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Hola hermosas
Como pueden ver el protagonista es chocoNeil
Que les puedo decir. ..
EL CHOCOLATE ES MI
ENEMIGO
PERO HUIR DEL
ENEMIGO
ES DE COBARDES
( [size=33]aquí me rio como boba)[/size]
Pero mi Terry tendra una participacion muy importante y sobre todo será feliz
( [size=33]ya les dije que soy bien rosa verdad sip ya…)[/size]
Con cariño para ustedes
Por Analilit
CUANDO EL AMOR ES
VERDADERO
"MI EX DE VERDAD"
La rubia, aun acongojada se giró para ver a sus hermanos y reconoció al tercer hombre.
-¿Neil?... ¡Neil Legan!
¿Que... qué, haces aquí?
Lo miró sorprendida y sonrojada de que él hubiera presenciado tan vergonzoso momento y su mente no dejaba de pensar porque...
" porque
hoy en mi tranquilidad
si es tan grande esta ciudad.
hoy te tuve
que encontrar".
El la miró burlonamente y con su mejor sonrisa ladeada.
-Hola, Candy, Así que.
¿Sigues rompiendo corazónes?
Volvió a mirar al hombre que se alejaba preguntándose...
"¿Podre ser un mejor hombre que él?
Entonces observó a la rubia.
-¿Lograré que te olvides de nuestro pasado?
-¿obtendré tu amor amada mía?
Buscó su mirada y lo que encontró no le agradó. Ella lo observaba con vergüenza y temor. Esperando que en cualquier momento "la tratara mal" y le dedicara palabras mordaces, burlas e insultos. E inmediatamente después su mirada se torno seria y a la defensiva.
Y él ¿como se comportaria?
En ese momento, observando sus hermosos ojos verdes… se decidió.
-Candy, ¿conoces a este caballero?
La joven se acercó a sus hermanos buscado apoyo. Y Neil prestó atención a su respuesta.
-Si, lo conozco. Edgar, Oswal, les presentó a Neil Legan Ardlay. Sobrino de Albert. Neil ellos son mis hermanos.
Lo presentó con indiferencia y frialdad. Pensando en alejarse rápidamente de esa hiena y no volverlo a ver.
Edgar los estudio con perspicacia. Percibiendo la molestia e incomodidad en su hermana.
-Un gusto conocerlos.
Estrecho las manos de ambos hombres, con amabilidad cortesía y una agradable sonrisa en el rostro.
-Mucho gusto, Oswal Saade y el es mi hermano Edgar.
-¡Candy!
Le llamo con ternura y le tendió la mano. Ella correspondió turbada por la repentina amabilidad. Y aun de la mano la atrajo hacia él en un abrazo tierno y fraternal que la dejó descolocada por la suavidad con la que acarició sus rizos y espalda. En cierta manera se sintió reconfortada, como si, Stear o Archi la abrazaran.
-No tienes idea de lo feliz que me hace volver a verte y saber que has encontrado a tu familia.
La rubia se alejó del abrazo. Y lo miró a los ojos realmente sorprendida.
"De que la tratara bien y no dejara de sonreír"
No encontró la mirada insolente y matadora que siempre lo acompañaba. Su mirada había cambiado… Pero aun así no bajaría la guardia.
-Entonces si eres sobrino de Albert. ¿Tú y Candy fueron primos?.
-No
Quería responder la pecas puesto que Neil y Eliza nunca la aceptaron como tal. Pero Neil se adelantó.
-Sí, puesto que fue adoptada por mi tío. Además también fui su ex prometido.
-¡Ex prometido!
-¿Fueron novios?
- ¡No! ¿Oswal te llamas verdad? No fuimos novios. Mis padres y tía abuela nos comprometieron.
Pero Candy y yo no, nos llevamos bien en la niñez. Así que no funcionó y el compromiso se rompió.
Nunca hubo un noviazgo como tal. ¿No es así Candy?
Le preguntó, mirándola con ternura, esperanzado en que no dijera lo que en verdad sucedió. Y ella y sus hermanos lo regresarán a Florida de un puntapié.
