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⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐

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Ana María López
Herminia73
Adry Grandchester
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Adry Grandchester

Adry Grandchester
Niño/a del Hogar de Pony
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⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ Amor_p59

CAPÍTULO 22-1

CAPÍTULO 22 PARTE 2

CAPÍTULO 23

CAPÍTULO 24



CAPÍTULO XXV ANGUSTIA PARTE 1




El tren rumbo a Chicago recorría su camino, le faltaban algunas horas para llegar a su destino; Karen miraba por la ventana el paisaje verde que, poco a poco cambiaba su color a uno cada vez más obscuro al despuntar la tarde. Sus pensamientos la llevaron al tiempo en que conoció a Terry, recordó como sus hermosos ojos azules resplandecían de pasión cuando interpretaba a sus personajes, era el único momento en que los veía así, no le quedaba duda de que ese joven había nacido para actuar, pero al terminar la función, su mirada daba paso a la melancolía, una sombra empañaba el marino fulgor de sus iris, que volvían a irradiar vida cuando pisaba de nuevo el escenario. Nunca se imaginó el infierno que vivía la joven estrella de Broadway, le costó mucho trabajo acercarse a él, su carácter extremadamente reservado era como una muralla fiel que impedía el paso a cualquier extraño, no le gustaban las fiestas o relacionarse más de lo debido con sus compañeros de trabajo, sin embargo, esa faceta, ella la entendía, ya que fue testigo al igual que todos del asedio de Susana sobre él, quien después de ello, no quería que nadie se le acercara y menos con intensiones románticas.

En un inicio, a ella le importaba poco lo que sucediera con él, por comentarios entre el personal de la compañía estaba enterada de la convivencia del chico con las Marlow, así como de la obligatoriedad del joven por estar pendiente de ellas. No obstante, el ímpetu en sus interpretaciones la llevó a querer conocerlo más. Era innegable que su varonil presencia y gallardía, le afectaban, era casi imposible retraerse al magnetismo de su imagen, así como a la atracción que le provocaba el aire de misterio que desprendía su personalidad, pero nunca se atrevió siquiera a imaginar una relación con él, aunque lo deseara, no estaba dispuesta a perder su amistad por un loco sentimiento, que desde que lo reconoció supo que era estéril, él nunca podría verla de otra manera. Con el tiempo se acostumbró a ser su amiga, a quererlo y apreciarlo, sin pretender nada más que el calor de hogar que junto con Eleanor le proporcionaba. Ahora, a bordo de ese tren solo pensaba en ayudar, no entendía bien a bien lo que pasaba, sólo sabía que algo malo le podría suceder a su amigo, nerviosa tomó la carta, recordando las instrucciones de Mery, quien le hizo hincapié de entregarla en las propias manos de la primera actriz. Nunca se imaginó que el hombre que días antes había buscado a Terrence iba en el mismo vagón y al mismo lugar. Casi amanecía cuando por fin llegó a Chicago, de inmediato tomó un carruaje que la llevó al hotel que hospedaba a Eleanor, sin notar que era seguida por el misterioso individuo, que ya la había reconocido.

