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Parte I
PARTE II
El sol asoma por el Este, deslizando sus dorados rayos sobre los muros del castillo de Llyn Din en Britania; es una mañana muy fresca, hay nieve por todos lados. En el patio de la fortaleza se encuentran las tropas formadas mientras que el Teniente Coronel Greum Grandchester escucha como el Mayor Gerain Daft da las últimas órdenes, los entrenamientos y guardias para algunos se extenderán pues hay a quienes se les otorga unos días de licencia.
Una vez finalizado y rotas las filas, un grupo de colegas se reúnen y bromean mientras que Grandchester suelta un suspiro pesado y eleva sus ojos hacia la torre del castillo donde sabe que se encuentra él, el rey Archard II. Lo admira y respeta, y aunque casi siempre está rodeado de sus consejeros armando estrategias, controlado las fronteras y procurando mantener “La Paz” es muy poco el tiempo que suelen compartir; además, tiene a algunos ministros muy cerca y que a él le desagradan, como no puede disimular su disgusto prefiere guardar distancia. De presto, sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz familiar.
- ¡Ey! Oye Greum, se puede saber ¿Qué haces ahí plantado?
- ¿Bramaste Slean?
- Estábamos planeando con los chicos… ya que tenemos unos días libres…
- Espera, déjame adivinar…
Interrumpe a su amigo y lo observa un par de segundos, Slean Lehan tiene los cabellos rojizos, mirada color avellana y una sonrisa que implica picardía y travesura; a su lado está su gemela Zilae que está imitando el gesto de su hermano de manera espantosamente sincronizada. Luego se percata el rubor en el rostro de Astyrian Brownbear, Arshbalt Cullimore observa el cielo para evitar que el Teniente Coronel lea sus pensamientos… pero, quien sin duda le dio mucho qué pensar fue la Sub Teniente Kandíroz Berrycloth, con su adorable sonrisa dulce, mirada verdoso penetrante y exuda seguridad por cada poro de su nívea piel.
- Por favor, decidme que no es una locura.
- No es locura
- Tranquilo Greum, por fin hemos encontrado una solución a tu problema
- Y ¿Cuál es esa solución Kandy?
- Veras, hemos dado finalmente con ese regalo especial que llevas días buscando
- ¡Oh Sí! Es algo fabulosooo
Añadió Slean con tono animado. La sensación es idéntica en todos, Zilae continua con la explicación.
- ¡Algo único! ¡Sin igual! ¡Es SENSINIGUAL!
- Está bien, lo pillo. Pero ¿Qué es?
- ¡Una Espada!
- ¿Una Espada? Ehhh ¿Estáis hablando en serio? ¿Queréis que le dé una espada al Rey? O sea, a alguien quien tiene acceso a todo un arsenal y un gran ejercito bien armado
- Escúchanos, no es cualquier espada, es “La Espada”
- Tranquila Zilae, deja que se lo explique yo…
- Está bien Kandy, escucho…
- Bueno, deja tu mal humor Greum y presta atención… ayer hablando con Patt, me dijo que podía forjar una espada especial, de un material resistente, con facilidad de conducir la magia y…
- De acuerdo, lo pillo “sensinigual”
- Sip… pero… hay un “pero”
- ¿Y eso eesss?
- Ejem, ejem
Hizo ruido Astyr para aclararse la garganta y explicar, Grandchester coloca sus manos en las caderas un poco exasperado.
- Veras, hay que ir al norte, a dos jornadas de camino hasta la Montaña Susurrante
- ¿La Montaña Susurrante? – por qué será que esto no me da buena espina - ¿Por qué ahí precisamente Astyr?
- Dice Patt que en ese lugar hay una cueva muy antigua, donde podemos encontrar el mineral para hacer la espada
- ¿Y qué tiene de especial ese mineral?
- No lo hay en ningún otro lugar
- Sabéis que ir ahí está prohibido ¿Verdad?
- Lo sabemos Greum, como también que hay una bestia que habita en esa cueva y que es tan aterradora, que todo aquel que la ve se queda de piedra o muere del miedo
- Berrycloth ¿Qué estáis sugiriendo? ¿Romper las reglas?
