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Seguimos con la despedida de las Rebeldes... ¡¡¡ALERTA!!
Capítulo con contenido altamente HOT
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MINI FIC EN CONJUNTO.
UNA DESPEDIDA INOLVIDABLE
—¡Ah, pero que románticos! —dijo Lady Ardlay con un gran suspiro. Al estar todas embobadas viendo cómo las ágiles manos de los rebeldes cobraban vida en caricias, no se percataron que un par de ojos, llenos de ira y celos, veían a través de las tablas del establo.
Felícity entró en alerta, pues su sexto sentido le decía que algo no estaba bien, con una mirada Astrid, Ella y Lolita entendieron y empezaron a observar entre el heno y la paja.
Sigilosamente algunas chicas salieron, Marishka y TG corrieron tras unas sombras que se habían adentrado en el bosque. Terry y Candy interrumpieron su plácido momento al escuchar a Chianella llorando, diciendo que se habían llevado a Pashca y a Amethyst.
Terry le dijo a Candy, que se quedara con todas las chicas, que él iría a buscarlas.
—Ni lo sueñes Terry, voy contigo — dijo Candy valientemente.
—Todas vamos —dijo Didi, sosteniendo el látigo de Terry—. Supongo que no deben estar tan lejos.
Las chicas tomaron objetos que les pudiera servir cómo defensa, Felicity y Terry pusieron los ojos en blanco al ver que Astrid había tomado la botella con la cual antes habían estado jugando
—¿Qué? —les preguntó ella. —¡Al menos tengo algo con qué defenderme! —respondió encogiéndose de hombros.
TG y Marishka regresaron muy nerviosas, pues se habían escondido entre los árboles al escuchar a los raptores de sus amigas.
Un grito se escuchó, las velas fueron apagadas por un fuerte viento, quedando el lugar en total oscuridad. Las chicas comenzaron a gritar y abrazarse entre ellas.
—¡Tranquilas! —susurró Terry— Sólo fue el viento, ahora, tengo un plan… –empezaba a decirles, cuando la puerta del establo se abrió abruptamente, jamás se imaginaron ver entrar a esa persona.
–¡Eliza! – dijeron todos a una sola voz.
—¿Pero qué diablos hace ella aquí? Seguramente fue de chismosa y no tarda en llegar la Hermana Gray —dijo con furia Lolita.
—¡Chicos no hay tiempo que perder! Vi cuando unos sujetos se llevaron a sus amigas, la grandota tetona y a la chica esa que derramó pintura en mi uniforme cuando era una novata, ellas forcejeaban, pero ellos… ¡oh Dios! Ellos las golpearon hasta que dejaron de resistirse.
—¿Un momento y tú dónde estabas, por qué a ti no te atacaron? —interrogó Grandchester.
—Yo... he… bueno es porque estaba... estaba escondida.
—¿Y de quien te escondías? —cuestionó Lady Ardlay, que aprovechando su embriaguez y el momento de distracción de Candy, se paró justo enfrente de Terry tan cerca que su trasero rozó contra su masculinidad, que con ese ajustado traje de equitación se le notaba muy bien y la traía babeando desde que lo vio, pero había reprendido con falsedad a Pashca cuando esta se acercó al joven que se había quedado dormido.
—De Neil —respondió Eliza nerviosa. –“Si supieran de dónde venía, con quien y lo que había estado haciendo momentos antes de ver esta horrible escena”- pensó la pelirroja.
—¿De Neil? —dijeron al unísono todas las rebeldes sin creerle.
—Si de Neil, tomé una de sus pertenencias y no tardará en encontrarme, me siguió desde su habitación, pero no tiene tan buena condición física como yo, pero eso es lo de menos, ¡de prisa, de prisa! hay que encontrarlas —dijo entre lágrimas alterada por la situación—. Se las llevaron por allá.
Señaló hacia el profundo y frondoso bosque, en donde la oscuridad y el silencio reinaba.
En el establo las respiraciones agitadas se podían escuchar, los sollozos de Chianella, la botella que Astrid había cogido resbaló de sus manos haciendo un estruendoso ruido al impactarse y quebrarse en el suelo, la risa nerviosa de Stear resonaba y la valerosa voz de Felícity también se dejó oír:
—¡Muy bien! Sea cierto o no, no tenemos otra alternativa, hay que encontrar a nuestras amigas. Terry, ¿cuál es tu plan?