Horas antes, Neil sintió curiosidad por lo que estaría haciendo Susana, no quería ver la furia de Elisa, sí esa chica por alguna imprudencia echara a perder el plan; sin pensarlo dos veces tomó su auto para dirigirse a la mansión Ardlay. Al llegar no pasó por la casa principal, se dirigió de inmediato a las cabañas, cuál sería su sorpresa al ver a Dorothy cuestionando la intrusión de la ex actriz, justo al exterior del chalet que ocupaba Terry, caminó rápidamente hasta llegar junto a las mujeres, para responder a las preguntas de la mucama antes de que la Marlow hablara. — ¡Es mi invitada, Dorothy!, ¿Desde cuándo se te tienen que dar explicaciones a ti? — Al decir esto, él rodeo con un brazo la cintura de Susana ejerciendo cierta presión, indicándole sin palabras que se quedara callada. Dorothy sorprendida por la repentina presencia de Neil se concretó a decir. — ¡Lo siento, joven!, no se nos informó que hubiera otra persona alojada aquí para traer lo necesario y atenderla como es debido! — Esta bien, ¡Retírate! — La mucama inclinando levemente la cabeza y mirando de soslayo a la intrusa, tocó la puerta de la cabaña de Terrence, quien al escuchar voces se apresuró a abrir; cuando oyó la voz del inglés, Neil jaló sin miramientos a Susana, que emitió un gemido de dolor al no poder dar el paso de prisa con la prótesis; sin detenerse Leagan prosiguió su camino hasta meter a la chica en la otra cabaña. — ¿Qué te pasa?, acaso ¿Eres estúpida?, ¿Sabes que pudiste arruinar los planes por tu insensatez? — Decía al tiempo que sacudía a la chica por los hombros. — ¡Lo siento!, ¡Yo…! — ¡Te dije que no salieras!, nadie puede saber que te encuentras aquí. — ¡Yo solo quería verlo!, no pensaba hablarle. — ¡Por tu necedad casi te descubren! — ¡Lo lamento! — ¡Por tu bien será mejor que obedezcas!, si es que quieres que se vaya contigo, o ¿Pretendes que el duque se entere de que estás aquí? — Pero entonces, ¿Cuándo podré verlo, hablar con él? — Pasado mañana, ya todo está listo, yo te avisaré en el momento indicado, ¡Mientras permanece aquí!, ¿Entendido? — Susana asintió, no quería permanecer mucho tiempo ahí, pero estaba convencida de que haría todo para lograr que Terrence regresara con ella. En el interior de la cabaña, Dorothy le comentaba al actor la presencia de Neil con una chica, pero no supo decirle de quién se trataba; él se quedó pensativo por un momento. — ¡No te preocupes Dorothy, solo permanece pendiente por si acaso a Neil se le ocurre idear alguna forma de fastidiar! — ¡Así lo haré señor! — El joven, hubo terminado con su arreglo personal, salió rumbo a la mansión, pensaba en informar a Albert la presencia del hermanito Leagan, sin embargo, al llegar encontró a todos sentados a la mesa dispuestos a cenar, tomó su lugar al lado de Candy prestando atención a la conversación. — Insisto, no me gusta mucho la idea de que veas a Annie tú sola Candy. — Comentaba Patty. — ¿De qué me perdí? — Preguntó Terry. — Vino el señor Britter a pedirle a Candy que hable con Annie, según parece quiere hacer las paces con ella. — Le informó Albert. — ¡Coincido con Patty, no me agrada la idea!, por cierto, Neil anduvo merodeando la zona de las cabañas, según me dijo Dorothy traía una invitada. — ¿Invitada? — Intrigado cuestionó William. — Sí, pero ignora de quién se trata. Eso me hace confirmar que intentarán algo. — ¡Exacto!, es muy extraño que Neil, a sabiendas de lo que sucedió con su hermana ande por aquí. — Exclamó Patricia. — Preguntaré a la servidumbre al respecto, tampoco sabemos si Annie vendrá mañana, por lo tanto, es indispensable estar atentos y recuerda Candy, ¡No salgas de la casa! — Indicó el magnate. — ¿Escuchaste pecosa? — Incómoda por las dudas respecto a la sinceridad de Annie por reconciliarse, Candy asintió sin decir nada más. Una inusitada tranquilidad se sintió entre los presentes, que terminaron la velada un tanto expectantes de los días por venir.

Ignorando lo acontecido, mientras estuvo ausente, meditando sobre sus acciones, muy temprano por la mañana Archie ya se encontraba de pie, las ojeras precedían a las noches de desvelo que hubo pasado desde la desaparición de su diario, así como los hechos vividos desde aquél encuentro con Candy en el ático; las repercusiones que se sucedieron como cascada derivado de esos dos sucesos, todavía lo mantenían angustiado, sabía que tenía que hablar con su ex prometida, pero la pena, la vergüenza y el desasosiego, no le permitían idear la manera más adecuada para presentarse ante ella, ante sus hermosos ojos verdes, sin que sintiera desfallecer por la marea de remordimientos. De sus cavilaciones, lo que más lo había atormentado era el haberse negado a ver la realidad, aquella verdad, que todos le decían una y otra vez, y él en su necedad se justificaba con las palabras que escuchó salir de los labios de Candy; su vanidad, esa tonta presunción de ser elegido por ella, le llevó a dejar de lado el estado inconveniente de su prima, desdibujando su caballerosidad para tornarse en un ser ególatra, carente de toda sensatez, provocando un sinuoso camino para los dos a partir de ese día.

