Relato
-¿Que hago aqui?-viendose sentado en una de silla de madera, atado de manos, debajo de una lampara que fungia como reflector, pues la misma solo lo estaba alumbrando a èl mientras que la obscuridad reinaba a su alrededor.
su cuerpo estaba empapado de sudor, el cual se se hacia ver y se deslizaba por su rostro moreno, al tiempo que su rostro mantenia una expresion de preocupacion y nerviosismo por no saber en que lugar se encontraba y por que no lo habian llevado alli.
-¿Es que acaso no saben quien soy?-levantando la voz, queriendo llamar la atencion de ese alguien que lo mantenia cautivo-.¡Soy un Leagan! Tengo mucho dinero-llegando a lo que las personas llamaban el "grano del asunto", pues se sabia que cuando una persona era secuestrada era por que el secuestrador estaba a falta de dinero.-Yo puedo darte mucho dinero, mas de lo que te imaginas-escuchando lo que parecia ser una sonrisa de esas que usaban las mujeres al momento de que su galan se daba cuenta de su presencia.-¿Quires dinero? ¿Viaje? ¿Propiedades? ¡Pide lo que quieras yo te lo darè!-carraspeando un poco, sintiendo como la garganta se le secaba. otra risa que se esuchaba en todas partes.
-¿Quien eres...quienes son?-rectificando su pregunta, pues ya sabia que habian mas de una persona en esa habitacion, protegida por la oscuridad.
Dos figuras se estaban saliendo de ese manto oscuro-una mas alta y robusta que la otra-para ponerse frente a èl.Neal se quedò mirando al hombre frente a èl e iba a decir su nombre y a formular preguntas con las tipicas palabras y acusarlo como era normal en esos caso; pero su secuestrador, o quien èl creia que era, hablò primeor:
-¿Por que demonios de todos los hombres que hay en este mundo eliges a este, Igzell?-preguntò el jefe usando una voz severe, dejando ver cual molesto y decepcionado estaba con la pelirroja que sostenia su brazo, misma que se alzò de hombro y dejò ver una radiante e infantil sonrisa. El deje, solo soltò un aliento de resigancion-Bien, te lo puedes quedar-apuntando con el indice a su niña-te lo puedes quedar: Neal Leagan serà tu esclavo.
Un chillido de triunfo se dejò escuchar en todo aquel pequeño espacio. Igzell se colgò del cuello de su queridisimo y amado jefe, dejando caer lluvias de besos que mostraba cuan agradecida estaba.
-Gracias, Terry. Sabes que te adoro.-desatando de la silla a su anhelado amor, mas no lo liberaba del todo.
-No, ya no me quieres como antes.-dejando ver cuan celoso se sentia.
-¿Esclavo yo?-queriendo una explicacion de lo que estaba pasando mas esta nunca llegò, pues fue ignorado.
-¿Estas celoso mi jefesito? no deberias estarlo: a ambos lo amo por igual. la unica diferencia es que a uno le sirvo y el otro me servira a mi-halando a Neal, haciendole saber quien era su sirviente. El moreno soltò un bufido, pues no le gustaba como se escuchaba eso: èl no le serviria a nadie, pero al ver el rostro angelical de aquella joven, dueña de unos ojos tan grande y hermoso que lograron cautivarlo por completo, los cuales lo provaron del sentido del habla.
se dejò llevar sin protestar por la pelirroja, a quien llamaron como Igzell, un nombre no muy comun como hermosa era la condenada. Por el momento se dejaria ser, mas luego se enteraria del papel que jugaba Terry en todo aquello y la misma tambien; luego, habia dicho, pero lo que no sabia era que la joven lo mantendria tan ocupado....
****
Pienso que la mafia es uno de los pocos grupos que se ha mantenido pro-activo y unidos en cuanto a trabajo de equipo y la gf se trata. Ahi no hay chisme, todas son unidas y bien chevere; dejan en claro y ponen en alto a quien le sirven; ademas que no juzgan los bandos :D
AHORA DAME ESE REGALO