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MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA"

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cilenita79

cilenita79
Niño/a del Hogar de Pony
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Para seguir el hilo de esta historia:
MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" Luna_f10



Una mirada, una palabra bastaron para saber que estaba haciendo lo correcto.


 
“Bienvenida” dijo viéndole directo a los ojos mientras abría la puerta.
 


Le regalo la más grande y brillante de las sonrisas. Candice se sentía descontrolada, tonta. El estómago invadido por las cosquillas, el corazón latiendo tan fuerte que creía oírlo. Requería de soledad y silencio para recobrar la compostura, tendría que esperarse hasta volver al dormitorio de su hermana.
 


Él era demasiado atento y encantador para su bien, les había invitado a comer en un restaurante de la ciudad. Ella acepto entusiasmada rogándole a Susana que aceptara con una mirada. Al salir del teatro Terrence procuro abrir cada puerta que les salió al camino, le brindo la mano cada vez que necesitaba de apoyo y para colmo les ayudo a acomodarse en sus asientos cuando les dieron una mesa en el bistró. Asistiendo primero a su hermana, para luego acercarse a ella. Respiros rápidos y cortos para evitar que los colores se le subieran al rostro. Era tan difícil cuando él se empecinaba en estar tan cerca. Se vio olvidando la presencia de Susana muy rápido. El lugar era pequeño, acogedor y concurrido. Terrence le hacía preguntas al oído, mandando deliciosos escalofríos por su espalda. Le miraba con absoluta atención cada vez que ella emitía una palabra. Si no estuviera tan alborotada abría podido jurar que en más de una ocasión no era los ojos sino su boca la que miraba. Cuando Susana hablaba rompía el encanto, haciéndola aterrizar en una realidad que no quería recordar. Ahí estaba ella, incomoda, mirando con ojos tristes, tratando de disimular que estaba pasando un mal rato. ¿Debía dejar esto que sentía atrás? ¿Sería que un sentimiento tan arrebatador se volvería a dar otra vez en su vida? Estaba muy desconcertada para tomar una decisión al respecto. Dejaría esta noche pasar y, quizás, una vez con la cabeza en la almohada lo podría sopesar. No sintió el frío de la noche, la invernal luna le pareció más brillante que nunca mientras caminaba tomada de uno de sus brazos, en busca de algún taxi. Él le preguntaba acerca de Chicago, de su familia, su carrera de enfermera. Sin entender, sin lógica alguna, ella confiaba en él. Le contó de su tristeza, y de la incertidumbre que la trajo en este viaje.
 


“Uno no deja de amar lo que hace, o un lugar, por haber sufrido en él, a menos que todo allí haya sido sufrimiento. Cuando el desconsuelo ha pasado ¿puedes sacar cosas en blanco? Todo conflicto, pesar o sacrificio te ennoblecen. Con ellos creces. No veo la hora de verte como enfermera señorita p…” se calló de pronto.
 


Siguieron caminando pues no pasaba un solo taxi desocupado. A ratos intervenía en la conversación Susana para ser prontamente descartada, aquello le dolía en el alma, pero le confortaba a su vez saber que su hermana no tenía oportunidad. ¿Estaré siendo mala? ¿Egoísta?
 