—Sugiero que Archie y Stear lideren un grupo para dispersarnos y que sea más rápido localizarlas, yo dirigiré otro grupo, en media hora nos reuniremos aquí nuevamente.
—¿Crees que sea buena idea separarnos? —Patty que temblaba de miedo, se atrevió a cuestionar.
—Sí es mejor, debemos encontrarlas rápidamente, no sabemos si son unos pervertidos y si pueden dañar a las chicas.
—Aunque conociendo a Pashca, ella los dañará a ellos —varias se rieron ante el comentario acertado de Didi.
—¿Y si realmente no se las llevaron, sino que ellas se fueron por voluntad propia y más bien interrumpimos... ustedes saben...? —preguntó Astrid.
—¿Y si no? —preguntó Stear.
—No hay tiempo que perder, siempre hay que pensar en lo peor, así que hay que buscarlas, si las encontramos divirtiéndose bien por ellas —dijo Terry mirando a Candy con una sonrisa juguetona.
Dejando de lado a Eliza, los chicos se pusieron manos a la obra, por lo que la pelirroja optó por quedarse en una esquina del establo, no pensaba salir y quedar al descubierto en lo que había estado haciendo unas horas antes.
Lolita, Didi y T.G. se fueron con Archie; Stear formó equipo con Patty, Marishka y Felícity; mientras Terry y Candy se fueron solos. Las demás se quedaron en el establo, por si volvían o escuchaban algo.
—Chicas vamos por aquí—decía Archie dirigiendo el camino, mientras las chicas se codeaban unas con otras, para que alguna por fin se animara a hablar.
—Nos gustas Archie, a las tres —dijo Lolita con voz temblorosa—. Él se volvió incrédulo y las miró con detenimiento.
—¿Qué ustedes que?
—Que nos gustas mucho y todas hemos tenido fantasías contigo —dijo Didi más decidida.
—Si esto es una broma ¡no es gracioso!
—No es una broma, es más que eso, te tenemos una propuesta—soltó T.G.
—Nos estamos desviando del objetivo, estamos buscando a las chicas, creo que eso debería ser lo más importante —dijo Archie, pero comenzando a dudar de sí mismo.
—¿Y si te dijéramos que la desaparición de las chicas fue parte de un plan para poder adentrarnos contigo en el bosque sin levantar sospechas?
—¿Entonces todo esto es una trampa?
—No lo llamaría una trampa, sino un incentivo – respondió TG.
—¿Incentivo para...?
—Queremos que nos hagas el amor —dijo Didi, fuerte y claro—. Él abrió los ojos como platos, pero luego las miró dudando.
—Si se supone que todo esto es en serio y yo estoy dispuesto a seguirles el juego, ¿quieren que hagamos el amor al aire libre, en medio del bosque? —De repente T.G. sacó de su mochila varias mantas y le dio una a cada una.
—Sí Archie, estamos dispuestas a que nos hagas lo que quieras —Lolita lo llamó con el dedo índice mientras se adentraba un poco más en el bosque.
Cuando encontró un buen lugar, extendió la manta y se sentó. Archie la siguió, aún con incredulidad, pero Lolita desvaneció todas sus dudas cuando se subió el vestido hasta la cintura y corrió sus bragas hacia un lado, dejando a la vista su húmeda femineidad.
—No soy virgen si eso es lo que te preocupa —Pero Archie ya no contestó, sólo se acercó como hipnotizado a ella, bajándose el pantalón y sacando su bien dotado mástil, ya duro y ansioso.
—Entonces eres una chica muy mala... y te castigaré por eso —Archie se acomodó sobre Lolita e introdujo su eje lentamente en el interior de ella, haciéndola jadear de éxtasis.
—La quiero toda adentro —le dijo abrazándolo con sus piernas y empujándolo hacia ella.
—Soy muy grande te podría lastimar —dijo Archie con voz ronca.
—Te necesito completo —Y ella con más ímpetu chocó contra su pelvis haciendo que su eje la atravesara hasta el fondo. Loli gritó de extrema satisfacción, mientras Archie, cegado por la pasión, la tomó con fuerza abrumadora.
