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I´VE CHANGED FOR YOU
segunda parte
segunda parte
Eliza iba en un mutismo extraño, se sentía extrañamente calmada. La noticia de la muerte de Terrence le había golpeado de una forma inesperada, todo el odio y el despecho que alguna vez llegó a sentir se desvaneció ante la certeza de que no volvería a verle nunca más ni siquiera para decirle alguna frase hiriente ni maquinar alguna nueva trama para hacerles la vida imposible a él y a la estúpida de Candy White. Al pensar de esta forma, se percató para su propia sorpresa que las palabras carecían de la potencia y significado que anteriormente tenían. Realmente se sentía afectada por el hecho de saber que había muerto, tan joven, tan cercano, tan buen mozo y con las mismas oportunidades y retos ante la vida que cualquiera de ellos, de esa generación que compartió aventuras y experiencias en el colegio real San Pablo. Un temor le recorrió la espalda de imaginar que su propio hermano pudiera morir en un accidente inesperado. Aun estaba reciente la muerte de Stear en la guerra y el recuerdo de Anthony le caló hondo. No podía ser indiferente y mucho menos sentir gusto por lo que acababa de ocurrir.
Neal por su parte manejaba con la vista clavada en la carretera con la quijada trabada y un desasosiego presionándole la boca del estómago. Sus pensamientos eran muy similares a los de su hermana, con quien cruzó pocas palabras desde el momento que abordaron el automóvil, tan cercanos eran, tan similares a mellizos que parecían tener una comunicación telepática que obviaba la necesidad de comentar ciertos asuntos, pero lo que principalmente no podía sacarse de la mente era la imagen de Candy llorando ante un ataúd, imaginarla desarmarse de llanto le estaba ocasionando una gran tristeza, aun en contra de todo lo que él mismo pudiera esperar de si. Si a ella le llegará a pasar algo comprendió lo vacío y hueco que sería el mundo, un mundo donde sus ojos no tuvieran la oportunidad de volver a ver a la insufrible pecosa, a la misma que por años disfrutó torturar y humillar y que al paso del tiempo, se había dado cuenta lo hermosa y especial que era. Quería cerciorarse que ella estuviera bien, ofrecerle su apoyo y, por que no, pedirle disculpas por el pasado y su malvado proceder fruto de su malcriadez y mimada crianza.
-Eliza... la voz del muchacho sonó melancólica.
-Dime Neil. Eliza no volteó hacia él, recargada con su mano en la puerta del lado del copiloto tenía la vista fija la frente.
-Hermana, ya no quiero ser el mismo, no después de esto...
Eliza volteó dando un ligero respingo con sobresalto en su expresión, sin entender a que se refería su hermano.
-Que dices, Neil Leagan? Si no te sientes bien regresemos a casa mejor.
-No, no quiero hacerlo. Neil segía sin voltear a ella, tragó saliva y apretó el manubrio.-Hermana, estoy harto de ser un despreciable por hobbie.
Eliza lo miraba incrédula, sin acertar entender si estaba tomándole el pelo o el muy imbécil aun estaba dormido.
-Neil,de verdad que no estoy de humor para bromas, menos con lo que acaba de pasar.
-Hermanita, no estoy bromeando, en estas horas de camino he pensado en cosas que nunca consideré no se por que razón. Pero algo que me hizo llegar a esta conclusión es que yo no podría soportar que nada malo te pasara a ti, y yo se que tu también lo pensaste, que yo muriera en un accidente como le acaba de pasar al pobre de Grandchester...
-Ay Neil por favor, cállate, no digas necedades! Eliza regresó la mirada a la carretera, faltaban poco mas de hora y media para llegar y la tristeza que sintió al leer la noticia en lugar de disminuir conforme se acercaban a su destino, mas y mas iba aumentando, y escuchar a su hermano querido expresar semejantes reflexiones, la hicieron sentir muy consciente de la vulnerabilidad de la vida.
-Hermanita, yo quiero terminar esta guerra de odio con Candy. La verdad me siento cansado de hacerle la vida miserable por entretenimiento. Te lo comento por que es mi deseo ser cortés con ella en estos momentos, y te quiero pedir que seas prudente cuando la veas.
Eliza cerró los ojos en un mohin de tristeza y unos gruesos hilos de llanto corrieron por sus mejillas. Que razón tenía su hermano, ya eran prácticamente 2 adultos y esa obsesión por arruinar la vida de Candy de una forma directa le había teñido la propia de amargura. En su mente imaginó a Candy postrada ante una tumba, y la imagen se sustituyo por ella frene a la tumba de Neil.
-Podrías hacer eso por mi, Eliza, por nosotros para no ser considerados aves de rapiña en un momento como este? Neil la miró tristemente, y ella asintió con la cabeza.
-Haré el intento, pero no te prometo nada.
En el otro carro que llevaba bastante ventaja viajaban Albert al frente a un lado del chófer y atrás Archie y Annie que no paraba de llorar abrazada por él. Fue muy poco lo que intercambiaron en palabras, Candy no había sido muy extensa en detalles de la tragedia, lo único que había alcanzado a entender entre los gemidos entrecortados con los que intentó hablar fue que a Terrence le había caído unas lamparas en el ensayo final y que el golpe lo había matado instantáneamente y que lo velarían en el mismo teatro, que unos policías estaban por llevarla y que ahí estaría para ver que iba a pasar con su cuerpo. Archie recargaba la frente sobre su puño tratando de no perder la compostura por el bien de Annie, pero le agobiaba la idea de imaginar a Candy sola en un lugar desconocido para ella viendo al gran amor de su vida tendido sin nadie que la quiera haciéndole compañía para brindarle consuelo y cuidado en semejante trance. Albert por su parte, ante la circunstancia de su perdida de memoria, solo enfocaba su atención en lo que podría estar pasando por la cabeza y los pensamientos de Candy. Conociéndola como él lo hacía, sabía que debía estar al borde de la locura y estaba seguro de que en esos momentos era apremiante llegar a su lado para cuidar de ella. Hacer un viaje con tantas ilusiones para ser recibida con semejante noticia, vamos, eso no se le podía desear ni al peor enemigo. Como se odio a si mismo por su amnesia y esa incapacidad de poder hacer algo mas para ayudarla y ser dependiente de otros. Necesitaba con urgencia recordar quien era para así retomar su vida, cualquiera que esta haya sido y poder dejar de ser una carga para otros, y con mayor razón para ella.
