Pero que ni crea que voy a darme por vencido, no hay peor lucha que la que no se hace Jajaja.
Ambos la seguían con la mirada. Terry disimuladamente consultando su celular o haciendo alguna llamada pero siempre la observaba.
Cristina, la encargada del estanquillo de comida que estaba junto a la entrada, dentro del hospital, se acercó a Candy, se saludaron y Cris le pasó un teléfono, ella respondió y después de acomodar sus utensilios salió del hospital.
Más tarde, la observaron entrar con un carrito que traía bolsas y grandes garrafones de limpiadores y desinfectantes.
Terry la siguió y la observó intentar bajar los garrafones para introducirlos en la bodega e inmediatamente se aproximó a ella.
-Espera, Permíteme ayudarte son muy pensados para ti,¿ donde los pongo?
-Por aquí porfavor y allí.
Terry bajó los seis enormes garrafones.
-Le agradezco mucho doctor Granchester.
-No hay de que, estoy para servirte.
-Gracias doctor.
- Terry.
-¿Como?
- Mi nombre es Terius grandchester. pero por favor llame Terry.
Le tendió la mano y Candy la estrecho con energía .
-Mucho gusto, yo me llamo Candy White Andley.
-Encantado de conocerte pecas.
Y giro su humano con la intención de besarla. Pero en un movimiento rápido Candy la recuperó, sonrojada, turbada y un poquito molesta le dio la espalda.
"Pero que les pasa acaso hay plaga de besuconitis"
-Muchas gracias por su ayuda doctor.
Pero ya es hora del almuerzo.
Se dirigió a su bolso y sacó un recipiente con fruta y unos emparedados esperaba que él se despidiera y se marchara. Pero no lo hizo.
- Gracias por invitarme a comer pecas, tienes razón ya es tarde y también tengo hambre.
Muy sonriente Terry se sentó en un garrafón y acomodo el otro para que le sirviera de mesa. Candy lo miró sorprendida pensando.
"pero que confianzudo, yo no, lo he invitado pero... no puedo ser descortés, cuando él me ha prestado su ayuda"
-Por el contrario doctor gracias a usted por aceptar mi invitación a almorzar en este hermoso restaurante.
Ambos rieron divertidos mientras Candy colocaba los alimentos en la improvisada mesa y Terry caballerosamente le acomodó otra improvisada silla.
Candy, agradeció y comenzó a servir en la tacita del termo, leche con chocolate y le dio escoger entre dos piezas de pan dulce, le convidó de su ensalada de fruta y le dio uno de los dos emparedados.
-¡Vaya pecas te alimentas muy bien!. ¿Te pensabas acabar todo esto tú solita?.
Le pregunto un curioso Terry y la joven que sonrío.
-Yo, sólo traía los emparedados y agua. Pero mi hermana Erika, puso todo lo demás en mi bolso y añadió dos barritas de granola.
Reía la pecosa.
-Se, ve, que te quiere mucho.
La mirada de Candy se entristeció y no pudo evitar confesar.
-Si, me quiere mucho... desde que mis padres murieron hace 6 años, ha sido muy protectora conmigo como una madre.
Cuando èl observó el semblante triste de la muchacha prefirió cambiar de tema, así que sin que ella le preguntara le informó.
-Tengo tres hermanos. Yo soy el mayor y después sigue mi hermana Karen, ella y mi madre son muy unidas como uña y mugre.
Sonrió mirándola y ella correspondió.
-Además tengo dos hermanos James y Wily ellos son los pequeños de la casa son gemelos.
Un poco más alegre Candy declaró.
-En mi familia también hay gemelos. Los hermanos de mi padre son gemelos idénticos y la hermana de mi madre tiene mellizos --Suspiro --Lastima que vivan tan lejos. Es afortunado doctor Granchester, tiene una linda familia.
Afirmó, Candy, mirándolo con un poco de envidia. Se paró de golpe molesta consigo misma por el sentimiento que afloro en ella y se esforzó por erradicarlo.
-¿Tienes más hermanos?
Preguntó Terry pero alguien lo interrumpió.
-!Candy, Candy¡ ¿estás aquí?
-Sí Chayito.
-Pequeña hablo Erika y me avisó que Johan te espera a las 5:30 no lo olvides.
-Gracias por avisarme chayito no te preocupes seré puntual.
Contestó Candy guardando sus recipientes.
-!Buenas tardes! ¿doctor Granchester?
Saludó Chayito, sorprendida de encontrar al doctor en la bodega de aseo con Candy.
-Buenas tardes Rosario vallejos.
Respondió mientras se preguntaba.
"¿Quién será Johan? ¿algun amigo o novio?"
-Doctor grandchester fue muy agradable compartir con usted el almuerzo.
- Terry por favor, llámame Terry, no soy tan viejo.
-Ok Terry, muchas gracias. Cómo escucho, tengo que apresurarme, aquí tiene su postre.
Y le tendió una de las barras de granola.
Él, sonrió.
-Muchas gracias pecas pero el postre me toca a mí.¿Te gusta el pastel de chocolate? Cristina prepara uno muy rico.
-Pero ya es tarde.
- No tardaremos yo también tengo compromisos por la tarde. ¿Vamos?
Así los dos salieron de la bodega y se dirigieron al estanquillo de comida de cristina, a quien encontraron riendo por alguna bromilla compartida con el doctor Tony.
-¡Estas Lokacris! No te creo.
-¡De verdad Tony te juro que asi sucedio. Fue tan bochornoso y ala vez divertido desde entonces todos me llaman así .
Carcajeaban ambos estruendosamente.
-Me da una rebanada de pastel de chocolate por favor cristina.
-Claro doctor Granchester.
Cristina le sonrió coqueta.
- Qué milagro, usted casi no viene por aquí.
Terry sólo sonrió.
-Aquí tienes pecosa.
-Gracias.
- Te traeré pastel de moras para nuestra próxima cita.
Le dijo sonriendo y guiñando un ojo.
-¡Próxima cita!
-Sí pecosa, hasta la próxima.
Y sin agregar nada se marchó.
####
Así fue que dos días después almorzaron juntos nuevamente Y el pastel de moras estuvo delicioso.
Otros tres días después, el postre fueron fresas cristalizadas hmm deliciosas.
Pero, lo más agradable de las de las "citas", fueron las conversaciones.