La rubia no sintiendo temor ni amenaza por su hablar relajado tranquilo y su dulce mirada asintió.
-Si, así fue, no hubo ningún noviazgo
El, no la había ofendido de alguna manera y le evitó explicaciones que no quería dar, así que respondió con ojos sonrientes y tranquilos. Y Neil se alegró de haber podido disipar el temor y la seriedad de su mirada.
-¿Así que la conoces desde niña?. ¡Que bien! Necesitamos a alguien que nos cuente sus fechorías de niña. Albert solo dice que era una niña linda y buena. ¿No es asi Edgar?.
-Porsupuesto siempre nos alegra saber mas sobre la niñez de nuestra Sary. Quizás podría acompañarnos a cenar una noche de estas señor Legan.
-Para mi seria un placer contarles algunas anécdotas de nuestra primera juventud.
- Sary , es hora de marcharme aun tengo trabajo en la oficina.
-Yo también me retiro. Tengo que realizar dos cirugías esta tarde. ¿Te llevo a casa, Candy?. Aun tengo tiempo.
-Gracias, Oswal, pero debo hacer unas compras todavía.
-¿Tu, sola? Le hubieras pedido a la abuela que te acompañará .
-Porfavor, Edgar, no me trates como a una niña. Solo visitare un par de tiendas y regreso a casa.
-Si me permiten caballeros, ¿Candy, si lo deseas yo puedo acompañarte?. Tengo un par de horas libres y quizá podríamos almorzar juntos y ponernos al día. ¿Sabías que Albert está camino a Europa en estos momentos? Y ví a Annie hace unas semanas en florida y sin duda el clima cálido le sienta muy bien.
Aunque en realidad no deseaba la compañía de Neil, a pesar de su buen comportamiento y amables sonrisas, la joven aun desconfiaba de él, sin embargo el moreno, supo como atraer su atención.
Había escrito a Albert hace unas semanas y aún no tenía respuesta e ignoraba que Annie, estuviera en Florida. Así que el deseo de saber de sus amigos pudo más.
-Esta bien Neil . Chicos nos vemos por la tarde.
Se acercó a sus hermanos los abrazo y beso sus mejillas. Edgar que había notado sus dudas le preguntó.
-Estas segura Sary.
- Por supuesto no te preocupes, sólo será por un momento después iré a casa .
-Muy bien entonces cuidate.
-Y no llegues tarde.
-Ok Oswal.
La joven pecosa les guiño un ojo graciosa mente y ellos la imitaron. Entonces Neil creyó ver triple.
Caminaban tranquilos, por el hermoso parque, de momento ninguno supo de qué conversar y el tiempo se volvió incómodo la rubia comenzó a arrepentirse de haber aceptado ir con el castaño , más cuando su mente comenzó a recordar los malos tiempos vividos a su lado.
El joven, aflojó una corbata imaginaria que le impedía respirar, sin embargo al mirarla, se resolvió a acortar la distancia que los separaba.
-Candy me da gusto que hayas encontrado a tu verdadera familia ¿desde hace cuánto estás con ellos?
-Desde hace casi dos años que los conocí y llevo casi un año y medio viviendo aquí con mi familia.
-Tus padres, deben estar muy felices de tenerte con ellos.
La joven suspiró con tristeza.
-Bueno, en realidad sigo siendo huérfana, mis padres murieron en un accidente hace algunos años y vivo con mis dos hermanos y mis abuelos.
Candy, le contó la razón por la que fue alejada de sus padres siendo una bebe y le relató el reencuentro con sus hermanos, mientras caminaban bajo la sombra de los árboles, hasta que Neil se sentó en una banca, ella se sentó en el otro extremo y contestó sus preguntas, así él se enteró que la joven trabajaba en un hospital y estudia para médico pediatra que su hermano Oswal también era médico y Edgar era empresario y se encargaba de los negocios familiares.
Había pasado poco más de una hora y la plática estaba resultando muy agradable.