-Archie, dijo Annie con una voz cansada por llorar,- Le avisaste a George lo que pasó?
-Si, cariño, antes de salir le llamé y él nos alcanzará tan pronto se encargue de unos asuntos urgentes en Chicago, no te preocupes. Falta muy poco para llegar, mira, ya se divisan los puentes desde aquí.
Unos minutos más llegaron a Broadway, a como pudieron encontrar espacio para bajar en la atestada calle se bajaron para entrar al teatro el cual estaba lleno de curiosos a pesar de lo avanzada de la noche. Cuando pudieron ingresar entre el gentío, se dieron cuenta de que no estaban listos para el impacto de la imagen con la que se toparon al cruzar las puertas giratorias del lujoso recibidor. Montones de coronas de rosas rojas y ramos de las mas diversa flores, junto con cirios y velas de diferentes tamaños, haciendo que el ambiente fuera surreal y opresivo, Annie se cubrió la boca con su pañuelo y Archie la abrazó con fuerza, mientras que Albert comenzó a sentir un dolor de cabeza y un aturdimiento extraño que él en ese momento interpreto como el mero estrés del viaje apresurado y la presión de la tragedia que estaban sobrellevando.
Al entrar a la sala de espera, lo que vieron les empeoró aun más el estado de animo, al fondo un ataúd gris azulado con la tapa abierta, con Candy sentada en una silla colocada justamente al lado de esta, abrazándole y encogida, aparentemente dormida, mientras que muchas personas estaban sentadas alrededor y se escuchaba la voz una mujer que rezaba el rosario. Se acercaron y Annie con mucho cuidado le acarició la cabeza para despertarla gentilmente, pero de reojo miró el rostro del difunto y un escalofrío le recorrió la piel, haciendo un esfuerzo sobrehumano intentó ignorarlo para enfocar su atención en su adorada hermana.
-Annie? Candy batalló para abrir los ojos de tan hinchados que los tenía por llorar. Mirando hacia arriba vio a Archie y a Albert justo detrás. Como les dolió a los tres verla así y que su reacción no haya sido su eterna y proverbial sonrisa, su barbilla tembló, volteó un instante hacia Terry y luego regresó su mirada a ellos. Con nuevas lagrimas. Ellos no pudieron seguir soportándolo y los tres empezaron a llorar junto con ella.
-ANNIEEEE!!! Candy se levantó y Annie la recibió en sus brazos, siendo abrazadas ambas por Archie quien miraba sobre su hombro el rostro de Terrence, le causó una gran impresión que lo hizo remontarse al sepelio de su primo Tony, y de forma obligada le trajo el recuerdo de su hermano y como no tuvieron la oportunidad de realizar un sepelio digno por que su cuerpo nunca fue localizado... Se limpió con el dorso de la mano las lágrimas y se obligó a permanecer fuerte y sereno por las chicas. Albert, de forma respetuosa se mantuvo a una pequeña distancia pero alcanzó a ver el rostro del joven que se suponía era su amigo.
No le recordaba, tanto como no recordaba nada de su vida anterior al momento de despertar en el hospital, pero le inspiró una enorme ternura la belleza y juventud de ese chico que había perdido la vida de una forma tan cruel y absurda, justo a las puertas de una nueva vida, después de tantos desencuentros y tristezas conforme a lo que Candy le había confiado con detalle para ayudarle a recordar. Con sumo respeto, tocó con su mano el cristal pidiendo en silencio por que él, su amigo, pudiera encontrar la paz que en vida no tuvo la oportunidad de tener.
-Candy, dijo Annie con dificultad por tener la garganta cerrada, -Albert nos acompaño también.
Candy se separó del fuerte abrazo en el que la tenían sus amigos y miró con unos ojos rojos e irritados al gigante que correspondió a su mirada con una ternura infinita y una compasión sanadora.
-Pequeña, pequeña lo siento mucho Candy...
-ALBERT!!! Candy abrazó al hombre y siguió llorando como si las fuerzas no se le acabaran, el llanto no amainaba y la madrugada se ponía mas y mas fría. El la abrazó inclinándose para cubrirla con paternal cariño, permitiendo que ella desahogara en los brazos de lo más parecido que un padre protector pudiera ser para ella en esos momentos, la luz del nuevo día se adivinaba, y nadie podía aun, al paso de las horas, digerir lo que había pasado pocas horas antes.
CONTINUARÁ
PRIMERA PARTE
TERCER PARTE
Última edición por Maga Cafi el Vie Mayo 01, 2020 2:00 pm, editado 2 veces
Qué fuerte:*prd: 
tremendo bombazo Maga Cafi. Me encantó.hasta Eliza y neil les calo,la muerte de Terry 
tienen sentimientos 
. Lo bueno es que candy tiene a sus amigos 
Qué dificil es esto! 
yo me rehuso a creer que Terry esté muerto.
¡Sigo leyendo!
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