Después de tanto pensar en todo aquello, se dio cuenta de que no era amor lo que lo llevó a cometer tantas tonterías, siempre supo que el amor verdadero no reprime, no juzga, no obliga, no daña; pero, sobre todo, es libre. La luz del sol se filtraba a través de las cortinas de su habitación, dejó que los rayos cegadores entraran de lleno en sus pupilas, la luminosidad bañó su demacrado rostro, después de un momento cerro sus ojos, no obstante, se mantuvo ahí, dejando que el astro rey bañara por completo su cuerpo, su alma, fue entonces, que la pesadez cernida sobre sus hombros caía como un muro que amordazaba su libertad, abriendo su camino a la recuperación de sus principios y valores, de su amor propio sepultado por la imprudencia. Ahora sabía lo que tenía que hacer, muchos pendientes lo esperaban, pero el más importante era restablecer en medida de lo posible su relación con Candy, obtener su perdón, la comprensión de todos esos seres maravillosos que intentaron hacerle ver la realidad, tratando de evitarle el dolor que ahora sentía. Miró nuevamente su reflejo en el espejo, ¿Cuándo fue la última vez que lo había hecho?, se preguntó, se sintió extraño, como si de momento volviera a ser él mismo preocupado por su impecable apariencia. Se acomodó su cabello, la pañoleta atada a su cuello, respiró hondo y decidido salió para integrarse con su familia en el desayuno.

En la terraza se encontraban todos, la servidumbre iba y venía con diferentes platillos, el olor a los ricos alimentos llenó sus fosas nasales, al tiempo que su estómago le reclamaba atención. Cuando apareció en el umbral, un breve silencio lo hizo detenerse, no obstante, según lo acordado, nadie dijo nada continuaron como de costumbre. Albert lo saludó amablemente. — ¡Buenos días Archie!, es bueno verte, toma tú lugar. — ¡Buenos días a todos! — Saludó el aludido tomando asiento al lado de su hermano. Uno a uno fue saludando el recién llegado, incluso Terry lo hizo sin mostrar resentimiento alguno. — ¡Buen día, elegante! — ¡Hola, Grandchester! — Todos pensarían que el ambiente se tornaría tenso, pero no fue así, nadie hizo nada por actuar diferente, lo que relajó a Archie, quien ávidamente devoraba su desayuno. — ¡Caray, hermano!, ¿Este día no cuidarás la dieta? — ¡No Stear, hoy tengo demasiado apetito! — ¡Eso si es una novedad!, de seguir así, ¡Engordarás! — ¡Auch! — Un puntapié recibió Stear de parte de Patty. — ¿Estás bien? — ¡Sí, hermano!, me pegué con la pata de la silla. — Al decir esto, Alistear miró a su novia, quien le dedicó una advertencia tácita. Las risas no se hicieron esperar, lo que aligeró más la sobre mesa. — ¡No veo a la tía abuela!, ¿No bajó a desayunar? — Han sucedido varias situaciones sobrino, me gustaría platicarlas contigo más tarde. — ¡Claro, tío!, pero ¡Dame tiempo necesito hacer algo antes! — Limpiando la comisura de sus labios, Archie, se dirigió a su ex prometida. — ¡Candy me gustaría platicar contigo! — La aludida, aunque se tensó por la intensión del joven, respondió con una sonrisa. — ¡Por supuesto, Archie!, ¡Yo también quería conversar contigo! — ¿Te parece, si lo hacemos de una vez? — Candy miró a Terry, quien comentó. — ¡Ve cariño, yo tengo que esperar al duque! — Al percibir que no había ninguna molestia, se levantó de su asiento y salió de la terraza seguida por Archibald.