Pero ella aún no sé enteraba de nada referente a los Ardlay, así que cuando Neil la invitó almorzar, nuevamente ella aceptó, resolviendose que después de la conversación no lo volvería a ver.
Y, se dirigieron a la salida del parque, fuera de la protección y confortable sombra de los árboles y Candy comenzó a cubrir sus ojos con su pequeña mano, para protegerse de los rayos del sol.
-Vamos, Candy, tomaremos un taxi en la próxima esquina para que nos lleve a mi hotel, allí hay un buen restaurante con excelentes platillos y deliciosos postres si quieres podemos comer en la terraza viendo el mar.
Entonces la miró, ella arrugaba un poco su hermosa frente debido al intenso sol.
-No traes sombrero Candy con este calor se te quemarán tus mejillas y se te verán más las pecas.
Le sonrió tiernamente, acariciando levemente su pecoso rostro y Candy sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo e inmediatamente se tensó. Neil percibió la rigidez de su cuerpo y se alejó de ella pensando que era demasiado pronto para caricias, no debía dejarle ver sus intenciones o saldría huyendo lejos de él.
Pero era tan hermosa que no pudo resistirse.Tomo su mano con algo de brusquedad y la llevó con él.
Inmediatamente, las alarmas de candy, se dispararon recordando la vez que en el colegio, la llevo tirando violentamente de su mano, a la espesura del bosque para burlarse de ella y lastimarla.
-¿Adonde vamos?- preguntó con algo de temor.
-A comprarte un sombrero por supuesto.
-¡No! Neil, no es necesario.
-Pero, por supuesto que lo necesitas ya que no solo enrojeceras, si no que te pelaras como una lagartija jajajaja.
El carcajeaba alegre y sincero observándola con ternura, sin ninguna malicia y de a poco la muchacha fue perdiendo el temor.
Entraron a una tienda y después de mirar un poco escogió una bonita pamela blanca con ala muy ancha y flores de hermosos colores en naturaleza muerta adornando el ala, y la colocó sobre sus dorados rizos.
-Esta es perfecta, también te cubrirá los hombros de los rayos del sol.
La rubia ni siquiera aprecio la hermosa pamela inmediatamente la arrancó de su cabeza y se la entregó. Él la miró con decepción y tristeza
-De verdad, Neil, muchas gracias pero no la necesito.
-¿No quieres nada que provenga de mí verdad? Aun recuerdas las jugarretas que te hice.
El apretaba los puños, conteniendo el enojo contra sí mismo y maltratando un poco el sombrero que tenía entre las manos, y ella ya veía venir los gritos y los insultos. Sin embargo él cerró sus ojos suspirando profundamente y cuando los abrió ella vío tristeza.
-Perdóname Candy...
Él la miraba con pesadumbre en el corazón e infinito arrepentimiento. Y ella se quedó estupefacta.
-Porfavor perdoname, se que nunca te trate bien y siempre te cause sufrimiento… pero… Se que no es excusa, pero era un niño muy mimado y malcriado que se creía superior a los demás, que creía poder obtener lo que quisiera, con tan solo chasquear los dedos.
-Y…acaso ¿Ya, no lo eres?-
La muchacha, achicó los ojos examinandolo.
El joven agachó el rostro avergonzado
-Quiero… creer que no, que e crecido y sobre todo madurado, llegando a ser una mejor persona
Entonces busco su mirada y dejo aun lado el estrujado sombrero y tomo su mano-
-Y quiero demostrartelo reconociendo mis errores del pasado y disculpándome por ellos,
-Perdoname por las maldades que te hice desde que éramos niños, por robar y mentir para que te castigaran, por las humillaciones a las que mi hermana madre y yo te sometimos.
La rubia lo miraba sorprendida recordando cada uno de los acontecimientos mencionados.
-Perdoname... por las trampas, insultos y agresiones que te hice en el colegio y... por tratar de obligarte a un compromiso que, no, deseabas…Te prometo que nada de esto volverá a suceder.
