NOCHE DE CHAMPAGNE
Estaba sentada en un rincón del gran salón de la Mansión, estaba tan contenta de haber logrado ser jefa de enfermeras en el Hospital Memorial de Chicago, la disputa por el puesto había sido feroz y ella había dado pelea admirablemente, cuando salió esa mañana de la oficina del director tenía enormes ganas de gritar, girar y reír como loca por las calles aunque no se atrevió por que no sería digno de la nueva jefa de enfermeras y no se arriesgaría a que le quitaran el puesto en ese mismo instante. Tenía que ir a la cena mensual en la Mansión Andrew ¡Ese sería un gran pretexto para celebrar! Pero la tía Abuela no tenía intenciones de hacer gran escándalo por la noticia, así que pasó sólo como un anuncio y moderados aplausos en la mesa así que no tardó mucho en ir al rincón más apartado para terminar la velada sola.
De pronto el leve sonido del cristal la distrajo de sus pensamientos, levantó la cabeza y ahí estaba él con dos copas de cristal y una botella del más preciado champagne de la reserva de la tía abuela en las manos. Ella lo miró sorprendida y él con su acostumbrada picardía le sonrió levantando su preciado botín a la altura de su rostro para invitarla a salir tras él al jardín.
-¡Neal! ¿Qué haces?
-Traigo algo para celebrar tu triunfo de hoy
-Nooo Neal si nos descubren...
-¡Vamos! tenemos que celebrar, no me digas que tienes miedo o ¡Acaso no estás contenta?
-¿Contenta? ¡No! estoy feliz, tan feliz que podría gritar, cantar y bailar...
-Y ¿Qué te detiene? -dijo Neal mientras servía el dorado líquido en las copas y le ofrecía una a la chica- Esto es para acompañar tu alegría, para que cantes, bailes y grites lo que quieras, claro que no lo harás sola, nadie mejor que yo para acompañarte en la celebración, además si nos pillan puedes decirles que yo te obligué a hacerlo. Te creerán de inmediato, sabes bien que para portarme mal me pinto solo y modestia aparte soy la "Mejor" mala Influencia que existe en Lakewood y sus alrededores.
Ella tomó su copa de entre las manos del moreno y se llenó del burbujeante cosquilleo de gozo que resbaló por su garganta. Giró tomada de las manos de Neal, se encaramó en los árboles, gritó y cantó a voz en cuello la canción que el moreno le enseñó.
La noche en que inventaron el champagne.
Es simple como puede ser
Pensaron en ti y en mi
La noche en que inventaron el champagne.
Ellos sabían absolutamente
que lo que todos queremos hacer
es volar al cielo en champagne
Y gritar a todos
que desde que comenzó el mundo.
ninguna mujer o un hombre
¡Ha estado tan feliz como nosotros esta noche!*
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-Bésame -Suplicó la rubia somnolienta cuando Neal la depositó en su cama-
El muchacho miró fijamente los labios rojos que la chica le ofrecía, se acercó al rostro de la rubia hasta que sintió sus alientos confundidos y sin dudar se alejó de ella.
-No me dejes -balbuceo la chica entre pucheros
Él la cubrió con una manta, apartó unos rizos de su frente y besó la rubia cabeza. Salió de la habitación, se recargó en la puerta y cerrando los ojos susurró
-No necesito nada para sentirme eufórico a tu lado, siempre me siento tan burbujeante y fresco contigo que puedo volar y gritar a todo el mundo lo que me haces sentir, tú eres mi champagne dorado.
Metió las manos a sus bolsillos, se encaminó escaleras abajo tarareando entre dientes
"La noche en que inventaron el champagne.
Es simple como puede ser
Pensaron en ti y en mi..."
*fragmento de canción LA NOCHE QUE INVENTARON EL CHAMPAGNE de la película Gigi
Última edición por Mimicat Cornwell el Vie Abr 26, 2019 6:32 am, editado 2 veces