ACOSADO
FANART BY Génesi Carmesí
[size=16] Permaneció despierto durante el resto de la noche y no fue sino hasta entrada la madrugada que consiguió consiliar el sueño. Despertó en cuanto su alarma sonó.
-- ¡Demonios! -- dijo al ver las manchas oscuras que se habían acentuado bajo sus ojos -- salio del cuarto de baño, se vistió lo más pronto le fue posible y se dirigió a casa de su madre olvidándose de lo sucedido la noche anterior.
Cuando regresó, una vez más se encontró a la casera muy sonriente mientras bajaba las escaleras.
-- Buenas noches señor Graham, espero tenga una noche placentera -- pasó a su lado dejándolo sorprendido por su actitud
-- ¡Bah! -- se encogió de hombros -- entre menos hable, es mucho mejor.
Ingreso a su pieza e hizo el mismo ritual de siempre tras encender el interruptor de la luz; colocó su sombrero, bufanda y su abrigo en el perchero y se dirigió a la cocina. Coloco agua en la tetera y mientras está hervia, se dirigió a su habitación para ponerse cómodo.
Grande fue su sorpresa ante lo que encontró en medio de su cama.
Tomó la nota y leyó. Aquello no podía estarle pasando a él. A juzgar por lo escrito en aquellas líneas, se trataba de la misma persona. En ese mismo momento se obligó pensar con cabeza fría. Quien quiera que estuviera haciendo aquello conocía muy bien su rutina. -- La señora Smith -- musitó al recordar las dos veces que la había encontrado bajando las escaleras, ¿sería aquello posible?
Los días siguientes no fueron la excepción, el mismo color de rosa y las mismas palabras escritas en una nota anónima.
Cansado de que su privacidad fuera violentada no solo en su camerino sino también en su departamento, y sabiendo que quizás lo tacharia de demente, con paso firme. Terry salió de su departamento con dirección al departamento de Charlie. Como su asistente, él estaba en la obligación de ayudarlo, después de todo, él era el responsable de que su privacidad estuviera siendo irrumpida.
Tal y como lo imagino, Charlie lo miró de pies a cabeza como si de un extraterrestre se tratará. No daba crédito que su jefe creyera que aquella rosa y aquella nota con unas líneas tan hermosas, fueran de quien él señalaba como responsable.
Furioso de haber sido motivo de diversión para Charlie, el guapo actor salió de su departamento decidido a descubrir la verdad de una vez por todas.
Con aquello en mente, Terry comenzó a visitar una a una las floristerías de la ciudad, era de esperarse, si la señora Smith o quien fuera la persona que lo estuviera acosando, debía frecuentar una de ellas ¿no?. Solo esperaba no llevarse una sorpresa desagradable de descubrir que quizás se trataba de un admirador, de esos gustos raros. La sola idea le causó náuseas.
Nada, la respuesta fue la misma en cada establecimiento que visitó:
"Lamentamos mucho no poder ayudarlo señor, pero no vendemos este tipo de rosas "
Harto de escuchar las mismas palabras dichas de diferente modo, Terry regresó a su departamento. Después de tres horas pensando en una manera de atrapar a su acosadora, Terry tomó un baño. Hizo una mueca al ver el traje que debía portar para la ocasion.
Suspiro frustrado -- infiernos, de haber sabido que a Kleiss se le habia ocurrido la formidable idea que todos los convidados a la fiesta de cumpleaños de Eleonor, portarán disfrases alusivos a Romeo y Julieta, jamás me habría comprometido -- pensó-- Romeo y Julieta para él era una especie de herida abierta la cual no había dejado de sangrar durante el tiempo transcurrido, fue precisamente durante el estreno de dicha obra, que su vida se desmoronó en un abrir y cerrar de ojos, y lo que debió ser motivo de vítores se convirtió en el más degracido momento de su corta existencia.
Cuarenta minutos más tarde, hacia su entrada a la casa de su madre, quien lo recibió emocionada.
CONTINUARÁ../size]