La joven se llevó su mano libre al rostro cubriendo su mejilla sorprendida por sus palabras y mordiendo su sonrosado labio.
Él la miraba directo a los ojos rogando con vehemencia su perdón.
-Podrias porfavor darme otra oportunidad, y demostrarte que soy un hombre diferente quizás con el tiempo, podríamos llegar a ser amigos.
Los ojos ámbar de él rogaban sincera y fervientemente. Ella soltó su mano y dio unos pocos pasos por la tienda, meditando sus palabras, después volvió a su lugar frente a él.
-Neil, desde que te conocí, he tratado de ser tu amiga y ayudarte pero el trato que me has dado durante todos estos años, es lo que me pone a la defensiva. Pero está bien, yo no te reprochare más nada.
Qué te parece si hacemos borrón y cuenta nueva. Me agradará mucho, conocer al nuevo Neil… que, nos conozcamos, porque estoy segura que con el paso de los años todos, cambiamos.
La rubia extendió la mano para estrecharla como cerrando un trato él la correspondió sonriendo
-Me parece bien tratemos de ser amigos.
Escogemos otro sombrero este ya esta un poco maltratado
-No, este es perfecto será un recuerdo de este día.
La rubia lo tomó de las manos del moreno y lo puso nuevamente sobre sus rizos
-Se te ve muy bien y va perfecto con tu vestido.
Candy se miro al espejo dándole la espalda y concordó con él.
-Es muy bonito Neil, Gracias.
"No tú eres más bonita"
Pensó el moreno acercándose a la muchacha y atreviéndose a tomar el rizo más largo que caía por su espalda y frotarlo entre sus dedos, dejando volar sus anhelos.
-¿Nos vamos?
- he, ¡ha!, sí sí por supuesto vamos.
Continuará....
¿Como voy?
Espero que bien…
Nos leemos el sabadito
Por Favor cuídense :sunflower::sunflower::sunflower::sunflower::sunflower:
Como pueden ver el protagonista es chocoNeil
Que les puedo decir. ..
EL CHOCOLATE ES MI
ENEMIGO
PERO HUIR DEL
ENEMIGO
ES DE COBARDES
( [size=33]aquí me rio como boba)[/size]
Pero mi Terry tendra una participacion muy importante y sobre todo será feliz
( [size=33]ya les dije que soy bien rosa verdad sip ya…)[/size]
Con cariño para ustedes
Por Analilit
CUANDO EL AMOR ES
VERDADERO
"MI EX DE VERDAD"
La rubia, aun acongojada se giró para ver a sus hermanos y reconoció al tercer hombre.
-¿Neil?... ¡Neil Legan!
¿Que... qué, haces aquí?
Lo miró sorprendida y sonrojada de que él hubiera presenciado tan vergonzoso momento y su mente no dejaba de pensar porque...
" porque
hoy en mi tranquilidad
si es tan grande esta ciudad.
hoy te tuve
que encontrar".
El la miró burlonamente y con su mejor sonrisa ladeada.
-Hola, Candy, Así que.
¿Sigues rompiendo corazónes?
Volvió a mirar al hombre que se alejaba preguntándose...
"¿Podre ser un mejor hombre que él?
Entonces observó a la rubia.
-¿Lograré que te olvides de nuestro pasado?
-¿obtendré tu amor amada mía?
Buscó su mirada y lo que encontró no le agradó. Ella lo observaba con vergüenza y temor. Esperando que en cualquier momento "la tratara mal" y le dedicara palabras mordaces, burlas e insultos. E inmediatamente después su mirada se torno seria y a la defensiva.
Y él ¿como se comportaria?
En ese momento, observando sus hermosos ojos verdes… se decidió.
-Candy, ¿conoces a este caballero?
La joven se acercó a sus hermanos buscado apoyo. Y Neil prestó atención a su respuesta.
-Si, lo conozco. Edgar, Oswal, les presentó a Neil Legan Ardlay. Sobrino de Albert. Neil ellos son mis hermanos.