En Nueva York, la duquesa, no pudo dormir por estar alerta ante cualquier indicación de Jonathan, el joven guardia que acordó ayudarla a escapar, sin embargo, vio transcurrir la noche sin que nada sucediera, al amanecer, bruscamente llamó a su doncella. — ¡Margaret, despierta! — ¡No estoy dormida, su excelencia! — Lucrecia ardía en furia, pero se contuvo, no le convenía tratar mal a la joven, porque se podría retractar de auxiliarla, incluso informar a los guardias de su intensión por huir. — ¡Ohh…! ¡Querida, pensé que estarías igual de inquieta que yo! — ¡Yo tampoco pude conciliar el sueño, si a eso se refiere! — ¡Espero que tu novio no se haya arrepentido!, no tuvimos noticias de él. — ¡No tengo forma de saberlo, tal vez hasta que traiga el desayuno! — ¡Tienes razón, no tenemos otra alternativa más que esperar! — A la mucama le extrañó el comportamiento de su señora, pero pensó que se debía a que ahora eran amigas, no se imaginaba, que la duquesa hacía esfuerzos sobre humanos para no gritarle y ofenderla por la falta de eficiencia de su galancete. Momentos después, llegaba el desayuno, pero no fue Jonathan quien lo llevó, fue otro guardia, Lucrecia no pudo evitar preguntar. — ¿Por qué ha traído usted el servicio?, ¿Dónde está el otro mozo? — ¡Buenos días, su gracia!, Jonathan no se encuentra, lo mandaron a realizar unas compras. — ¡En cuanto llegue que venga, no me gusta que me atienda nadie más!, ¿Entendió? — Eso no depende de nosotros, solo obedecemos las órdenes del jefe de seguridad, pero le comentaré su solicitud. — ¡Insensato, no es una solicitud, es una orden! — Así lo haré saber a mi jefe, su excelencia, con permiso. — Era más que obvio la extrañeza que le causó al sirviente la petición de la duquesa, pero se lo diría a su superior, a nadie le gustaba servir a una mujer tan grosera y déspota.

Las horas transcurrieron lentamente para Lucrecia, que no veía la hora en que se presentara el novio de su doncella, le urgía saber, por qué no había hecho lo acordado, aunque su cerebro le decía que debía calmarse, su carácter indomable afloraba en cada una de sus actitudes. Minutos antes del almuerzo la espera llegó a su fin cuando tocaron a la puerta, se trataba de Jonathan, que nervioso se presentaba ante la temible mujer. — ¿Me mandó llamar, su excelencia? — ¡Desde luego!, ¿Qué pasó¡, ¿Por qué no hiciste lo que convenimos? — ¡No pude, mi lady!, el jefe me mandó a realizar otros deberes, le tocó a otra persona la selección de la cena y por lo tanto de los vinos. — Entonces, ¿Cuándo lo harás? — Espero que hoy en la noche. — ¡Esta bien!, procura que sea hoy. — ¡Lo intentaré, señora!, pero tampoco quiero ¡Levantar sospechas! — ¡Entiendo!, sólo ten preparado el auto en el que nos iremos, eso es fundamental. — ¡Eso ya lo tengo resuelto!, le aconsejo que lleven solo lo necesario para evitar contratiempos. — ¡No tienes que decirlo!, desde ayer estamos preparadas. — Con la esperanza de que el mozo cumpliera con lo pactado, la duquesa dejó que se fuera. Al salir de la habitación, Douglas Kent, el jefe de seguridad ya esperaba al novel guardia. — ¿Para qué te quería la duquesa? — Jonathan, trató de no mostrarse nervioso, pero las manos le sudaban, no quería pensar en lo que le esperaría si lo descubrían. — Nada en particular, señor; ¡Su excelencia solo me indicó cómo quiere la elaboración de los alimentos! — Kent lo observaba tratando de encontrar algo que delatara cualquier situación anómala en el joven. — ¡Te noto nervioso!, ¿Sucede algo que deba saber? — El muchacho tragó en seco, tartamudeando contestó. — ¿Algo qué deba saber?, ¡No lo comprendo! — ¿A qué se debe tu nerviosismo? — ¡Jefe!, ¡No es fácil tratar con la duquesa!, ¿Podría mandarme a otro servicio? — ¡No lo creo, si la señora quiere que la atiendas tú, así lo harás!, ¡No quiero que se ponga histérica!, para nadie es grato escucharla. — ¡Se cumple, jefe! — Douglas se retiró, pero estaría atento, no le gustaba la actitud del chico.