Esa noche no había sido fácil para ella, tener que fingir no haber visto el rostro desencajado de su hermana, agradecerle la invitación, intercambiar una que otra palabra acerca de Terrence, para luego irse a dormir. O al menos hacer como que lo hacía. Compartiendo la misma cama, ambas se dieron la espalda por primera vez. Cuando solían verse a la cara, hablar hasta quedar profundamente dormidas. Pero tenía que llegar a una conclusión respecto de todo. Sí, era cierto, primera vez que veía a Susana tan interesada en alguien, como también lo era que por cada vez que coincidían en el gusto por alguien ella lo rechazaba automáticamente dándole la posibilidad a su hermana ¿Para qué? Al poco andar se aburría. ¿Dolía? Al poco tiempo pasaba, lo que era manifiesto irrefutable que sus propios sentimientos no eran lo suficientemente fuertes. ¿Ahora? Todo era distinto, nunca nada se había sentido tan intenso, los sentidos tan exacerbados. El aroma de su colonia lo tenía ya registrado. El cosquilleo constante en la yema de sus dedos por las ganas de querer tocarlo. Segura que hasta su saliva le sabría a gloria. Jamás había tenido una reacción física de esa magnitud respecto de una persona. O pensamientos tan perturbadores respecto de alguien que acaba de conocer. No sólo era el cuerpo lo que deseaba, su encantó, su desfachatez, su inteligencia, su rebeldía e insensatez. Esa conexión, ella no distaba mucho de como era él. Entendía lo que decía, sintió lo que alguna vez él sintió. ¿A caso encontraría nuevamente a alguien así? Fue entonces que decidió, si Terrence la buscaba ella accedería, sólo estaría dispuesta a dejar todo atrás si su hermana se lo pedía.
 


La semana fue tan dulce, desesperante y corta. Terry, como ya le llamaba, se presentó todos los días. Al siguiente de la función llegó para invitarle a un café, hizo extensiva la invitación a Susana, pero ella declino con un ademan. Intercambiaron números de teléfono, mail, se siguieron en redes sociales. Se escribían temprano en la mañana, se veían algunas horas durante el día, cuando él terminaba los ensayos. Se despedían tarde por las noches. Todas y cada una de las veces Candice quedaba con el alma en vilo, temblando completa. Él se inclinaba peligrosamente quedando a centímetros de su boca, para luego besarle en la comisura de los labios, alejándose con una depredadora sonrisa. La estaba volviendo loca, estaba actuando con premeditación y alevosía. Y eso le encantaba. Se sentía en las nubes, pero culpable, como si no tuviera derecho a sentirse así, y esto no pararía hasta hablar del tema con su hermana. Era su última noche en Nueva York, Terrence le había invitado a cenar, más ella declino, buscando darle una cucharada de su propia medicina. Sentir como se descolocaba al otro lado del teléfono le divertía.
 


“Pero, es tú última noche…” podía visualizar esos labios haciendo un puchero.


 
“Por lo mismo, quiero compartir esta noche con mi hermana” intentó contener la risa.
 


“Pero…”
 


“No es que me vaya a Siberia lo sabes ¿verdad?” recordó a Susana, la conversación tenía que ser hoy.
 


Un suspiro “Lo sé… Mañana, te llevaré al aeropuerto. No aceptare un no por respuesta” sentenció.
 


“Terry…” guardo silencio




“¿Si…?”
 


“Te veo mañana…” le respondió en voz baja y luego le cortó. El demonio tomó posesión de su persona desde que le conociera. Sí, mañana lo vería, y si él no daba el paso, ella lo haría.
 


Susana entró en la habitación mostrándose sorprendida de verla.
 


“Pensé que hoy saldrían, dado que mañana te vas” le regalo una de sus nuevas medias sonrisas.
 


“¿Te gusta?” para que irse por las ramas, como sacar una bandita, rápido ¿así duele menos?
 


“¿Terry?” Candice asintió manteniendo el silencio. “¿Quién puede gustar de semejante engreído?” Miente. “como te comenté, no pasa de ser un buen amigo y nada más” fingió desinterés.
 


¡Mientes! ¡Mientes! ¿Cuántas veces te vestiste de forma provocativa? ¿Cuántas otras fuiste a verle a clases a mis espaldas? ¿Cuántas de esas te ofreciste?   
 


No podía decirle lo que sabía, lo que Terry le había comentado, o lo que ella misma había querido pasar por alto haciéndose la ciega. De pronto se sintió tranquila, le había dado la oportunidad de decirle, de pedirle que lo dejara. Pero ya que optó por mentir…


 
“Yo le quiero” dijo buscando los ojos de su hermana “es muy pronto para decir, pero… creo que es más fuerte que eso” su corazón volvió a saltar desbocado al decir esas palabras.