Y así pasaron las semanas…
θθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθ
-¿Hace cuánto te graduaste de médico?
-Tres años.
-Entonces, ¿qué edad tienes?
-Veintiséis ¿y tú?
- Diecinueve pero cumplo veinte en
primavera,
-¿Qué fecha?...
¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤ΩΩΩΩΩ¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤
-¿Con quién fuiste a la playa pecas y a donde?
-Visitamos el puerto de Veracruz, con mis papás, mis tíos viven allí y mis primos.
-¿Tienes mucha familia?
-sí
θθθθθθθθθθθθθฯฯฯฯθθθθθθθθθθθθθθθθθθθθ
-¡Saltaste del bungee atado de pies! ¿Cuántos metros?
-Como 60 metros o mas.
-¡OMG! .¡Yo quiero hacer eso!
-La próxima vez lo haremos juntos…
§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§
Almorzaban juntos casi todos los días, a veces en la bodega otros, en el estanquillo de Cristina y a veces sólo se saludaban a lo lejos pues ambos tenían responsabilidades que les impedían comer juntos todos los días.
Pero las citas continuaban aunque no sabían cuándo se darían.
Y así pasaron los meses...
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-La cocina no sé me da, todo se me quema.
Terry reía burlón.
-¿Entonces quién cocinó esto?
- Erika, ella es una excelente cocinera.
Reía Candy encogiéndose de hombros avergonzada.
-Pobre de mi marido lo voy a matar de hambre.
Terry la miró con ojos risueños.
-No te preocupes sólo comeremos emparedados…
¤¤¤¤¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤Ω¤¤¤¤Ω¤¤
-No me llevo bien con mi padre. Él quería que fuera abogado y continuara con el negocio familiar.
-No siempre estaremos de acuerdo con quienes nos aman. Pero arregla la relación con tu padre. Yo... daría lo que fuera... por tener al mío conmigo…
Sollozo Candy, abrazándose a sí misma.
"Pecas cuántas ganas tengo de abrazarte"
Y no pudo cotenerse la atrajo hacia él y la consolo en sus brazos
¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤
-¿Porque no seguiste estudiando?
-Cuando mis padres murieron, caí en depresión. Erika se esforzó mucho por sacarme adelante en darme ánimo, no me permitía faltar a clases.
" Tenemos que seguir adelante" Me decía "La vida sigue" "Animo, tú puedes, juntas lo lograremos" Yo me esforzaba, pero algo me faltaba, en ocasiones sentía que era un lastre para Erika.
Entonces... las circunstancias de Eri, cambiaron... Y tomé la decisión de apoyarla... así que dejé la escuela.
Terry la miró con preocupación en la mirada.
-¿Qué pasó?
-Erika…
No pudo continuar en ese momento los interrumpieron.
-¡Candy, Candy!
Chayito entró apresurada llamándola.
-¡Aquí estoy! ¿qué sucede?
-La señora, Adriana, tuvo un inconveniente tienes que pasar por Johan a las 3:00 ¡apresúrate!.
-¡ho no! ¡son casi las 2:00 Y aun me falta.!
-Te ayudo Candy.
-Gracias chayito.
-Hasta mañana Terry.
Y salió apresurada. Dejando al joven médico con muchas preguntas en la cabeza.
En esta ocasión no hubo postre.
^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^
A la mañana siguiente, Candy, llegó más temprano que de costumbre, pero no vino sola al hospital. Una pequeña personita de poco más de 3 años la seguía a todos lados.
Con curiosidad, observaba todo en este nuevo entorno al que fue llevado, observaba los carteles y a las personas. Pero lo que más llamó su atención fue mural que se encontraba en la entrada de la sala de espera del hospital. Candy intentaba explicarle lo que representaba y porque llevaban tan poca ropa.
-¿No tienen flío? -pregunto Johan.
-No, más bien parece que tienen calor.
Reía Candy.
-Yo no tengo flío.
-Tienes razón, ya no hace tanto frío ven aquí.
Le quitó el chaleco y la bufanda.
-Listo más tarde me das tu chamarra. Siéntate allí y recuerda no te vayas con nadie si intentan tocarte me llamas.¿Entendido?
El pequeño afirmó con la cabeza y la joven lleno de besos su tierna carita
-Te quiero mucho Johan .
-Yo tamblién
Respondió el pequeño dejándose mimar. Y la muchacha continuó con su labor.
- Buenos días pecas.
Saludo Terry, con una sonrisa, en cuanto la encontró, estrecho su mano pero no la soltó.
-¿Qué tal descansaste?.
- Hola Terry, descanse muy bien, gracias. -¿Podemos tomar el almuerzo juntos? Quiero presentarte a alguien.
-¡Qué casualidad. Yo también quiero presentarte a alguien!.
-¿A quién?
Candy conversaba sin apartar los ojos del pequeño, que en ese momento corría hacia ellos gritando.
-¡Mamá, mamá, no te lleves a mi mamá!
Terry la soltó inmediatamente y observó cómo ella se inclinaba y alzaba en brazos al pequeño niño besándole las mejillas. En ese momento pensó.
"¡Candy es mamá! Johan no es ningún amigo o algún novio, es su hijo. Pero por qué no me lo dijo antes y quién será el papá"
-Tranquilo Johan, Terry, no me va a robar, él es un amigo entiendes, es mí amigo Y es de confianza.
-¿Es amigo? ¿Tely?
Preguntó, el pequeño, ladeando la cabeza y con la interrogación en el rostro y señalando al hombre y volvió a interrogar.
-¿A él, no lo vamos a asustar?
-No, a el no. Ahora, ¿te podrías presentar por favor amor? Le pidió Candy con cariño. El pequeño inmediatamente obedecido.
- Hola Tely, yo soy Johan White Andley.
-Hola Johan mi nombre es Terius granchester.,
"¿White Andley?--Pensaba Terry-- Tiene sus apellidos de soltera"
-¿Telyuch? preguntó Johan extrañado arrugando cómicamente su entrecejo.
-Sí Johan, mi nombre es Terrius, pero llámame Terry, quizá sea más fácil para ti.
El niño afirmó con movimientos rápidos de la cabeza y una gran sonrisa.
-¡Sí, sí Tely!
Candy y Terry lo observaron y estallaron en carcajadas.