En las afueras de Lakewood, como lo había prometido Richard Grandchester, estaba listo a primera hora de la mañana para realizar sus cometidos, el primero ir por Susana Marlow y el segundo, acudir a la mansión Ardlay para pactar con el jefe de esa familia el compromiso de Terrence. Antes de ello, habló con el encargado de la seguridad, tenía pocos hombres a su disposición, dado que parte de ellos, se habían quedado para resguardar a su aún esposa. Cuando llegó al restaurante, ya se encontraba Eleanor, que aguardaba por él y por Karen, que según el administrador del mesón se hubo registrado por la madrugada. Ansiosa por tener en sus manos la carta, le llamó a la habitación para que se reuniera con ella para desayunar. — ¡Buen día! — Saludó el duque. — ¡Buen día, Richard!, ¿Quieres ordenar tu desayuno? — ¡Sí, debo marcharme cuanto antes! — ¡Tendrás que esperar un poco, ha llegado Karen Kleiss, que trae la misiva que nos mandó Matt Murray! — ¿Ya llegó? — Sí, esta madrugada, no tarda en bajar, ¡Mira ahí está ella! — Karen como toda una diva hizo su entrada al lugar, no podía hacer menos, se trataba de un duque a quien conocería. Eleanor se levantó de su silla para recibirla. — ¡Richard!, te presento a Karen, ¡Una gran amiga! — El duque, que ya se encontraba de pie, se acercó a la joven. — ¡Es un gusto conocerla, señorita! — Con su porte elegante y serio, él le dio la bienvenida. — ¡El gusto es mío! — Respondió Karen, quien levantó la mano para estrecharla con el duque, ignorando cualquier protocolo de la realeza, Eleanor se acercó a ella y la abrazó para evitar que se quedara con la mano extendida. La chica, no se dio por aludida, con seguridad tomó asiento, imitada por la pareja. Sin esperar a consumir los alimentos, Richard preguntó. — ¡Señorita Kleiss!, ¿Trae consigo el documento? — ¡Desde luego! — Contestó Karen, que, por un momento, pensó en la descortesía de ese hombre, pero ante los ojos suplicantes de su amiga no hizo mención alguna, sacando de su bolso el sobre. — ¡Aquí está! — Al decir esto, quiso entregarla a Eleanor, pero Richard la interceptó. — Pero, ¡Mery me indicó que la entregara en tus manos, Eleanor! — Interpeló la joven. — ¡No se preocupe señorita, es para mí! — ¡Es verdad Karen, está bien! — Kleiss no dijo más, porque notó como se transformaba el rostro del duque al leer el papel, al igual que su compañera de tablas, que posó una mano en el brazo de Richard. — ¡No puede ser posible!, ¡Esa mujer está loca!, ¡Mira que querer manchar mi nombre con sus injurias! — Visiblemente molesto, llamó al guardia que custodiaba la entrada. — ¡Que me comuniquen inmediatamente con Douglas Kent! — Eleanor, hubo tomado la misiva, al igual que el duque su rostro se descompuso al ir leyendo. — ¿Qué pasa? — Exclamó Karen. — ¿Terry corre peligro? — ¡No, ahora ya no! — Respondió Richard. — ¡Le agradezco mucho que haya venido solo a traer el documento, señorita Kleiss! — ¡Por favor, dígame Karen!, soy amiga de la familia, no omito decir que me preocupa lo que sucede, creo que Terrence ya ha pasado por bastantes situaciones adversas, ¡Les pido que confíen en mí! — Eleanor conmovida por las palabras de la joven, volvió a tomar la mano del duque para que no la interrumpiera, al tiempo que a grandes rasgos le platicaba a su joven amiga todo lo que estaba pasando, cuando mencionó que Terry ya se había reconciliado con Candy, notó cierta decepción en la cara de Kleiss, quien, al darse cuenta mostró una sonrisa radiante para exclamar. — ¡Es maravilloso que por fin se hayan reencontrado!, ¡Terry merece ser feliz, al igual que ella!, ¡Esa separación nunca debió ser! — ¡Todos lo sabíamos, querida!, ¡Lamentablemente tuvieron que pasar muchas cosas para que ellos por fin puedan estar juntos!, sin embargo, ahora tienen todo nuestro apoyo para que se casen al momento que lo decidan. — ¿Dónde está?, ¡Quiero verlo!, ¡Ya me imagino la sonrisa de oreja a oreja que tiene! — ¡Si se nota que es feliz!, en unos momentos irá Richard con los Ardlay, yo también iré, quiero hablar con Candy. — ¡Yo quiero ir!, ¡Bueno si no hay objeción por parte del duque! — ¡No lo creo, él de igual manera hizo las paces con Terry! — ¡Eleanor, todo parece que ha retomado su camino!, ¡Me alegra mucho por ustedes! — ¡Gracias querida!, terminemos de desayunar, porque de un momento a otro, saldremos. — Las dos mujeres platicaron más detalles de los sucesos, aprovechando que el duque no estaba.