- Aaayy… ni que fuera la primera vez socio
Se mofó Arshbalt pasándole su brazo sobre los hombros de él.
- ¿Te recuerdas la vez que se desparramó todo el contenido del granero por navegar sobre el trigo? O la vez que se escaparon los caballos a la última campaña que fuimos con Stewart, y qué decir el día que pusiste a los gemelos a que ayudaran en la cocina y todos terminaron haciendo cola a las letrinas
- Eso fue por vuestras travesuras Archy
- Para el caso lo mismo
- Oye, entendemos que “no saber qué regalarle a su majestad” en su cumpleaños en la fiesta del “Día de la Vida” te ha tenido de mal humor todo este tiempo. Los chicos sólo quieren ayudar, aprovecharemos estos días libres que nos han dado para hacer el viaje, y con suerte, estaremos de regreso antes de yule y Patt tendrá oportunidad para forjar la espada a tiempo de la gran fiesta.
- Es que acaso ¿No les preocupa el peligro?
- ¿Estás de broma? ¡Eso lo hace más llamativo!
- Yaaa, ya... olvidaba que los mellizos son fanáticos del peligro
- ¿Lo ves? Cuentas con nuestro apoyo Greum ¿Te apuntas?
Grandchester observa fijamente las esmeraldas de su Sub Teniente, sabe de sobra que son sus amigos, que son locos, y hasta medio peligrosos, pero que le son fieles hasta el final.
- Está bien, contad conmigo
- ¡Seeee!
Todos celebraron la decisión, chocaron las palmas y ultimaron detalles; antes de que se pusiera el sol, los siete, montados sobre sus caballos cruzaban el portal principal rumbo a la Montaña Susurrante.
No era la primera vez que hacían este tipo de incursiones aventureras, pero hasta entonces nunca había sido tan lejos y con un acompañante. Patt es muy amiga de Kandíroz desde hace años, y se ofreció unirse a ellos pues, quién mejor que el propio herrero para recolectar el mineral y cantidad necesaria para forjar la espada. Pero para Grandchester, llevar consigo un civil, significaba que la vida de éste estaba bajo su responsabilidad, como la de sus amigos, pero ellos estaban entrenados para la batalla, Patt no.
Una vez finalizado y rotas las filas, un grupo de colegas se reúnen y bromean mientras que Grandchester suelta un suspiro pesado y eleva sus ojos hacia la torre del castillo donde sabe que se encuentra él, el rey Archard II. Lo admira y respeta, y aunque casi siempre está rodeado de sus consejeros armando estrategias, controlado las fronteras y procurando mantener “La Paz” es muy poco el tiempo que suelen compartir; además, tiene a algunos ministros muy cerca y que a él le desagradan, como no puede disimular su disgusto prefiere guardar distancia. De presto, sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz familiar.
- ¡Ey! Oye Greum, se puede saber ¿Qué haces ahí plantado?
- ¿Bramaste Slean?
- Estábamos planeando con los chicos… ya que tenemos unos días libres…
- Espera, déjame adivinar…
Interrumpe a su amigo y lo observa un par de segundos, Slean Lehan tiene los cabellos rojizos, mirada color avellana y una sonrisa que implica picardía y travesura; a su lado está su gemela Zilae que está imitando el gesto de su hermano de manera espantosamente sincronizada. Luego se percata el rubor en el rostro de Astyrian Brownbear, Arshbalt Cullimore observa el cielo para evitar que el Teniente Coronel lea sus pensamientos… pero, quien sin duda le dio mucho qué pensar fue la Sub Teniente Kandíroz Berrycloth, con su adorable sonrisa dulce, mirada verdoso penetrante y exuda seguridad por cada poro de su nívea piel.
- Por favor, decidme que no es una locura.
- No es locura
- Tranquilo Greum, por fin hemos encontrado una solución a tu problema
- Y ¿Cuál es esa solución Kandy?
- Veras, hemos dado finalmente con ese regalo especial que llevas días buscando
- ¡Oh Sí! Es algo fabulosooo
Añadió Slean con tono animado. La sensación es idéntica en todos, Zilae continua con la explicación.