-Dime Joan, ¿te gusta venir a trabajar con tu mami o te aburres.?
-¡no!- respondió Joan frunciendo el ceño.
-¿No te aburres?
- No, no es mi mami, és mamá, tita Canty.
-¿No es tu mami?
-No, mamí es eta!
Y de su chamarra saco una credencial que traía colgada al cuello con la foto de Erika, Moy White, él observó la foto, la joven era hermosa y risueña igual que su hermana, aunque ella no tenía rizos. Al girar la credencial encontró la foto de una sonriente candice con el pelo suelto en largas ondas.
-Mi tita Canty .
Le señaló Johan, con una sonrisa y unos enormes ojos llenos de amor hacia Candy.
-Yo también te amó mí corazón .
Le dio un beso en la frente y el niño bostezando, acomodó su cabeza en el hombro de la muchacha. Terry sonrió de oreja a oreja todas sus dudas estaban resueltas.
-¿Ya tienes sueño amor?
Preguntó Candy meciendolo con ternura.
-Shí.
Contestó Johan bostezando nuevamente.
-Está bien, vamos a que tomes tu siesta. Nos vemos más tarde Terry.
-¿A dónde lo llevas? ¡No me digas que lo vas a costar en…
-Si, en la bodega ya acomode para que esté cómodo.
-¡No, hay no! en mi consultorio ay una cama disponible, allí podrá dormir. Así también podré cuidarlo.
-Pero esa cama es para los pacientes.
-Sí pero en mi consultorio rara vez se ocupa.
Candy lo miró indecisa. No quería darle problemas a Terry pero tampoco deseaba que Johan se quedara solito en la bodega, si estaba en el consultorio con Terry estaría más tranquila. Terry la ayudó a decidir.
-Ven Johan, te llevaré a dónde tomarás tu siesta en le extendió los brazos para cargarlo.
-¿tita?
-Tranquilo, Johan, recuerda Terry es de confianza corazón, ve con él, mientras voy por tus cosas. Gracias Terry, Erika vendrá por él en unas horas.
-Ya te abia dicho que estoy para servirte pecosita ¿No es así?
Ella bajó la mirada, asintiendo con un movimiento de la cabeza mientras él le acariciaba la mejilla, ella suspiro y le entregó a Johan qué mediatamente se acomodó en sus brazos rodeando su cuello con fuerzas y exigiendo protección eso fue lo que sintió Terry al corresponder al abrazo.
Estaba por irse cuando Candy lo detuvo tomando su brazo.
-¿Qué pasa pecas?
Ella lo miró a los ojos y tomo su rostro con ternura.
Y poniéndose de puntillas le dio un besó en la mejilla que lo hizo sonreír y temblar.
-Gracias. ..
¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤
En el consultorio el joven médico interrogaba Johan.
-Así que, tú espantas a los amigos de tu tía.
-¡No, amigos No!, espantlo a los extlaños.
-Y, tú tía, ¿tiene muchos amigos?
- sí muchos.
-Y... ¿cómo se llaman?
El pequeño se rasco graciosamente la cabeza pensando hmm .
-Mickey, Pepe, Chato, Güicho, Rul, Hugo y Lalo.
Comenzó a enumerar Johan con sus deditos.
-¡Tantos!
En ese momento Candy entró en el consultorio.
-Si, Johan es muy amiguero y también tiene amiguitas ¿verdad Johan?
-¡No niñas no!
Y ante su puchero los adultos comenzaron a reír.
-En realidad me decía que tienes muchos amigos. Jajaja
- Sí cuentas a sus compañeros de guardería entonces si, tengo muchos Jajaja.
Le dijo sonriéndole mientras arropaba a Joan y le entregaba un muñeco de felpa.
- Descansa amorcito, cierra los ojitos Johan.
Le pidió mientras besaba sus ojitos.
-Cántame tita.
-¿Cuál quieres?
-La del elefante.
Candy, comenzó a cantarle muy quedito en el oído. Terry la observaba ella, estaba recostada en la cama y Johan la abrazaba con un brazo por el cuello y con el otro acariciaba sus pecosas mejillas.
Tocaron la puerta y Terry corrió la cortina…
¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤¤Ω¤¤¤¤
Un par de horas más tarde.
-¿Tita?...
Johan, abría los ojitos desconcertado, al no reconocer el lugar en donde estaba.
¡¡Tita!!
Gritó el pequeño, con temor.
-Tranquilo, Johan, aquí estoy.
-¿Y mi Tita?
-Tu tía Candy aún está trabajando pero no tardará en llegar.
-Dijo mirando el reloj.
-En cuanto llegue, te vamos a llevar a almorzar y te compraré un pastel de queso o prefieres el de chocolate.
El pequeño, negó con la cabeza, haciendo pucheros y tratando de contener las lágrimas.
-¡No quiero patel! ¡Quiro a mí Tita!
-Tranquilo Johan soy Terry me recuerdas. Soy amigo de tu tía Candy, y también soy tu amigo.
-¿Mi amigo?
Terry, se mostraba tranquilo pero en realidad, no sabría cómo tranquilizar al pequeño si se soltaba llorar, asi que lo abrazó firmemente contra su pecho y frotó su espalda para tranquilizarlo.
-Porsupuesto, tu y yo somos amigos y si quieres también puedo ser tu tío.
Johan, lo miró sorprendido, pues era un término que no había escuchado en ningún varón. Terry observó su desconcierto y atrajo su atención a otro tema. Pero la cabecita del pequeño ya trabajaba a mil por hora.
Si su tía lo cuidaba con mucho amor, un tío haria lo mismo ¿No?
-¿Te gusta la música?
- Shí.
Contestó mientras con las mangas de su playera secaba las lagrimitas que se escaparon de sus ojitos.
Entonces Terry, sacó su celular y se lo mostró.
-Mira, aquí puedes tocar música. Tienes que tocar los círculos que van cayendo sin que se te escape ninguno ¿Sabes jugarlo.
-Sí, mami me enseñó.
-Bien, toca mientras llega tu tita. Yo estaré conversando con los señores ¿Está bien?.
-Sí Tely, glasias.
El niño lo abrazó y le dio un sonoro beso.
Una hora después, dos galanes muy sonrientes salían del consultorio, buscando ambos a una pecosa con la mirada.