Lo presentó con indiferencia y frialdad. Pensando en alejarse rápidamente de esa hiena y no volverlo a ver.
Edgar los estudio con perspicacia. Percibiendo la molestia e incomodidad en su hermana.
-Un gusto conocerlos.
Estrecho las manos de ambos hombres, con amabilidad cortesía y una agradable sonrisa en el rostro.
-Mucho gusto, Oswal Saade y el es mi hermano Edgar.
-¡Candy!
Le llamo con ternura y le tendió la mano. Ella correspondió turbada por la repentina amabilidad. Y aun de la mano la atrajo hacia él en un abrazo tierno y fraternal que la dejó descolocada por la suavidad con la que acarició sus rizos y espalda. En cierta manera se sintió reconfortada, como si, Stear o Archi la abrazaran.
-No tienes idea de lo feliz que me hace volver a verte y saber que has encontrado a tu familia.
La rubia se alejó del abrazo. Y lo miró a los ojos realmente sorprendida.
"De que la tratara bien y no dejara de sonreír"
No encontró la mirada insolente y matadora que siempre lo acompañaba. Su mirada había cambiado… Pero aun así no bajaría la guardia.
-Entonces si eres sobrino de Albert. ¿Tú y Candy fueron primos?.
-No
Quería responder la pecas puesto que Neil y Eliza nunca la aceptaron como tal. Pero Neil se adelantó.
-Sí, puesto que fue adoptada por mi tío. Además también fui su ex prometido.
-¡Ex prometido!
-¿Fueron novios?
- ¡No! ¿Oswal te llamas verdad? No fuimos novios. Mis padres y tía abuela nos comprometieron.
Pero Candy y yo no, nos llevamos bien en la niñez. Así que no funcionó y el compromiso se rompió.
Nunca hubo un noviazgo como tal. ¿No es así Candy?
Le preguntó, mirándola con ternura, esperanzado en que no dijera lo que en verdad sucedió. Y ella y sus hermanos lo regresarán a Florida de un puntapié.
La rubia no sintiendo temor ni amenaza por su hablar relajado tranquilo y su dulce mirada asintió.
-Si, así fue, no hubo ningún noviazgo
El, no la había ofendido de alguna manera y le evitó explicaciones que no quería dar, así que respondió con ojos sonrientes y tranquilos. Y Neil se alegró de haber podido disipar el temor y la seriedad de su mirada.
-¿Así que la conoces desde niña?. ¡Que bien! Necesitamos a alguien que nos cuente sus fechorías de niña. Albert solo dice que era una niña linda y buena. ¿No es asi Edgar?.
-Porsupuesto siempre nos alegra saber mas sobre la niñez de nuestra Sary. Quizás podría acompañarnos a cenar una noche de estas señor Legan.
-Para mi seria un placer contarles algunas anécdotas de nuestra primera juventud.
- Sary , es hora de marcharme aun tengo trabajo en la oficina.
-Yo también me retiro. Tengo que realizar dos cirugías esta tarde. ¿Te llevo a casa, Candy?. Aun tengo tiempo.
-Gracias, Oswal, pero debo hacer unas compras todavía.
-¿Tu, sola? Le hubieras pedido a la abuela que te acompañará .
-Porfavor, Edgar, no me trates como a una niña. Solo visitare un par de tiendas y regreso a casa.
-Si me permiten caballeros, ¿Candy, si lo deseas yo puedo acompañarte?. Tengo un par de horas libres y quizá podríamos almorzar juntos y ponernos al día. ¿Sabías que Albert está camino a Europa en estos momentos? Y ví a Annie hace unas semanas en florida y sin duda el clima cálido le sienta muy bien.
Aunque en realidad no deseaba la compañía de Neil, a pesar de su buen comportamiento y amables sonrisas, la joven aun desconfiaba de él, sin embargo el moreno, supo como atraer su atención.
Había escrito a Albert hace unas semanas y aún no tenía respuesta e ignoraba que Annie, estuviera en Florida. Así que el deseo de saber de sus amigos pudo más.