Richard no esperó a escuchar el relato de Eleanor, se separó de ellas, cuando se le informó que su conferencia telefónica ya estaba lista. — ¡Douglas! — ¡Ordene, su excelencia! — Se escuchó al otro lado de la línea la respuesta del jefe de seguridad. — ¿Qué ha pasado?, ¡Quiero pensar que no tuviste problemas con Lucrecia? — ¡Un poco, su gracia!, la tuvimos que traer a la casa. — ¡Bien, quiero que tomen el primer barco que zarpe a Inglaterra!, ¡Encerrarás a la señora en su alcoba, nadie puede hablarle, tampoco puede salir, ni siquiera a los jardines!, ¡Tú me respondes por ello! — ¡Así se hará, duque! — ¡Una vez que te encuentres allá me informas!, ¡Yo iré en cuanto me sea posible! — ¡Señor!, ¿Qué pasará con sus hijos?, ¡Seguramente querrán ver a su madre! — ¡Habla con el mayordomo, que los lleven a Escocia, hasta que yo indique qué pueden regresar! — ¡Su gracia!, ¿Puedo comentar algo? — ¡Dime! — ¡No será mejor esperar aquí, hasta que usted resuelva sus compromisos!, de esa forma partiremos todos juntos y la duquesa no podrá objetar nada, ni armar un escándalo en el castillo. — ¡Tal vez tengas razón!, en tanto, ¡Resguárdala bien!, ¡Necesito, que te informes de los próximos barcos que zarpen a Australia!, en breve mandaré a las Marlow para allá, ¡No hace falta que te diga que también deben estar custodiadas!, no obstante, me comunicaré nuevamente para darte indicaciones. — ¡Correcto, duque! — La llamada terminó y Richard se reunió de nuevo con las mujeres en el restaurante. — ¡Es hora de retirarnos Eleanor! — Claro, Karen quiere saludar a Terry. — Desconozco si podrá recibirla. — ¿Qué dice?, ¡Terrence nunca se negaría a verme! — Interrumpió un tanto molesta la chica, sin embargo, Eleanor sirvió de mediadora nuevamente. — ¡Es verdad, nuestro hijo estima mucho a Karen y Candy la conoce también! — ¡Siendo así, no le veo problema!, pero debemos partir ya, ¡No quiero que esas mujeres sigan en la ciudad ni un momento más! — ¿Se refiere a las Marlow? — Cuestionó Kleiss. — ¡Así es! — Hace bien, señor duque, ¡Nada bueno se puede esperar de esas arpías!, por cierto, tengo que decirle a Terry que un hombre ha ido a buscarlo al teatro, ¡Se me hace extraño, ya que él no acostumbra a recibir a nadie!, ¡No quiero pensar que se trate de una treta de Susana! — Al oír esto, el duque se quedó pensativo, no obstante, lo hablaría con su hijo más tarde, ahora debía ir por la señora Marlow para dirigirse a la casa de los Leagan.

A Richard le estresaba mucho el comportamiento de Carolina Marlow, así que decidió mandar a un lacayo por ella con todo y equipaje para que de inmediato salieran a Nueva York. Una vez listos, Richard, Eleanor y Karen subieron a uno de los vehículos, mientras que la señora Marlow viajaba sola con la guardia en otro auto, a lo lejos el misterioso hombre, que se mantuvo vigilante en el exterior del hotel, atento a los movimientos de Karen, decidió seguirlos.