-Parece que tu tía aún no acaba el trabajo. Ven sentémonos en el jardín esperarla.
Allí se dirigían Cuando alguien lo llamó.
-¡Terry Hijo aquí estamos!
-Madre, ¿A qué hora llegaron?
-Hace unos minutos.
Saludos el moreno con un abrazo y un beso en la mejilla a ambas mujeres.
- ¡Y Bien! ¿dónde está la chica que quieres presentarnos?
Terry sonrió hermosamente mirando sobre su hombro.
-Aquí viene Madre, mira.
Una hermosa y sonriente Candy se acercaba a las cuatro personas allí reunidas que giraron para observar la.
Joan inmediatamente se soltó de Terry y corrió gritando.
-¡ tita, mamá, mamá!
Candy lo levantó del suelo y girando lo abrazo muy fuerte mientras reía.
-¿Me extrañaste amor?
-No
-¡No!
-Tely me plestó su teléfono.
Candy comenzó a reír pellizcando sus mejillas.
-Ahora entiendo porque no me extrañaste pilluelo . Vamos a darle las gracias a Terry. Entonces lo dejó en el suelo nuevamente.
-Muchas glacias, Tely.
Dijo Joan abrazando las piernas de Terry quien lo miro tiernamente y agachándose a su altura lo abrazó.
-De nada campeón cuando quieras podemos seguir jugando, Candy los miraba nerviosa pues ya había notado la presencia de las dos mujeres que cuchicheaban sonrientes a pocos pasos de ellos.
-Creo que ya tienes nieto madre.
- Ojalá ya estaba pensando mandarlo al monasterio.
Reían alegremente las mujeres mientras Terry hablaba con la pecosa.
-Ven, Candy, te quiero presentar a mi madre, Eleonor Baker y a mi hermana, Karen.
-Mucho gusto.- Saludó la pecosa -Mi nombre es Candy White andley, pero por favor llámenme Candy, su hijo me ha hablado un poco de ustedes.
-¿En verdad, Sólo un poco? - Respondió Karen- En cambio el habla de ti todo el tiempo.
Dijo Karen con una sonrisa burlona y tanto Candy Como Terry se sonrojaron.
- Y quién es este muchachito.
Preguntó Eleonor tomando la manita del niño que ya deseaba abrazar.
-Preséntate amor.
Pidió Candy y Johan asintió con la cabeza.
Hola, mi nombre es Johan White andley.
-¡Qué hermoso!- expresó Karen- ¿Te puedo cargar?
Joan miró inmediatamente a Candy y ella sintió.
-Si, johan, es ella es de confianza.
Karen inmediatamente lo cargo y besos sus mejillas.
-Qué guapo eres pequeño
-Y tú muy bonita.
-Además de guapo eres inteligente. Te mereces un dulce o quieres una paleta vamos a comprarlo con Cristina.
Candy inmediatamente los siguio
-Pero primero debe comer o arruinara su apetito.
-Sí, tienes razón, Primero debe alimentarse y despues le comprare muchos dulces.
Y así se encaminaron al estanquillo de Cristina para almorzar todos juntos. Eleanor observó atentamente la
dedicación y el cariño con que Candy atendía al pequeño. A la vez que las tres mujeres conversaban de temas cotidianos. Terry de igual manera también miraba feliz, lo bien que se llevaban las tres mujeres con tan poco tiempo de haberse conocido
Eleanor observó el semblante alegre de su hijo y se acercó a él,
-Me agrada mucho la muchacha y me fascina el bebé, cuando los invitas a la casa, tus hermanos se pelearán por jugar con él.
-Tranquila Eleonor, primero tengo que conseguir que sea mi novia.
-¿Todavía no son novios? ¿Hace cuánto la conoces?
-Hace unos meses.
-¿Y por que no te le has declarado?
-La estoy cortejando madre, quiero estar seguro que cuando lo haga la respuesta sea un sí. Además quiero que nos conozcamos, que me conozca, que confíe en mí y que me ame. Eso es algo que no se logra de la noche a la mañana, lleva tiempo. Hoy especialmente me e dado cuenta que desconozco muchas cosas ella.
-Pues para eso es el noviazgo para que se conoscan y tengan más confianza. ¿Pero que nos oído hablar del Amor a primera vista?
-Sí, desde la primera vez que la vi me gustó. Y desde entonces me he ido enamorando de ella cada día más.
-¡Oh! y ¿ella te ama?
-Eso lo voy a averiguar muy pronto y si aún no lo hace, la voy a enamorar hasta que me ame con locura.
La risa de Alegre de tres muchachas llamó su atención Candy presentaba a Erika como su hermana y mamá de Johan
-¿Entonces porque te llama mamá?
-Porque Candy, lo ha cuidado prácticamente desde que nació, mientras yo terminaba la carrera o trabajaba ella lo cuidaba, cuando enfermaba o cuando tenía malos sueños y yo no podía estar con mi bebé, mi hermana lo consolaba. Por eso también es su mamá
estuvo dispuesta a cuidarlo dejando de lado todo inclusive sus estudios.
Johan, escuchaba atentamente la conversación en un impulso abrazo a sus dos madres en cada brazo besando las mejillas de ambas mujeres.
Pero ahora, que e encontrado un trabajo fijo y bien remunerado en unos meses Candy volverá a iniciar sus estudios y yo la apoyaré hasta que los terminé.
Y así conversaron unos minutos más sobre el pequeño Johan y después se despidieron pues tenían que regresar al trabajo
.
-¡Adios tio Tely!
-No campeon hasta pronto.- Lo cargo y despeinó sus lacios cabellos.Tenemos un juego pendiente ¿recuerdas?
-Shi,tío.
Candy al escucharlo se sonrojo hasta la punta de las orejas.
Continuara...
Gracias por leer
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chicas guerrerasYo feliz de estar en éste foro con ustedes
Pues sin mas que decir aqui esta un cachito mas de
CITAS NO PLANEADAS
Por Analilit
Con mucho cariño para ustedes
En la sala de espera el doctor enojon se dedicó a observar el ir y venir de Candy. Le gusto que siempre tenía una sonrisa perenne en el rostro, que se ampliaba más cuando alguien le dirigia la palabra y el empeño que ponía en su trabajo.
Mientras él observaba, Tony, se acercó a él.