Al tiempo que Archie embestía a Lolita, cual semental salvaje, Didi y TG decidieron no ser solo espectadoras y comenzaron a desnudarse al mismo tiempo que se tocaban, esto y el hecho de ver el escultural cuerpo de Lolita, provocó una visión sumamente tentadora para el chico.
Archie sintió que llegaba al máximo éxtasis, se olvidó de todo: el secuestro, sus amigos, Eliza, hasta de las benditas monjas... emitió un gemido tan fuerte que todas sintieron satisfacción. Apenas se había retirado del ser de Lolita, cuando sintió los pechos de Didi en la cara:
—Esto apenas empieza guapo.
Al mismo tiempo que se desataba la pasional escena en el bosque, el otro grupo, conformado por Stear, Paty, Felícity y Marishka, habían tomado el camino que llevaba a una vieja construcción en desuso, era una vieja torre destruida, a leguas se notaba el abandono.
—Tal vez trajeron aquí a las chicas —comentó Stear.
—¡Tengo miedo! —contestó Patty.
—Esperen, me asomaré discretamente —dijo Marishka al mismo tiempo que se abría paso entre los matorrales.
—Esperemos aquí la señal de Marishka —dijo Felícity.
Esperaron un par de minutos hasta que escucharon un silbido
—Es ella, no hay moros en la costa —les dijo Felicity. –Vamos a entrar.
La puerta estaba abierta, supusieron que Marishka estaba adentro. Les llamó la atención una luz tenue que se alcanzaba a percibir; no vieron a Marishka, así que la llamaron, pero no contestó.
—Tal vez no sea buena idea entrar, debemos pedir ayuda— comentó Paty.
—¡No dejaré ahí adentro a mi amiga, voy a entrar! —contestó Felicity con determinación.
Stear entró después de ella y Paty los siguió, mirando hacia todos lados, por si acaso.
Cuando por fin entraron, Stear y Paty quedaron estupefactos: todo el lugar estaba iluminado por velas, en el centro había una cama sobre una alfombra y todo el lugar estaba decorado con tonos rojos; todavía no salían del asombro cuando escucharon el estruendo de la puerta al cerrarse ... al girarse vieron a Marishka y Felicity; sus miradas tenían un extraño brillo, mientras cerraban la puerta, dejándolos completamente solos, en la oscuridad de la noche y bajo una atmósfera romántica…
Continuará…
Felícity entró en alerta, pues su sexto sentido le decía que algo no estaba bien, con una mirada Astrid, Ella y Lolita entendieron y empezaron a observar entre el heno y la paja.
Sigilosamente algunas chicas salieron, Marishka y TG corrieron tras unas sombras que se habían adentrado en el bosque. Terry y Candy interrumpieron su plácido momento al escuchar a Chianella llorando, diciendo que se habían llevado a Pashca y a Amethyst.
Terry le dijo a Candy, que se quedara con todas las chicas, que él iría a buscarlas.
—Ni lo sueñes Terry, voy contigo — dijo Candy valientemente.
—Todas vamos —dijo Didi, sosteniendo el látigo de Terry—. Supongo que no deben estar tan lejos.
Las chicas tomaron objetos que les pudiera servir cómo defensa, Felicity y Terry pusieron los ojos en blanco al ver que Astrid había tomado la botella con la cual antes habían estado jugando
—¿Qué? —les preguntó ella. —¡Al menos tengo algo con qué defenderme! —respondió encogiéndose de hombros.
TG y Marishka regresaron muy nerviosas, pues se habían escondido entre los árboles al escuchar a los raptores de sus amigas.
Un grito se escuchó, las velas fueron apagadas por un fuerte viento, quedando el lugar en total oscuridad. Las chicas comenzaron a gritar y abrazarse entre ellas.
—¡Tranquilas! —susurró Terry— Sólo fue el viento, ahora, tengo un plan… –empezaba a decirles, cuando la puerta del establo se abrió abruptamente, jamás se imaginaron ver entrar a esa persona.
–¡Eliza! – dijeron todos a una sola voz.
—¿Pero qué diablos hace ella aquí? Seguramente fue de chismosa y no tarda en llegar la Hermana Gray —dijo con furia Lolita.