 
“Ok…” sus palabras habían perturbado a su hermana. Aún así busco las manos de su hermana “ok… Sabes que te apoyo ¿Verdad, Candy?” como hace tiempo no hacía se echó en sus brazos, le abrazo fuerte y lloró. Sabía que Susana se estaba sacrificando, y lo hacía por amor a ella. Hablaron toda la noche, algunas cosas confesó sin entrar en mayores detalles de los estragos que sufría en compañía de aquel ingles. Quizás, algún día…


 
Ahí estaba, como había prometido. Él conducía, ella iba a su lado, su hermana atrás. Los tres en el más absoluto silencio. Cada uno sumergido en sus pensamientos. Todos relacionados entre ellos, pero sólo dos se miraban de cuando en vez, tratando de expresar sin palabras lo difícil que esta separación les estaba siendo. Sin querer herir a nadie por ello.
 


La conversación en el aeropuerto era incomoda, forzada. Susana hacía notorios esfuerzos por mostrase relajada. Llegaba la hora de partir, y Candice estaba resoluta, su hermana le había dado luz verde, no echaría pie atrás. Fue hasta donde ella.


 
“Te agradezco tanto” le abrazo fuertemente, en parte por amor a ella y por otra era como pidiendo perdón. Acto seguido fue a encarar a Terry, le brindo una enorme sonrisa, con los ojos llenos de lágrimas por la inminente partida. Sin mediar palabras tomó su rostro y comenzó a besarle. Al principio sorprendido, para después tomar las riendas. La alzó para apegarla a su cuerpo, devolviendo con devoción el beso. Promesas volaron entre murmullos, rozando los labios, sin querer despegarse. Pero el tiempo no se detiene, y puede ser cruel con los amantes. Un último beso, un último abrazo y partió.


 
Los meses que le siguieron se las pasaron haciendo planes, los mensajes eran intensos, llenos de ansias y de abiertos deseos.


 
Vuelve a mi alma mía, me dividiste con tu partida porque una parte va contigo, aunque no le puedas ver.


 
Ella no era poeta, ni estudiaba a Shakespeare ni leía los clásicos, se reía como estúpida porque no sabía como responder los sonetos de su amado. Pero le daría la vida entera a cambio. Partió como una loca idea que con los meses fue tomando fuerza y forma. Habló con sus padres, uso a su hermana como excusa, quería irse a estudiar a Nueva York. Ellos sabían que algo como esto podría pasar, no era normal para chicos de su edad querer quedarse en casa de sus padres. Así le dieron la bendición y le ayudaron con los papeles para el traslado a la NYU. Hizo a sus progenitores cómplices pidiéndoles silencio, pues quería sorprender a su hermana. Ella no era así, le daba vergüenza y se desconocía, pero a veces, sólo a veces, eran necesarias para conseguir algo… Alguien.


 
Primavera, mayo había llegado. Pronto sería su cumpleaños, y ella quería pasarlo con él. Por fin estaba todo listo, el día 6 partiría. La noche anterior le había dejado a Terry el horario y numero de vuelo en el que llegaba. Él por su parte había alistado un pequeño departamento. Desde el momento en que lo habían decidido, comenzó la búsqueda de un piso. Nueva York era una ciudad cara, y ambos no eran más que dos locos estudiantes. Su padre fue el apoyo, debía dejar de ser tan arisco con él y acercarse. Como era de esperarse el llanto no se hizo esperar, padres abrazados a su hija, mil consejos, mimos. Una parte de ella no quería dejarlos, otra no hallaba la hora de subirse a ese bendito avión.      