-¿Candy es muy linda verdad? Aunque también es muy rejega.
-¿Candy?
-Si, la nueva chica del aseo así se llama Candy, lindo nombre como ella.¿No?
Terry concordó con él pero no respondió la pregunta.
-¿Por qué dices que es rejega?
Tony comenzó a reír.
-Cuando la conocí intenté darle un beso en la mejilla y me rechazó.
-¿En serio?
-Sí, dijo que eran demasiadas confianzitas y que no me conocía.
Tony se encogió de hombros.
- Bueno ella se lo pierde.
Terry reía, no lo podía creer nunca había conocido a una chica que rechazara los galanteos del guapo Tony.
-Pero que ni crea que voy a darme por vencido, no hay peor lucha que la que no se hace Jajaja.
Ambos la seguían con la mirada. Terry disimuladamente consultando su celular o haciendo alguna llamada pero siempre la observaba.
Cristina, la encargada del estanquillo de comida que estaba junto a la entrada, dentro del hospital, se acercó a Candy, se saludaron y Cris le pasó un teléfono, ella respondió y después de acomodar sus utensilios salió del hospital.
Más tarde, la observaron entrar con un carrito que traía bolsas y grandes garrafones de limpiadores y desinfectantes.
Terry la siguió y la observó intentar bajar los garrafones para introducirlos en la bodega e inmediatamente se aproximó a ella.
-Espera, Permíteme ayudarte son muy pensados para ti,¿ donde los pongo?
-Por aquí porfavor y allí.
Terry bajó los seis enormes garrafones.
-Le agradezco mucho doctor Granchester.
-No hay de que, estoy para servirte.
-Gracias doctor.
- Terry.
-¿Como?
- Mi nombre es Terius grandchester. pero por favor llame Terry.
Le tendió la mano y Candy la estrecho con energía .
-Mucho gusto, yo me llamo Candy White Andley.
-Encantado de conocerte pecas.
Y giro su humano con la intención de besarla. Pero en un movimiento rápido Candy la recuperó, sonrojada, turbada y un poquito molesta le dio la espalda.
"Pero que les pasa acaso hay plaga de besuconitis"
-Muchas gracias por su ayuda doctor.
Pero ya es hora del almuerzo.
Se dirigió a su bolso y sacó un recipiente con fruta y unos emparedados esperaba que él se despidiera y se marchara. Pero no lo hizo.
- Gracias por invitarme a comer pecas, tienes razón ya es tarde y también tengo hambre.
Muy sonriente Terry se sentó en un garrafón y acomodo el otro para que le sirviera de mesa. Candy lo miró sorprendida pensando.
"pero que confianzudo, yo no, lo he invitado pero... no puedo ser descortés, cuando él me ha prestado su ayuda"
-Por el contrario doctor gracias a usted por aceptar mi invitación a almorzar en este hermoso restaurante.
Ambos rieron divertidos mientras Candy colocaba los alimentos en la improvisada mesa y Terry caballerosamente le acomodó otra improvisada silla.
Candy, agradeció y comenzó a servir en la tacita del termo, leche con chocolate y le dio escoger entre dos piezas de pan dulce, le convidó de su ensalada de fruta y le dio uno de los dos emparedados.
-¡Vaya pecas te alimentas muy bien!. ¿Te pensabas acabar todo esto tú solita?.
Le pregunto un curioso Terry y la joven que sonrío.
-Yo, sólo traía los emparedados y agua. Pero mi hermana Erika, puso todo lo demás en mi bolso y añadió dos barritas de granola.
Reía la pecosa.
-Se, ve, que te quiere mucho.
La mirada de Candy se entristeció y no pudo evitar confesar.
-Si, me quiere mucho... desde que mis padres murieron hace 6 años, ha sido muy protectora conmigo como una madre.
Cuando èl observó el semblante triste de la muchacha prefirió cambiar de tema, así que sin que ella le preguntara le informó.
-Tengo tres hermanos. Yo soy el mayor y después sigue mi hermana Karen, ella y mi madre son muy unidas como uña y mugre.
Sonrió mirándola y ella correspondió.
-Además tengo dos hermanos James y Wily ellos son los pequeños de la casa son gemelos.
Un poco más alegre Candy declaró.
-En mi familia también hay gemelos. Los hermanos de mi padre son gemelos idénticos y la hermana de mi madre tiene mellizos --Suspiro --Lastima que vivan tan lejos. Es afortunado doctor Granchester, tiene una linda familia.
Afirmó, Candy, mirándolo con un poco de envidia. Se paró de golpe molesta consigo misma por el sentimiento que afloro en ella y se esforzó por erradicarlo.
-¿Tienes más hermanos?
Preguntó Terry pero alguien lo interrumpió.
-!Candy, Candy¡ ¿estás aquí?
-Sí Chayito.
-Pequeña hablo Erika y me avisó que Johan te espera a las 5:30 no lo olvides.
-Gracias por avisarme chayito no te preocupes seré puntual.
Contestó Candy guardando sus recipientes.
-!Buenas tardes! ¿doctor Granchester?
Saludó Chayito, sorprendida de encontrar al doctor en la bodega de aseo con Candy.
-Buenas tardes Rosario vallejos.
Respondió mientras se preguntaba.
"¿Quién será Johan? ¿algun amigo o novio?"
-Doctor grandchester fue muy agradable compartir con usted el almuerzo.
- Terry por favor, llámame Terry, no soy tan viejo.
-Ok Terry, muchas gracias. Cómo escucho, tengo que apresurarme, aquí tiene su postre.
Y le tendió una de las barras de granola.
Él, sonrió.
-Muchas gracias pecas pero el postre me toca a mí.¿Te gusta el pastel de chocolate? Cristina prepara uno muy rico.
-Pero ya es tarde.
- No tardaremos yo también tengo compromisos por la tarde. ¿Vamos?
Así los dos salieron de la bodega y se dirigieron al estanquillo de comida de cristina, a quien encontraron riendo por alguna bromilla compartida con el doctor Tony.
-¡Estas Lokacris! No te creo.
-¡De verdad Tony te juro que asi sucedio. Fue tan bochornoso y ala vez divertido desde entonces todos me llaman así .
Carcajeaban ambos estruendosamente.
-Me da una rebanada de pastel de chocolate por favor cristina.