-Esta bien Neil . Chicos nos vemos por la tarde.
Se acercó a sus hermanos los abrazo y beso sus mejillas. Edgar que había notado sus dudas le preguntó.
-Estas segura Sary.
- Por supuesto no te preocupes, sólo será por un momento después iré a casa .
-Muy bien entonces cuidate.
-Y no llegues tarde.
-Ok Oswal.
La joven pecosa les guiño un ojo graciosa mente y ellos la imitaron. Entonces Neil creyó ver triple.
Caminaban tranquilos, por el hermoso parque, de momento ninguno supo de qué conversar y el tiempo se volvió incómodo la rubia comenzó a arrepentirse de haber aceptado ir con el castaño , más cuando su mente comenzó a recordar los malos tiempos vividos a su lado.
El joven, aflojó una corbata imaginaria que le impedía respirar, sin embargo al mirarla, se resolvió a acortar la distancia que los separaba.
-Candy me da gusto que hayas encontrado a tu verdadera familia ¿desde hace cuánto estás con ellos?
-Desde hace casi dos años que los conocí y llevo casi un año y medio viviendo aquí con mi familia.
-Tus padres, deben estar muy felices de tenerte con ellos.
La joven suspiró con tristeza.
-Bueno, en realidad sigo siendo huérfana, mis padres murieron en un accidente hace algunos años y vivo con mis dos hermanos y mis abuelos.
Candy, le contó la razón por la que fue alejada de sus padres siendo una bebe y le relató el reencuentro con sus hermanos, mientras caminaban bajo la sombra de los árboles, hasta que Neil se sentó en una banca, ella se sentó en el otro extremo y contestó sus preguntas, así él se enteró que la joven trabajaba en un hospital y estudia para médico pediatra que su hermano Oswal también era médico y Edgar era empresario y se encargaba de los negocios familiares.
Había pasado poco más de una hora y la plática estaba resultando muy agradable.
Pero ella aún no sé enteraba de nada referente a los Ardlay, así que cuando Neil la invitó almorzar, nuevamente ella aceptó, resolviendose que después de la conversación no lo volvería a ver.
Y, se dirigieron a la salida del parque, fuera de la protección y confortable sombra de los árboles y Candy comenzó a cubrir sus ojos con su pequeña mano, para protegerse de los rayos del sol.
-Vamos, Candy, tomaremos un taxi en la próxima esquina para que nos lleve a mi hotel, allí hay un buen restaurante con excelentes platillos y deliciosos postres si quieres podemos comer en la terraza viendo el mar.
Entonces la miró, ella arrugaba un poco su hermosa frente debido al intenso sol.
-No traes sombrero Candy con este calor se te quemarán tus mejillas y se te verán más las pecas.
Le sonrió tiernamente, acariciando levemente su pecoso rostro y Candy sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo e inmediatamente se tensó. Neil percibió la rigidez de su cuerpo y se alejó de ella pensando que era demasiado pronto para caricias, no debía dejarle ver sus intenciones o saldría huyendo lejos de él.
Pero era tan hermosa que no pudo resistirse.Tomo su mano con algo de brusquedad y la llevó con él.
Inmediatamente, las alarmas de candy, se dispararon recordando la vez que en el colegio, la llevo tirando violentamente de su mano, a la espesura del bosque para burlarse de ella y lastimarla.
-¿Adonde vamos?- preguntó con algo de temor.
-A comprarte un sombrero por supuesto.
-¡No! Neil, no es necesario.
-Pero, por supuesto que lo necesitas ya que no solo enrojeceras, si no que te pelaras como una lagartija jajajaja.
El carcajeaba alegre y sincero observándola con ternura, sin ninguna malicia y de a poco la muchacha fue perdiendo el temor.
Entraron a una tienda y después de mirar un poco escogió una bonita pamela blanca con ala muy ancha y flores de hermosos colores en naturaleza muerta adornando el ala, y la colocó sobre sus dorados rizos.
-Esta es perfecta, también te cubrirá los hombros de los rayos del sol.