- ¡Algo único! ¡Sin igual! ¡Es SENSINIGUAL!
- Está bien, lo pillo. Pero ¿Qué es?
- ¡Una Espada!
- ¿Una Espada? Ehhh ¿Estáis hablando en serio? ¿Queréis que le dé una espada al Rey? O sea, a alguien quien tiene acceso a todo un arsenal y un gran ejercito bien armado
- Escúchanos, no es cualquier espada, es “La Espada”
- Tranquila Zilae, deja que se lo explique yo…
- Está bien Kandy, escucho…
- Bueno, deja tu mal humor Greum y presta atención… ayer hablando con Patt, me dijo que podía forjar una espada especial, de un material resistente, con facilidad de conducir la magia y…
- De acuerdo, lo pillo “sensinigual”
- Sip… pero… hay un “pero”
- ¿Y eso eesss?
- Ejem, ejem
Hizo ruido Astyr para aclararse la garganta y explicar, Grandchester coloca sus manos en las caderas un poco exasperado.
- Veras, hay que ir al norte, a dos jornadas de camino hasta la Montaña Susurrante
- ¿La Montaña Susurrante? – por qué será que esto no me da buena espina - ¿Por qué ahí precisamente Astyr?
- Dice Patt que en ese lugar hay una cueva muy antigua, donde podemos encontrar el mineral para hacer la espada
- ¿Y qué tiene de especial ese mineral?
- No lo hay en ningún otro lugar
- Sabéis que ir ahí está prohibido ¿Verdad?
- Lo sabemos Greum, como también que hay una bestia que habita en esa cueva y que es tan aterradora, que todo aquel que la ve se queda de piedra o muere del miedo
- Berrycloth ¿Qué estáis sugiriendo? ¿Romper las reglas?
- Aaayy… ni que fuera la primera vez socio
Se mofó Arshbalt pasándole su brazo sobre los hombros de él.
- ¿Te recuerdas la vez que se desparramó todo el contenido del granero por navegar sobre el trigo? O la vez que se escaparon los caballos a la última campaña que fuimos con Stewart, y qué decir el día que pusiste a los gemelos a que ayudaran en la cocina y todos terminaron haciendo cola a las letrinas
- Eso fue por vuestras travesuras Archy
- Para el caso lo mismo
- Oye, entendemos que “no saber qué regalarle a su majestad” en su cumpleaños en la fiesta del “Día de la Vida” te ha tenido de mal humor todo este tiempo. Los chicos sólo quieren ayudar, aprovecharemos estos días libres que nos han dado para hacer el viaje, y con suerte, estaremos de regreso antes de yule y Patt tendrá oportunidad para forjar la espada a tiempo de la gran fiesta.
- Es que acaso ¿No les preocupa el peligro?
- ¿Estás de broma? ¡Eso lo hace más llamativo!
- Yaaa, ya... olvidaba que los mellizos son fanáticos del peligro
- ¿Lo ves? Cuentas con nuestro apoyo Greum ¿Te apuntas?
Grandchester observa fijamente las esmeraldas de su Sub Teniente, sabe de sobra que son sus amigos, que son locos, y hasta medio peligrosos, pero que le son fieles hasta el final.
- Está bien, contad conmigo
- ¡Seeee!
Todos celebraron la decisión, chocaron las palmas y ultimaron detalles; antes de que se pusiera el sol, los siete, montados sobre sus caballos cruzaban el portal principal rumbo a la Montaña Susurrante.
No era la primera vez que hacían este tipo de incursiones aventureras, pero hasta entonces nunca había sido tan lejos y con un acompañante. Patt es muy amiga de Kandíroz desde hace años, y se ofreció unirse a ellos pues, quién mejor que el propio herrero para recolectar el mineral y cantidad necesaria para forjar la espada. Pero para Grandchester, llevar consigo un civil, significaba que la vida de éste estaba bajo su responsabilidad, como la de sus amigos, pero ellos estaban entrenados para la batalla, Patt no.
Continuará....
Última edición por Cherry Cheddar el Mar Abr 13, 2021 8:55 pm, editado 1 vez
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