-Claro doctor Granchester.
Cristina le sonrió coqueta.
- Qué milagro, usted casi no viene por aquí.
Terry sólo sonrió.
-Aquí tienes pecosa.
-Gracias.
- Te traeré pastel de moras para nuestra próxima cita.
Le dijo sonriendo y guiñando un ojo.
-¡Próxima cita!
-Sí pecosa, hasta la próxima.
Y sin agregar nada se marchó.
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Así fue que dos días después almorzaron juntos nuevamente Y el pastel de moras estuvo delicioso.
Otros tres días después, el postre fueron fresas cristalizadas hmm deliciosas.
Pero, lo más agradable de las de las "citas", fueron las conversaciones.
Y así pasaron las semanas…
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-¿Hace cuánto te graduaste de médico?
-Tres años.
-Entonces, ¿qué edad tienes?
-Veintiséis ¿y tú?
- Diecinueve pero cumplo veinte en
primavera,
-¿Qué fecha?...
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-¿Con quién fuiste a la playa pecas y a donde?
-Visitamos el puerto de Veracruz, con mis papás, mis tíos viven allí y mis primos.
-¿Tienes mucha familia?
-sí
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-¡Saltaste del bungee atado de pies! ¿Cuántos metros?
-Como 60 metros o mas.
-¡OMG! .¡Yo quiero hacer eso!
-La próxima vez lo haremos juntos…
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Almorzaban juntos casi todos los días, a veces en la bodega otros, en el estanquillo de Cristina y a veces sólo se saludaban a lo lejos pues ambos tenían responsabilidades que les impedían comer juntos todos los días.
Pero las citas continuaban aunque no sabían cuándo se darían.
Y así pasaron los meses...
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-La cocina no sé me da, todo se me quema.
Terry reía burlón.
-¿Entonces quién cocinó esto?
- Erika, ella es una excelente cocinera.
Reía Candy encogiéndose de hombros avergonzada.
-Pobre de mi marido lo voy a matar de hambre.
Terry la miró con ojos risueños.
-No te preocupes sólo comeremos emparedados…
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-No me llevo bien con mi padre. Él quería que fuera abogado y continuara con el negocio familiar.
-No siempre estaremos de acuerdo con quienes nos aman. Pero arregla la relación con tu padre. Yo... daría lo que fuera... por tener al mío conmigo…
Sollozo Candy, abrazándose a sí misma.
"Pecas cuántas ganas tengo de abrazarte"
Y no pudo cotenerse la atrajo hacia él y la consolo en sus brazos
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-¿Porque no seguiste estudiando?
-Cuando mis padres murieron, caí en depresión. Erika se esforzó mucho por sacarme adelante en darme ánimo, no me permitía faltar a clases.
" Tenemos que seguir adelante" Me decía "La vida sigue" "Animo, tú puedes, juntas lo lograremos" Yo me esforzaba, pero algo me faltaba, en ocasiones sentía que era un lastre para Erika.
Entonces... las circunstancias de Eri, cambiaron... Y tomé la decisión de apoyarla... así que dejé la escuela.
Terry la miró con preocupación en la mirada.
-¿Qué pasó?
-Erika…
No pudo continuar en ese momento los interrumpieron.
-¡Candy, Candy!
Chayito entró apresurada llamándola.
-¡Aquí estoy! ¿qué sucede?
-La señora, Adriana, tuvo un inconveniente tienes que pasar por Johan a las 3:00 ¡apresúrate!.
-¡ho no! ¡son casi las 2:00 Y aun me falta.!
-Te ayudo Candy.
-Gracias chayito.
-Hasta mañana Terry.
Y salió apresurada. Dejando al joven médico con muchas preguntas en la cabeza.
En esta ocasión no hubo postre.
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A la mañana siguiente, Candy, llegó más temprano que de costumbre, pero no vino sola al hospital. Una pequeña personita de poco más de 3 años la seguía a todos lados.
Con curiosidad, observaba todo en este nuevo entorno al que fue llevado, observaba los carteles y a las personas. Pero lo que más llamó su atención fue mural que se encontraba en la entrada de la sala de espera del hospital. Candy intentaba explicarle lo que representaba y porque llevaban tan poca ropa.
-¿No tienen flío? -pregunto Johan.
-No, más bien parece que tienen calor.
Reía Candy.
-Yo no tengo flío.
-Tienes razón, ya no hace tanto frío ven aquí.
Le quitó el chaleco y la bufanda.
-Listo más tarde me das tu chamarra. Siéntate allí y recuerda no te vayas con nadie si intentan tocarte me llamas.¿Entendido?
El pequeño afirmó con la cabeza y la joven lleno de besos su tierna carita
-Te quiero mucho Johan .
-Yo tamblién
Respondió el pequeño dejándose mimar. Y la muchacha continuó con su labor.
- Buenos días pecas.
Saludo Terry, con una sonrisa, en cuanto la encontró, estrecho su mano pero no la soltó.
-¿Qué tal descansaste?.
- Hola Terry, descanse muy bien, gracias. -¿Podemos tomar el almuerzo juntos? Quiero presentarte a alguien.
-¡Qué casualidad. Yo también quiero presentarte a alguien!.
-¿A quién?
Candy conversaba sin apartar los ojos del pequeño, que en ese momento corría hacia ellos gritando.
-¡Mamá, mamá, no te lleves a mi mamá!
Terry la soltó inmediatamente y observó cómo ella se inclinaba y alzaba en brazos al pequeño niño besándole las mejillas. En ese momento pensó.
"¡Candy es mamá! Johan no es ningún amigo o algún novio, es su hijo. Pero por qué no me lo dijo antes y quién será el papá"
-Tranquilo Johan, Terry, no me va a robar, él es un amigo entiendes, es mí amigo Y es de confianza.
-¿Es amigo? ¿Tely?
Preguntó, el pequeño, ladeando la cabeza y con la interrogación en el rostro y señalando al hombre y volvió a interrogar.
-¿A él, no lo vamos a asustar?
-No, a el no. Ahora, ¿te podrías presentar por favor amor? Le pidió Candy con cariño. El pequeño inmediatamente obedecido.
- Hola Tely, yo soy Johan White Andley.