En los jardines de la mansión, Archie y Candy caminaban en silencio, ninguno de los dos hablaba, a ambos los nervios los sobrecogían, para ninguno era sencillo lo que tenían que decirse, sin embargo, una vez que llegaron a una banca tomaron asiento, al unísono, los dos quisieron hablar. Una leve sonrisa se formó en sus rostros, pero fue Archibald, quien respirando hondo comenzó la charla. — ¡Antes de que digas nada, permíteme hablar a mí primero! — Candy lo miró, esperando los reclamos por parte de él. — ¡Candy!, ¿Por qué? — Esas palabras provocaron que ella palideciera, sabía que difícilmente Archie le perdonaría dejarlo plantado prácticamente en el altar. Iba a contestarle, pero él le puso un dedo en sus labios, impidiendo que continuara. — ¿Por qué no me dijiste que seguías enamorada de Terrence?, ¡De haberlos sabido, yo, no hubiera llegado tan lejos!, ¡He sido un tonto! — La chica no esperó más e interpeló. — ¡Archie, perdóname!, ¡Estaba confundida, resignada! — ¿Resignada?, es decir, ¡¿Te ibas a casar conmigo porque no tenías alternativa?! — ¡No quise decir eso!, me refiero a que todo sucedió tan rápido, que cuando me di cuenta, ya estábamos comprometidos, ¡Intenté decirte en varias ocasiones que nos detuviéramos a pensar si era correcto lo que hacíamos!, pero ¡Tú, no querías escucharme!, incluso, te dije en distintas veces que buscáramos a Annie, ¡Aclarar todo, decirle que yo estaba ebria!, pero lo único que hice fue dejarme llevar, ¡Resignarme a lo inevitable! — Al escuchar los reclamos de Candy, Archie comprendió que no inició correctamente la charla, ella tenía más que reclamar que él. — ¡Lo sé Candy!, ¡Discúlpame!, te pido por favor que comprendas que para mí no fue fácil aceptar todo lo que ha pasado, ¡Comprender que he sigo un tonto, egoísta y obstinado!, que sin proponérmelo ¡Te he lastimado!, ¡Obligándote a una relación sin amor!, peor aún, ¡Forzando un matrimonio, sin pensar en ti, en tus sentimientos!, ¡Me aboqué a resolver lo que en un principio vi como una oportunidad para estar contigo!, ¡Creyendo en todo momento que por fin realizaría mi sueño juvenil de mi amor correspondido!, ¡Candy, perdóname por favor!, ¡Juro por lo más sagrado que tengo, que nunca quise hacerte daño!, ¡Volé, volé muy alto!, sin embargo, ¡Mi caída fue estrepitosa! — Los ojos de Archie se iban humedeciendo, al tiempo que la voz comenzaba a quebrarse por el esfuerzo que hacía para no llorar; Candice al verlo, se sintió culpable por hacerle creer algo que nunca sucedería, ella siempre estuvo segura de sus sentimientos, tenía que decirle que ella también fue responsable, se levantó caminando hacía un rosal. — ¡No te culpes, Archie!, ¡Yo inicié todo esto, al embriagarme tratando de olvidar, también ese amor, que, en ese momento, yo sabía perdido!, ¡Creo que ambos fuimos autores de lo que pasó en adelante!, por motivos distintos aceptamos el devenir de las cosas, sin intentar pararlas a tiempo. ¡Yo no quería lastimarte tampoco!, ¡Fui cobarde! — ¡No, no digas eso!, ¡Yo me aproveché de tu estado inconveniente!, ¡Abusé de la confianza que me tenías!, ¡Te orillé a aceptarme en pro de la defensa de tu virtud!, ¡Cuando nunca hubo nada que defender!, ¡Te hice creer que…! — El chico no pudo más, se dejó caer a los pies de la joven, sintiendo que el peso de sus acciones lo hundían en el piso, sin fuerzas para seguir adelante, con los sentidos aletargados por la vergüenza. Ella al verlo en ese estado se inclinó para tomar su cara con sus manos. — ¡No, Archie!, ¡No te laceres así!, ¡No me obligaste a nada!, ¡Yo acepté todo, como un ser inerte, sin voluntad!, tampoco reaccioné para hablar con Annie, ¡No hice hasta lo imposible por no perder su amistad!, ¡Ella te ama y yo…! — Un denso silencio reinó entre ellos por unos momentos, los dos reconocían la parte de culpa que les correspondía, pero era ineludible sentirse como unos náufragos que han sido rescatados después de días a la deriva en el inmenso mar de errores. Al ver el estado de Candy, Archibald limpió sus lágrimas, para abrazarla, ella se dejó llevar, lo quería, era su paladín y tampoco quería perderle.

Sigue parte 2

A dulce3852, Dar042, Gabisita, Azul pequeña, Legafa05, ambar graham, Evelyn Rivera Strubbe y a les gusta esta publicaciòn

Herminia73


Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Ojala la Ducerda no logre escapar!!!!