—¡Chicos no hay tiempo que perder! Vi cuando unos sujetos se llevaron a sus amigas, la grandota tetona y a la chica esa que derramó pintura en mi uniforme cuando era una novata, ellas forcejeaban, pero ellos… ¡oh Dios! Ellos las golpearon hasta que dejaron de resistirse.
—¿Un momento y tú dónde estabas, por qué a ti no te atacaron? —interrogó Grandchester.
—Yo... he… bueno es porque estaba... estaba escondida.
—¿Y de quien te escondías? —cuestionó Lady Ardlay, que aprovechando su embriaguez y el momento de distracción de Candy, se paró justo enfrente de Terry tan cerca que su trasero rozó contra su masculinidad, que con ese ajustado traje de equitación se le notaba muy bien y la traía babeando desde que lo vio, pero había reprendido con falsedad a Pashca cuando esta se acercó al joven que se había quedado dormido.
—De Neil —respondió Eliza nerviosa. –“Si supieran de dónde venía, con quien y lo que había estado haciendo momentos antes de ver esta horrible escena”- pensó la pelirroja.
—¿De Neil? —dijeron al unísono todas las rebeldes sin creerle.
—Si de Neil, tomé una de sus pertenencias y no tardará en encontrarme, me siguió desde su habitación, pero no tiene tan buena condición física como yo, pero eso es lo de menos, ¡de prisa, de prisa! hay que encontrarlas —dijo entre lágrimas alterada por la situación—. Se las llevaron por allá.
Señaló hacia el profundo y frondoso bosque, en donde la oscuridad y el silencio reinaba.
En el establo las respiraciones agitadas se podían escuchar, los sollozos de Chianella, la botella que Astrid había cogido resbaló de sus manos haciendo un estruendoso ruido al impactarse y quebrarse en el suelo, la risa nerviosa de Stear resonaba y la valerosa voz de Felícity también se dejó oír:
—¡Muy bien! Sea cierto o no, no tenemos otra alternativa, hay que encontrar a nuestras amigas. Terry, ¿cuál es tu plan?
—Sugiero que Archie y Stear lideren un grupo para dispersarnos y que sea más rápido localizarlas, yo dirigiré otro grupo, en media hora nos reuniremos aquí nuevamente.
—¿Crees que sea buena idea separarnos? —Patty que temblaba de miedo, se atrevió a cuestionar.
—Sí es mejor, debemos encontrarlas rápidamente, no sabemos si son unos pervertidos y si pueden dañar a las chicas.
—Aunque conociendo a Pashca, ella los dañará a ellos —varias se rieron ante el comentario acertado de Didi.
—¿Y si realmente no se las llevaron, sino que ellas se fueron por voluntad propia y más bien interrumpimos... ustedes saben...? —preguntó Astrid.
—¿Y si no? —preguntó Stear.
—No hay tiempo que perder, siempre hay que pensar en lo peor, así que hay que buscarlas, si las encontramos divirtiéndose bien por ellas —dijo Terry mirando a Candy con una sonrisa juguetona.
Dejando de lado a Eliza, los chicos se pusieron manos a la obra, por lo que la pelirroja optó por quedarse en una esquina del establo, no pensaba salir y quedar al descubierto en lo que había estado haciendo unas horas antes.
Lolita, Didi y T.G. se fueron con Archie; Stear formó equipo con Patty, Marishka y Felícity; mientras Terry y Candy se fueron solos. Las demás se quedaron en el establo, por si volvían o escuchaban algo.
—Chicas vamos por aquí—decía Archie dirigiendo el camino, mientras las chicas se codeaban unas con otras, para que alguna por fin se animara a hablar.
—Nos gustas Archie, a las tres —dijo Lolita con voz temblorosa—. Él se volvió incrédulo y las miró con detenimiento.
—¿Qué ustedes que?
—Que nos gustas mucho y todas hemos tenido fantasías contigo —dijo Didi más decidida.
—Si esto es una broma ¡no es gracioso!
—No es una broma, es más que eso, te tenemos una propuesta—soltó T.G.
—Nos estamos desviando del objetivo, estamos buscando a las chicas, creo que eso debería ser lo más importante —dijo Archie, pero comenzando a dudar de sí mismo.
—¿Y si te dijéramos que la desaparición de las chicas fue parte de un plan para poder adentrarnos contigo en el bosque sin levantar sospechas?
—¿Entonces todo esto es una trampa?