-Hola Johan mi nombre es Terius granchester.,
"¿White Andley?--Pensaba Terry-- Tiene sus apellidos de soltera"
-¿Telyuch? preguntó Johan extrañado arrugando cómicamente su entrecejo.
-Sí Johan, mi nombre es Terrius, pero llámame Terry, quizá sea más fácil para ti.
El niño afirmó con movimientos rápidos de la cabeza y una gran sonrisa.
-¡Sí, sí Tely!
Candy y Terry lo observaron y estallaron en carcajadas.
-Dime Joan, ¿te gusta venir a trabajar con tu mami o te aburres.?
-¡no!- respondió Joan frunciendo el ceño.
-¿No te aburres?
- No, no es mi mami, és mamá, tita Canty.
-¿No es tu mami?
-No, mamí es eta!
Y de su chamarra saco una credencial que traía colgada al cuello con la foto de Erika, Moy White, él observó la foto, la joven era hermosa y risueña igual que su hermana, aunque ella no tenía rizos. Al girar la credencial encontró la foto de una sonriente candice con el pelo suelto en largas ondas.
-Mi tita Canty .
Le señaló Johan, con una sonrisa y unos enormes ojos llenos de amor hacia Candy.
-Yo también te amó mí corazón .
Le dio un beso en la frente y el niño bostezando, acomodó su cabeza en el hombro de la muchacha. Terry sonrió de oreja a oreja todas sus dudas estaban resueltas.
-¿Ya tienes sueño amor?
Preguntó Candy meciendolo con ternura.
-Shí.
Contestó Johan bostezando nuevamente.
-Está bien, vamos a que tomes tu siesta. Nos vemos más tarde Terry.
-¿A dónde lo llevas? ¡No me digas que lo vas a costar en…
-Si, en la bodega ya acomode para que esté cómodo.
-¡No, hay no! en mi consultorio ay una cama disponible, allí podrá dormir. Así también podré cuidarlo.
-Pero esa cama es para los pacientes.
-Sí pero en mi consultorio rara vez se ocupa.
Candy lo miró indecisa. No quería darle problemas a Terry pero tampoco deseaba que Johan se quedara solito en la bodega, si estaba en el consultorio con Terry estaría más tranquila. Terry la ayudó a decidir.
-Ven Johan, te llevaré a dónde tomarás tu siesta en le extendió los brazos para cargarlo.
-¿tita?
-Tranquilo, Johan, recuerda Terry es de confianza corazón, ve con él, mientras voy por tus cosas. Gracias Terry, Erika vendrá por él en unas horas.
-Ya te abia dicho que estoy para servirte pecosita ¿No es así?
Ella bajó la mirada, asintiendo con un movimiento de la cabeza mientras él le acariciaba la mejilla, ella suspiro y le entregó a Johan qué mediatamente se acomodó en sus brazos rodeando su cuello con fuerzas y exigiendo protección eso fue lo que sintió Terry al corresponder al abrazo.
Estaba por irse cuando Candy lo detuvo tomando su brazo.
-¿Qué pasa pecas?
Ella lo miró a los ojos y tomo su rostro con ternura.
Y poniéndose de puntillas le dio un besó en la mejilla que lo hizo sonreír y temblar.
-Gracias. ..
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En el consultorio el joven médico interrogaba Johan.
-Así que, tú espantas a los amigos de tu tía.
-¡No, amigos No!, espantlo a los extlaños.
-Y, tú tía, ¿tiene muchos amigos?
- sí muchos.
-Y... ¿cómo se llaman?
El pequeño se rasco graciosamente la cabeza pensando hmm .
-Mickey, Pepe, Chato, Güicho, Rul, Hugo y Lalo.
Comenzó a enumerar Johan con sus deditos.
-¡Tantos!
En ese momento Candy entró en el consultorio.
-Si, Johan es muy amiguero y también tiene amiguitas ¿verdad Johan?
-¡No niñas no!
Y ante su puchero los adultos comenzaron a reír.
-En realidad me decía que tienes muchos amigos. Jajaja
- Sí cuentas a sus compañeros de guardería entonces si, tengo muchos Jajaja.
Le dijo sonriéndole mientras arropaba a Joan y le entregaba un muñeco de felpa.
- Descansa amorcito, cierra los ojitos Johan.
Le pidió mientras besaba sus ojitos.
-Cántame tita.
-¿Cuál quieres?
-La del elefante.
Candy, comenzó a cantarle muy quedito en el oído. Terry la observaba ella, estaba recostada en la cama y Johan la abrazaba con un brazo por el cuello y con el otro acariciaba sus pecosas mejillas.
Tocaron la puerta y Terry corrió la cortina…
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Un par de horas más tarde.
-¿Tita?...
Johan, abría los ojitos desconcertado, al no reconocer el lugar en donde estaba.
¡¡Tita!!
Gritó el pequeño, con temor.
-Tranquilo, Johan, aquí estoy.
-¿Y mi Tita?
-Tu tía Candy aún está trabajando pero no tardará en llegar.
-Dijo mirando el reloj.
-En cuanto llegue, te vamos a llevar a almorzar y te compraré un pastel de queso o prefieres el de chocolate.
El pequeño, negó con la cabeza, haciendo pucheros y tratando de contener las lágrimas.
-¡No quiero patel! ¡Quiro a mí Tita!
-Tranquilo Johan soy Terry me recuerdas. Soy amigo de tu tía Candy, y también soy tu amigo.
-¿Mi amigo?
Terry, se mostraba tranquilo pero en realidad, no sabría cómo tranquilizar al pequeño si se soltaba llorar, asi que lo abrazó firmemente contra su pecho y frotó su espalda para tranquilizarlo.
-Porsupuesto, tu y yo somos amigos y si quieres también puedo ser tu tío.
Johan, lo miró sorprendido, pues era un término que no había escuchado en ningún varón. Terry observó su desconcierto y atrajo su atención a otro tema. Pero la cabecita del pequeño ya trabajaba a mil por hora.
Si su tía lo cuidaba con mucho amor, un tío haria lo mismo ¿No?
-¿Te gusta la música?
- Shí.
Contestó mientras con las mangas de su playera secaba las lagrimitas que se escaparon de sus ojitos.
Entonces Terry, sacó su celular y se lo mostró.
-Mira, aquí puedes tocar música. Tienes que tocar los círculos que van cayendo sin que se te escape ninguno ¿Sabes jugarlo.