Que sorpresa se llevará el Duque al saber que la gusana ya no está en la mansión Leagan

Que bien que Archie y Candy hablaron

⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 189452 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 189452 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 189452 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 189452 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 189452 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 189452

Ana María López

Ana María López
Niño/a del Hogar de Pony
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Whoooo esté primera parte está buenísima amii ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 746140 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 746140 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 746140 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 746140 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 746140 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 746140 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 746140 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 746140 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 746140

Azul pequeña

Azul pequeña
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Ya se arreglaron las cosas entre ellos, ahora falta que todo , les salga mal a los hermanos ligan y compañía , aparte la duquesa ,espero y no pueda huir gracias por la actualización. ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 463717 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 463717 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 463717 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 334740 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 334740 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 133559 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 133559 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 133559 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 133559 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 189452 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 189452 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 189452 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 189452

Rossi GW


Rosa Abierta
Rosa Abierta

Genial,.... Quedamos a la espera de los desenlaces : de la acciones del Duque, de Susanna y Annie, de las de Archi respecto Any y por supuesto a los hermanos del Infierno... Gracias por otro emocionante capitulo ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 355103 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 971718 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 971718 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 355103

Dar042

Dar042
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Viene lo bueno, cuando el duque dscubra que susana ha escapado y la madre de ella muera de la angustia...
que descubran quien esta alojando neil....
muy calladita esta la bruja de la tia!!!
Por favor, que escuche una vez en su vida consejos la candida!!!
quien es el misterioso hombre!!!

dulce3852

dulce3852
Niño/a del Hogar de Pony
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se va a poner bueno cuando lleguen por la gusana y no esté, siento que están contra reloj respecto a los planes de Elisa, ahora falta que Candy no se atonte respecto a la reunióncon Annie y que la duquesa no pueda escapar.
Gracias por actualizar

Letis

Letis
Niño/a del Hogar de Pony
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Por fin Archie reconoció su error y lo egoísta que había sido. Ahora me preocupa que la Duquesa se escape y por otro lado Susana está tan cerca. Ojalá no se dejen sorprender pues se supone que todos ya saben que algo traman y ojalá el buen corazón de Candy no la lleve a ceder y vaya a ver an Annie sólo. Gracias por actualizar. Excelente capítulo.

ladylore

ladylore
Niño/a del Hogar de Pony
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Me alegra que candy y archie hayan hablado y se hayan reconciliado.
Quien es la persona que sigue a Karen? Espero que no sea para más problemas
Espero que la duquesa no logre su cometido
Ansiosa por leer la segunda parte

Legafa05

Legafa05
Niño/a del Hogar de Pony
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Me torturas sicológicamente, mi cabeza la traigo loca pensando en lo que va a pasar , por Dios, como se le ocurre al jefe de seguridad que mejor esperen en vez de llevarse a esa bruja como ordenó el duque me va a dar algo de la desesperación y quién es ese hombre que los está siguiendo

Ana l Ruiz

Ana l Ruiz
Niño/a del Hogar de Pony
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Esto sepone a peso el kilo.....primero se nos pelo la gusi y la ducerda que tambien quiere fregar pos nos rienen paradise de los pelos ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 523232 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 523232 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 523232 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 523232 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 523232 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 523232 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 523232 lo bueno es que el gatito reconosio su pendejes y pidio discilpas ahora solo esperoque pronto empesemos a cortar cavezas y derramar sangre logan y de gargola ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168 ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 8168

Gabisita

Gabisita
Niño/a del Hogar de Pony
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El jefe de seguridad del duque, es un viejo lobo y muy leal a Richard. Estoy segura que él descubrirá el ardid de la duquesa. Comunicarse es una de las mejores partes en una relación. Bien por Archie, finalmente se le quitó lo necio y entendió que Candy no lo ama, bueno, de la firma que él hubiera querido.

Evelyn Rivera Strubbe

Evelyn Rivera Strubbe
Niño/a del Hogar de Pony
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Que no se escape la cara de cerdo, que Karen y Archie terminen juntos. Buenísima ⭐⭐⭐ CONTINÚAN LAS SORPRESAS CON RECUPERÁNDOME CAPÍTULO 25 ⭐⭐⭐ 523232

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