            
Salió del retiro de equipajes, ansiosa por verle. Una vez le encontró soltó las maletas dejándolas tras de sí para lanzarse a sus brazos. Se olvidaron de su eterno, y del decoro, cuando sus bocas se encontraron. Tantos meses imaginando el momento, el recuerdo del sabor de su boca, del calor de su cuerpo no eran suficientes, estos se desdibujaban con el tiempo y se mezclaban con su imaginación que ahora le decía que se había quedado corta. El primer beso no se parecía en nada a lo que esta estaba viviendo en esos momentos. Sus manos recorriendo su espalda, tomándola por la cintura. Ella colgada a su cuello, sin querer soltarse. No pudo evitar que se escapara un fuerte suspiro. Terrence comenzó a soltarle, apoyando su frente en la de ella, ambos mantenían los ojos cerrados mientras trataban de recuperar el aliento.


 
“Bienvenida” le regalo esa sonrisa torcida que tanto amaba, si seguía provocándole de esa manera terminarían echándole de aquel lugar. Cada uno tomo una maleta, avanzando de la mano hasta llegar al auto. Otro agonizante beso antes de partir al departamento. Sus manos entrelazadas mientras él manejaba, hablando de los planes que tenían para el futuro. Se le estrujo el corazón, una sensación de deja vu que no le abandonaba. Más bien de tristeza, temiendo ver por el suelo los castillos que junto a él construía. Se sacudió la sensación para concentrarse en ese momento.   


 
No alcanzó a ver el departamento, en cuanto cerraron la puerta él tiró por ahí las maletas, para luego hacerse de ella. Acuno su rostro con ambas manos, sólo para mirarla. Como para cerciorarse de que ahí estaba. Candy levanto una mano para acariciar su mejilla, no decía nada, pero entendía.


 
“Te busque por tanto tiempo… Si te pierdo ahora, me muero”


 
¿Qué significaba esto? ¿Había sentido lo mismo que ella? “Estoy aquí” se acercó para quedar a centímetros de su boca.


 
Volvió a besarla, cubriéndola con su abrazo, como queriendo fundirla en él. Profundizo el beso, haciéndola temblar, sus manos la recorrían ya sin rastro de timidez, sin restricciones. Ella respondía con igual avidez. Gemidos se escapaban de sus gargantas. La falta de aire les detuvo por un segundo. Ambos respiraban con fuerza, sin separase. Le sostuvo la mirada por segunda vez, pero ahora sin miedo, sus zafiros ojos oscuros por el deseo, no iba dar un paso más a menos que ella lo permitiera.


 
“Te amo”
 


Sólo eso bastó, se movían torpemente hacía la habitación, desvistiéndose, tocándose, besándose apresuradamente. Como los jóvenes amantes que eran. Él era como el mar en plena tormenta, devastando todo a su paso, no tenía voluntad. Sus manos quemaban, dejando huellas donde tocaban. Rendida sobre la cama, disfrutando la boca de su amante que bajaba por su mentón, hasta llegar al cuello, donde estaba su pulso. Le mordió suavemente mientras una mano se apropiaba de su pecho. Los sugestivos mordiscos siguieron su camino cuesta abajo, hasta dar con el pezón huérfano de tacto. Los gemidos comenzaron a volar de su boca, sin pudor. Una mano agarrada a las sabanas y la otra tirando del castaño cabello. A Terrence le supo a gloria, verla tan entregada, saberla tan suya. Continuo con su tortuosa tarea descendiendo, el blanco vientre temblando por la anticipación. Jugó con ella, paseando su lengua y mordiendo su ombligo. Podía notarla impaciente. Movía las caderas de forma inconsciente. Sonrió al llegar su monte, soplando sobre el suavemente. Candy gemía frustrada, y él no le iba a torturar más. Sumergió su boca en los pliegues, paseando su lengua con destreza.