La rubia ni siquiera aprecio la hermosa pamela inmediatamente la arrancó de su cabeza y se la entregó. Él la miró con decepción y tristeza
-De verdad, Neil, muchas gracias pero no la necesito.
-¿No quieres nada que provenga de mí verdad? Aun recuerdas las jugarretas que te hice.
El apretaba los puños, conteniendo el enojo contra sí mismo y maltratando un poco el sombrero que tenía entre las manos, y ella ya veía venir los gritos y los insultos. Sin embargo él cerró sus ojos suspirando profundamente y cuando los abrió ella vío tristeza.
-Perdóname Candy...
Él la miraba con pesadumbre en el corazón e infinito arrepentimiento. Y ella se quedó estupefacta.
-Porfavor perdoname, se que nunca te trate bien y siempre te cause sufrimiento… pero… Se que no es excusa, pero era un niño muy mimado y malcriado que se creía superior a los demás, que creía poder obtener lo que quisiera, con tan solo chasquear los dedos.
-Y…acaso ¿Ya, no lo eres?-
La muchacha, achicó los ojos examinandolo.
El joven agachó el rostro avergonzado
-Quiero… creer que no, que e crecido y sobre todo madurado, llegando a ser una mejor persona
Entonces busco su mirada y dejo aun lado el estrujado sombrero y tomo su mano-
-Y quiero demostrartelo reconociendo mis errores del pasado y disculpándome por ellos,
-Perdoname por las maldades que te hice desde que éramos niños, por robar y mentir para que te castigaran, por las humillaciones a las que mi hermana madre y yo te sometimos.
La rubia lo miraba sorprendida recordando cada uno de los acontecimientos mencionados.
-Perdoname... por las trampas, insultos y agresiones que te hice en el colegio y... por tratar de obligarte a un compromiso que, no, deseabas…Te prometo que nada de esto volverá a suceder.
La joven se llevó su mano libre al rostro cubriendo su mejilla sorprendida por sus palabras y mordiendo su sonrosado labio.
Él la miraba directo a los ojos rogando con vehemencia su perdón.
-Podrias porfavor darme otra oportunidad, y demostrarte que soy un hombre diferente quizás con el tiempo, podríamos llegar a ser amigos.
Los ojos ámbar de él rogaban sincera y fervientemente. Ella soltó su mano y dio unos pocos pasos por la tienda, meditando sus palabras, después volvió a su lugar frente a él.
-Neil, desde que te conocí, he tratado de ser tu amiga y ayudarte pero el trato que me has dado durante todos estos años, es lo que me pone a la defensiva. Pero está bien, yo no te reprochare más nada.
Qué te parece si hacemos borrón y cuenta nueva. Me agradará mucho, conocer al nuevo Neil… que, nos conozcamos, porque estoy segura que con el paso de los años todos, cambiamos.
La rubia extendió la mano para estrecharla como cerrando un trato él la correspondió sonriendo
-Me parece bien tratemos de ser amigos.
Escogemos otro sombrero este ya esta un poco maltratado
-No, este es perfecto será un recuerdo de este día.
La rubia lo tomó de las manos del moreno y lo puso nuevamente sobre sus rizos
-Se te ve muy bien y va perfecto con tu vestido.
Candy se miro al espejo dándole la espalda y concordó con él.
-Es muy bonito Neil, Gracias.
"No tú eres más bonita"
Pensó el moreno acercándose a la muchacha y atreviéndose a tomar el rizo más largo que caía por su espalda y frotarlo entre sus dedos, dejando volar sus anhelos.
-¿Nos vamos?
- he, ¡ha!, sí sí por supuesto vamos.
Continuará....
¿Como voy?
Espero que bien…
Nos leemos el sabadito
Por Favor cuídense :sunflower::sunflower::sunflower::sunflower::sunflower:
a ver si lo logra creo que se lo merece. 
podrá ganarse el corazón e Candy... te sigo espero actualices antes de el sábado amiga esta buenisima 
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