—No lo llamaría una trampa, sino un incentivo – respondió TG.
—¿Incentivo para...?
—Queremos que nos hagas el amor —dijo Didi, fuerte y claro—. Él abrió los ojos como platos, pero luego las miró dudando.
—Si se supone que todo esto es en serio y yo estoy dispuesto a seguirles el juego, ¿quieren que hagamos el amor al aire libre, en medio del bosque? —De repente T.G. sacó de su mochila varias mantas y le dio una a cada una.
—Sí Archie, estamos dispuestas a que nos hagas lo que quieras —Lolita lo llamó con el dedo índice mientras se adentraba un poco más en el bosque.
Cuando encontró un buen lugar, extendió la manta y se sentó. Archie la siguió, aún con incredulidad, pero Lolita desvaneció todas sus dudas cuando se subió el vestido hasta la cintura y corrió sus bragas hacia un lado, dejando a la vista su húmeda femineidad.
—No soy virgen si eso es lo que te preocupa —Pero Archie ya no contestó, sólo se acercó como hipnotizado a ella, bajándose el pantalón y sacando su bien dotado mástil, ya duro y ansioso.
—Entonces eres una chica muy mala... y te castigaré por eso —Archie se acomodó sobre Lolita e introdujo su eje lentamente en el interior de ella, haciéndola jadear de éxtasis.
—La quiero toda adentro —le dijo abrazándolo con sus piernas y empujándolo hacia ella.
—Soy muy grande te podría lastimar —dijo Archie con voz ronca.
—Te necesito completo —Y ella con más ímpetu chocó contra su pelvis haciendo que su eje la atravesara hasta el fondo. Loli gritó de extrema satisfacción, mientras Archie, cegado por la pasión, la tomó con fuerza abrumadora.
Al tiempo que Archie embestía a Lolita, cual semental salvaje, Didi y TG decidieron no ser solo espectadoras y comenzaron a desnudarse al mismo tiempo que se tocaban, esto y el hecho de ver el escultural cuerpo de Lolita, provocó una visión sumamente tentadora para el chico.
Archie sintió que llegaba al máximo éxtasis, se olvidó de todo: el secuestro, sus amigos, Eliza, hasta de las benditas monjas... emitió un gemido tan fuerte que todas sintieron satisfacción. Apenas se había retirado del ser de Lolita, cuando sintió los pechos de Didi en la cara:
—Esto apenas empieza guapo.
Al mismo tiempo que se desataba la pasional escena en el bosque, el otro grupo, conformado por Stear, Paty, Felícity y Marishka, habían tomado el camino que llevaba a una vieja construcción en desuso, era una vieja torre destruida, a leguas se notaba el abandono.
—Tal vez trajeron aquí a las chicas —comentó Stear.
—¡Tengo miedo! —contestó Patty.
—Esperen, me asomaré discretamente —dijo Marishka al mismo tiempo que se abría paso entre los matorrales.
—Esperemos aquí la señal de Marishka —dijo Felícity.
Esperaron un par de minutos hasta que escucharon un silbido
—Es ella, no hay moros en la costa —les dijo Felicity. –Vamos a entrar.
La puerta estaba abierta, supusieron que Marishka estaba adentro. Les llamó la atención una luz tenue que se alcanzaba a percibir; no vieron a Marishka, así que la llamaron, pero no contestó.
—Tal vez no sea buena idea entrar, debemos pedir ayuda— comentó Paty.
—¡No dejaré ahí adentro a mi amiga, voy a entrar! —contestó Felicity con determinación.
Stear entró después de ella y Paty los siguió, mirando hacia todos lados, por si acaso.
Cuando por fin entraron, Stear y Paty quedaron estupefactos: todo el lugar estaba iluminado por velas, en el centro había una cama sobre una alfombra y todo el lugar estaba decorado con tonos rojos; todavía no salían del asombro cuando escucharon el estruendo de la puerta al cerrarse ... al girarse vieron a Marishka y Felicity; sus miradas tenían un extraño brillo, mientras cerraban la puerta, dejándolos completamente solos, en la oscuridad de la noche y bajo una atmósfera romántica…
Continuará…
🤭 Patty y Stear solos en una atmósfera romántica?!
...... ya quiero leer el siguiente¡¡¡