-Sí, mami me enseñó.
-Bien, toca mientras llega tu tita. Yo estaré conversando con los señores ¿Está bien?.
-Sí Tely, glasias.
El niño lo abrazó y le dio un sonoro beso.
Una hora después, dos galanes muy sonrientes salían del consultorio, buscando ambos a una pecosa con la mirada.
-Parece que tu tía aún no acaba el trabajo. Ven sentémonos en el jardín esperarla.
Allí se dirigían Cuando alguien lo llamó.
-¡Terry Hijo aquí estamos!
-Madre, ¿A qué hora llegaron?
-Hace unos minutos.
Saludos el moreno con un abrazo y un beso en la mejilla a ambas mujeres.
- ¡Y Bien! ¿dónde está la chica que quieres presentarnos?
Terry sonrió hermosamente mirando sobre su hombro.
-Aquí viene Madre, mira.
Una hermosa y sonriente Candy se acercaba a las cuatro personas allí reunidas que giraron para observar la.
Joan inmediatamente se soltó de Terry y corrió gritando.
-¡ tita, mamá, mamá!
Candy lo levantó del suelo y girando lo abrazo muy fuerte mientras reía.
-¿Me extrañaste amor?
-No
-¡No!
-Tely me plestó su teléfono.
Candy comenzó a reír pellizcando sus mejillas.
-Ahora entiendo porque no me extrañaste pilluelo . Vamos a darle las gracias a Terry. Entonces lo dejó en el suelo nuevamente.
-Muchas glacias, Tely.
Dijo Joan abrazando las piernas de Terry quien lo miro tiernamente y agachándose a su altura lo abrazó.
-De nada campeón cuando quieras podemos seguir jugando, Candy los miraba nerviosa pues ya había notado la presencia de las dos mujeres que cuchicheaban sonrientes a pocos pasos de ellos.
-Creo que ya tienes nieto madre.
- Ojalá ya estaba pensando mandarlo al monasterio.
Reían alegremente las mujeres mientras Terry hablaba con la pecosa.
-Ven, Candy, te quiero presentar a mi madre, Eleonor Baker y a mi hermana, Karen.
-Mucho gusto.- Saludó la pecosa -Mi nombre es Candy White andley, pero por favor llámenme Candy, su hijo me ha hablado un poco de ustedes.
-¿En verdad, Sólo un poco? - Respondió Karen- En cambio el habla de ti todo el tiempo.
Dijo Karen con una sonrisa burlona y tanto Candy Como Terry se sonrojaron.
- Y quién es este muchachito.
Preguntó Eleonor tomando la manita del niño que ya deseaba abrazar.
-Preséntate amor.
Pidió Candy y Johan asintió con la cabeza.
Hola, mi nombre es Johan White andley.
-¡Qué hermoso!- expresó Karen- ¿Te puedo cargar?
Joan miró inmediatamente a Candy y ella sintió.
-Si, johan, es ella es de confianza.
Karen inmediatamente lo cargo y besos sus mejillas.
-Qué guapo eres pequeño
-Y tú muy bonita.
-Además de guapo eres inteligente. Te mereces un dulce o quieres una paleta vamos a comprarlo con Cristina.
Candy inmediatamente los siguio
-Pero primero debe comer o arruinara su apetito.
-Sí, tienes razón, Primero debe alimentarse y despues le comprare muchos dulces.
Y así se encaminaron al estanquillo de Cristina para almorzar todos juntos. Eleanor observó atentamente la
dedicación y el cariño con que Candy atendía al pequeño. A la vez que las tres mujeres conversaban de temas cotidianos. Terry de igual manera también miraba feliz, lo bien que se llevaban las tres mujeres con tan poco tiempo de haberse conocido
Eleanor observó el semblante alegre de su hijo y se acercó a él,
-Me agrada mucho la muchacha y me fascina el bebé, cuando los invitas a la casa, tus hermanos se pelearán por jugar con él.
-Tranquila Eleonor, primero tengo que conseguir que sea mi novia.
-¿Todavía no son novios? ¿Hace cuánto la conoces?
-Hace unos meses.
-¿Y por que no te le has declarado?
-La estoy cortejando madre, quiero estar seguro que cuando lo haga la respuesta sea un sí. Además quiero que nos conozcamos, que me conozca, que confíe en mí y que me ame. Eso es algo que no se logra de la noche a la mañana, lleva tiempo. Hoy especialmente me e dado cuenta que desconozco muchas cosas ella.
-Pues para eso es el noviazgo para que se conoscan y tengan más confianza. ¿Pero que nos oído hablar del Amor a primera vista?
-Sí, desde la primera vez que la vi me gustó. Y desde entonces me he ido enamorando de ella cada día más.
-¡Oh! y ¿ella te ama?
-Eso lo voy a averiguar muy pronto y si aún no lo hace, la voy a enamorar hasta que me ame con locura.
La risa de Alegre de tres muchachas llamó su atención Candy presentaba a Erika como su hermana y mamá de Johan
-¿Entonces porque te llama mamá?
-Porque Candy, lo ha cuidado prácticamente desde que nació, mientras yo terminaba la carrera o trabajaba ella lo cuidaba, cuando enfermaba o cuando tenía malos sueños y yo no podía estar con mi bebé, mi hermana lo consolaba. Por eso también es su mamá
estuvo dispuesta a cuidarlo dejando de lado todo inclusive sus estudios.
Johan, escuchaba atentamente la conversación en un impulso abrazo a sus dos madres en cada brazo besando las mejillas de ambas mujeres.
Pero ahora, que e encontrado un trabajo fijo y bien remunerado en unos meses Candy volverá a iniciar sus estudios y yo la apoyaré hasta que los terminé.
Y así conversaron unos minutos más sobre el pequeño Johan y después se despidieron pues tenían que regresar al trabajo
.
-¡Adios tio Tely!
-No campeon hasta pronto.- Lo cargo y despeinó sus lacios cabellos.Tenemos un juego pendiente ¿recuerdas?
-Shi,tío.
Candy al escucharlo se sonrojo hasta la punta de las orejas.
Continuara...
Gracias por leer
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espero tu proximo capitulo, que tierna historia me gusto mucho lo del sobrino y que le dice Tely awww ternurita 
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