Fic Candy y Annie 10/04/219
Una amistad inquebrantable.
Miré hacia el cielo, estaba amaneciendo, respiraba el aire fresco de la mañana, estaba en mi hogar, el que me vio crecer junto a ti.
Como siempre he aprendido a sobrellevar malas situaciones, he visto ir y venir gente en mi vida, conozco el sentimiento de perder a seres muy amados, aun soy joven y sé que me faltan muchas cosas por vivir.
llegó tu carta hoy en la mañana, aún la tengo en mis manos, nuevamente estoy parada en la sombra de nuestro árbol al que nombramos nuestro padre cuando éramos niñas y donde te dije aquel día que despedimos a Tom, que yo sería tu mamá y sellé con un beso en tu mejilla aquella promesa.
eras una llorona y yo me hacía la fuerte para protegerte como hoy quisiera hacerlo, para darte ánimo, y siento ese mismo temor de perderte como aquel día y no me equivoqué, yo misma te empujé hacía tú felicidad dejando ir la mía, fuiste adoptada.
Por la familia Briter, nos juramos estar en contacto por carta, si supieras con que ansiedad esperaba tu correspondencia, luego tomaste la decisión de poner esa barrera que tanto temía en aquella carta que en su momento fue tan cruel, donde me pedías olvidarte, yo que cada vez que cerraba mis ojos veía tu cara, oía tu voz y volvían los recuerdos de tantas cosas que pasamos juntas, no entendía como podías haberme olvidado ¿eran tan buenos los padres? ¿Eran tan buenas las madres? Como para que ya no me quisieras más?
Mi corazón se sentía tan enfermo en ese momento que hasta el cielo lloraba junto conmigo, sus lágrimas eran tan gruesas como las mías, luego oí esa música, la lluvia se tranquilizaba y el apareció junto con el arcoíris, mi querido príncipe, su palabras siempre se quedaron en mi corazón, y cuando me ocurría algo, llegaban a mi mente y calmaban mi angustia, hoy sé que todo lo que tuve que vivir sólo fue para que mi destino se cumpliera, no puedo arrepentirme de nada ni cambiaría nada de lo que he pasado, se que se oye cruel porque he sufrido la muerte de Anthony y la de Stear, es algo que me marcó, pero también la vida me ha recompensado al tener a mi lado al hombre que amo y me ama, al darme a mis hijos tan maravillosos.
Annie, hemos tenido una hermosa vida, también encontraste el amor y la vida te regaló dos hijos y son unos pequeños hermosos, muy parecidos a su padre, por el cual luchaste aquel día por primera vez, cuando me pedías no interponerme, luchaste con todas tus fuerzas por conseguir ese amor, por primera vez te vi esas agallas que yo no creía que tenías para pelear por algo que tú querías, supe que ya no eras esa pequeña miedosa y desvalida, hemos crecido y madurado, y nos queremos como hermanas, jamás dejamos de hacerlo, nos hemos apoyado y animado una a la otra, como cuando me escribiste la carta donde ahora tú me retabas como una madre y me decías estar tan enojada, muy enojada y no comprendías porque deje ir a Terry.
Hoy soy yo la que está muy enojada contigo y te digo como tú me dijiste en aquella carta, ¿Por qué no confiaste en mi? ¿Por qué actúas como si nada pasara? ¡No puedo aceptarlo! Hoy soy yo la que no tengo palabras, estoy tan asustada, he llegado desde Londres para estar un tiempo con mis madres y que mis hijos conozcan el hogar donde crecí, Dios sabe porque hace las cosas a su manera, ayer llegué y hoy estoy parada con tu carta bajo mi padre árbol y mis pies pesan como plomo, ya no soy aquella niña que solía correr, no me puedo mover, estoy realmente paralizada, hoy se porque mis madres insistían tanto en que las visitara es por ti hermana mía.
Veo que Terry se acerca, sabe que algo no anda bien, me toma entre su brazos y lloro en su pecho,
-Terry, es Annie, tiene cáncer
Y él toma la carta, y le digo:
-¿Por qué no confió en mi?
Terry contesta:
-No lo sé amor mío, solo queda vivir el momento y estar a su lado, pedir al universo que le brinde sanidad, yo siempre te apoyare y estaremos el tiempo que sea necesario pequeña pecosa.
En mi mente solo puedo pensar en esta canción mi querida amiga.
“Ahí viene el sol,
Ahí viene sol
Y digo:
Está todo bien
Mi pequeña
Ha sido un largo, frio solitario invierno
Mi pequeña,
Parece como si hubiera durado años
Ya llega el sol
Ya llega el sol
Y digo:
Está todo bien
Mi pequeña
Las sonrisas han vuelto a los rostros
Mi pequeña
Parecía como si la luz no
Hubiera existido durante años,
Ahí viene el sol
Ahí viene el sol
Está todo bien
Sol, sol, sol,
Ahí viene
Sol, sol, sol
Ahí viene
Mi pequeña,
Siento como el hielo va derritiéndose de a poco,
Mi pequeña,
Parece que hubieran pasado años desde que estuvo despejado el cielo,
Ahí viene el sol,
Ahí viene el sol
Está todo bien”.
George Harrison
Este fic es dedicado a todas aquellas madres, hijas, hermanas, amigas que están pasando momentos similares.
También a mi querido padre que en sueños me dedico esta hermosa canción a un día de su fallecimiento