 
“Ohh… oh Dios…” Candy jadeó. Respiro profundo tratando de controlar sus ganas de gritar. Los embates de esa lengua la estaban llevando al más allá. Sintió su clítoris palpitar, su interior contraerse y se dejó llevar. Hundió la cabeza en la almohada mientras su cuerpo convulsionaba por el orgasmo. Nunca había sido tan avasallador, tan intenso. Abrió los ojos cuando lo sintió besar su cuello. Ella quería más, necesitaba mucho más. Le abrazo con las piernas la cintura a su vez que enterraba sus uñas en la amplia espalda. Terrence se irguió para acomodarse, dejando su miembro resbalarse en su húmeda y cálida carne. Comenzó a restregarse contra ella con desesperante lentitud, haciéndola gemir nuevamente, llevándola al desespero. Cuando la tuvo al límite se clavo en ella por completo. Candy no pudo evitar el orgasmo que le siguió, soltando un grito esta vez. Él respiraba para tratar de contenerse, los espasmos en el vientre y la succión eran fuertes. Espero que su pecosa se calmara, besando su cuello, sus abiertos labios. Su pelo desordenado sobre la almohada, sus mejillas arreboladas. Sus brillantes esmeraldas, su boca susurrando su nombre. Toda esa imagen, alimentaba su hambre. Se adueño nuevamente de esos labios, a la vez que se hundía profundo en el ella. Sus gemidos apagados a punta de besos, las caderas salían al encuentro. Terry ya no podía, ni quería contenerse, tomó sus caderas para embestirla con fuerza, la fricción era desquiciante. Candy llamaba su nombre mientras comenzaba a arquearse, él jadeaba en busca de aire, cambiando el ritmo de las embestidas, profundas, pausadas y fuertes. Sintió la corriente en su espalda baja, comenzando a vibrar, ella se estaba yendo, su exquisito sexo temblaba. Jadeo fuertemente una vez más, un embiste más mientras se vertía en ella. 


  
“Feliz cumpleaños pecosa” le sonrió pleno y lleno de felicidad.


FIN


MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 54435010

Maga Cafi

Maga Cafi
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺
Es que yo quiero morirme de la felicidad en este momento mi bella Isabel, que manera de usar las palabras para describir una entrega que está más allá de la memoria, ay necesito un cigarro... y yo no fumo!!!
Al fin empiezan desde un lugar en reset, sin cargas ni deudas ni espacios en blanco, solo plenitud y dicha, a vivir para equivocarse y acertar juntos. Estoy en EXTASIS por este hermoso regalo que le has dado a la pecosa y que quienes te leemos disfrutamos como buenas vouyeristas que somos!!!
Te admiro mi bella, que hermosa forma de expresarte👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻

cilenita79

cilenita79
Niño/a del Hogar de Pony
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Maga que honores me haces! viniendo de ti que bonito se siente <3

Maga Cafi

Maga Cafi
Niño/a del Hogar de Pony
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Honor a quien honor merece mi corazón !!!
💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖

igzell

igzell
Niño/a del Hogar de Pony
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“Te busque por tanto tiempo… Si te pierdo ahora, me muero” de aquí surgieron espirales interminables de suspiros 😍😍
Deja darme un baño de agua fría,es que esto no que siento no es vaina de este mundo

http://larojamelenaquesellevoelviento.blogspot.com/

cilenita79

cilenita79
Niño/a del Hogar de Pony
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MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 504400 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 504400 jajajajaaj hija mía me encantan tus comentarios, haces que me ria hombre! 

Rhodb

Rhodb
Niño/a del Hogar de Pony
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Bellísimo 😍 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 463717 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 463717 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 334740 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 334740 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 576850 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 1317166263 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 10498 una noche loca MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 504400 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 504400 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 504400 🔥🔥🔥🔥🔥🔥 espectacular cilenita 79 como siempre atrapandonos con tus excelentes relatos MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 355103 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 355103 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 971718 MONASTERRYO- ATAQUE TEMPLADO. CANDY RETO CUMPLEAÑERO: "LUNA DE FLORES... PARTE II. PRIMAVERA" 971718

cilenita79

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Niño/a del Hogar de Pony
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Gracias por leer! Un abrazo Loly

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